Hola.
Todo el mundo conoce este objeto. No es una moneda pero puede sustituir a una moneda en un momento determinado.
¿Cuál es su origen?
El primer carro de la compra lo inventó Sylvan Nathan Goldman (1898-1984) en 1937.
Este Goldman era un tipo listo. Con mucho trabajo consiguió tener un supermercado en Oklahoma llamado Estándar-Humpty Dumpty.
El caso es que el hombre veía que la cantidad de productos que los clientes cargaban en la cesta de la compra, era la que podían después llevar en esas bolsas de papel tan típicas de los americanos.
(Siempre me ha llamado la atención en las películas americanas, cuando chico conoce chica en la salida del super, la bolsa se rompe y van a parar todas las naranjas por el suelo.)
Bueno, a lo que voy. Goldman estaba un día de 1936 en su oficina dándole vueltas al coco, pensando la manera en que sus clientes pudieran cargar con más productos, así que, cogió una silla plegable de madera a la que le puso 4 ruedas, puso una cesta de las de la tienda sobre la silla, por último cogió un bastón y lo ató a la silla para poder tirar de ella… ET VOILÁ. El primer carro de compras.
El invento, todo hay que decirlo, era cutre. Si este tío hubiera sido español, habría metido el rabo entre las piernas de la vergüenza por el cachondeo que se podía preparar y no habría vuelto a hacer más carros.
Pero era americano y los americanos son de otra forma de pensar. El estaba convencido de que su idea era buena, así que, con ayuda de un empleado suyo, un mecánico llamado Fred Young creó una estructura de metal a la que le puso 2 cestas que se podían poner y quitar. Otro mecánico, Arthur Kosted, desarrolló un método para producir en serie los carros con la invención de una cadena de montaje capaz de formar y soldar el alambre. Así, el 4 de junio de 1937 presentó el carro.
Este fue el resultado.
A la gente no le gustaba el invento, a los hombres le parecía que se estaba poniendo en duda su fuerza masculina y las mujeres le parecía poco estético y decían que ya dejaron atrás su último cochecito de bebé.
Pero como Goldman era un tipo listo, contrató a unos cuantos actores para que se pasearan por su tienda echando cosas a los carros como si estuvieran comprando. También contrató a una bella señorita y la puso en la puerta animando a los clientes a que cogieran un carro.
A partir de aquí el negocio empezó a ir sobre ruedas (como los carros). Fundó la empresa Folding Carrier, y empezó a fabricar carros para otros supermercados.
Posteriormente se fueron haciendo modificaciones.
El diseño de Goldman se plegaba como las sillas. Otro inventor, Orla Watson, de la empresa Telescope Carts Inc. desarrolló en 1946 las cestas fijas y con una puerta trasera abatible para que los carros fueran telescópicos y se pudieran encajar unos dentro de otros.
Goldman aplicó a sus carros la puerta basculante de Watson y añadió una plataforma para niños pequeños. Posteriormente eliminó la cesta inferior. Desde 1950 apenas ha cambiado el diseño. Después de unos años de litigios por la patente entre Folding Carrier y Telescope Carts, la empresa de Orla Watson ganó el derecho a cobrar un royalty por cada carro fabricado por Goldman hasta que la licencia expiró. Aún así, Goldman se forró, se hizo multimillonario con los carros y al final se dedicó a la filantropía y a vivir bien.
Tras la segunda guerra mundial, primero en EEUU, luego en Europa, los comercios pudieron conseguir más productos. Así mismo la gente tenía más poder adquisitivo y mejor acceso a la compra de un coche.
En España siempre hemos estado con algo de retraso. La mayoría de la población no pudo hacerse con un coche hasta los años 60 con la salida al mercado del Seat 600.
Así que se crearon centros comerciales más grandes a las afueras de las ciudades con grandes aparcamientos en los que había que gastar un litro de gasolina para ir a comprar un litro de leche.
Y como somos muy del “yo hago lo que me sale de los cojones.”
Y también somos muy del “el que tenga que recoger el carro que se joda.”
Era frecuente ver carros diseminados por los aparcamientos, por tanto los supermercados tenían que tener personal contratado para recogerlos.
Hasta que en 1984, Systec, una empresa fundada en 1974 desarrolló la primera patente de bloqueo de los carros con una moneda.
En España, la moneda más popular en esa época era ésta:
Total que se empezaron a acoplar los bloqueos con monedas de 100 pesetas en los carros españoles.
No pasó mucho tiempo para que diversas firmas comerciales, fabricaran llaveros con aspecto de moneda de 100 pesetas para utilizarlos como sustituto de las mismas, como éste que reproduce una moneda de 1989.
O este otro de 1992.
Hasta que llegó el euro en 1999 y hubo que adaptar los bloqueos de los carros al tamaño de la nueva moneda.