Eine Million Mark 1923 con una sobreimpresión de propaganda virulenta.

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ManoloSordo, tendré cuidado aunque doy mínima credibilidad a lo dicho por ese vendedor.

En internet, buscando información de esta propaganda en inglés y alemán, nunca encontré nada sobre una posible toxicidad (¿plomo?), tampoco se menciona en los catálogos.

De todas formas... muchas gracias por la advertencia.
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Nueva incorporación:



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@DRINFEAL

Una pregunta, los catálogos que tienes traen la traducción de los textos impresos?

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Gracias. El escrito en inglés sí lo hace, en ese idioma.
Me falta recoger en la oficina de correos el “Der Jude nahm uns Silber, Gold und Speck…”
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Compañero @DRINFEAL, con este nuevo enfoque que le has dado a tu colección, es creo, necesario dar una mirada hacia atrás, para encontrar el origen de estas impresiones, el "caldo de cultivo" que se genero desde el fin de la Primera Guerra, hasta bueno.. en lo que todos sabemos que termino.. Espero no aburrir...

El mayor problema de la guerra es cómo hacer frente a la enorme demanda de capital. Normalmente las partes en conflicto se endeudan durante la guerra y esperan pasar los inmensos costes a los derrotados después de la guerra. Alemania también se apoyó en el enemigo para asumir las deudas y ya había abolido el patrón oro al comienzo de la guerra el 4 de agosto de 1914. Esto significaba que la moneda nacional ya no podía cubrirse con reservas de oro o divisas y que el papel moneda podía emitirse sin cobertura. Incluso los bonos de guerra y los bonos del tesoro suscritos por la población ya no tenían ninguna seguridad. Por esta razón, la cantidad de dinero en circulación aumentó de manera constante durante la guerra y para 1918 ya había alcanzado cinco veces su nivel de 1914. Sin embargo, al final de la guerra, los precios fijados por el Estado para los alimentos, las materias primas u otros productos habían evitado la inflación. Pero esto cambió abruptamente con el regreso de la economía de libre mercado. Debido a la guerra perdida, Alemania cayó en una situación precaria. Además de las deudas de guerra que ascendían a 154.000 millones de marcos, los Aliados se vieron amenazados por las inmensas demandas de reparaciones y los costos impredecibles de la guerra, como el suministro de los inválidos y los dependientes supervivientes, el pago de la reconstrucción y la reintegración de los soldados que regresaban a la economía. Como primera reacción, el gobierno decidió en 1919 introducir una reforma financiera del Reich, que preveía un aumento considerable de los ingresos fiscales. A fin de evitar la bancarrota nacional, también se solicitaron nuevos préstamos al Reichsbank, que a su vez se financió con nuevas emisiones de billetes. De esta manera, el gobierno impulsó el proceso de devaluación de la moneda cada vez más, allanando así el camino que unos años más tarde llevaría al desastre.

Los primeros años de la década de 1920 ya se caracterizaron por la alta inflación e inestabilidad. El costo de la vida en Alemania en 1921 ya era veinte veces más alto que antes de la guerra y la situación política era tensa. Desde la proclamación de la República de Weimar el 9 de noviembre de 1918 y la abdicación del trono por el Káiser Guillermo II, el país sufrió constantemente nuevas olas de protestas y huelgas. Además, el Tratado de Versalles de 28 de junio de 1919 proporcionó el combustible necesario para que literalmente, ardiera todo. El tratado de paz de la Primera Guerra Mundial sólo se había firmado por la gran presión de los aliados. El contenido esencial eran cesiones de grandes superficies y una cantidad aún no exactamente determinada como pago de la reparación. Como consecuencia de ello, Alemania perdió una séptima parte de su territorio (incluida la Alta Silesia, Poznan, gran parte de Prusia occidental, la región de Memelandia, Alsacia-Lorena y Eupen-Malmedy, así como todas las colonias) y una décima parte de su población. Desde el punto de vista económico, la pérdida de un tercio de sus depósitos de carbón y tres cuartas partes de sus depósitos de mineral fue particularmente significativa. La situación era también muy tensa políticamente. Los grupos de extrema derecha e izquierda trataban constantemente de destruir la democracia que acababan de lograr. A veces los levantamientos que se daban por toda Alemania, dieron lugar a condiciones similares a las de la guerra civil.

