Hola, compañeros: los que me conocéis ya sabéis de mi interés en el período de la guerra de Independencia. Por ello, hoy os subo las monedas acuñadas bajo el reinado de José I en Segovia, Madrid y Sevilla y las acuñadas en Cataluña, no solo para marcar las diferencias entre las primeras y las segundas, que todos conocéis, sino para dejar claro aque correspondieron a dos administraciones políticas -y, obviamente, monetarias- distintas.
JOSÉ NAPOLEÓN, rey de EspañaSEGOVIA: Las tropas francesas ocuparon Segovia desde diciembre de 1808 hasta mayo de 1813, a excepción de un breve período de 3 meses en 1812 (agosto a noviembre), tras la batalla de Arapiles. Así, el 18 de abril de 1809, con el busto mirando a izquierda (a diferencia de los Borbones) se manda acuñar moneda de cobre a nombre de José Napoleón en su ceca. Sólo se acuñaron monedas de 8 maravedís de 1810 a 1813, monedas fabricadas a partir de la fundición de piezas de artillería del ejército español y otros orígenes, todas ellas de pésima calidad: cospeles agrietados, cuños rápidamente empastados, con la consiguiente deficiencia en la acuñación, bustos planos, sin relieve, etc. Es difícil encontrar monedas de este tipo en muy buen estado: ya es suficiente con que queden restos del cabello del rey y se distinga la oreja en el anverso; en cambio, los reversos suelen estar en mejor estado. Del canto de cordoncillo no suelen quedar restos.
No se conocen las cantidades de monedas acuñadas, aunque fueron muy escasas: no se han podido encontrar documentos contables de la ceca de Segovia desde 1780 a 1833.
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8 MARAVEDÍS, SEGOVIA, 1812 – 11,2 gramosMADRID: Las ceca de Madrid estuvo en manos francesas durante cinco años: de junio de 1808 a junio de 1813, con el breve período de los 3 meses de 1812, aludidos anteriormente. Uno de los primeros objetivos del ejército francés es la toma de la Casa de Moneda, situada entonces en la calle Segovia, no lejos del Palacio Real. Inmediatamente se encargan nuevos cuños del rey al grabador Félix Sagau, que comienza el nuevo busto, pero huye a Sevilla y se pone al servicio de la Suprema Junta Central, que le encargará los nuevos troqueles del rey Fernando VII, por lo que el trabajo lo realizará Mariano González Sepúlveda. Esto es lo comúnmente aceptado, pero si pensamos que en julio de 1809 Sagau está aún en Madrid, y es a partir de entonces cuando huye a Sevilla, ¿cómo es posible que ya se acuñaran monedas de 4 y 20 reales de vellón en Madrid con el busto definitivo de Napoleón en 1808, si Sagau aún no había acabado su trabajo? Ante ello, debemos concluir lo siguiente:
- Lo más probable es que las monedas de Napoleón que llevan la fecha de 1808 se acuñaran en realidad en 1809, y se pusiera esa fecha para remarcar el hecho de que en ese año ya era el rey de España, práctica habitual cuando se retrasaba a falta de nuevos cuños la amonedación a nombre de un nuevo rey, habitual no solo en España. Esta posibilidad es la más plausible.
- La otra posibilidad es que fuera Félix Sagau quien diseñara el busto de Napoleón, y no González Sepúlveda, posibilidad que ningún estudioso de la materia contempla, pero que quizá, a la luz de los datos de acuñación que aporta Glenn S. Murray, no es ningún desconocido en la materia, para la Casa de Moneda de Madrid en 1808, habría que considerar: un total de 11.479 kgs. de plata, desglosados en monedas de 2 y 8 reales, que “incluyen monedas acuñadas a nombre de José Napoleón” (pag. 91). Este dato, extraído de la documentación de rendición de cuentas de la Ceca, parece entrar en contradicción con lo que los estudiosos consideran, es decir, que el busto de José Napoleón es obra de González Sepúlveda. También es posible que Murray no haya caído en la cuenta de la primera probabilidad, cosa que me cuesta aceptar, y que conociendo la fecha de 1808 de las primeras monedas de Napoleón, haya atribuido los datos de esa fecha a ambos reyes, sin contrastarlos.
