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El Turuñuelo y otros muchos en la zona. Esta región es la Baeturia regio de época romana, entre el Guadalquivir y el Guadiana, y en tiempo orientalizante tartésico aparece jalonada por una serie de monumentos que parecen articular una organización ideológica y económica en torno a los mismos: los denominados “palacios-santuario”, centros de poder aislados que controlarían las rutas de comunicación y con estas la redistribución de intercambios procedentes del norte, amén de la producción agropecuaria de la zona. Entre éstos: Cancho Roano (Zalamea), Mata de Campanario, Turuñuelos de Mérida, de Azuaga, este de Guareña, el de Atalayuela de Alcaracejos, el de Villagonzalo, el Valdegamas…; y en el Alemtejo Fernâo Vaz de Ourique, Neves y Corvo de Castro-Verde. Junto a estos “palacios-santuario” hay también una serie de grandes poblados amurallados en el curso del Guadiana: Medellín, Alcazaba de Badajoz, Pico Lobón… y otros sin defensas, en el llano: Casa de la Barca en Villanueva, Castillo de Guadajira, El Palomar de Oliva de Mérida… Una zona apasionante para visitas arqueológicas, sobre todo para amantes de la época tartessia.
Falta por determinar la causa de esas demoliciones y el derrumbamiento del mundo tartessio en la zona, y por el momento se barajan varias causas en conjunto: el eclipse de relaciones fenicio-tartessias con la caída de Tiro, nuevas rutas de aprovisionamiento de metales más allá del Pirineo, y en particular la creciente llegada y asentamiento de gentes celtíberas y vacceas a la zona (los posteriores celtici)
Gran yacimiento este del Turuñuelo, con una suerte de nuevos aportes constructivos. Y una pasada el sacrificio múltiple y banquete ritual de clausura del santuario, algo sin parangón en la arqueología española.
Buen aporte don Blas.
Saludo!