Presento mi moneda con la "Cabra Amalthea". No es tan bonito como el que presenta monteprieto (https://www.imperio-numismatico.com/t155439-antoniniano-de-valeriano-ii-iovi-crescenti-colonia#1372250), pero también evoca la leyenda bien curiosa...
Antoniniano de Valeriano II acuñado en Roma entre 253-255 d.C.
Peso: 2,69g
Diâmetro: 19mm
Anverso: PCL VALERIANVS NOB CAES, busto a la derecha radiado y drapeado
Reverso: IOVI CRESCENTI, Júpiter cabalgando la cabra Amalthea avanzando hacia la derecha
RIC V-I 14
La historia de Valeriano II es bastante enigmática. Durante mucho tiempo sus monedas fueron atribuidas a Valerianus l o referido como un hermano de Gallienus. Más recientemente se convirtió en el hijo mayor de Gallienus, a quien se le dio el título de "Caesar" en 253 dc. a la altura de la subida del padre al trono, y que murió dos años después.
Hay otra versión que dice que Valerianus ll fue nombrado césar en 256 d.c. y murió en combate en 258 d.c. en Moesia durante la campaña del Danubio.
LA LEYENDA DE LA CABRA AMALTHEA
La leyenda de la cabra "Amalthea" fue heredada de la mitología griega y adaptada a la mitología romana.
La mitología antigua cuenta que Júpiter fue amamantado por una cabra, y no por su madre Réia. La narrativa afirma que el padre de Júpiter, el dios del tiempo, Saturno, engullía a los hijos tan pronto como nacían. Saturno sabía, a través de un oráculo, que sería destronado por uno de sus hijos, tal como él mismo había hecho, sacando a su padre Urano del trono.
Cuando se acercó el día del nacimiento de Júpiter, Réia se refugió en la isla de Creta y allí, secretamente, dio a luz a Júpiter, el padre de los dioses y de los hombres. Temiendo que Saturno descubriera el paradero del hijo, Réia (la Tierra) escondió al niño en una cueva, entregándolo al cuidado de los Curetes y de las Ninfas. Réia, sin embargo, enrolló una piedra en finas sábanas de lino y la llevó a Saturno, que de inmediato la tragó pensando ser el hijo recién nacido.
Así, Júpiter creció teniendo como ama de leche la milagrosa cabra Amaltéia, que en algunas versiones era una ninfa, en otra era Aix, la cabra madre de leche. Ninfa o cabra, Amaltéia significa la tierna, la generosa. Amaltéia descendía de Helio, el Sol. Era tan horrenda que hasta los titanes la temían y pidieron a la tierra que la esconder en una cueva de Creta. Sin embargo, la cabra era muy generosa. Para esconder y proteger a Júpiter del padre Saturno, ella lo suspendió en un árbol, para que no fuera encontrado ni en el cielo, ni en la tierra, ni en el mar. También llamó a los Curetes para ejecutar danzas y canciones alrededor del niño, evitando así que su llanto y sus gritos fueran oídos por el padre.
Un día el dios infante cuando jugaba con la ama/cabra, rompió uno de sus cuernos. Para compensarla, le prometió que este cuerno arrojaría, siempre en abundancia, flores y frutos. La Cornucopia (corno de la abundancia) simboliza la profusión gratuita de los dones divinos y es símbolo de la mayor parte de las personificaciones romanas, que se ve en el reverso de muchas monedas.
Cuando la cabra Amaltéia murió, Júpiter mandó hacer de su piel, que era invulnerable, la Égida, escudo que le ayudó en la lucha contra los Titanes, pues servía quiere como arma ofensiva o defensiva.
Para agradecer a la cabra Amaltéia los cuidados recibidos cuando era niño, el joven dios Júpiter la colocó en el cielo, brillando en la constelación de Capricornio.
(Texto basado en la información recogida en Internet).