DECÁLOGO PARA LA CONSERVACIÓN DE BILLETES

DECÁLOGO PARA LA CONSERVACIÓN DE BILLETES

La conservación de nuestros billetes, siempre ha sido un tema que nos ha preocupado, ¿dónde y cómo guardarlos? ¿qué fundas utilizar? temperatura, humedad, medidas de seguridad, etc., han sido asuntos que nos han llevado un poco de cabeza a la mayoría, pues se trata de nuestro museo particular, lo mismo seria si tuviésemos tallas, óleos, grabados o libros, por lo tanto deberíamos ser consecuentes y mantener tal patrimonio en condiciones optimas.
Recuerdo en una ocasión, un gran coleccionista catalán, Joan Fabre, confeccionó un decálogo de la conservación, que me resultó interesante y lo guarde en su momento, espero que resulte de vuestro interés.

1º) ALBUM:
Las hojas transparentes para alojar los billetes no deben ser de PVC (aunque digan que están libres de plastificantes). Polipropileno, Mylar, celofán, etc. son materiales aptos para estar en contacto con el billete. En el supuesto de que parte de la colección esté suelta, se puede guardar en cajitas de esquinas agudas (evitar los cantos romos que pueden fastidiar los picos) pero con los billetes en posición vertical, como si de un antiguo fichero se tratase (incluso se pueden separar con cartulinas).

2º) RELIEVE:
La parte calcográfica, así como la tipografía de la numeración, debe mostrar todo su relieve. Se ha de evitar cualquier presión sobre los billetes, colocándolos en una posición que no pueda dañar su textura original. El apilado de álbumes es desaconsejable. Un álbum en posición vertical, como los libros en una biblioteca, es la forma correcta de guardarlo. Almacenar los billetes dentro de libros para que se mantengan planos es el peor favor que se puede hacer a un billete sin circular ya que se pierde gran parte del encanto inicial que tenía al salir de fábrica. El precioso sonido del llamado carteo, proviene de las tensiones que provoca el proceso calcográfico (protuberancias visibles) y de la calidad del papel.

3º) TEMPERATURA:
Buscar un rincón fresquito de la casa, lo más cerca posible de los 20º y evitar superar los 27º. Evitar un punto excesivamente cerca del techo ya que todo el calor se concentrará allí. Se pueden aceptar excesos siempre que no sea por periodos muy prolongados y que no se superen los 40º. La colección no puede estar en un armario por cuya pared circulen conductos internos de calefacción o el tiro de una chimenea. Las bajas temperaturas (siempre que sean en clima seco) admiten mayor margen de variación que el exceso de calor.

4º) HUMEDAD:
Es aconsejable mantenerla entre el 30% y el 50% HR. Hay que evitar la formación de hongos. Es un aspecto difícil de mantener especialmente en el litoral. La solución del gel de sílice, la bola seca que se vende en supermercados o el aparato deshumidificador es ideal. Si la habitación tiene aire acondicionado, la humedad se condensará en el evaporador del aparato i se irá por el tubo de drenaje con lo cual será más controlable. Se pueden encontrar en el mercado gran diversidad de higrómetros para medir la humedad relativa del aire. Los hay más precisos que otros pero con uno de nivel medio sería suficiente.

5º) AMBIENTE:
No se puede guardar la colección en lugares donde habitualmente se fume, se manejen disolventes a exista cualquier tipo de fuerte contaminación ambiental. Hay que intentar aislar la colección en habitaciones libres de humos, vapores y polvo. Si algún día se pinta en la sala o se barniza el mobiliario, deben retirase los billetes hacia otro lugar. Airear la colección de vez en cuando, en un dia seco y poco contaminado, hará que respiren los billetes. Es una sana costumbre que debería mantenerse.

6º) LUZ:
Una larga exposición a la luz solar (varios días) o a cualquier foco de luz que emita radiación ultravioleta puede debilitar los colores de algunos billetes en los que se utilizaron tintas de mala calidad (Guerra Civil, algunos de Alfonso XIII y todos los demás clásicos). La iluminación normal que pueda haber en una sala no los afecta en absoluto (aunque los billetes estén expuestos a ella largo tiempo)

7º) INSECTOS:
Hay que vigilar los temibles pececitos de plata (Lepisma saccharina). Su hábitat ideal coincide, en parte, con el que necesitan los billetes. Son insectos que evitan la luz, se reproducen bien entre los 22º y los 27º. Viven cerca de su fuente de alimento (el papel). Prefieren humedades altas de entre el 75% y el 97% HR (ahí es donde podemos fastidiarles si controlamos la humedad). Aunque los topillos no son insectos hay que vigilar en las zonals rurales. La afición de los roedores por el papel es bien conocida.

8º) AGUA:
Debe evitarse la proximidad de nuestros billetes a cualquier punto de agua que accidentalmente pueda mojarlos (reventón de tuberías, circuito de calefacción, etc.). Evitar también las zonas situadas a ras de suelo donde un escape de agua pudiese formar una pequeña inundación. No hay que olvidar que el escape de agua puede venir por el techo (goteras, un vecino que tiene problemas, etc.)

9º) FUEGO:
Lo ideal para intentar preservar los billetes del fuego sería guardarlos en un armario ignifugo. Los hay de muchos modelos y calidades pero totalmente desaconsejables para una economía familiar. Un armario metálico es mucho mejor que uno de madera pero pensemos que solamente protegería de un fuego de muy baja intensidad. El calor que emite un fuego funde los plásticos del álbum y malogra toda la colección. Poco se puede hacer contra el fuego. La mejor prevención que hay es evitar el manejo inadecuado de líquidos inflambles, gas y otros elementos potencialmente peligrosos. Tener un extintor sencillo (del los que venden para el coche) cerca del armario de los billetes es una buena medida.

10º) RATEROS:
Es el enemigo más letal para los billetes, En función del valor de la colección hay que minimizar riesgos y diversificar las zonas donde se guarda (habitaciones diferentes, en otra casa, en el banco, en cajas fuertes, etc.). Hay una precaución muy recomendable que es la de escanearlo todo y guardar un registro de los datos de compra (vendedor, fecha de adquisición, precio pagado, etc.). Servirá para que el Juzgado pueda devolver al propietario los billetes robados si algún día saliesen a la venta.

Muy buena información, Paquito   

Aunque lo mío sean los billetes locales (que no suelen estar SC precisamente) creo que son unos consejos muy valiosos para cualquier notafílico.

Paquito escribió:

Se ha de evitar cualquier presión sobre los billetes, colocándolos en una posición que no pueda dañar su textura original. El apilado de álbumes es desaconsejable. Un álbum en posición vertical, como los libros en una biblioteca, es la forma correcta de guardarlo.

Yo pensaba que era mejor colocar el álbum en posición horizontal para evitar que pudieran combarse las hojas y, por ende, los billetes. ¿Estoy equivocado?