El constante aumento de los costos supuso una carga cada vez mayor para el presupuesto financiero, por lo que el Estado se vio obligado a aumentar continuamente la oferta monetaria para poder pagar al menos parte de las facturas. Pero Alemania estaba todavía en el comienzo de la hiperinflación. En enero de 1921, los aliados habían acordado que Alemania pagara 226.000 millones de marcos en 42 cuotas anuales de dos a seis mil millones de marcos y el 12 por ciento del valor de las exportaciones alemanas como pagos de reparación a los vencedores. Estas cantidades inimaginables se basaban menos en el rendimiento real de la economía alemana, que ya se había visto gravemente afectada, que en los intereses de las potencias individuales victoriosas. Después de que Alemania se negara inicialmente a aceptar los pagos debido a las exigencias poco razonables, las tropas aliadas ocuparon grandes partes de la zona del Ruhr el 8 de marzo de 1921 y establecieron una frontera aduanera entre la zona ocupada y el resto del territorio del Reich, lo que intensificó de nuevo el intercambio de bienes y, por tanto, el suministro de personas. Sin embargo, después de que continuaran las protestas en Alemania, la Comisión de Reparaciones redujo finalmente la cantidad total exigida a 132.000 millones de Goldmarks (Marcos oro). Alemania iba a ceder ahora dos mil millones de Goldmarks anuales, así como el 26% del valor de sus exportaciones. Aunque Alemania también consideraba irracionales estas nuevas exigencias, esperaba que haciendo esfuerzos extraordinarios en su intento de aumentar la suma, podría demostrar a los Aliados que no se podía cumplir, y por lo tanto aceptó las condiciones cambiadas.

La ya muy afectada economía se vio aún más afectada por esto. Aunque una gran parte de los ciudadanos ya estaba trabajando hasta el agotamiento, muchos vivían en el nivel mínimo de subsistencia, ya que la inflación devoraba los ahorros a un ritmo cada vez más rápido y los productos y alimentos se volvían cada vez más caros. Además, una fuga de capital de Alemania llevó a una mayor devaluación del Marco - en enero de 1922 un dólar costaba 191,80 Marcos. Y la Bundesdruckerei (Oficina Federal de Impresión) seguía imprimiendo papel moneda nuevo y sin que se pudiera cubrir. Hasta 1921, sólo se imprimieron billetes con denominaciones de hasta 1000 marcos, a pesar de la inflación. No fue hasta 1922 que aparecieron los primeros billetes de 5000 y 10000 marcos. Y sin embargo, el final de este espiral de bajada aun no estaba a la vista..

Después de que Alemania, a pesar de todos sus esfuerzos, sólo pagara una parte del primer plazo de las reparaciones exigidas y, por lo tanto, no cumpliera plenamente con los pagos establecidos en el Tratado de Versalles, franceses y belgas ocuparon el Ruhr y las zonas de la orilla izquierda del Rin el 9 de enero de 1923. Como reacción a la ocupación, el gobierno del Reich llamó a la resistencia pasiva contra los ocupantes el 19 de enero de 1923 y al mismo tiempo prometió proporcionar los medios financieros necesarios. Para entonces el tipo de cambio ya había subido a 17.972 marcos por dólar. El apoyo de los huelguistas, combinado con la pérdida de producción y de ingresos fiscales, supone ahora una carga adicional para la ya muy afectada moneda. Al final, el marco había perdido toda la confianza y es aquí cuando se desploma en un pozo sin fondo y sin apoyo.
La situación política y económica de Alemania amenazaba con salirse completamente de control. Pronto fue imposible hacer las compras diarias de forma normal. Por ejemplo, media libra de mantequilla costaba unos 7000 marcos en junio de 1923. Por un atado de zanahorias se pagaron 5500 marcos y una libra de café en grano era difícilmente asequible con 31000 marcos. Los billetes se imprimían como los periódicos en máquinas rotativas con grandes rollos de papel. Además de la Reichsdruckerei, que por sí sola empleaba a unas 7500 personas, otras 133 imprentas también participaban en la producción de billetes.

En julio de 1923, el dólar costaba 353.412 marcos, y sólo un mes después era de 4.620.455 marcos. Pero la caída de la Marco se hizo cada vez más rápida. La única salida parecía ser una reforma monetaria que se llevara a cabo lo más rápido posible. En septiembre de 1923, el gobierno del Reich bajo Stresemann decidió finalmente parar la impresión de billetes y restringir rigurosamente el gasto. El 26 de septiembre de 1923, la costosa "resistencia pasiva" en la zona del Ruhr también fue abandonada. A fin de estabilizar el marco, se introdujo el Rentenmark, que tenía por objeto permitir al Reich seguir financiando los gastos mediante la creación de dinero durante un período de transición, y al mismo tiempo poner fin al aumento de la circulación nominal de los marcos de papel sin valor. Pero a pesar de estas medidas, aún no se había alcanzado el fin de la hiperinflación. En octubre de 1923, un obrero calificado tenia que trabajar nueve horas por una libra de margarina. Un litro de leche costaba 5,4 millones de marcos, el franqueo para las cartas era de 2 millones de marcos. La inflación, mientras tanto, tomó formas extrañas. Los sueldos y salarios se pagaban semanalmente y más tarde incluso diariamente. Los empleados llegaban a la oficina de pago con maletas o cestos de ropa para llevar la gran cantidad de papel moneda; después todos trataban de comprar alimentos o bienes materiales por el papel moneda lo más rápido posible, ya que a menudo había que pagar mucho más por los mismos productos sólo unas horas más tarde. La situación también se volvió más y más explosiva en términos de política interna. En Baviera, los nacionalsocialistas y monárquicos se reunieron para marchar sobre Berlín, los comunistas por su parte, planearon una Revolución de Octubre y la zona del Ruhr y Renania aún seguía bajo la ocupación francesa.