Una de las primeras medidas tomadas por el nuevo rey es la legalización de la moneda francesa para su circulación a la par que la española (Disposición de 5 de septiembre de 1808, dada en Miranda de Ebro), lo cual traerá consigo que muchos 8 reales españoles “huyeran” a Francia -a la prácticamente misma ley que la moneda francesa (896/900 milésimas de plata), mayor peso de la española (27/25 gramos)- para convertirlos en 5 francos; haced cuentas y veréis que a gran nivel, de eso hablamos, negocio redondo: cada 9 monedas españolas hacen 10 monedas francesas, y aún sobra algo de plata. Por otro lado, el 18 de abril de 1809 se dicta una nueva Ordenanza sobre el sistema monetario, que introduce nuevos nombres para los valores, aunque sin modificar la ley o talla de las piezas; así, el módulo de 8 reales pasaría ahora a “20 reales de vellón” y el de 8 escudos equivaldría a “320 reales de vellón”. Este dato, que certifica el cambio monetario de denominación realizado en 1809, también certifica la veracidad de que el busto lo realizara Mariano González Sepúlveda, pues el nuevo busto de los 20 reales ya llevaba la fecha de 1808.
Durante el breve período de tres meses aludidos de 1812, de agosto a noviembre, se acuñan monedas de 2 y 8 reales a nombre de Fernando VII, y cuando la cercanía del ejército francés aconseja el abandono de la ciudad, los españoles se llevan de la Ceca madrileña seis prensas de volante junto con algunas otras máquinas que constan en el inventario de envío del 24 de octubre de 1812 y las trasladan a Cádiz. Ello provocará una sensible rebaja en el ritmo del labrado de monedas.
Monedas acuñadas en Madrid a nombre de José Napoleón:
1808 1809 1810 1811 1812 1813
1 real de v. 59.752 19.404 27.720 8.008**
2 rs. de v. 126.973 52.514 30.569 26.334 9.702**
4 rs. de v. 1.810.462* 1.842.879 2.534.955 1.903.055 1.038.768 696.080**
10 rs. de v. 71.927 5.559 1.462 13.351**
8/20 rs. de v. 20.145* 1.421.174 1.945.675 537.412 625.889 195.015**
Total Kgs. 11.479* 49.850 69.025 26.111 23.288 9.686**
*Datos a compartir con Carlos IV
**Datos a compartir con Fernando VII
Los Ensayadores:
Son tres los ensayadores que trabajaron en Madrid en el ensaye de monedas napoleónicas, aunque con iniciales distintas:
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ANTONIO
RAFAEL
NARVÁEZ, que firmará:
AI, 1809-1812 (inicial del primer nombre) e I
A, 1810 (con las iniciales cambiadas)
RN, 1812-1813 (iniciales del segundo nombre y primer apellido)
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ISIDRO
RAMOS DEL MANZANO, que firmará:
A
I, 1809-1812 (inicial del nombre) e IA, 1810 (con las iniciales cambiadas)
RS, 1812-1813* (inicial del apellido)
IJ, 1812-13 (inicial del nombre)
-
JOSÉ
SÁNCHEZ DELGADO, que firmará:
R
S, 1812-1813* (inicial del apellido)
I
J, 1812-1813 (inicial del nombre)
*Con las iniciales cambiadas (
SR), son los mismos ensayadores que se encargarán en Madrid de la reacuñación de los 10 reales de vellón en 1821.
Los dos primeros fueron depurados al final de la guerra, aunque fueron readmitidos más tarde.
- Las monedas de 8 Reales, acuñadas en 1809 y 1810, llevan las iniciales
IG; corresponden a
Ildefonso Urquiza y
Gregorio Lázaro Labrandero, ambos fugados de Madrid en 1808 por no ponerse al servicio de los franceses. Al parecer, fueron labradas durante su ausencia con cuños anteriores.
Sobre el diseño de las monedas, hay algunos cambios respecto de los Borbones, que todos conocéis: el busto mira a izquierda, hay un cuartel más en el escudo –inferior derecha-, correspondiente a América, columnas de Hércules con dos mundos, el cuartel de Granada, inferior izquierda, se iguala a los demás cuarteles y adquiere, por tanto, una mayor presencia, y en el escudete, en óvalo, el águila imperial napoleónica que sustituye a las flores de lis borbónicas.
