- Nunca nos conocimos, pero tengo para tí toda mi admiración.
... Tú escribistes "La Hoja Roja" preludio del fin de nuestros avatares mundanos, en un librillo de papeles que hoy los jóvenes usan para "escapar" de la vida. Los viejos lo usaban para saber que tenían que comprar otro. Leí ese libro tuyo hace muchos años.
... Escribistes también "Diario de un cazador", y compartiste conmigo otra de mis grandes aficiones: La caza, al salto o en aguardo, del que tú eras un especialista. También yo he degustado muchas perdices cazadas en pleno celo.
... Pero.... me llevaste al orgasmo infinito, cuando escribiste "LOS SANTOS INOCENTES", los santos de mi tierra, en esos cortijos de los señoritos extremeños y con esas historias del pueblo llano. Nunca, los extremeños te haremos el reconocimiento suficiente. No, porque tú seas vallisoletano, sino porque en Extremadura, queda aún mucho cacique dispuesto a disparar a la "milana bonita".
- - No, no nos conocimos nunca, para pena mía, pero espérame, yo también me tengo que ir algún día... espérame, para que te cuente... no... para que tú me sigas contando.... UN SALUDO AMIGO MIGUEL.
No preguntes por saber, pregunta para entender.