Poco antes del pico de la hiperinflación, algunas ciudades, municipios y empresas incluso empezaron a imprimir su propio dinero para detener la inflación o pagar a sus empleados de forma adecuada. Muchos activos tangibles habían alcanzado ahora sumas astronómicas. Por ejemplo, el total del balance de la firma Bankhaus Oppenheim en el pico de la hiperinflación fue de 8.603.015.544.190.640.965,70 marcos, algo casi impronunciable. En ese momento, había en circulación 10.000 millones de billetes con un valor nominal de 3.877 billones de marcos. También había alrededor de 500 trillones de dinero de emergencia (Notgeld) con validez local. Irónicamente, y como si de una burla se tratara, entre octubre y noviembre de 1923, casi todos los ciudadanos podían llamarse trillonarios..

A principios de noviembre de 1923, una barra de pan de cuatro libras costaba 420 mil millones de marcos. Sólo unos días antes, el precio era todavía de 130 mil millones de marcos. Para poder finalmente tener algo de comer, las panaderías y tiendas de comestibles fueron cada vez más saqueadas. Sólo la introducción oficial del Rentenmark el 15 de noviembre de 1923, como moneda provisional por el recién fundado Rentenbank fue capaz de detener esta situación. Como el Estado no podía asegurar el nuevo dinero con sus propias reservas de oro, se utilizaron propiedades industriales y agrícolas para cubrir el nuevo dinero y se contrató una hipoteca de 3.200 millones de Rentenmarks. Para esto, el Rentenbank gastó 2.4 billones de Rentenmarks, la mitad de los cuales fueron al gobierno y la otra mitad al Reichsbank y otros bancos. Esto finalmente restauró la confianza en la nueva moneda y puso fin a la hiperinflación. Una vez que el tipo de cambio del marco se estabilizó, el 20 de noviembre de 1923 se fijó un tipo de cambio oficial del marco al dólar de 1 a 4,2 billones de marcos. A mediados de diciembre, la relación de intercambio entre el Rentenmark y el Papiermark (el marco de papel) se fijó finalmente en un billón a uno. A medida que la economía se estabilizó, la situación política también mejoró. Bajo la creciente presión de los EE.UU. y Gran Bretaña, Francia abandonó la ocupación del Ruhr y la orilla izquierda del Rin a finales de 1923. Un nuevo plan de reparaciones, el Plan Dawes (1924), con demandas mucho más realistas, aseguró además el regreso del ánimo positivo. Con el Acta de Moneda del 30 de agosto de 1924, la moneda provisional, el Rentenmark, fue finalmente reemplazada por el Reichsmark definitivo, cuyo tipo de cambio se fijó una vez más en oro.

Las principales víctimas de la inflación fueron las personas de las clases medias y bajas, que casi no tenían bienes materiales y habían perdido todos sus ahorros debido a la inflación. Por el contrario, los deudores y los propietarios de bienes materiales o inmuebles salieron aún más fuertes de la crisis. Algunos industriales incluso se las arreglaron para sacar provecho. Tomaron préstamos, invirtieron el dinero en nuevos activos y devolvieron el préstamo unos días después con dinero casi sin valor..

Pocos años después, el panorama de Alemania volvía a ponerse sombrío.

saludos.

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El tema de la hiperinflación todavía no lo desarrollé en el blog, pero lo haré, tengo pendiente mostrar varias medallas que me permitirán desarrollar el tema.
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DRINFEAL escribió:

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El tema de la hiperinflación todavía no lo desarrollé en el blog, pero lo haré, tengo pendiente mostrar varias medallas que me permitirán desarrollar el tema.
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Esperare con ganas ese repaso por la hiperinflacion, yo lo refleje en parte de mi colección cuando reuní la serie de Notgeld de Westfalia.
Sera interesante ver esas medallas.

