Sicilia fue el nombre dado a la primera provincia de la Antigua Roma, organizada en el 241 a. C. como un territorio bajo gobierno procónsular, en el periodo posterior a la Primera Guerra Púnica y que se corresponde con la actual Sicilia.
Durante los seis siglos siguientes, Sicilia fue una provincia romana durante la República y el Imperio. El territorio fue un importante granero para Roma. El proceso de romanización no fue muy acentuado, teniendo en cuenta que la isla había estado bajo la influencia de Grecia. El hecho más notable fue el penoso gobierno de Verres, del que da cuenta Cicerón en el 70 en su obra In Verrem.
Existe una moneda que recuerda las gloriosas hazañas de Manio Aquilio, cónsul en el año 101 a.C. con Mario, cónsul por quinta vez. Enviado a Sicilia para dar fin a la guerra de los esclavos, libró contra ellos una gran batalla, mató por su propia mano a su rey Atenión, aunque herido en la cabeza, dispersó a todo el ejército y regresó a Roma con los honores de la ovación.
El símbolo de Sicilia es una cabeza humana con tres piernas.
SICILIA. Sicilia estante a izq., portando triskeles y gorro. Sestercio de Antonino Pío. Roma 139 d.C.
SICIL en el exergo. Soldado en pie, provisto de escudo, levantando a una mujer arrodillada. El guerrero representa al antepasado del mismo nombre de este monetario y la mujer es la alegoría de Sicilia. Denario serratus de Manius Aquillius (Familia Aquillia). Roma 71 a.C.