EGIPTO. IMPERIO PTOLEMAICO
PTOLOMEO III EVERGETES (246-221 aC) Diámetro 35 mm; peso 37gr.
AE 35. Ceca: ALEJANDRÍA
Catalogación: SVORONOS 1059. CG 7815
anverso:/ Cabeza diademada de Zeus Amon a derecha
reverso:/ Águila estante a izquierda sobre haz de rayos. Delante mazo y alrededor ley. Cuerno de abundancia en ala izquierda ΠTOΛEMAIOΥ BAΣIΛEΩΣ
Mi nombre es
Conon de Samos y viví (sí, viví) en Alejandría bajo el gobierno de mi rey
Ptolomeo III, más conocido como
Evergetes (el benefactor), donde morí en el 220 aC. No me preguntéis cómo es posible que os esté escribiendo estas líneas, mucho habéis avanzado, pero viajar en el tiempo a través del
Ojo de Horus no está aún entre vuestros logros.
Mi oficio es astrónomo y trabajo en la biblioteca de Alejandría, donde están varios de mis libros, junto con mi buen amigo
Arquímedes. No alcancé en su día la fama de mi gran amigo y maestro, pero fui uno de los autores del
Decreto de Canopo, que ahora podéis ver en el museo de El Cairo, y donde mi benefactor
Ptolomeo III, proponía modificar el calendario tradicional, introduciendo cada 4 años uno bisiesto. Y es que nuestra estrella Sirio, dedicada a diosa
Isis cada primer día de año, cambiaba de posición, cosa que no ocurría con dicha modificación. No llegó a buen término por los perjuicios religiosos de los sacerdotes, aunque la idea sería retomada por
Julio Cesar doscientos años después, con la ayuda de uno de mis sucesores en el cargo:
Sosígenes, que será el origen de vuestro calendario.
Pero no vengo aquí a contaros mis fracasos, sino a contaros la historia de mi señora,
Berenice II, hija del gran rey
Magas de Cirena y de
Apama, hija de
Antíoco I Sóter. Gracias a ella la región de Cirene volvió a Egipto. Realmente
Apama era más partidaria de aliarse con los seléucidas sirios, prometiendo a
Berenice con
Demetrio de Cirene, pero este se hizo amante de
Apama y
Berenice lo hizo asesinar, dejando este matrimonio sin descendencia y casándose posteriormente con mi señor
Ptolomeo III, del que tuvo 4 hijos, entre ellos el heredero
Ptolomeo IV.
La historia que realmente quiero contaros es que la bella
Berenice estaba muy triste durante la campaña de mi señor en Siria, para vengar el asesinato de su hermana y de su sobrino. La campaña era victoriosa pero mi señora deseaba que regresara ofreciendo su larga cabellera, famosa en toda Alejandría, a la diosa
Afrodita en caso de que regresara su esposo. Así fue, el mismo día del regreso de
Evergetes,
Berenice cumplió su promesa. Pero esa misma noche alguien robó la cabellera, estoy seguro que fue el pérfido sacerdote del templo de Serapis, al haber hecho
Berenice la ofrenda ante una diosa griega, y no ante uno egipcio.
Grande fue el enojo de
Ptolomeo y grande fue la desesperación de
Berenice, pero los dioses fueron magnánimos. Esa misma noche
Afrodita guio mi anteojo y descubrí una nueva constelación que, curiosamente, era como la cabellera de la bella
Berenice, y así lo hice saber a mis señores. Pasó al firmamento con el nombre de
Coma Berenices, que podéis ver al oeste de
Leo.
(Constelación de Coma Berenices)Este milagroso hecho fue glosado por el gran
Calímaco de Cirene:
“Estaba yo recién cortada y mis hermanas me lloraban cuando, de pronto, con un rápido batir de alas, el dulce soplo del céfiro me lleva a través de las nubes del éter y me deposita en el venerable seno de la divina noche Cypris. Y a fin de que yo, la hermosa melena de Berenice, apareciese fija en el cielo brillando para los humanos en medio de innumerables astros, Cypris me colocó, como nueva estrella, en el antiguo coro de los astros.”Fueron felices hasta la muerte de mi señor, un escaso año antes de la mía y
Berenice fue envenenada por su hijo
Ptolomeo IV, temeroso que diese el poder a su hermano
Magas.
(Egipto de la época Ptolemaica)Apéndice: La acuñación monetaria en el Egipto ptolemaico:Aunque este tipo de acuñaciones no fueron las primeras en Egipto, sí que es en esta época cuando alcanzan un desarrollo comercial significativo. Y es que ya anteriormente
Jenemmaatra-Hakor (393-380 aC) acuña moneda similar a los tetradracmas atenienses de lechuza. Estas monedas estaban pensadas mas bien para pagar a los mercenarios griegos contratados para luchar contra los persas de
Artajerjes II. Y es que el contacto con los metales preciosos por parte de los egipcios era normalmente considerado como tabú, por lo que este pueblo prefería el trueque.
Será la influencia griega primero, persa después y afianzada por
Alejandro Magno, lo que hará que la emisión de moneda egipcia se incorpore de manera usual con los faraones ptolemaicos. Las emisiones serán en oro, plata y bronce: La moneda patrón será el tetradracma de plata, equivalente a 4 dracmas y a 24 óbolos de bronce. Su originalidad en la acuñación hará auténticas obras de arte en sus monedas de bronce. Los ptolomeos obligaban al cambio en terreno egipcio, jugando con la ley de la moneda para conseguir un mayor beneficio en las operaciones comerciales. Este “engaño” en la ley era compensado con una limitación en los precios egipcios, con el fin de hacer atractivo el comercio para el mundo helenístico.
Las monedas son de identificación dificultosa. Suelen tener el en anverso el retrato del Faraón PTOLEMIOU BASILEWS, con reverso con águila sobre haz de rayos y cornucopia sobre el ala. Se datan a partir la muerte de Ptolomeo I o de Arsinoe I.