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I. PREÁMBULO A LA COLECCIÓN DE PROPAGANDA DEL NSDAP SOBREIMPRESA EN BILLETES 1923-1933:

https://medallasconmemorativas.wordpress.com/2020/07/17/i-preambulo-a-la-coleccion-de-propaganda-del-nsdap-sobreimpresa-en-billetes-1923-1933/

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VI. SOBREIMPRESIONES DE DUDOSA AUTENTICIDAD:

https://medallasconmemorativas.wordpress.com/2020/07/26/vi-sobreimpresiones-de-dudosa-autenticidad

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@DRINFEAL, consideras que el catalogo TARNISHED GEMS, al reproducir esas sobreimpresiones sin advertencia alguna, las da por buenas?

La explicación que da el autor para las esvásticas invertidas...

Lo dicho, vete con cuidado para no caer en una falsificación compañero.

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En TARNISHED GEMS y “Der Jude nahm uns Silber, Gold und Speck…” las dan por buenas.

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Nueva entrada:

II. OBRAS DE REFERENCIA PARA ACOMETER LA COLECCIÓN DE PROPAGANDA:

https://medallasconmemorativas.wordpress.com/2020/07/27/ii-obras-de-referencia-para-acometer-la-coleccion-de-propaganda/

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Sorpresa... 25 años antes, Kai Lindman en su catálogo Zu Werbezwecken verwendete Banknoten des Deutschen Reiches, las dio también por buenas.
Luego cambió de opinión.
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Puedes explorar otras áreas de la notafilia que estén relacionadas con tu colección, o bien puedes incorporar mas billetes de la República de Weimar, o los billetes usados en los territorios ocupados.. en fin, contemplar otras opciones.. enfocarse en ese tipo de billetes, ahora que tienes los catálogos en mano y ninguno da un cierto nivel de seguridad.. me parece un poco aventurado. Hay uno catalogo que yo personalmente no lo tengo (por ahora), pero que si lo tuve en mano y pude hacerle un repaso, y que trata sobre los billetes usados en los países ocupados. "Ausländische Geldscheine unter deutscher Besatzung im Ersten und Zweiten Weltkrieg" (Los billetes extranjeros bajo la ocupación alemana en la Primera y Segunda Guerra Mundial) quizás pueda ser una opción.

Aquí una vista previa del catalogo:

http://www.numis-online.ch/download/Grabowski-Auslaendische-Geldscheine-klein.pdf?x05b33=iti7e4cd9e19clnj1p1qpe6dv1

Otra opcion si te interesara adentrarte en esta rama podria ser "Das Geld des Terrors Geld und Geldersatz Lagergeld KZ Ghettos 1933 bis 1945" (El dinero del terror - El dinero de los guetos y de los campos de concentración 1933 a 1945) Aunque este tipo de billetes, principalmente el de los KZ, suele ser muy costoso. Este catalogo yo lo tengo, te lo puedo facilitar.

También tienes el dinero de emergencia metálico ..

Una opinión personal compañero

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Con los billetes alemanes hay muchísimas alternativas, pero sigo adelante con el nuevo reto. He “depurado” los tres catálogos y han sido sólo seis las sobreimpresiones dudosas.
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DRINFEAL escribió:

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Con los billetes alemanes hay muchísimas alternativas, pero sigo adelante con el nuevo reto. He “depurado” los tres catálogos y han sido sólo seis las sobreimpresiones dudosas.
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¿Y si tuvieras que decantarte por uno, cual seria?

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Sin lugar a dudas... “Der Jude nahm uns Silber, Gold und Speck…”.
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DRINFEAL escribió:

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Sin lugar a dudas... “Der Jude nahm uns Silber, Gold und Speck…”.
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Gracias por la respuesta.

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El proceso:
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La confianza en el dinero desaparece al depreciarse con inusitada rapidez. A los pocos días de su emisión un nuevo billete ya no vale nada.

Papel de desecho que algunos comienzan a recolectar en grandes cantidades.



Las imprentas lo convierten en propaganda:



Los billetes ya sobreimpresos se distribuyen por toda Alemania. En la cinta de papel que sujeta los fajos se indica donde deben ser repartidos para sumar adeptos a la causa:



Gau (región administrativa) 34 de la ciudad de Eisenach, en el estado de Turingia.

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Comienzo a mostrar la colección.

IV. PROPAGANDA VIRULENTA E INFAME. DIATRIBAS ANTISEMITAS:

https://medallasconmemorativas.wordpress.com/2020/07/31/iv-propaganda-virulenta-e-infame-diatribas-antisemitas/

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Nueva incorporación:



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DRINFEAL escribió:

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Nueva incorporación:



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Ese es el que te había comentado en el Blog

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Nueva incorporación, con doble sobreimpresión:



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DRINFEAL escribió:

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Nueva incorporación, con doble sobreimpresión:



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La doble sobre impresión es antagónica? Nunca había visto con doble impresión.