Sin palabras...
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http://terraeantiqvae.com/group/patrimonioarqueolgico/forum/topics/restos-arqueologicos-andaluces-se-usaron-para-el-relleno-de-gibra#.UhyQPtLTqSrEl espeleólogo Jorge Luis Romo, ex administrador de una empresa que se dedicaba a llevar piedra al Peñón, denuncia que se han expoliado yacimientos datados desde 7.000 años antes de Cristo hasta la época árabe. Recuerda que los trabajos se alargaban hasta la madrugada y los camiones salían a las 3:00 horas para llegar a la Verja a primera hora.
Era el encargado de llamar cada mañana a los camiones para que los conductores le transmitieran el pesaje en toneladas de la carga al salir de la cantera de áridos situada en un paraje de la localidad de Casares (Málaga), cercano a Manilva: el Karst de la Utrera. Jorge Luis Romo Villalba preparaba las facturas y todo lo relacionado con el paso de la aduana para que no hubiera retrasos.Y lo hacía como administrador de una empresa de movimientos de tierra que entre 2006 y 2008 vendió a otra en Gibraltar material procedente de ese punto geográfico. Es más, tuvo conocimiento del trasiego de vehículos pesados en ese punto incluso a las 2:00 y las 3:00 horas de la madrugada, para garantizarse que los elementos de construcción estaban en la Verja a las 7:00 horas.
La compradora era una sociedad española, Bruesa SA, que creó, según explica Romo Villalba a LA RAZÓN, una filial en el Peñón. Las facturas que éste elaboraba eran «de exportación». ¿Qué significa ese concepto? «Iban sin IVA», asevera, es decir, «estaban libres de impuestos». Aunque se declarara en la tasa de sociedades, podían finalmente deducirse. «Es un gran negocio. En los últimos meses la facturación fue impresionante», apunta.
Se muestra convencido de que con el material que se extrajo del Karst se realizaron rellenos en la cara poniente de la Roca, así como en el nuevo espigón que ejecuta el Gobierno de Fabian Picardo. «Sólo hay que comparar –apunta– el increíble agujero que se ha comido a la sierra de la Utrera con la montaña de rellenos en Gibraltar, sin que nadie haya hecho nada para impedirlo», lamenta.
La cantera malagueña funciona desde la década de los 60, pero la actividad de vaciado, legal, «ha sido desproporcionada», a su juicio, en los últimos años en buena medida por los pedidos gibraltareños.
Romo Villalba lo tiene claro: «Es una aberración que estemos destrozando un paraje natural tan bello como el Karst de la Utrera para que los gibraltareños nos roben espacio en nuestras aguas, rellenando el mar con restos arqueológicos andaluces. Que se hagan el inmenso agujero los llanitos en el Peñón», lanza.
Es miembro de la Asociación Andaluza de Exploraciones Subterráneas (AAES) y de la Sociedad Española de Espeleología y Ciencias del Karst (Sedeck), organizaciones que pelean desde hace años para proteger una zona que, explica, «guarda excelentes valores ambientales que se manifiestan por la presencia de hábitats exclusivos y prioritarios para la Comunidad Europea y en la que vive una fauna incluida en la Directiva de Hábitats». Cuenta, entre otras riquezas, con 52 cavidades y 14 yacimientos arqueológicos, que van desde un periodo de 7.000 años a.C. hasta la época árabe.
Uno de ellos, datado del Neolítico inferior, fue hallado en 1975 en la denominada cueva del Gran Duque. Hoy está «expoliado», denuncia. A ello hay que sumar el descubrimiento de 2005 de otro yacimiento con pinturas rupestres y la existencia en el Canuto de la Utrera de «una calzada romana que lo recorre de este a oste y que se va a llevar por delante la cantera».
El espeleólogo manifiesta indignado que están destruyendo «el patrimonio público de la comunidad» y se pregunta, tras recordar las cuevas que ha arrasado la maquinaria pesada: «¿Habrán rellenado Gibraltar con restos arqueológicos de los primeros pobladores de Andalucía, con pinturas rupestres, por ejemplo?».
Pese a las numerosas reclamaciones llevadas a cabo por las sociedades a las que pertenece y por distintos grupos ecologistas, el tráfico de piedras y otros elementos de esta cantera de Casares hacia Gibraltar no cesa. Siempre mecido por las mismas manos. Es más, Romo Villalba asevera que, pese al clima de tensión causado por las autoridades del Peñón tras el arrojo de bloques de hormigón al mar que ha provocado que se centre en ese punto la atención mediática, estos transportes de áridos se han realizando hasta que España ha prohibido su entrada en el Peñón. «Entraba un camión cada dos o tres minutos. En una jornada laboral normal, de ocho de la mañana a dos de la tarde, ¿cuántos pueden llegar a entrar y qué cantidad de dinero se genera?», desliza. Pide que se ponga freno a «un desastre que nunca debimos consentir».
Asimismo, el experto –en línea con la opinión de grupos ecologistas– pone el foco en el hecho de que una empresa hispano-gibraltareña fabricase los bloques de hormigón arrojados por Gibraltar al mar. A su juicio, la colaboración es clave porque en el mapa gibraltareño no existe ninguna fábrica de hormigón ni de cemento ni de material de hierro para poder construirlos.
Protestas en la red
En la plataforma de internet change.org se puede encontrar una petición dirigida a los consejeros de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente y de Cultura y Deporte del Gobierno andaluz, Luis Planas y Luciano Alonso, respectivamente, para «salvar el Karst de la Utrera». Fue creada por Romo Villalba y al cierre de esta edición contaba ya con 1.385 firmas de apoyo. ¿La reacción del Ejecutivo? El silencio.