De no estar equivocado, resulta que poniendo el álbum en vertical me arriesgo que se comben las hojas, y que al ponerlo en horizontal me arriesgo a que los billetes pierdan su textura original...

Por lo demás, no me ha quedado ninguna duda.

Otro tema merecedor de chincheta.

Me parece buen articulo, pero voy a realizar algunas matizaciones:

Paquito escribió:

1º) ALBUM:
Las hojas transparentes para alojar los billetes no deben ser de PVC (aunque digan que están libres de plastificantes). Polipropileno, Mylar, celofán, etc. son materiales aptos para estar en contacto con el billete. En el supuesto de que parte de la colección esté suelta, se puede guardar en cajitas de esquinas agudas (evitar los cantos romos que pueden fastidiar los picos) pero con los billetes en posición vertical, como si de un antiguo fichero se tratase (incluso se pueden separar con cartulinas).

La mala fama del PVC como se ha comprobado viene debido a que los plastificantes y ácidos que contenía para moldear el plástico dañaban el papel de los billetes, volviéndolo amarillo. Por lo tanto el PVC que indica que no contiene plastificantes o ácidos es seguro igualmente, al igual que otro plástico neutro. Prestigiosas marcas tienen fundas para la conservación de billetes de PVC, entre ellas leuchtturm y BCW. Me gustaría ademas añadir otros plásticos igualmente seguros como el PET (cuyo nombre comercial es Mylar entre otros) y el PEAD polietileno de alta densidad.

Paquito escribió:

2º) RELIEVE:
La parte calcográfica, así como la tipografía de la numeración, debe mostrar todo su relieve. Se ha de evitar cualquier presión sobre los billetes, colocándolos en una posición que no pueda dañar su textura original. El apilado de álbumes es desaconsejable. Un álbum en posición vertical, como los libros en una biblioteca, es la forma correcta de guardarlo. Almacenar los billetes dentro de libros para que se mantengan planos es el peor favor que se puede hacer a un billete sin circular ya que se pierde gran parte del encanto inicial que tenía al salir de fábrica. El precioso sonido del llamado carteo, proviene de las tensiones que provoca el proceso calcográfico (protuberancias visibles) y de la calidad del papel.

Esto es totalmente recomendable, aunque es complicado alterar el relieve con la presión normal de un álbum o de varios.

Paquito escribió:

3º) TEMPERATURA:
Buscar un rincón fresquito de la casa, lo más cerca posible de los 20º y evitar superar los 27º. Evitar un punto excesivamente cerca del techo ya que todo el calor se concentrará allí. Se pueden aceptar excesos siempre que no sea por periodos muy prolongados y que no se superen los 40º. La colección no puede estar en un armario por cuya pared circulen conductos internos de calefacción o el tiro de una chimenea. Las bajas temperaturas (siempre que sean en clima seco) admiten mayor margen de variación que el exceso de calor.

Mi solución fue la compra de una caja fuerte ignifiga que mantiene una temperatura constante dentro de ella, ademas de bolsitas de silice que cambio cada cierto tiempo.

Paquito escribió:

4º) HUMEDAD:
Es aconsejable mantenerla entre el 30% y el 50% HR. Hay que evitar la formación de hongos. Es un aspecto difícil de mantener especialmente en el litoral. La solución del gel de sílice, la bola seca que se vende en supermercados o el aparato deshumidificador es ideal. Si la habitación tiene aire acondicionado, la humedad se condensará en el evaporador del aparato i se irá por el tubo de drenaje con lo cual será más controlable. Se pueden encontrar en el mercado gran diversidad de higrómetros para medir la humedad relativa del aire. Los hay más precisos que otros pero con uno de nivel medio sería suficiente.

Como bien comenta el autor, el sílice para mi ha sido la mejor opción, es barato y no reacciona químicamente.

Paquito escribió:

5º) AMBIENTE:
No se puede guardar la colección en lugares donde habitualmente se fume, se manejen disolventes a exista cualquier tipo de fuerte contaminación ambiental. Hay que intentar aislar la colección en habitaciones libres de humos, vapores y polvo. Si algún día se pinta en la sala o se barniza el mobiliario, deben retirase los billetes hacia otro lugar. Airear la colección de vez en cuando, en un dia seco y poco contaminado, hará que respiren los billetes. Es una sana costumbre que debería mantenerse.

Es muy importante, ya que los billetes tienden a coger el olor del lugar, me ha pasado de comprar billetes que olían literalmente a humedad o a tabaco   

En lo de airear los billetes... No estoy de acuerdo, que beneficios aporta esto? El papel no necesita oxigeno y los billetes se pueden impregnar con contaminantes del aire. Todas las empresas de certificación encapsulan los billetes, cómics etc para aislarlos de contaminante exteriores. Este punto me parece mas una leyenda urbana.

Paquito escribió:

6º) LUZ:
Una larga exposición a la luz solar (varios días) o a cualquier foco de luz que emita radiación ultravioleta puede debilitar los colores de algunos billetes en los que se utilizaron tintas de mala calidad (Guerra Civil, algunos de Alfonso XIII y todos los demás clásicos). La iluminación normal que pueda haber en una sala no los afecta en absoluto (aunque los billetes estén expuestos a ella largo tiempo)

Yo creo que todo tipo de tintas son vulnerables a la luz solar, de mala calidad o no, ya que con el tiempo y la exposición (a luz solar) acaban un poco decolorados (lo comprobé con uno de 5 euros)

Paquito escribió:

7º) INSECTOS:
Hay que vigilar los temibles pececitos de plata (Lepisma saccharina). Su hábitat ideal coincide, en parte, con el que necesitan los billetes. Son insectos que evitan la luz, se reproducen bien entre los 22º y los 27º. Viven cerca de su fuente de alimento (el papel). Prefieren humedades altas de entre el 75% y el 97% HR (ahí es donde podemos fastidiarles si controlamos la humedad). Aunque los topillos no son insectos hay que vigilar en las zonals rurales. La afición de los roedores por el papel es bien conocida.

Los insectos son un peligro, aunque en general en las ciudades no son un problema y los billetes suelen estar seguros dentro de los plásticos de las fundas y álbumes donde no puede acceder.

Paquito escribió:

8º) AGUA:
Debe evitarse la proximidad de nuestros billetes a cualquier punto de agua que accidentalmente pueda mojarlos (reventón de tuberías, circuito de calefacción, etc.). Evitar también las zonas situadas a ras de suelo donde un escape de agua pudiese formar una pequeña inundación. No hay que olvidar que el escape de agua puede venir por el techo (goteras, un vecino que tiene problemas, etc.)

Cuanto mas altos estén, mejor y menos riesgos.

