Una leyenda griega relata como la ninfa Dafne (laurel en griego), hija del díos-río Pireo y que juró no casarse jamás, huyó a las montañas para escapar del acoso del dios Apolo. Ante la persistencia de este Dafne pidió ayuda a su padre que la transformó en laurel. Apolo desconsolado por perder a su amada, cortó algunas ramas que se colocó en forma de corona y convirtió al laurel en árbol sagrado. Por esta razón la corona de laurel es el símbolo con el que se representa al dios del Olimpo, asociándolo también a ganadores y poetas. En los Juegos Olímpicos celebrados en Atenas el laurel entregado a los vencedores los elevaba a la categoría de dioses.
En el Imperio Romano las hojas de laurel se empleaban para realizar las coronas triunfales de emperadores y generales victoriosos. La imagen de Julio César siempre aparece aureolada con esta hoja entrelazada.
Consagraron el laurel, los antiguos, al dios Apolo, y con él se coronaban, en los tiempos pasados, todos los emperadores de Roma. Laurel significaba victoria.
Las ramas de laurel se representan en las monedas de varias formas, como queriendo dar un distinto significado según su presentación y tamaño. En muchos casos parece como si el diseño y la estética fueran los factores más importantes. Pero hay tres, posiblemente cuatro, formas de presentación. Una rama alta, al nivel de la cintura, podría significar una celebración o un gesto de ofrenda; y si es baja, es probable que sea una acción de barrido o limpieza en rituales.
La rama de laurel no solamente indica triunfo. Se sabe que el laurel tiene propiedades saludables y de limpieza. En los rituales se agitaba en el agua para purificarla y también se usaba para barrer pisos.
Según Plinio el Viejo, fue Augusto el que inició la costumbre de asociar el laurel con un triunfo. Posteriormente, la corona sobre la cabeza del emperador fue de laurel, y también el emperador llevaba una rama de laurel para celebrar una victoria.
Entre los honores recibidos por Augusto en el año 27 a.C. se encontraban una serie de presentes y distinciones de valor sólo simbólico, cuyo fin era, seguramente, resaltar la humildad del nuevo líder. Entre ellos se destacaban dos arbustos o dos ramas de laurel, para ser colocados en la puerta de la casa de Augusto.
Dos ramas de laurel. Denario de Augusto. Colonia Patricia 19-18 a.C.
Escudo sobre cipo con urna sobre lo alto (columna funeraria); rama de laurel a ambos lados. Áureo de Vespasiano.
Busto laureado de Julio César entre rama de laurel y caduceo alado. Denario de L. Linineius Regulus (Familia Julia). 42 a.C.
Apolo estante apoyado sobre trípode, rociando con ramas de laurel, probablemente en un ritual de limpieza. Antoniniano AE de Galieno. Antioch 267 a.C.
Heliogábalo con vestiduras sacerdotales sirias, estante portando pátera sobre altar y portando ramas de laurel probablemente utilizadas en ritual de limpieza. Denario de Heliogábalo. Roma 221-222 d.C.
Sol estante blandiendo arco en la mano y portando rama de laurel en alto, pisoteando a un cautivo sentado que levanta una mano en señal de protesta. Muestra al Sol en forma triunfante. Antoniniano de Aureliano. Roma 275 d.C.
Minerva Victoriosa estante portando rama de laurel y lanza; escudo apoyado en el suelo. Antoniniano de Probo. Lugdunum 281 d.C.
Octavio conduciendo cuádriga triunfal a dcha. portando rama de laurel. Denario de Augusto. Roma? Brindisium? 30 a.C.
Águila con alas explayadas, encima de corona; detrás ramas de laurel. Áureo de Augusto. Roma? 27 a.C.