AE20, 6,4 gr.
Es una moneda más o menos común, pero me interesa la representación de trofeos y demás armamento en la numismática.
Anverso: busto de Atenea mirando a derecha con casco corintio con penacho
Reverso: Trofeo (coraza y casco), alrededor: ΑΘΗΝΑΣ ΝΙΚΗΦΟΡΟΥ "de Atenea la que trae la Victoria" y abajo a la derecha el monograma ΠΕ (Pérgamo).
Sear 3960. Dejo una datación amplia de mediados/finales del II a principios del I a.C.
En el casco corintio de la diosa ya se puede ver una evolución hacia un tipo de casco ornamental que ya no se puede calar para cubrir toda la cara y subir para llevar como una visera, sino que está hecho para llevarlo siempre como "visera" pero sigue manteniendo ornamentalmente los agujeros para los ojos y naricera del corintio clásico del s.V. En época helenística (en Italia en abundancia), este tipo de cascos corintios "falsos" son habituales seguramente entre oficiales. Evoluciones ornamentales de éste y del llamado casco ático darán lugar a diversos tipos de casco para oficiales y divinidades que son frecuentes en el arte imperial, pero de los que no tenemos ejemplares físicos de la época. (el clásico "casco de romano" del arte imperial popularizado por el cine es muy similar a ciertos tipos de casco del arte griego).
Está claro que el prestigio del casco de tipo corintio era enorme en la antigüedad.
El trofeo muestra una coraza metálica musculada larga (no apta para cabalgar). En el altar de Pérgamo (hoy en Berlín) hay tallados ejemplos muy similares. Aunque la coraza de bronce con musculatura realista se conoce desde el V, ésta refleja los gustos helenísticos por la largura del abdomen, la triple hilera de
pteryges o tiras en el faldón, también presentes en las mangas, y la cinta anudada por encima del ombligo, constante en el arte helenístico y romano. La remata un casco con carrilleras. En otras acuñaciones se aprecia que lleva dos grandes cuernos curvos.
Como el casco corinto, la coraza musculada es otro signo de prestigio omnipresente en el arte helenístico y en el romano imperial. Con ella se representan dioses, héroes y personajes históricos. Algunas enormemente elaboradas, como la que lleva el Augusto de la Prima Porta, y otras que realmente parecen piezas de fantasía creadas por el artista. Lo cierto es que tenemos ejemplos helenísticos (también en hierro) e itálicos, pero no hay ejemplos físicos de corazas musculadas en contexto romano republicano o imperial, pese a su omnipresencia en el arte. Algunos autores italianos, y esto lo ha potenciado el cine, piensan que hubo corazas de cuero; sin embargo no hay una sola prueba de ello; todas las corazas musculares conocidas son metálicas, y no es un material noble. El bronce era prestigioso, y más el tallado y bruñido, los textos clásicos hablan del brillo de las armas; Y si un oficial romano quisiera encargar una coraza ostentosa lo lógico es que fuera metálica, como lo eran las griegas y las etruscas que conocían perfectamente y que querían imitar. Tampoco hay que descartar que una parte de esas corazas y cascos ostentosos no fueran más que productos de fantasía de un arte idealizador.