Paquito escribió:

9º) FUEGO:
Lo ideal para intentar preservar los billetes del fuego sería guardarlos en un armario ignifugo. Los hay de muchos modelos y calidades pero totalmente desaconsejables para una economía familiar. Un armario metálico es mucho mejor que uno de madera pero pensemos que solamente protegería de un fuego de muy baja intensidad. El calor que emite un fuego funde los plásticos del álbum y malogra toda la colección. Poco se puede hacer contra el fuego. La mejor prevención que hay es evitar el manejo inadecuado de líquidos inflambles, gas y otros elementos potencialmente peligrosos. Tener un extintor sencillo (del los que venden para el coche) cerca del armario de los billetes es una buena medida.

Como he comentado mas arriba, para mi la solución vino de la comprar de una caja fuerte ignífuga bastante grande con resistencia al fuego de 2 horas, también es recomendable poner los billetes lejos de enchufes y cualquier aparato conectado a la corriente.

Paquito escribió:

10º) RATEROS:
Es el enemigo más letal para los billetes, En función del valor de la colección hay que minimizar riesgos y diversificar las zonas donde se guarda (habitaciones diferentes, en otra casa, en el banco, en cajas fuertes, etc.). Hay una precaución muy recomendable que es la de escanearlo todo y guardar un registro de los datos de compra (vendedor, fecha de adquisición, precio pagado, etc.). Servirá para que el Juzgado pueda devolver al propietario los billetes robados si algún día saliesen a la venta.

Este es un tema delicado, ya que para alguna gente (como yo) no me haría ninguna gracia tener que poner mis billetes en un banco por miedo al robo, ya que si los quiero disfrutar o contemplar tendría que ir al banco y pedir la llave para poder verlos. Lo mejor es la discreción, no comentar a todo el mundo que coleccionas billetes y en general ponerlos en un lugar seguro de la casa. Lo de las fotos es indispensable para luego en caso de robo poder denunciar y con suerte recuperar algunos.

*Añadiria un ultimo punto que seria la ACIDEZ:

Algunos billetes, por el lugar donde han estado antes de llegar a nuestras manos o las condiciones de almacenajes, malos papeles usados en su elaboración etc, puede presentar acidez en el papel. La acidez en el papel es la desintegración de las cadenas moleculares del papel, generando incluso que el billete se pueda llegar a deshacer con el tiempo. En general en la notafilia no tenemos ese problema, ya que la acidez se encuentra presente en papelees de pulpa de madera de mala calidad, en los usados para los billetes la mayoría son de algodón y lino y no presentan este problema. Solo hay que echar un vistazo a cualquier libro posterior a 1960 para ver manchitas marrones en el papel, esto es la acidez.

Si bien la acidez no viene de serie en casi ningún billete, debido a su composición de alta calidad, factores externos como la circulación y los contaminantes que se le pueden adherir durante su vida útil, pueden hacer que este proceso se de. Por ejemplo un billete que hemos comprado circulado en el que la mugre que tiene por el mero echo de estar muy circulado puede atacar al papel en el futuro. Existen tratamientos de desacidificacion del papel, pero seria solo razonable para billetes de gran valor que presenten este problema.



Saludos

Pedbargal escribió:

Paquito escribió:

Se ha de evitar cualquier presión sobre los billetes, colocándolos en una posición que no pueda dañar su textura original. El apilado de álbumes es desaconsejable. Un álbum en posición vertical, como los libros en una biblioteca, es la forma correcta de guardarlo.

Yo pensaba que era mejor colocar el álbum en posición horizontal para evitar que pudieran combarse las hojas y, por ende, los billetes. ¿Estoy equivocado?

De no estar equivocado, resulta que poniendo el álbum en vertical me arriesgo que se comben las hojas, y que al ponerlo en horizontal me arriesgo a que los billetes pierdan su textura original...

Por lo demás, no me ha quedado ninguna duda.

Otro tema merecedor de chincheta.

Quizás alguno de estos mensajes pueda resultar un tanto apocalitico.

Lo de la colocación de los billetes en el álbum en vertical, va destinado a evitar que se degrade la calcografía que es la parte más importante del billete. La calcográfica es una maravilla que se debe respetar. Es lo que marca la diferencia de impresión entre un cromo y un billete.

En un taco, los billetes encajan unos con otros por su relieve calcográfico y por las tensiones clónicas del papel que han formado la textura propia de una impresión reciente. Incluso se podría decir que se pegan. El contacto entre billete es aconsejable cuando están ordenados y en su propio fajo. Están hermanados; encajan como si fuesen machihembrados. Una vez desmontado el fajo es más difícil conservar la textura original. Es por ello que la mejor posición para guardar el álbum es la vertical. El diseño del álbum ya lo prevé así con sus numerosas fijaciones laterales para sujetar el peso descentrado de la hoja. Las bolsas de los billetes están termo- soldadas con tope inferior para que el billete no se mueva y la fuerza de la gravedad lo encaje en su bolsa. Si saliese un billete hay el peligro de producir pliegues indeseados (los vendedores conocen bien este tema)

Un saludo.

Gracias por los consejos, paquito. Lo de ordenar los billetes en vertical me recuerda a mi etapa de coleccionista de sellos

Paquito escribió:

Pedbargal escribió:

Paquito escribió:

Se ha de evitar cualquier presión sobre los billetes, colocándolos en una posición que no pueda dañar su textura original. El apilado de álbumes es desaconsejable. Un álbum en posición vertical, como los libros en una biblioteca, es la forma correcta de guardarlo.

Yo pensaba que era mejor colocar el álbum en posición horizontal para evitar que pudieran combarse las hojas y, por ende, los billetes. ¿Estoy equivocado?

De no estar equivocado, resulta que poniendo el álbum en vertical me arriesgo que se comben las hojas, y que al ponerlo en horizontal me arriesgo a que los billetes pierdan su textura original...

Por lo demás, no me ha quedado ninguna duda.

Otro tema merecedor de chincheta.

Quizás alguno de estos mensajes pueda resultar un tanto apocalitico.

Lo de la colocación de los billetes en el álbum en vertical, va destinado a evitar que se degrade la calcografía que es la parte más importante del billete. La calcográfica es una maravilla que se debe respetar. Es lo que marca la diferencia de impresión entre un cromo y un billete.

En un taco, los billetes encajan unos con otros por su relieve calcográfico y por las tensiones clónicas del papel que han formado la textura propia de una impresión reciente. Incluso se podría decir que se pegan. El contacto entre billete es aconsejable cuando están ordenados y en su propio fajo. Están hermanados; encajan como si fuesen machihembrados. Una vez desmontado el fajo es más difícil conservar la textura original. Es por ello que la mejor posición para guardar el álbum es la vertical. El diseño del álbum ya lo prevé así con sus numerosas fijaciones laterales para sujetar el peso descentrado de la hoja. Las bolsas de los billetes están termo- soldadas con tope inferior para que el billete no se mueva y la fuerza de la gravedad lo encaje en su bolsa. Si saliese un billete hay el peligro de producir pliegues indeseados (los vendedores conocen bien este tema)

Un saludo.

