OTRA CHORRADA DE LOS DIRIGENTES CATALANES

La comisión de Presidencia y Régimen Interior del Ayuntamiento de Barcelona ha instado al de Madrid a que retire la estatua que homenajea a Blas de Lezo, por su papel en Barcelona durante la Guerra de Sucesión. La moción fue presentada este miércoles por Joan Laporta.


http://www.libertaddigital.com/espana/2014-11-20/el-ayuntamiento-de-barcelona-pide-a-madrid-que-retire-la-estatua-de-blas-de-lezo-1276533972/

Te has sobrado con el título, lo de otra no tiene cabida, con chorrada, hubiera bastado, además están en su legítimo derecho de sugerir la retirada de una estatua de un personaje que consideran non grato por luchar en el asedio de Barcelona. No veo nada malo en ello.

que retiren la estatua de PUYOL que a mi me molesta y no es herue de nada,Blas de Lezo,es un gran de de españa,el asedio de la ciudad hera por un levantamiento al gobierno de la epoca

Artículo de Joaquin Coll hoy en el periódico de Catalunya




Sábado, 22 de noviembre del 2014
«Madrid mañana inaugura una escultura a Blas de Lezo, que, entre otras cosas, bombardeó Barcelona durante el sitio de 1714. En fin...», escribió el responsable de Cultura del ayuntamiento barcelonés, Jaume Ciurana en un tuit, el pasado 14 de noviembre. El miércoles siguiente, a propuesta del concejal independentista Joan Laporta y con el apoyo de CiU e ICV, el consistorio cayó en el completo ridículo al pedir oficialmente al de Madrid la retirada de la estatua por considerarla ofensiva para los barceloneses. Se trata de una iniciativa que pone de manifiesto la estrechez de miras con la que el nacionalismo ha celebrado el Tricentenari y la ignorancia de la historia de España. ¿Quién fue Blas de Lezo? Un olvidado almirante vasco que desde los 25 años era cojo, manco y tuerto por distintas acciones de guerra, apodado por ello Mediohombre, y que hoy es considerado uno de los mejores estrategas militares de su tiempo. Una suerte de Nelson español. Falleció en Cartagena de Indias (1741), tras lograr una sorprendente victoria en el episodio más decisivo de la guerra del Asiento (1739-1748), cuyo desenlace prolongó la supremacía española en América unas décadas más.
Blas de Lezo es un personaje de novela de aventuras, como explica Pérez-Reverte, cuya heroicidad todavía se recuerda en Colombia. En la batalla de Cartagena asestó una dura derrota a la Royal Navy, cuando el almirante Edward Vernon ya había comunicado su triunfo al rey Jorge II e Inglaterra celebraba con medallas conmemorativas su pronta hegemonía comercial y cultural en el continente.
Para los partidos soberanistas lo único relevante es que Blas de Lezo participó en el sitio de 1714, lo que, por cierto, le costó perder el brazo derecho al recibir una descarga de mosquete. Pero esa participación, que no está en el origen de la polémica escultura, sufragada por suscripción popular, debe ser contextualizada con una mirada más amplia: el trágico asalto fue el último de una cadena de agresiones que sufrió Barcelona desde mediados del XVII, concretamente en 1651-1652, 1691, 1693, 1697, 1704, 1705 y 1706. La agresiva política exterior francesa en su rivalidad con una monarquía española cada vez más débil hizo de la frontera pirenaica uno de sus puntos de fricción, como lo ejemplifica la pérdida del Rosellón en 1659.
Tras estallar la guerra de Sucesión, la ciudad fue bombardeada por unos y por otros. En 1704 se produjo el primer desembarco angloholandés en apoyo del pretendiente archiduque Carlos, pero rechazado por las instituciones catalanas, que habían jurado fidelidad a Felipe V tras la Cortes de 1701-1702. Al año siguiente, Barcelona fue tomada finalmente por las tropas austracistas gracias a la participación de unos 10.000 soldados aliados que lograron tomar el castillo de Montjuïc y desde allí someter a la ciudad a un duro bombardeo, tras el cual el incompetente virrey Velasco capituló, atenazado por el miedo a una revuelta interna. Meses atrás había estallado la rebelión de un grupo de comerciantes y terratenientes, incitados por Inglaterra, que desde Vic intentaron levantar Catalunya en favor del archiduque. Pero que no contaron con la complicidad del Consell de Cent. Como ha explicado Ricardo García Cárcel, 6.000 personas salieron de Barcelona tras la toma austracista. El partido felipista, donde hay que ubicar ciudades como Cervera, Ripoll, Berga, Manlleu o Centelles, no era tan minoritario como se nos intenta hacer creer. La guerra de Sucesión fue también una guerra civil catalana.
En definitiva, Barcelona fue sitiada varias veces y de forma igualmente cruenta tanto por los partidarios del archiduque Carlos como por las tropas de Felipe V. Terrorismo militar hubo en ambas partes, como ha estudiado el especialista en Lleida Oscar Uceda. Hay un hecho muy poco conocido que es la muerte del 117 president de la Generalitat, Francesc de Valls i Freixa. En septiembre de 1705, el asedio austracista lanzó unas 300 bombas sobre objetivos civiles y un proyectil cayó en el Palau de la Generalitat hiriendo mortalmente a Valls. O sea, antes que Lluís Companys, la guerra de Sucesión ya dejó un president mártir, cuya muerte y adscripción felipista ha sido silenciada por el nacionalismo para evitar preguntas incómodas que desafíen tanta propaganda.
Volviendo a Blas de Lezo, el desafortunado tuit de Ciurana y, sobre todo, la iniciativa política posterior supone un ridículo enorme para todos los barceloneses. El broche final de la visión maniquea con la que el Ayuntamiento ha propagado el Tricentenari desde el Born, al tiempo que subraya la ignorancia deliberada de la historia de España de los políticos nacionalistas. Una historia que, con episodios felices y otros trágicos, concierne también a los catalanes.

