Museo de Valle de Abdalajís

Con cierta frecuencia debo alargarme a Antequera por cuestiones de trabajo y habitualmente se viene conmigo mi mujer y después de las reuniones de trabajo, nos vamos a comer a algún lugar, visitamos algún monumeto o lo que ese día disponga. En esta ocasión, nos dio por ver el pueblecito de Valle de Abdalajís que no conocíamos. Comimos estupendamente, chivo asado y tagarninas, que seguro que no tenéis idea de qué son, pues un yerbajo silvestre muy aprecido en esta zona y que está riquísimo:




Y claro, después a recorrer sus calles y ver lo que por allí hay. Y la verdad es que no hay demasiado, una ermita con fenomenales vistas y un pequeño museo. Así que de un museo colosal como el Louvre, hoy nos vamos a otro pequeñito, el de la localidad malagueña del Valle de Abdalajís. Nombre curioso y que según la Wikipedia:

A la época andalusí debe su nombre el municipio de Valle de Abdalajís, pues procede del nombre propio árabe ʿAbd al-ʿAzīz (عبد العزيز),​ en referencia a Abd al-Aziz ibn Musa, que casó con Egilona, viuda de D. Rodrigo, y que residió algún tiempo en estas tierras.

Y no me enrollo más, ahora unas fotitos, porque aunque pequeño, tiene cosas interesantes.
















Para mí, las mejores piezas son las puntas paleolíticas y la figurita de la última foto.

Espero que os haya gustado.

Salud.

Estupendo reportaje Granada. A veces no hay que irse demasiado lejos para disfrutar de lugares estupendos.

A veces, cerquita de casa tenemos cosas que ver y que nos hacen pasar un día muy agradable.

Muy decente, el museo.

El museo muy digno y muy cercano, aunque lo que más me llama la atencion es el plato con tagarninas por aquí se llaman carrillos y son una delicia que como el museo están hay mismo y muchas veces no sabemos ni que existen

Pues según nos contó la mujer que nos lo enseñó, es fruto de un grupo de locales que se han empeñado en recuperar las piezas y consiguieron que el Ayuntamiento les cediera el local.