Hola paquito estoy completamente deacuerdo contigo en que la calcografía es la parte mas importante del billete, para mi ese es uno de los grandes problemas de encapsularlo, a mi personalmente me quitas el placer de oler el billete , y de pasar los dedos por la calcografía. Y para eso prefiero un cromo.

Un saludo

Paquito escribió:

Pedbargal escribió:

Paquito escribió:

Se ha de evitar cualquier presión sobre los billetes, colocándolos en una posición que no pueda dañar su textura original. El apilado de álbumes es desaconsejable. Un álbum en posición vertical, como los libros en una biblioteca, es la forma correcta de guardarlo.

Yo pensaba que era mejor colocar el álbum en posición horizontal para evitar que pudieran combarse las hojas y, por ende, los billetes. ¿Estoy equivocado?

De no estar equivocado, resulta que poniendo el álbum en vertical me arriesgo que se comben las hojas, y que al ponerlo en horizontal me arriesgo a que los billetes pierdan su textura original...

Por lo demás, no me ha quedado ninguna duda.

Otro tema merecedor de chincheta.

Quizás alguno de estos mensajes pueda resultar un tanto apocalitico.

Lo de la colocación de los billetes en el álbum en vertical, va destinado a evitar que se degrade la calcografía que es la parte más importante del billete. La calcográfica es una maravilla que se debe respetar. Es lo que marca la diferencia de impresión entre un cromo y un billete.

En un taco, los billetes encajan unos con otros por su relieve calcográfico y por las tensiones clónicas del papel que han formado la textura propia de una impresión reciente. Incluso se podría decir que se pegan. El contacto entre billete es aconsejable cuando están ordenados y en su propio fajo. Están hermanados; encajan como si fuesen machihembrados. Una vez desmontado el fajo es más difícil conservar la textura original. Es por ello que la mejor posición para guardar el álbum es la vertical. El diseño del álbum ya lo prevé así con sus numerosas fijaciones laterales para sujetar el peso descentrado de la hoja. Las bolsas de los billetes están termo- soldadas con tope inferior para que el billete no se mueva y la fuerza de la gravedad lo encaje en su bolsa. Si saliese un billete hay el peligro de producir pliegues indeseados (los vendedores conocen bien este tema)

Un saludo.

Entendido. Entonces voy a ir buscando sitio en la estantería. Muchas gracias, Paquito!  

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Hola paquito  estoy completamente  deacuerdo contigo en que la calcografía es la parte mas importante del billete, para mi ese es uno de los grandes problemas  de encapsularlo,  a mi personalmente me quitas el placer de oler el billete , y de pasar los dedos por la calcografía. Y para eso prefiero un cromo.

Un saludo[/quote]

Hola Junior.

El encapsulado tiene esa pega, aunque siempre queda la posibilidad de retirarlo de la funda.
Particularmente soy de los que piensan que los billetes son para verlos, los toco cuando los compro y luego van de cabeza a su funda, no me gusta manosearlos, pues como bien sabes, el sudor y la grasa estan presente en nuestra piel.
Dentro de la capsula el billete queda a salvo de cualquier accidente de manipulación y al estar envasado al vacio mantiene intactas sus cualidades igual que el primer dia en que fue encapsulado.
Entiendo tu postura, pero es cuestión de gustos.
Un saludo.

*Añadiria un ultimo punto que seria la ACIDEZ:

Algunos billetes, por el lugar donde han estado antes de llegar a nuestras manos o las condiciones de almacenajes, malos papeles usados en su elaboración etc, puede presentar acidez en el papel. La acidez en el papel es la desintegración de las cadenas moleculares del papel, generando incluso que el billete se pueda llegar a deshacer con el tiempo. En general en la notafilia no tenemos ese problema, ya que la acidez se encuentra presente en papelees de pulpa de madera de mala calidad, en los usados para los billetes la mayoría son de algodón y lino y no presentan este problema. Solo hay que echar un vistazo a cualquier libro posterior a 1960 para ver manchitas marrones en el papel, esto es la acidez.

Si bien la acidez no viene de serie en casi ningún billete, debido a su composición de alta calidad, factores externos como la circulación y los contaminantes que se le pueden adherir durante su vida útil, pueden hacer que este proceso se de. Por ejemplo un billete que hemos comprado circulado en el que la mugre que tiene por el mero echo de estar muy circulado puede atacar al papel en el futuro. Existen tratamientos de desacidificacion del papel, pero seria solo razonable para billetes de gran valor que presenten este problema.



Saludos[/quote]

Interesantes aportaciones.
Lo de airearlo casi que coincido contigo, pero respecto al tema del acidez tengo mis discrepancias, pues tenía entendido que este proviene de las fundas PVC.

Las hojas amarillentas que muestras, parecen más signos de humedad.

En primer lugar, hay que tener en cuenta que el agua se encuentra presente en el propio billete, entre un 3 y un 5%. Incluso, en algunos casos, puede llegar a contenidos del 7% en peso.

El PVC es un polímero que libera compuestos de cloro que reaccionan con el agua para formar ácidos que terminan debilitando las tintas de impresión y degradando la calidad del papel.  Por tanto, ya tenemos los ingredientes para iniciar un pequeño desastre. Si a ello le sumamos una temperatura ambiente y humedad relativa altas, la formación de ácidos que inciden directamente sobre el billete, está prácticamente asegurada.

En un ambiente ácido, las tintas son las primeras en ser atacadas y pierden intensidad de color. Además, el papel, que no puede resistir un pH bajo, pierde consistencia y se debilita de forma irremediable.

Un saludo.

Interesante decálogo.

Y que hay acerca de como maniobrar los billetes? Es decir, la mejor manera de tocarlos?
Para colocarlos en sus fundas, en el album, etc.

Para las monedas tenemos guantes, pinzas especiales y para los billetes que es lo recomendable?

neutral escribió:

Interesante decálogo.

Y que hay acerca de como maniobrar los billetes? Es decir, la mejor manera de tocarlos?
Para colocarlos en sus fundas, en el album, etc.

Para las monedas tenemos guantes, pinzas especiales y para los billetes que es lo recomendable?

Particularmente no utilizo nada, me aseguro de tener la manos bien limpias y secas antes de cogerlos.
El peligro quizás, lo podemos encontrar cuando los metemos o sacamos de las fundas o albumes, en dañar alguna punta o provocarle alguna doblez, pero si se hace con sumo cuidado y paciencia el riesgo es minimo.

Magnificos consejos Paquito. Gracias por compartirlos.   

Paquito escribió:

Interesantes aportaciones.
Lo de airearlo casi que coincido contigo, pero respecto al tema del acidez tengo mis discrepancias, pues tenía entendido que este proviene de las fundas PVC.

Las hojas amarillentas que muestras, parecen más signos de humedad.

En primer lugar, hay que tener en cuenta que el agua se encuentra presente en el propio billete, entre un 3 y un 5%. Incluso, en algunos casos, puede llegar a contenidos del 7% en peso.

