Estas piezas a veces se venden como auténticas, así que la comparativa puede ser engañosa.
Esta ceca es muy difícil precisamente por la enormidad de falsos que se batieron, y desde luego circularon, así que si coleccionas circulante no te apures por la pieza, simplemente esta es su clasificación.
La cotización del dobler de Eivissa, en relación al real de plata mallorquín (sistema monetario al que estaba vinculado, de menor peso que el castellano) a lo largo del siglo XVII, paso de los tradicionales 17 doblers a los 300 al final del reinado de Carlos II, la causa principal fue que no tuviera aleación de plata y la desconfianza que provocó que el mercado fuera literalmente inundado de falsos (en eso coincide con las crisis de valoración de los maravedís castellanos de la misma época). Exagerando, se podria decir que cada uno que tuviera una plancha de bronce en su casa se atrevia con un cuño, dada la enorme variedad de falsos existentes. Comprenderás que separar el grano de la paja no es de las cosas más sencillas, así que solo queda estudiar. Si te interesa conocer los detalles, la monografia más actualizada es "Las monedas de Ibiza desde Carlos I a 1887", de Miquel Crusafont, Gaceta Numismática 121, junio de 1996, que él mismo se ha corregido en obras posteriores no monográficas, aunque en la Adenda final de esta obra anuncia los criterios sobre los que fundamentará los cambios futuros, así que sigue siendo útil.
De todos modos, es verdad que hay piezas toscas auténticas, pero si te fijas en su inmensa mayoría llevan un 6 frente al busto. Es decir, se trata del periodo posterior en que se acuñaron sous en substitución de doblers (por la devaluación comentada antes). En lo referente a los doblers, es más complejo porque estamos hablando de 150 años de emisiones y la calidad de los auténticos fue diversa, pero puedes usar un criterio sencillo que te garantiza que una pieza es falsa, como es el caso de tu ejemplar (aunque hay unas pocas falsas que no caen en ese error). Pero, si bajo el castillo no se grabaron olas del mar, puedes dar por seguro que es falsa. El escudo de Eivissa sin olas bajo el castillo no es el escudo de Eivissa, así que es algo en lo que nunca habría caído una autoridad local; con eso resuelves el 90% de los casos dudosos.