El año en que todo, empezó a ir mal. 5 pesetas de 1898 (*18 *98).

Era una mañana de esas que el sol no termina de salir del todo, tapado por aquellas nubes blancas que, sin quererlo, tapaban la luminosidad que hace que el día parezca más alegre.
El riachuelo del pueblo corría de nuevo, no en vano, la primavera dejaba que las nieves de las montañas circulasen en forma de agua por su cauce congelado por los hielos del invierno y eso a su vez hacía que la fuente de los cuatro caños, que llevaba allí mucho tiempo, más de 100 años decían los más viejos del lugar, regase de nuevo con su tranquilo sonido las inmediaciones de la plaza donde se encontraba, tras la vieja iglesia de piedra, el ayuntamiento. Los niños, jugaban de nuevo en la plaza, las mujeres ataviadas con sus pañuelos sobre la cabeza, hablaban entre ellas mientras sujetaban el pan y algunas hortalizas en sus cestas y los más viejos del pueblo, estaban sentados en el atrio de la iglesia, justo en la zona donde de vez en cuando, el sol, iluminaba dando un poco de calor a sus cansados, trabajados y fatigados cuerpos.
Corría el mes de abril del año de nuestro Señor de 1899, se había pasado un siglo, decían los más viejos entre ellos, a lo que seguidamente alguno respondía que ellos no verían el 1900, cosas de las gentes mayores de los pueblos de aquellos años. Era, sin lugar a dudas, un año raro, la política apenas llegaba a los oídos de sus habitantes, les daba igual si liberales o conservadores gobernaban en ese momento, la mayoría de hecho, no sabían ni tan siquiera leer. Les daba igual si el rey aprendía más o menos en palacio, les daba igual todo aquello que generaba crispación, debate y demás tertulias en los cafés de las grandes ciudades. Ellos simplemente sabían, que los salarios se pagaban mal y tarde. Que cada vez había menos carruajes con los señoritos montados a lomos de sus bonitos y lustrosos caballos que daban trabajo a los habitantes del pueblo, que cada día que pasaba el grano, las frutas, las verduras y demás estaban unos céntimos más caras que el día anterior.
Eso, era un sinvivir que quitaba el sueño a muchos de ellos, sobre todo a los más jóvenes, a los padres de familia que tenían que alimentar a sus mujeres e hijos y que encima se hacían cargo de sus mayores, pues muchos de ellos ya no tenían fuerzas para soportar el día a día en sus casas como antaño.
La situación era escalofriante, si los precios subían, los salarios bajaban y encima no había trabajo, era simplemente desgarrador. 
Algunos en el pueblo, pensaban que la solución era irse a Barcelona, allí se hablaba de que siempre había trabajo, si no era en una fábrica de telas, siempre podías encontrar trabajo en el puerto, otros en cambio, hablaban de que aquella ciudad era peligrosa, con atentados, robos, manifestaciones continuas de sindicatos, anarquistas, comunistas y las consiguientes respuestas, a veces muy exageradas, por parte del ejército y la Guardia Civil.
Las gentes del pueblo, no sabían muy bien que hacer. A ellos, eso de perder las Colonias, no les había herido en su orgullo, quizás la mayoría de ellos, eso se lo dejaban a los terratenientes y licenciados que habían estudiado y sabían de esas cosas, pero es cierto que si les había afectado en sus bolsillos.
España estaba atrasada, España estaba anclada en una crisis desde hacía décadas, donde no se innovaba, donde no se hacía por participar al pueblo en la creación de un gran país, donde las gentes humildes, sobraban y eran simplemente unos utensilios más para alimentar las bocas de aquellos que tenían que avanzar, de aquellos que tenían las ideas, las maneras y los posibles de hacer avanzar el país, de hacerlo crecer y de hacerlo mucho más cómodo para todos, pero que preferían vivir como ya lo habían hecho sus padres y sus abuelos, vivir sin preocupaciones salvo, por supuesto, leer el periódico, jugar a las cartas en los casinos de la época y visitar de vez en cuando a alguna que otra emeritriz para saciar sus sagrados deseos.
Otros hablaban de que esa situación pronto se calmaría, que los precios no podían subir más, que el trabajo volvería, que los niños aprenderían en las escuelas durante más años y que no habría que sacarlos con siete añitos para ayudar en casa, que los albergues para mayores se crearían en muchos pueblos para cuidar de los más viejos durante las mañanas y que las mujeres quedasen más liberadas de cargas, que los sueldos subirían y que el trabajo, pese a ser duro, sería de menor duración.