El PVC es un polímero que libera compuestos de cloro que reaccionan con el agua para formar ácidos que terminan debilitando las tintas de impresión y degradando la calidad del papel.  Por tanto, ya tenemos los ingredientes para iniciar un pequeño desastre. Si a ello le sumamos una temperatura ambiente y humedad relativa altas, la formación de ácidos que inciden directamente sobre el billete, está prácticamente asegurada.

En un ambiente ácido, las tintas son las primeras en ser atacadas y pierden intensidad de color. Además, el papel, que no puede resistir un pH bajo, pierde consistencia y se debilita de forma irremediable.

Un saludo.

El tema de la acidez ya lo estuvimos tratando a fondo Alv_23 y yo hace un tiempo. No se si el PVC puede producir acidez, supongo que sera como comentas, pero la acidez esta presente ya de por si en el papel industrial, te dejo un texto:

Citación :

Principal causa de degradación del patrimonio bibliográfico: la acidez del papel.


Se ha llegado a calificar la acidez del papel como el “cáncer” del patrimonio bibliográfico
y documental. Factores ambientales como la contaminación, la temperatura y la
humedad inadecuadas, los hongos o los insectos contribuyen al deterioro del papel pero
el principal problema, la acidez, reside en su propia composición. La acidez presente en
el papel actúa rompiendo las fibras de celulosa, haciéndolo quebradizo y frágil. Se
considera que la acidez es responsable del 85-90% de la destrucción de libros y
documentos.

A principios del siglo XVIII, la industrialización de la fabricación del papel permitió su
fabricación masiva, facilitando la difusión de la cultura. Sin embargo, la calidad y
resistencia de todo ese papel disminuyó notablemente.

Fue entonces cuando se generalizó en el proceso de fabricación del papel a partir de
fibras de celulosa procedentes de la madera añadiendo a la suspensión agentes
encolantes, como la colofonia y cargas como el sulfato de aluminio. La colofonia
proporcionaba cohesión a las fibras entre sí y el sulfato de aluminio mejoraba la
consistencia del papel. Pero el sulfato de aluminio en la suspensión acuosa forma ácido
sulfúrico, que no se elimina totalmente en la etapa final de secado, por lo que el papel
queda ácido.

Estos dos aspectos constituyen la raíz del problema: la acidez ataca a las fibras de
celulosa fragmentándolas y disminuyendo la resistencia del papel. Además, las fibras
procedentes de la madera resisten peor el ataque del ácido que las extraídas del lino y
algodón, utilizadas anteriormente.

Como ya dije anteriormente en los billetes no suele ser un problema aunque hay algunos que hay que vigilar por si debido a papeles comunes (de pulpa de madera) normalmente, emisiones de mala calidad, o bien por contaminantes externos presentan este problema.

La acidez, en ocasiones se suele confundir con la humedad, pero si ampliamos, veremos que no es humedad u hongos:

Paquito escribió:

neutral escribió:

Interesante decálogo.

Y que hay acerca de como maniobrar los billetes? Es decir, la mejor manera de tocarlos?
Para colocarlos en sus fundas, en el album, etc.

Para las monedas tenemos guantes, pinzas especiales y para los billetes que es lo recomendable?

Particularmente no utilizo nada, me aseguro de tener la manos bien limpias y secas antes de cogerlos.
El peligro quizás, lo podemos encontrar cuando los metemos o sacamos de las fundas o albumes, en dañar alguna punta o provocarle alguna doblez, pero si se hace con sumo cuidado y paciencia el riesgo es minimo.

Mi opinión en este punto es la misma, no he encontrado ningún método para manipular los billetes correctamente si no es con las manos descubiertas, los guantes restan sensibilidad a la mano y se puede ejercer demasiada presión sobre el billetes sin darnos cuenta, ademas para meter un billete dentro de un holder con unos guantes, por finos que sean es casi imposible.

Lo mejor manos limpias antes de manipularlos y manipularlos lo mínimo posible.

Saludos

Hola paquito  estoy completamente  deacuerdo contigo en que la calcografía es la parte mas importante del billete, para mi ese es uno de los grandes problemas  de encapsularlo,  a mi personalmente me quitas el placer de oler el billete , y de pasar los dedos por la calcografía. Y para eso prefiero un cromo.

Un saludo[/quote]

Hola Junior.

El encapsulado tiene esa pega, aunque siempre queda la posibilidad de retirarlo de la funda.
Particularmente soy de los que piensan que los billetes son para verlos, los toco cuando los compro y luego van de cabeza a su funda, no me gusta manosearlos, pues como bien sabes, el sudor y la grasa estan presente en nuestra piel.
Dentro de la capsula el billete queda a salvo de cualquier accidente de manipulación y al estar envasado al vacio mantiene intactas sus cualidades igual que el primer dia en que fue encapsulado.
Entiendo tu postura, pero es cuestión de gustos.
Un saludo.[/quote]

Si el problema para mi vendría al yo comprar, yo antes de comprar un billete , lo miro en varias posiciones, lo toco y me lo acerco un poco para ver si huele algún producto, por lo que si voy a comprar un billete y no se me permite sacarlo para hacerlo ( evidentemente ya que la persona que vende no querría perder ese extra)
entonces lo tengo que compra casi a ciegas ¿fiandome de las personas o empresas que hallan gradado ese billete? Yo me fío de mi para valorar un billete, precisamente tu , como dices los tocas cuando los compras... ¿pero no poder tocarlos nisiquiera cuando los compras? Tu has comentado que es una cuestión de gustos , yo sinceramente lo veo cuestión de confianza.Ya que imagino que todo el que manda sus billetes a PMG por ejemplo pensara que allí están los mejores especialistas para gradar su billete y tienen confianza plena en esa empresa, luego dan un color alterado como prueba de color y claro nos hace plantearnos hasta que punto son especialistas en billetes Españoles si algo así lo pasan por alto, quizás algo mas se les escape. Nose es un tema bastante complicado ademas tanto tu como yo somos vendedores, me gustaría saber la opinión del coleccionista que no vende su punto de vista.Pronto haré una encuesta en Facebook y te comentare los resultados. Un saludo

Yo estoy de acuerdo con F.C pero hay que tener en cuenta que existen vendedores que no te dejan tocar ciertos billetes de valor por temor a que el comprador los pueda estropear involuntariamente con la consiguientes merma en su valor. Hay que poner los 5 sentidos (olfato incluido) si bien quizás dependerá de cada billete y su valor.

Buff si yo fuera vendedor y tuviera que dejar tocar y manosear ciertos billetes creo que me lo pensaria, sobre todo en ciertos grados.

