Para poder escribir la nota de esta moneda ha sido decisivo el trabajo publicado y recopilado por el profesor de la Universidad de Alicante Juan Manuel Abascal, miembro de la dirección científica de las excavaciones de
Segobriga y que se encuentra disponible en su página personal
https://www.ua.es/personal/juan.abascal/segobriga.html. Además de la cantidad de cosas que he podido aprender acerca de este asentamiento, que espero poder visitar algún día, he podido descubrir los vículos que la ciudad, al menos lo que hoy conocemos de ella, tiene con Calígula.
El asentamiento de
Segobriga, en la provincia de Cuenca, ya estaba habitado por pueblos celtiberos antes de la conquista romana. El emplazamiento, al que Plinio el viejo se refirió como “cabeza de la Celtiberia” se encontraba en una posición privilegiada como nudo de comunicaciones a lo que se añadía la actividad minera de un yeso traslucido muy utilizado en las ventanas por todo el imperio llamado lapis specularis. Debió ser, desde sus orígenes, un importante núcleo de actividad económica y tras la conquista pasó a ser una ciudad estipendiaria. A finales del I aC. Augusto la elevó a la categoría de Municipium, una ciudad habitada por un número importante de romanos y regida por la ley imperial. A partir de este momento y durante casi todo el siglo I dC., se llevó a cabo un ambicioso proyecto urbanístico costeado por las élites locales. Se dotó a la ciudad de muralla, red de cloacas, baños, edificios para espectáculos, administrativos y todo lo que suele caracterizar a una próspera ciudad romana y que la llevó a ser considerada hoy la ciudad romana más monumental de la Meseta. El auge de la ciudad continuó hasta la crisis del siglo III y decayó a partir de entonces hasta que en el siglo IV se abandonan los principales edificios.
Las fechas de emisión de este as son inciertas, ya que no hay títulos ni nombres de magistrados que permitan dar una datación más precisa como en otras emisiones hispanas de este emperador. Únicamente el IMP, que solo aparece en las monedas provinciales de Calígula. El título de Imperator, que era temporal y ligado al mando militar en época republicana, pasó a ser inherente al príncipe a partir de Augusto, desde que este accede al poder, ya que de facto ejerce el mando, el Imperium, del ejército. Al igual que Tiberio, Calígula rechazó los títulos que el Senado le otorgó al comienzo de su reinado, incluido en de cónsul que no asumió hasta que los correspondientes concluyeron su mandato. Poco más tarde, ya en el año 38, los aceptó todos de golpe, y repitió como cónsul todos los años en que fue emperador. Estos datos permiten a los estudiosos fechar la primera emisión de este as en el 37 o comienzos del 38. Tanto Suetonio como Dión Casio coinciden en que la ascensión de Cayo al principado, y la muerte de Tiberio, fue acogida con inmensa alegría y celebrada con grandes fastos en todo el imperio. Los habitantes de Segóbriga no debieron ser menos, y no hay mejor manera de hacer patente un cambio de gobernante que haciéndolo aparecer en las monedas. No debió pasar mucho tiempo desde que se conocieron las noticias de Roma hasta que empezaron a acuñar las monedas con el busto del nuevo emperador.
Si la datación del comienzo de la emisión ofrece pocas dudas a los académicos, el final de la misma resulta algo más problemático. Se trata de una de las últimas emisiones provinciales de Hispania, ya que bajo Calígula se inicia un proceso de concentración de la producción monetaria en Roma que culmina en los primeros años de Claudio, cerrándose de las cecas hispanas. Por la información que aportan otras monedas de este mismo emperador, el cierre de las cecas locales comenzó en el año 39 y concluyo con el cierre de la ceca de Ibiza ya con Claudio gobernando Roma. No hay ningún dato preciso que permita establecer en que año dejó de funcionar la de Segóbriga, si fue de las primeras o de las últimas. Aunque se cree que no fue de las últimas. La política de concentración en la ceca romana causó problemas de liquidez en la península, que se manifestaron en las múltiples emisiones no oficiales de ases que Claudio a comienzos de su reinado. En concreto, estos ases de
Segobriga continuaron circulando en la península con la contramarca I S, sobre la cual ya se ha discutido en este foro
https://www.imperio-numismatico.com/t106902-as-segobriga-caligula.
Las monedas, ases y sémises con el busto del emperador, no son el único rastro del reinado de Calígula en
Segobriga. Por eso hablaba al principio de cierto vínculo con este emperador. En agosto de 1999, en el sótano de uno de los edificios del foro apareció un busto de Agripina, la madre de Cayo, entre cascotes. Los arqueólogos concluyeron que había caído al sótano tras el derrumbe del piso de la planta superior. Quizás eso la salvo de la rapiña posterior. Ese busto tuvo que ser puesto en el foro de la ciudad siguiendo la recuperación de la memoria de Agripina impulsada por Calígula, y se estima que siguió ocupando un lugar de honor durante dos o tres siglos más.
Y aquí está la pieza.
As de
Segobriga de tiempos de Calígula, 37 – 41 dC.
Anv: C CAESAR GERMANICVS IMP, busto laureado a izquierda.
Rev: SEGO BRIGA, en dos líneas dentro de corona de hojas de roble.
RPC 476
Diámetro: 27mm.
Peso: 11g.
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