Al leer lo de chorrada pensé que habían dicho que el Barça le ganaría al Sevilla hoy. Eso sí que habría sido una chorrada que no se cree nadie.

Que pena de Comunidad y de Gobierno, así les va, están más centrados en las tontunas que en sacar esa zona de España de la ruina.

¿Ahora el Ayuntamiento de Barcelona no puede retirar lo que le de la gana o que?

Si no gusta que se retire la estatua ya saldrá la gente a protestar...

weirdah...la estatua en cuestión está en Madrid...no en Barcelona.
Joer....hay que leer sobre lo que se opina.

En este País tenemos un problema. Si catalanes y vascos pudieran expresar su voluntad con total libertad, se marcharían probablemente. Aquí no poseemos ese orgullo patrio tipo norteamericano que provoca en cualquier ciudadano de ese país el gesto de mano al corazón y la emoción o la lagrima al asomo del ojo. Posiblemente sea porque al resto de comunidades le importa poco o nada quien fue Joanot Martorell y por los otros aires poco importa también la gesta de Pizarro y compañía. No nos conocemos, no compartimos ni nos importa. Los que tanto se rasgan las vestiduras con el derecho de TODOS los españoles a decidir un futuro mejor, son los mismos que llamaban y llaman POLACOS a los que son originarios de Catalunya, dándoles ellos mismos la categoría de otro país, aunque sea a modo de insulto, muchos años antes que este tema cansara y nadie ponía en duda el status quo vigente. Somos un País avaro con nuestras cosas y costumbres y mezquino y negativo con las cosas y costumbres de otrass zonas. Una buena parte de Catalunya no se siente orgullosa del resto de españoles y una buena parte de España, con sus correspondientes ciudadanos españoles, no se siente orgullosa ni de catalanes ni de vascos y no se ven reflejados en sus raras costumbres. Quizás si nos conocieramos mejor, mejor nos iria...ya se sabe, el roce hace el cariño

Hay un busto en el Museo Arqueológico de Caceres de un tipo que masacró a mis antepasados,en época Romana,bueno no se si eran mis antepasados,por que mi apellido viene de un infante Cantabro y también algo que ver con Galicia,en fin,a lo que iba,esa estatua no me gusta,ni el tio tampoco,bueno pensandolo bien,fue el que hizo con sus arquotectos el puente de Alcantara,joder,ya no estoy seguro,me lo pensaré,hasta entonces que lo lleven al yacimiento donde lo encontraron.

Vaya tela,como empezemos ahora con las estatuas,a Hernan Cortes que no lo toquen por favor.

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Pedbargal escribió:

Al leer lo de chorrada pensé que habían dicho que el Barça le ganaría al Sevilla hoy. Eso sí que habría sido una chorrada que no se cree nadie.

Pues ahí la has dado

flekyangel escribió:

Pedbargal escribió:

Al leer lo de chorrada pensé que habían dicho que el Barça le ganaría al Sevilla hoy. Eso sí que habría sido una chorrada que no se cree nadie.

Pues ahí la has dado

No me negarás que el Sevilla ha tenido muchísima más eficacia que el Barça. El Barça ha necesitado diez remates a puerta o así para meter cinco goles. El Sevilla no ha necesitado tirar ni uno para meter un gol. Meremos un reconocimiento.

Lo malo de los políticos es que encima son manipuladores e incultos, y muchos de los borregos que los siguen. Deberían leer algo de historia.

Los Reyes Católicos conquistaron Granada y no quitamos sus estatuas, son historia.