Saludos

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Si el problema para mi vendría al yo comprar, yo antes de comprar un billete , lo miro en varias  posiciones, lo toco y me lo acerco un poco para ver si huele algún producto, por lo que si voy a comprar un billete y no se me permite sacarlo para hacerlo ( evidentemente ya que  la persona que vende no querría perder ese extra)
entonces lo tengo que compra casi a ciegas ¿fiandome  de las personas o empresas que hallan gradado ese billete? Yo me fío de mi para valorar un billete, precisamente tu , como dices los tocas cuando los compras... ¿pero no poder tocarlos nisiquiera cuando los compras? Tu has comentado que es una cuestión de gustos , yo sinceramente lo veo cuestión de confianza.Ya que imagino que todo el que manda sus billetes  a PMG por ejemplo  pensara que allí están los mejores especialistas para gradar su billete y tienen confianza plena en esa empresa, luego dan un  color alterado como prueba de color y claro nos hace plantearnos hasta que punto son especialistas en billetes Españoles si algo así lo pasan por alto, quizás algo mas se les escape. Nose es un tema  bastante  complicado ademas tanto tu como yo somos vendedores, me gustaría saber la opinión del coleccionista que no vende su punto de vista.Pronto  haré una encuesta en Facebook y te comentare los resultados. Un saludo

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Los billetes certificados tienen sus ventajas y por supuesto, sus inconvenientes, como muy bien has detallado.

¿Qué ventajas nos puede aportar comprar o vender billetes certificados?:

A ) Comprar un billete que no ha sido manoseado por cientos de pujadores que pueden dejar todo tipo de pequeñas marcas, picos doblados y la grasa de sus dedos.

B ) Saber que no habrá discusión sobre el tema de la gradación. No sería posible la desagradable sorpresa que a veces hemos tenido al recibir un billete ganado en subasta.

C ) Poder vender nuestros billetes, o parte de la colección, debidamente certificada (estoy pensando en mercados internacionales ya que aquí estamos en pañales). Ello evitaría que la calidad la pusiera el intermediario que siempre tenderá a bajarla (lo mismo que la sube cuando vende él)

D ) Saber que en todo momento, durante el tiempo que dure la transacción, el billete estará perfectamente protegido en una funda inerte de material semi-rígido

Es evidente que los puntos anteriores son directamente aplicables a billetes mundiales de cierta categoría (quizás de más de 50€) comprados por Internet o en subastas de salas no ubicadas en España (aunque, tímidamente, ya se han visto alguna certificación en catálogos de subastas españolas)

Me gustaría dejar claro que aunque lo que nos está saliendo pueda parecer de otra galaxia, comienza a ser el pan nuestro de cada día en el mundo de la notafilia internacional. Los que debemos dar un salto hacia arriba somos nosotros para intentar acercarnos a los que ya nos llevan años de ventaja. Veamos los siguientes conceptos:

1º Estados Unidos está en la cabeza del pelotón en cuanto a notafilia. Por tanto creo que sus opiniones deberían tomarse en cuenta. Se subastan billetes de miles, decenas de miles de euros. Obviamente, los compradores necesitan una certificación (encima se la requiere el seguro)
2º La escala de Sheldon no pretende sustituir a la de los 10 adjetivos modernos que he sacado en la tabla de equivalencias Sheldon-Adjetivos. Sheldon aplicó una escala para su colección que le permitió, a base de pasarse la vida tomando datos, establecer una tabla que ahora se ha vuelto indispensable para certificar calidades.
3º En el mundo coloquial de la notafilia no es necesario utilizar el nivel de precisión que se debe alcanzar cuando se compra con certificación de calidad incluida. Nuestro léxico tradicional ya nos sirve cuando queremos clasificar nuestros billetes. Otra cosa sería que, poco a poco, fuesen entrando en el tema las casas de subastas.
4º Las empresas de certificación de calidad utilizan la escala Sheldon desde 1948 ya que les resulta útil. Mayoritariamente es muy conocida en Estados Unidos y Reino Unido pero también se utiliza para certificar para todos los países del mundo.
5º Un billete certificado (garantizado) queda termosellado en una funda inerte semi-rígida (no súper flexible ni rígida), transparente y sin defectos hasta que llega al comprador. La etiqueta identificativa, con código de barras, está en un segundo alojamiento, con sellado inviolable, integrada en el conjunto pero sin tocar al billete.
6º Nuestro sistema (plancha, SC+, SC, SC-, EBC, MBC, etc.) podrá gustarnos todo lo que queramos pero no lo entiende nadie (tampoco el sistema Francés, Alemán, Italiano, Japonés, Portugués, etc.) y es difícilmente homologable. Nos vale para estar por casa y creo que así seguirá por muchos años (...o quizás no tantos).

Para que veamos la Torre de Babel que significa intentar crear unas equivalencias de adjetivación válidas para cada país, he copiado una tabla que intenta reunir conceptos. Debe notarse que para realizar un imposible encaje de bolillos los autores han trabajado con solo siete adjetivos universales (de los diez existentes)



España sale bastante mal parada ya que no supieron entender la palabra plancha y colocaron la otra que les sonaba mejor: “lujo”. Además metieron en el mismo grupo a los SC y los EBC. También se puede ver a Los Países Bajos que con su FDC añaden confusión a la tabla. He omitido la explicación de cada grupo de acrónimos ya que ayuda muy poco a interpretar el tema.

Finalmente, remarcar que hay una nota explicativa, que no he copiado, para los diez adjetivos que, desde hace años, se utilizan en Inglaterra y USA. Hay también una explicación adicional para que según se vea el billete se puede optar por colocar un signo +/-. Concluye la nota con la advertencia de que debemos contar como mínimo con 30 gradaciones resultantes.

Para los que todavía puedan dudar de la bondad de las empresas certificadoras de calidad, les voy a poner un ejemplo más:

Supongamos que queremos comprar un billete San Isidoro sin circular. Visitamos al vendedor en el mercadillo, en la tienda o en la convención. Nos ofrece dos o tres hojas de su álbum para que podamos elegir (todos en plancha dice él). Lo primero que nos sorprende es ver que el precio no es el mismo para todos los billetes. El vendedor lo justifica diciendo que hay ligeras diferencias. Pueden ser de varios tipos desde un descentrado de imagen importante, arrugas de calandrado (visibles en el papel), marcas de uñas, pequeñas manchas o un aspecto general algo ajado (incluso el imperceptible y suave doblez central). Todos son SC pero si tu elección es para el mejor billete deberás pagarlo más alto. Involuntariamente ya se han marcado diversas gradaciones virtuales para una misma categoría SC.

Otro ejemplo (real como la vida misma): Vas a ver los billetes de una subasta. Te gusta una pareja de billetes sin circular que presentan una calidad impresionante. Pujas fuerte para llevártelos. Ganas las pujas, pagas tu pareja y descubres con horror que ya no es el mismo producto que viste días antes. Hay marcas de uñas, un doblez en un pico y tinta de rotulador en un margen. Te quedas sin tu parejita ya que la casa de subastas, que es de prestigio, acepta la devolución… ¡Ha fracasado la venta y la compra!