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1, 2 y 4 REALES DE VELLÓN, de 1812, 1811 y 1811 y 1,4 , 3 y 5,9 gramos respectivamente. Todos, AI•
10 REALES DE VELLÓN, 1811 AI, de 13,3 gramos.•
10 REALES DE VELLÓN, 1812 RN, de 13,3 gramos. Variante de un solo mundo en el sexto cuartel.•
8 REALES, 1809 IG, de 26,9 gramos.•
20 REALES DE VELLÓN, 1809 AI, de 26,3 gramos. Variante de águila grande*.•
20 REALES DE VELLÓN, 1812 AI, de 26,7 gramos. Variante de águila pequeña*.Las dos águilas:•
20 REALES DE VELLÓN, 1813 RN, de 26,4 gramos.SEVILLA:
Las tropas francesas entran en Sevilla el 1 de febrero de 1810. Días antes, una orden de 25 de enero de 1810 de la Secretaria de Hacienda obligaba a que con carácter inmediato se trasladase a Cádiz todo el establecimiento de la Casa de la Moneda de Sevilla, cuyo desarme y embarque se debía efectuar en cuarenta y ocho horas. Es lógico pensar que parte de la maquinaria y útiles quedaran en Sevilla, maquinaria y útiles que usarían dos años más tarde para acuñar monedas a nombre de José Napoleón. Por otro lado, es obvio que a partir de finales de enero de 1810 se deja de acuñar moneda a nombre de Fernando VII: se acuñaron muy pocas piezas del busto diademado de este rey; de ahí su extremada rareza en ese año de 1810.
A finales de 1811, las autoridades francesas comienzan con los preparativos para volver a poner en marcha la ceca. Así, el 23 de octubre y el 4 de noviembre se nombra respectivamente a Antonio de Larra o Lara y a Leonardo Carronero ensayadores de la Ceca (Archivo General Central de Alcalá de Henares, legajo nº 2449). Días más tarde se nombra tesorero de la misma a Pedro Serrano.
Sólo se acuñaron dos monedas: los 4 y los 20 reales de vellón. La acuñación empezó el 18 de Marzo de 1812, víspera del santo del Rey, y fue muy limitada, pues según oficio del Director del establecimiento al Ministro de Hacienda, de 6 de Junio de 1812, se había hecho una labor de 13.382 duros con un par de troqueles que había mandado labrar; de los 4 reales no cita la tirada. Seguramente, compraron alguna prensa de volante, que añadirían a lo abandonado por los trabajadores en su huida a Cádiz en 1810. Lo cierto es que, vistos los datos, las condiciones de trabajo debieron de ser precarias y deficientes.
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4 REALES DE VELLÓN, 1812 LA, de 5,8 gramos.•
20 REALES DE VELLÓN, 1812 LA, de 26,9 gramos.CATALUÑALas tropas francesas ocupan Barcelona el 12 de Febrero de 1808, y muy pronto las nuevas autoridades, constituidas en Junta el 20 de agosto, ordenan poner en marcha la nueva Ceca, en el antiguo edificio donde había residido hasta Felipe V en 1720, año de las últimas acuñaciones de cobre en Barcelona. El bando del Capitán general de la ciudad, de 21 de agosto, entre otras disposiciones, contiene las siguientes:
“El sello ó marca de todas las monedas serán las armas de la ciudad, con un ligero adorno, que sea diferente en cada especie de moneda”.
En el reverso contendrá cada moneda en el centro la expresión de su valor, y en la orla el año de su cuño y el lugar de él, que es esta ciudad.
Todas las monedas tendrán su libre curso en esta provincia por el respectivo valor que estará anotado en ellas, así solas o de por sí, como promiscuamente con las demás corrientes en ellas, sin diferencia ni preferencia alguna de unas á otras”.
A diferencia de Madrid, Segovia o Sevilla, ocupadas con alguna intermitencia, como queda dicho, o durante menos años, el caso de Barcelona es distinto: la ciudad estuvo en poder de las tropas francesas de manera ininterrumpida, del 12 de febrero de 1808 a mayo de 1814. Esto conllevó la continuidad de emisiones de la “seca” hasta el 30 de marzo de 1814, fecha en que se cierra la fábrica y se comienza con la evacuación de la ciudad.