Pero mientras todo eso pasaba, un anciano de aquellos que estaba sentado en el atrio de la iglesia, aprovechando los rayos del sol cuando aparecían, llamaba a uno de los niños que jugaba corriendo en la plaza ante la mirada de su madre que hablaba con otra mujer mientras sujetaba su cesta de mimbre con una barra de pan y unas hortalizas acompañados todos ellos del sonido que producía la fuente de los cuatro caños que volvía a tener agua tras el duro invierno.
El anciano, metiendo la mano en uno de los bolsillos de su, ya corroída y llena de remiendos, chaqueta, saco una moneda de las grandes, de plata y le dijo al muchacho que ya había llegado hasta él, guardala bien, pues es la moneda del año en que todo empezó a ir mal.

Triste visión de unas vidas en los pueblos vaciadas de sentido mientras comenzaban a vaciarse de gente. Un gesto repentino de un viejo con un niño se materializa en este duro tan bonito que nos enseñas, un duro que aúna pasado y futuro, como esos dos personajes que lo poseen. Una monarquía, vieja y caduca, en manos de un niño que inevitablemente se decidiría por el pasado. En la España finisecular aún creían en él.
Cada vez te salen mejores fotos...
Un abrazo

Precioso duro y sobretodo magnífico relato. Qué triste todo pero no por ello menos real

1998...dos niños, un niño en el Duro/ moneda (busto) y el que recibe la moneda. Todo empezó a ir mal?. Los niños cambian el futuro....

Gracias compañeros.
Me alegra que os guste tanto la moneda (hecha polvo la pobre) como el relato.

Un abrazo a los tres.

Paladar fino había tenido el relator... hecha polvo, dice
Soberbia recreación de tiempos grises y siembra de futuros claroscuros. Y que sepas, a mí la moneda me encanta
¡Enhorabuena!

Un abrazo.

Muchas gracias Koldo 

ni Delibes
el duro ,que mas quisieramos

Muchas gracias Luis Alejandro 

Gran post y moneda

Acertado relato de aquel Estado español remoto en el tiempo pero no tan alejado del actual, en aquello que se refiere a la desigualdad social del campo y la ciudad. Gracias

Muchas gracias amigos @Blas de Lezo y @Lumpen
Me alegra que os guste 

Buenas tardes,

Preciosa moneda y magnífico relato @10 pfennig,

Lo único un pero, no crees que te has equivocado de año?, no querrías decir 2021??

Ole, ole, ole

Gracias Joseju 

El anciano, metiendo la mano en uno de los bolsillos de su, ya corroída y llena de remiendos, chaqueta, saco una moneda de las grandes, de plata y le dijo al muchacho que ya había llegado hasta él, guardala bien...

Gracias 10 pfennig, me ha encantado , creo que con eso demuestras lo mucho que te apasiona este mundo...

Amigo mío, cualquier día te voy a decir que sí, que la moneda que muestras esta hecha una mierda y que no vale ni para tomar por c...

Vamos! Si crees que la tuya está hecha polvo es que no has visto las mías del centenario!

En fin, poco que decir que no se haya dicho ya. Crudo relato de una época que parece que llevamos unos años reviviendo...

Muchas gracias @F y @TirantLoBlanc 

Tirant, no hace falta que me enseñes las contemporáneas, mejor ese Ecu 

El Ecu está en standby, aún me falta un poquito... Además, otra pieza se ha "interponido" en mi camino, la cual requiere algo más de ahorro agresivo, así que salvo que alguien se me anticipe, el ecu tendrá que esperar

Seguro que la otra mola un montón 
Y tranquilo, ya sabes que no seré yo quien te quite el Ecu   

Como siempre un gran relato envolviendo a una bonita moneda
Un abrazo

Bonito duro y currado relato. Y una fecha cargada de acontecimientos.

Muchas gracias compañeros @Mail y @Rafikisan 

Que bonito relato compañero, me ha tocado la patata... Me encanta como escribes, ya lo sabes. Haces que mire las monedas de forma diferente... gracias por estos regalos!

Muchas gracias Chapilla 
Veré qué puedo hacer con la que venga de camino... puede que esa historia sea más triste y cruel