Los dos ejemplos anteriores no son posibles cuando se compran billetes perfectamente clasificados y debidamente protegidos. Está claro que nos faltan años por delante pero creo que todo llegará y evitaremos dos cosas:

-Que algunos pujadores chapuceros escapen al cerco de la vigilancia y puedan sobar impunemente billetes de alto valor (incluso de varios miles de euros)
-Que una valoración de calidad se deba hacer aprisa y corriendo para llenar el catálogo de la próxima subasta sin posibilidad de establecer una descripción de deméritos mucho más precisa.

Quedaría por meternos en el tema de los billetes restaurados (la mayoría reparados; que no es lo mismo) para descubrir que, actualmente, aceptamos con normalidad una clasificación que no es posible. Ninguna empresa de certificación aceptaría meter en el mismo cesto un MBC restaurado que uno sin restaurar. Ello nos lleva a multiplicar por dos el número de gradaciones inferiores ya que se parte de la calidad aparente del billete (la que presenta después de la restauración) calificando, además, el nivel de restauración que ha recibido.

Un saludo

Amén Paquito

Si el problema para mi vendría al yo comprar, yo antes de comprar un billete , lo miro en varias  posiciones, lo toco y me lo acerco un poco para ver si huele algún producto, por lo que si voy a comprar un billete y no se me permite sacarlo para hacerlo ( evidentemente ya que  la persona que vende no querría perder ese extra)
entonces lo tengo que compra casi a ciegas ¿fiandome  de las personas o empresas que hallan gradado ese billete? Yo me fío de mi para valorar un billete, precisamente tu , como dices los tocas cuando los compras... ¿pero no poder tocarlos nisiquiera cuando los compras? Tu has comentado que es una cuestión de gustos , yo sinceramente lo veo cuestión de confianza.Ya que imagino que todo el que manda sus billetes  a PMG por ejemplo  pensara que allí están los mejores especialistas para gradar su billete y tienen confianza plena en esa empresa, luego dan un  color alterado como prueba de color y claro nos hace plantearnos hasta que punto son especialistas en billetes Españoles si algo así lo pasan por alto, quizás algo mas se les escape. Nose es un tema  bastante  complicado ademas tanto tu como yo somos vendedores, me gustaría saber la opinión del coleccionista que no vende su punto de vista.Pronto  haré una encuesta en Facebook y te comentare los resultados. Un saludo

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Los billetes certificados tienen sus ventajas y por supuesto, sus inconvenientes, como muy bien has detallado.

¿Qué ventajas nos puede aportar comprar o vender billetes certificados?:

A ) Comprar un billete que no ha sido manoseado por cientos de pujadores que pueden dejar todo tipo de pequeñas marcas, picos doblados y la grasa de sus dedos.

B ) Saber que no habrá discusión sobre el tema de la gradación. No sería posible la desagradable sorpresa que a veces hemos tenido al recibir un billete ganado en subasta.

C ) Poder vender nuestros billetes, o parte de la colección, debidamente certificada (estoy pensando en mercados internacionales ya que aquí estamos en pañales). Ello evitaría que la calidad la pusiera el intermediario que siempre tenderá a bajarla (lo mismo que la sube cuando vende él)

D ) Saber que en todo momento, durante el tiempo que dure la transacción, el billete estará perfectamente protegido en una funda inerte de material semi-rígido

Es evidente que los puntos anteriores son directamente aplicables a billetes mundiales de cierta categoría (quizás de más de 50€) comprados por Internet o en subastas de salas no ubicadas en España (aunque, tímidamente, ya se han visto alguna certificación en catálogos de subastas españolas)

Me gustaría dejar claro que aunque lo que nos está saliendo pueda parecer de otra galaxia, comienza a ser el pan nuestro de cada día en el mundo de la notafilia internacional. Los que debemos dar un salto hacia arriba somos nosotros para intentar acercarnos a los que ya nos llevan años de ventaja. Veamos los siguientes conceptos:

1º Estados Unidos está en la cabeza del pelotón en cuanto a notafilia. Por tanto creo que sus opiniones deberían tomarse en cuenta. Se subastan billetes de miles, decenas de miles de euros. Obviamente, los compradores necesitan una certificación (encima se la requiere el seguro)
2º La escala de Sheldon no pretende sustituir a la de los 10 adjetivos modernos que he sacado en la tabla de equivalencias Sheldon-Adjetivos. Sheldon aplicó una escala para su colección que le permitió, a base de pasarse la vida tomando datos, establecer una tabla que ahora se ha vuelto indispensable para certificar calidades.
3º En el mundo coloquial de la notafilia no es necesario utilizar el nivel de precisión que se debe alcanzar cuando se compra con certificación de calidad incluida. Nuestro léxico tradicional ya nos sirve cuando queremos clasificar nuestros billetes. Otra cosa sería que, poco a poco, fuesen entrando en el tema las casas de subastas.
4º Las empresas de certificación de calidad utilizan la escala Sheldon desde 1948 ya que les resulta útil. Mayoritariamente es muy conocida en Estados Unidos y Reino Unido pero también se utiliza para certificar para todos los países del mundo.
5º Un billete certificado (garantizado) queda termosellado en una funda inerte semi-rígida (no súper flexible ni rígida), transparente y sin defectos hasta que llega al comprador. La etiqueta identificativa, con código de barras, está en un segundo alojamiento, con sellado inviolable, integrada en el conjunto pero sin tocar al billete.
6º Nuestro sistema (plancha, SC+, SC, SC-, EBC, MBC, etc.) podrá gustarnos todo lo que queramos pero no lo entiende nadie (tampoco el sistema Francés, Alemán, Italiano, Japonés, Portugués, etc.) y es difícilmente homologable. Nos vale para estar por casa y creo que así seguirá por muchos años (...o quizás no tantos).

Para que veamos la Torre de Babel que significa intentar crear unas equivalencias de adjetivación válidas para cada país, he copiado una tabla que intenta reunir conceptos. Debe notarse que para realizar un imposible encaje de bolillos los autores han trabajado con solo siete adjetivos universales (de los diez existentes)



España sale bastante mal parada ya que no supieron entender la palabra plancha y colocaron la otra que les sonaba mejor: “lujo”. Además metieron en el mismo grupo a los SC y los EBC. También se puede ver a Los Países Bajos que con su FDC añaden confusión a la tabla. He omitido la explicación de cada grupo de acrónimos ya que ayuda muy poco a interpretar el tema.

Finalmente, remarcar que hay una nota explicativa, que no he copiado, para los diez adjetivos que, desde hace años, se utilizan en Inglaterra y USA. Hay también una explicación adicional para que según se vea el billete se puede optar por colocar un signo +/-. Concluye la nota con la advertencia de que debemos contar como mínimo con 30 gradaciones resultantes.