Salud.

itubal escribió:

Artículo de Joaquin Coll hoy en el periódico de Catalunya




Sábado, 22 de noviembre del 2014
«Madrid mañana inaugura una escultura a Blas de Lezo, que, entre otras cosas, bombardeó Barcelona durante el sitio de 1714. En fin...», escribió el responsable de Cultura del ayuntamiento barcelonés, Jaume Ciurana en un tuit, el pasado 14 de noviembre. El miércoles siguiente, a propuesta del concejal independentista Joan Laporta y con el apoyo de CiU e ICV, el consistorio cayó en el completo ridículo al pedir oficialmente al de Madrid la retirada de la estatua por considerarla ofensiva para los barceloneses. Se trata de una iniciativa que pone de manifiesto la estrechez de miras con la que el nacionalismo ha celebrado el Tricentenari y la ignorancia de la historia de España. ¿Quién fue Blas de Lezo? Un olvidado almirante vasco que desde los 25 años era cojo, manco y tuerto por distintas acciones de guerra, apodado por ello Mediohombre, y que hoy es considerado uno de los mejores estrategas militares de su tiempo. Una suerte de Nelson español. Falleció en Cartagena de Indias (1741), tras lograr una sorprendente victoria en el episodio más decisivo de la guerra del Asiento (1739-1748), cuyo desenlace prolongó la supremacía española en América unas décadas más.
Blas de Lezo es un personaje de novela de aventuras, como explica Pérez-Reverte, cuya heroicidad todavía se recuerda en Colombia. En la batalla de Cartagena asestó una dura derrota a la Royal Navy, cuando el almirante Edward Vernon ya había comunicado su triunfo al rey Jorge II e Inglaterra celebraba con medallas conmemorativas su pronta hegemonía comercial y cultural en el continente.
Para los partidos soberanistas lo único relevante es que Blas de Lezo participó en el sitio de 1714, lo que, por cierto, le costó perder el brazo derecho al recibir una descarga de mosquete. Pero esa participación, que no está en el origen de la polémica escultura, sufragada por suscripción popular, debe ser contextualizada con una mirada más amplia: el trágico asalto fue el último de una cadena de agresiones que sufrió Barcelona desde mediados del XVII, concretamente en 1651-1652, 1691, 1693, 1697, 1704, 1705 y 1706. La agresiva política exterior francesa en su rivalidad con una monarquía española cada vez más débil hizo de la frontera pirenaica uno de sus puntos de fricción, como lo ejemplifica la pérdida del Rosellón en 1659.
Tras estallar la guerra de Sucesión, la ciudad fue bombardeada por unos y por otros. En 1704 se produjo el primer desembarco angloholandés en apoyo del pretendiente archiduque Carlos, pero rechazado por las instituciones catalanas, que habían jurado fidelidad a Felipe V tras la Cortes de 1701-1702. Al año siguiente, Barcelona fue tomada finalmente por las tropas austracistas gracias a la participación de unos 10.000 soldados aliados que lograron tomar el castillo de Montjuïc y desde allí someter a la ciudad a un duro bombardeo, tras el cual el incompetente virrey Velasco capituló, atenazado por el miedo a una revuelta interna. Meses atrás había estallado la rebelión de un grupo de comerciantes y terratenientes, incitados por Inglaterra, que desde Vic intentaron levantar Catalunya en favor del archiduque. Pero que no contaron con la complicidad del Consell de Cent. Como ha explicado Ricardo García Cárcel, 6.000 personas salieron de Barcelona tras la toma austracista. El partido felipista, donde hay que ubicar ciudades como Cervera, Ripoll, Berga, Manlleu o Centelles, no era tan minoritario como se nos intenta hacer creer. La guerra de Sucesión fue también una guerra civil catalana.
En definitiva, Barcelona fue sitiada varias veces y de forma igualmente cruenta tanto por los partidarios del archiduque Carlos como por las tropas de Felipe V. Terrorismo militar hubo en ambas partes, como ha estudiado el especialista en Lleida Oscar Uceda. Hay un hecho muy poco conocido que es la muerte del 117 president de la Generalitat, Francesc de Valls i Freixa. En septiembre de 1705, el asedio austracista lanzó unas 300 bombas sobre objetivos civiles y un proyectil cayó en el Palau de la Generalitat hiriendo mortalmente a Valls. O sea, antes que Lluís Companys, la guerra de Sucesión ya dejó un president mártir, cuya muerte y adscripción felipista ha sido silenciada por el nacionalismo para evitar preguntas incómodas que desafíen tanta propaganda.
Volviendo a Blas de Lezo, el desafortunado tuit de Ciurana y, sobre todo, la iniciativa política posterior supone un ridículo enorme para todos los barceloneses. El broche final de la visión maniquea con la que el Ayuntamiento ha propagado el Tricentenari desde el Born, al tiempo que subraya la ignorancia deliberada de la historia de España de los políticos nacionalistas. Una historia que, con episodios felices y otros trágicos, concierne también a los catalanes.

gente asi se echa de menos 300 años después, gente de principios y honor.....vergüenza de cuatro radicalies que usan cualquier treta para engañar al pueblo en beneficio  propio....joan Laporta no será el presidente del Barcelona ese político frustrado y juerguista

p.d. que nadie toque mi estatua eh¡¡¡