Sin duda, los franceses tenían verdadero interés en diferenciar la moneda catalano-barcelonesa de la del resto del país. Varios hechos son clara muestra de ello:
-Valores monetarios distintos: frente a los maravedís y reales del resto de España, tenemos los quartos y pesetas, denominación esta última de uso corriente entre el pueblo, como lo prueba el hecho de que con el mismo nombre también se acuñaran piezas en 1809 en Gerona, Lérida y Tarragona, en Palma de Mallorca en 1823 y en Barcelona más tarde, 1836 y 1837. Al parecer, ya a comienzos del siglo XV existían en Cataluña “peçetes” de plata; hay además documentos que recogen el término fechados en 1774, 1787 y 1794 (fuente: E. Goig).
-No llevan nombre ni busto del rey. En su lugar, el escudo de Barcelona y la referencia a su acuñación en tal ciudad, con el nombre completo, sin marca de ceca.
-La no aparición de los ensayadores, como era costumbre en la amonedación española, costumbre que continuó con el rey francés.
-El uso del castellano frente al latín, algo que ya había hecho la revolución francesa todavía bajo el reinado de Luis XVI; me refiero al uso del francés, lógicamente.
-El diseño del reverso no recuerda a ninguna moneda española anterior, y sí al diseño de las 6 livres y posteriormente a los 5 francs franceses.
En realidad, ello obedecía a un proyecto político del emperador Napoleón de anexionar a Francia el territorio catalán (prácticamente todo lo que se encontraba más allá del Ebro), como había hecho con Bramante, los Países Bajos y zonas del norte de Italia. De hecho, el 8 de febrero de 1810 se publicaba el decreto que separaba Cataluña junto a las regiones de Navarra, Vizcaya y los territorios de Aragón situados a la izquierda del Ebro del resto de España. Posteriormente, con fecha 26 de febrero de 1812 se decreta la anexión definitiva de Cataluña al Imperio francés y su división administrativa en cuatro departamentos: Montserrat (capital, Barcelona), Ter (Gerona), Segre (Lleida) y Bouches del’Èbre (Tarragona). Todo ello no era sino una reedición de la antigua “Marca Hispánica” (“Marche d’Espagne”) creada por el emperador Carlomagno en el siglo IX, tras la derrota de Roncesvalles, como tapón militar frente a los árabes que dominaban la península. Naturalmente, José I no tuvo nada que objetar. Sin embargo, no se dio el siguiente paso de acuñar moneda catalana con el busto del Emperador, cosa que sí se hizo en Holanda (Utrecht) y en Italia (Genova, Turín y Roma).
Cantidades acuñadas en Barcelona de 1808 y fluctuaciones de peso en las monedas, según los años:
½ Quarto, s.f. 575.763 piezas 1,22 gramos
1 Quarto, 1808-14 594.907 piezas de 2,13 a 1,63 gramos
2 Quartos, 1808-14 927.550 piezas de 4,41 a 3,54 gramos
4 Quartos1808-14 7.138.041 piezas de 9,04 a 7,04 gramos
1 Peseta, 1809-14 938.335 piezas de 5,81 a 5,41 gramos
2½ Pesetas, 1808-11 154.640 piezas de 13,45 a 13,10 gramos
5 Pesetas, 1808-14 1.000.476 piezas de 26,96 a 26,58 gramos
El quarto equivalía a 4 maravedís, de manera que un real contenía 8½ quartos. Nunca he entendido la diferencia de pesos entre ambos sistemas (proporción de 1:3), dadas las equivalencias.
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½, 1 y 2 QUARTOS, s.f. el primero y 1809 los otros dos, de 1,2 , 2 y 4,3 gramos respectivamente.•
4 QUARTOS, acuñados y fundidos, ambos de 1812, de 8,3 y 5,3 gramos respectivamente. Al parecer, se emitió esta moneda fundida durante todos los años a la par que la acuñada, pero de ello no hay certeza absoluta. Obsérvese la variación en el peso entre ambas.
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1 PESETA, 1813, de 4,8 gramos.•
2½ PESETAS, 1809, de 13 gramos.•
5 PESETAS, 1809, de 26,8 gramos.Obsérvese la diferencia en la corona que rodea al escudo de la peseta y la de 5 pesetas con la de 2 1/2 pesetas.
Espero que el hilo os haya gustado. Un abrazo.