El nuevo macromuseo de Hong Kong

Pues como todas las obras que metan en el museo sean de la misma calidad que las de las dos fotos del artículo... vaya reverenda m....a.

Dice en el artículo:
El acento español lo aportan el madrileño José María Sicilia con su obra The Instant o la zaragozana Lara Almarcegui, que contribuye con una pieza en la que explora la obra de construcción del propio museo.
Como no tenía ni idea de estos autores, he mirado Lara Almarcegui en google y he descubierto que de camino a mi trabajo hay una de sus obras.
Incluso con obreros.

Lara Almarcegui (Zaragoza, 1972) es una artista española residente en Róterdam, Holanda que realiza intervenciones e instalaciones artísticas, reconocida por sus series de demoliciones, autoconstrucciones y descampados.







¿Me perdonáis?

¡Vaya MMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIEEEEEEEEEEEEEEEEEEERRRRRRRRRRRRRRDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDAAAAAAAAAAAAAAAAAA!

La tomadura de pelo continúa y ya es imparable. Ahora resulta que pongo un montón de arena y eso es una obra de arte. Vamos, que el arte ha muerto.





 

Si por las muestras ya me decía yo que el museo era mejor ni acercarse a él.

Habría que estudiar psicológicamente por qué hemos llegado a este punto en que a cualquier cosa se le llama arte.

Lo mismo podemos empezar por esos modernos de finales del XIX, principios del XX que se reunían para ver quién hacía el mayor esperpento y entre todos lo jaleaban. Cuanto más transgrediera, más lo aplaudían. Y no es que pensaran que eso era arte, simplemente trataban de arramblar con lo preestablecido, destruir lo consolidado durante siglos.

Los primeros, tímidamente trasgredían con las luces, los colores y les salió el impresionismo, el expresinismos y similares, pero poco a poco se fueron envalentonando y ya nadie se atreve a decir que el rey está desnudo. Se ha formado una camarilla de pseudointelectuales que han convencido a todos de que cuanto más m....a, mejor. Ni a ellos les gusta, pero nadie se atreve a abrir la boca.

Reconozco que muchas de estas muestras podríamos llamarlas "ejercicios estéticos", como el que enfundó la torre Eiffel, pero de eso a llamarlo arte, va un gran trecho.

Lloro, realmente lloro.

José María Sicilia


Piensa en el tamaño del universo, después lávate los dientes y vete a dormir.


Eso sí, no les faltan frases grandilocuentes (aunque absurdas) para tratar de justificar sus "obras".

Esto es trabajar la piedra y no lo que hace esta señora.

Pues hijo mío, hoy, a quienes hacen esas cosas los desprecian. Eso no tiene valor, pero poner un montón de escombros en mitad de una sala es jenial, suvlime, encarna los maz artos balores de la umanidaz y ase creser la curtura y el barril de petroleo.

Cada uno hace lo que puede, y si lo pagan bien......

Si la culpa no es del "artista" sino de los tontolabas que le aplauden.

Puede parecer increible, pero hay gente (y me refiero a gente normal) que realmente aprecian esto. Les dices que es una mierda o un engañabobos y te dicen, todo serios, que el arte no tiene por qué ser un cuadro bien pintado o una escultura bien hecha.

El arte, y apoyo este planteamiento, puede ser cualquier forma de expresarse, o cualquier obra que transmita algo. Así que, con esa gente, me limito a decir que a mí no me transmite nada. Con los profanos como yo, pues como dijo el de museo coconut: "este cuadro está muy cerca de ser una mierda".