5 pesetas 1809. Barcelona. Ocupación francesa

Hola, compañeros: os traigo estas 5 pesetas napoleónicas a ver qué os parecen:

5 PESETAS - BARCELONA - 1809 - SIN INDICACIÓN DE REY
PLATA, LEY: 900 - 39 mm - 26,8 gramos
ANVERSO: el valor, 5 PESETAS, sobre dos palmas y rodeado de 25 rosetas. Alrededor, EN . BARCELONA . 1809
REVERSO:  El escudo de Barcelona, rombo con cuarteles alternados con la bandera de la ciudad (cruz) y la de Cataluña (barras verticales), rodeado por una corona completa de hojas de roble.
Tirada total durante los siete años: 1.000.476 piezas.
Este diseño no cambiará a lo largo de los siete años de acuñación, salvo en el número de rosetas: de 1808 a 1814.




Vale lo que escribí sobre las 2 1/2 pesetas barcelonesas:
Durante la ocupación francesa, en los años 1812 y 1813, ciudades como Madrid o Sevilla emitieron no sólo reales a nombre de José Bonaparte, sino también a nombre de Fernando VII, porque el dominio de ellas se alternó entre los dos ejércitos, el francés y el español. Esto no ocurrió en Barcelona, que estuvo en poder de las tropas francesas desde el 12 de febrero de 1808 hasta mayo de 1814, lo cual posibilitó la continuidad de emisiones en la “seca” de Barcelona desde su apertura el 21 de agosto de 1808 hasta su cierre el 30 de mayo de 1814.
Sin embargo, el diseño y la denominación de las monedas castellanas de José I (busto de José Bonaparte y denominación en maravedíes y reales) es muy diferente del diseño de las monedas barcelonesas (el valor de la moneda, al modo del reverso de los 5 francs del emperador,  y el escudo de Barcelona) y denominación (quartos y pesetas). En realidad,  ello obedecía a un proyecto político del emperador Napoleón I de anexionar a Francia el territorio catalán (prácticamente todo lo que se encontraba más allá del Ebro), como había hecho con Bramante y los Países Bajos. De hecho, la anexión de Cataluña al Imperio francés se decretó a principios  de 1812, como una reedición de la antigua “Marca Hispánica” (“Marche d’Espagne”) creada por el emperador Carlomagno en el siglo IX, tras la derrota de Roncesvalles, como tapón militar frente a los árabes que dominaban la península. El decreto la dividía en cuatro departamentos: Montserrat (capital, Barcelona), Ter (Gerona), Segre (Lleida) y Bouches del’Èbre (Tarragona). Naturalmente, José I no tuvo nada que objetar, y así Cataluña permaneció como provincia francesa hasta la definitiva retirada de las tropas francesas el 28 de mayo de 1814.
El diseño de las monedas de cobre (quartos) y plata (pesetas) es, por ello, muy francés. En total, se acuñaron monedas de ½, 1, 2 y 4 quartos y 1, 2 ½ y 5 pesetas.

No es nada facil este duro, bonita pieza, enhorabuena

Gobierno Provisional escribió:

Hola, compañeros: os traigo estas 5 pesetas napoleónicas a ver qué os parecen:

5 PESETAS - BARCELONA - 1809 - SIN INDICACIÓN DE REY
PLATA, LEY: 900 - 39 mm - 26,8 gramos
ANVERSO: el valor, 5 PESETAS, sobre dos palmas y rodeado de 25 rosetas. Alrededor, EN . BARCELONA . 1809
REVERSO:  El escudo de Barcelona, rombo con cuarteles alternados con la bandera de la ciudad (cruz) y la de Cataluña (barras verticales), rodeado por una corona completa de hojas de roble.
Tirada total durante los siete años: 1.000.476 piezas.
Este diseño no cambiará a lo largo de los siete años de acuñación, salvo en el número de rosetas: de 1808 a 1814.




Vale lo que escribí sobre las 2 1/2 pesetas barcelonesas:
Durante la ocupación francesa, en los años 1812 y 1813, ciudades como Madrid o Sevilla emitieron no sólo reales a nombre de José Bonaparte, sino también a nombre de Fernando VII, porque el dominio de ellas se alternó entre los dos ejércitos, el francés y el español. Esto no ocurrió en Barcelona, que estuvo en poder de las tropas francesas desde el 12 de febrero de 1808 hasta mayo de 1814, lo cual posibilitó la continuidad de emisiones en la “seca” de Barcelona desde su apertura el 21 de agosto de 1808 hasta su cierre el 30 de mayo de 1814.
Sin embargo, el diseño y la denominación de las monedas castellanas de José I (busto de José Bonaparte y denominación en maravedíes y reales) es muy diferente del diseño de las monedas barcelonesas (el valor de la moneda, al modo del reverso de los 5 francs del emperador,  y el escudo de Barcelona) y denominación (quartos y pesetas). En realidad,  ello obedecía a un proyecto político del emperador Napoleón I de anexionar a Francia el territorio catalán (prácticamente todo lo que se encontraba más allá del Ebro), como había hecho con Bramante y los Países Bajos. De hecho, la anexión de Cataluña al Imperio francés se decretó a principios  de 1812, como una reedición de la antigua “Marca Hispánica” (“Marche d’Espagne”) creada por el emperador Carlomagno en el siglo IX, tras la derrota de Roncesvalles, como tapón militar frente a los árabes que dominaban la península. El decreto la dividía en cuatro departamentos: Montserrat (capital, Barcelona), Ter (Gerona), Segre (Lleida) y Bouches del’Èbre (Tarragona). Naturalmente, José I no tuvo nada que objetar, y así Cataluña permaneció como provincia francesa hasta la definitiva retirada de las tropas francesas el 28 de mayo de 1814.
El diseño de las monedas de cobre (quartos) y plata (pesetas) es, por ello, muy francés. En total, se acuñaron monedas de ½, 1, 2 y 4 quartos y 1, 2 ½ y 5 pesetas.

Compañero Gobierno Provisional, brillante exposición que acompaña a una magnífica pieza, sólo un detalle que se te pasó por alto , como fué la acuñación de piezas de 20 Pesetas en oro.
Como toda moneda de ocupación , ésta lleva su carga de historia a cuestas.

Para disfrutar.

Precioso duro, muy difícil de ver en ese estado.
Un saludo!

muy bonito

Escaso y a la vez cargando de historia

Saludos!!

Bonito duro 

Buena pieza acompañada de su historia

a todos. Me alegro de que os guste.
Es verdad, Ajuntachapas, se me olvidaron las 20 pesetas, pero como no colecciono las monedas de oro, tengo la mala costumbre de olvidarme de ellas. Gracias de nuevo

Hola,

Bonito duro y buena explicación.

Yo me extrañaba de los faciales de ½ cuarto y 2 ½ pesetas en estas monedas barcelonesas. Ahora ya lo entiendo.

Gracias por la explicación.

Un placer, Jujula, el haberte informado de la causa de esa extrañeza.