Para los que todavía puedan dudar de la bondad de las empresas certificadoras de calidad, les voy a poner un ejemplo más:

Supongamos que queremos comprar un billete San Isidoro sin circular. Visitamos al vendedor en el mercadillo, en la tienda o en la convención. Nos ofrece dos o tres hojas de su álbum para que podamos elegir (todos en plancha dice él). Lo primero que nos sorprende es ver que el precio no es el mismo para todos los billetes. El vendedor lo justifica diciendo que hay ligeras diferencias. Pueden ser de varios tipos desde un descentrado de imagen importante, arrugas de calandrado (visibles en el papel), marcas de uñas, pequeñas manchas o un aspecto general algo ajado (incluso el imperceptible y suave doblez central). Todos son SC pero si tu elección es para el mejor billete deberás pagarlo más alto. Involuntariamente ya se han marcado diversas gradaciones virtuales para una misma categoría SC.

Otro ejemplo (real como la vida misma): Vas a ver los billetes de una subasta. Te gusta una pareja de billetes sin circular que presentan una calidad impresionante. Pujas fuerte para llevártelos. Ganas las pujas, pagas tu pareja y descubres con horror que ya no es el mismo producto que viste días antes. Hay marcas de uñas, un doblez en un pico y tinta de rotulador en un margen. Te quedas sin tu parejita ya que la casa de subastas, que es de prestigio, acepta la devolución… ¡Ha fracasado la venta y la compra!

Los dos ejemplos anteriores no son posibles cuando se compran billetes perfectamente clasificados y debidamente protegidos. Está claro que nos faltan años por delante pero creo que todo llegará y evitaremos dos cosas:

-Que algunos pujadores chapuceros escapen al cerco de la vigilancia y puedan sobar impunemente billetes de alto valor (incluso de varios miles de euros)
-Que una valoración de calidad se deba hacer aprisa y corriendo para llenar el catálogo de la próxima subasta sin posibilidad de establecer una descripción de deméritos mucho más precisa.

Quedaría por meternos en el tema de los billetes restaurados (la mayoría reparados; que no es lo mismo) para descubrir que, actualmente, aceptamos con normalidad una clasificación que no es posible. Ninguna empresa de certificación aceptaría meter en el mismo cesto un MBC restaurado que uno sin restaurar. Ello nos lleva a multiplicar por dos el número de gradaciones inferiores ya que se parte de la calidad aparente del billete (la que presenta después de la restauración) calificando, además, el nivel de restauración que ha recibido.

Un saludo





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Si , no te quito razón, pero te repito que es un problema de confianza, igual que no me fío de las conservaciones que pone ninguna casa de subastas ( por eso me gusta ir a verlos antes de comprar ninguna pieza), tampoco me fío de un billete que yo no puedo tocar, no dudo que sean muy buenos, pero creo que gran parte del placer de disfrutar la pureza del billete se pierde , por lo que para eso prefiero un cromo.
por lo que te repito que el caso del Ramon y Cajal en prueba de color (color alterado) , no es algo que pase desapercibido , mi primo de 12 años y un ipad en cuestión de 20 minutos podría averiguar lo que es por eso me pregunto como tales expertos pueden tener un fallo así.
Podemos pensar que todo el mundo se equivoca y puede pasar, pero en mi opinión una empresa compuesta por cientos de expertos que gana dinero con la confianza que la gente pone sobre ellos no se puede permitir un error tan grande.
Un saludo

Por ahora un claro 6-0 según el coleccionista.
Un saludo


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Lo de certificar es para colecciones de cierto nivel yo creo, y tiene su mercado, yo lo veo muy bien, para el que decide hacerlo,personalmente no lo haría pero por dinero, lo necesito para comprarme los billetes, no me puedo permitir gastarlo en certificarlos , aunque si adquiriese algún ejemplar bastante valioso, a lo mejor lo haría.

En los niveles que me muevo con pocos ejemplares de más de 100 euros, no merece la pena creo yo, la verdad que en España no se ven muchas certificados a la venta, pero si en otros países ocurre, como Estados Unidos, el certificado irá ganando terreno en España con el tiempo, yo lo conocí gracias al foro

Salud

Exactamente es un problema de confianza.
Por cierto Junior, esa estadística que has montado en el facebook,  me parece que no inspira mucha confianza.  .
Un saludo.

Paquito escribió:

Por cierto Junior, esa estadística que has montado en el facebook,  me parece que no inspira mucha confianza.  .
Un saludo.

¿Por qué? Desde un prisma material, ofrece dos respuestas, con posibilidad de argumentar mediante un comentario. Desde el prisma subjetivo, votan coleccionistas - más o menos duchos, pero coleccionistas.

Así pues, no veo el problema. De hecho, me parece un buen indicativo sobre el particular del encapsulado.

En todo caso, tal y como ya expuse en la mencionada encuesta, para mí un billete encapsulado pierde su magia. Si bien es cierto que la confianza que ofrece comprar un billete encapsulado y gradado por empresas como PMG en EEUU o ICG en España es elevada - así como también lo es que sube su cotización -, como coleccionista prefiero comprar billetes no encapsulados y disfrutarlos en mi colección del mismo modo. No creo que el disfrute de un billete haya de limitarse a mirarlo, sino que ha de alcanzar al tacto y al olfato - con moderación, claro está.

Al fin y al cabo, cada uno tiene una forma de coleccionar y de disfrutar su colección.

F.C. (junior) Cuquerella. escribió:

Por ahora un claro 6-0  según el coleccionista.
Un saludo


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Los billetes no están encapsulados para siempre, los puedes sacar cuando quieras, no están plastificados... En internet te aseguras la mayoría de las veces que la calidad que compras es la que obtienes. Hay que ser un poco mas modernos y no tirar siempre de lo antiguo, los billetes encapsulados tienen el único inconveniente de que no los puedes manosear. Esta bien tocar y oler un billete, pero si se hace durante 20 años ese billete inevitablemente va a perder grado, por muy limpias que se tengan las manos.

La encuesta esta para mi no tiene ningún tipo de validez, porque se pregunta a un determinado tipo de coleccionista, en españa el encapsulado no esta muy extendido, mucha gente no lo conoce bien. Hay una prueba mucho mas fácil, pon a la venta dos billetes idénticos, uno gradado y otro no, a ver cual alcanza mayor precio. Los billetes encapsulados están bastante mas cotizados y te aseguras su conservación y calidad. Quizás a vosotros os moleste depender de una empresa externa para dar un grado a algunas piezas, pero para el comprador son todo ventajas. A algunos vendedores no les interesa la venta de billetes certificados porque así perderían dinero, al vender billetes al grados mas altos de los que realmente están, sin comentar manipulaciones o defectos.

En resumen, argumentas que no quieres cromos, manoseando continuamente a largo plazo ese billete va a perder calidad, si o si.

También hablas de confianza, bien, creo que la gente dará mas confianza a la opinión de un experto independiente que al grado que le de un vendedor con el que puede ganar mas o menos dinero. Los vendedores la mayoría de las veces también vivís de la confianza, la confianza de que un billete anunciado a MBC sea realmente un MBC y no un MBC-, sin que nadie mas que el propio interesado en venderlo te asegure su grado.

Saludos