Metal : cobre
Peso: 3'10 gr
Diámetro: 21 mm
Aquí tenemos a esta pequeñaja muy bien conservada a pesar de los 404 años que tiene.
Tal día como hoy, un español que casi nadie conoce, llegó un lugar absolutamente desconocido hasta entonces para los europeos.
Nacido en 1564, este jesuita, tenía la idea y deseo de restablecer la unión de la iglesia de Roma y de la Iglesia cristiana de Abisinia (tierra del legendario
Preste Juan de las Indias, que se creía descendiente del rey Salomón y la reina de Saba),
salió en 1588 de España con dirección a Goa y nunca regresó, pero dejó constancia escrita de su gran logro.
Tras un año de estancia en la India, viajo con otro jesuita (el padre Antonio de Monserrat) en dirección a Etiopía. Durante el camino ambos fueron apresados, y vendidos como esclavos a los otomanos. Durante 7 años permanecieron ambos cautivos viajando por el desierto de Hadramaut en Yemen, y el de Rub’al Khali en la península arábiga, siendo los primeros europeos en hacerlo y describirlos en una carta fechada en 1596, tras ser liberados. En esa misma carta describe la situación en la estuvieron: "atados con gruesas cadenas al cuello". También relataron como fueron los primeros en degustar y describir el moka. El café moka toma su nombre de Moca, la ciudad costera del mar Rojo en Yemen. Ya en el siglo XV era una importante exportadora de café procedente en gran medida de Abisinia (región de Kaffa origen del café).
Tras siete años de penurias, y muy enfermos al ser rescatados, fueron trasladados a Goa de nuevo, pero el padre Antonio murió.
El superviviente, nuestro desconocido héroe, tan tenaz como culto, volvió a intentarlo y en 1603 llegó a Etiopía y logró la conversión del emperador
Za Dengel. El abandono de la fe ortodoxa del emperador sumió al país en una guerra civil que acabó con la muerte del emperador.
Pero lejos de la desolación volvió a intentarlo con el nuevo emperador
Melec Segued III, de quien consiguió tierras para una nueva iglesia junto al Lago Tana, y en Górgora levanto una iglesia (en la que fué sepultado en 1622 al morir), incluso un palacio, evidenciando dotes de arquitecto y herrero.
Cuando murió había escrito en portugués la historia de Etiopía en tres tomos (hay que señalar que Portugal y España era coronas separadas pero gobernadas por el mismo rey, y que diferentes investigaciones vinculan sus estudios en la universidad de Coimbra, aunque otras lo hacen en la de Alcalá). Esta obra se descubrió en 1922, y fue publicada en Oporto en 1945, pero no en español ¡hasta 2010!
De sus paseos con el emperador escribió:“Confieso que me alegré de ver lo que tanto desearon ver el rey Ciro, el gran Alejandro y Julio César”(sic).
Me refiero a
Pedro Páez Jaramillo, quien el día
21 de abril de 1618 fue el primer europeo en ver y describir las fuentes del
Nilo Azul.
152 años después el escocés James Bruce de Kinnaird, tras doce años de búsqueda, se atribuyó la gloria de haber sido el primero, cuando en realidad llegó el tercero, porque en 1629 también lo adelanto el jesuita
Jerónimo Lobo.
Otro español ilustre que cayó en el olvido. ¿Alguien conoce una calle a su nombre?
Espero que os haya entretenido.