Joe todabia me duele la barriga de tanto reirme que brutos son estos del Jueves
«Hijo, tú naciste cuando papá puso una semillita en la barriga de mamá, y la empujó bien fuerte con su polla»
Os presentamos la guía definitiva para encontrar el regalo adecuado en el Día del Padre
- ¡Te quiero, papá! ¡Que pases un feliz Día del Padre!
- Ay, hijo, cuánto te falta por aprender. “Feliz” y “padre” siempre son conceptos contradictorios.
Hoy es el Día del Padre, una fiesta que muchos se niegan a celebrar alegando que es un montaje del consumismo. Y es verdad, pero también la Navidad es una invención del cristianismo y a ningún ateo se le ocurriría ir a trabajar ese día. La figura paterna es controvertida. Algunos lo ven como el santo varón que les trajo al mundo a partir de su simiente, y otros lo ven como el cabrón que se folló a sus madres. Pero aunque tu progenitor celebre con más efusividad el cumpleaños de la II República que el día de tu nacimiento, y aunque quiso llamarte Stalin, Lenin, o Muertealcapitalismo Pérez García, espera que reconozcas su labor paternal con un pequeño desliz consumista. Por eso hoy os presentamos una pequeña guía para obsequiarle como es debido. El hombre que os explicó que los niños nacen cuando “papá pone una semillita en la barriga de mamá y la empuja bien adentro con la punta de su polla” merece eso y mucho más.
Colonia. Existe una ley no escrita válida para todos los hombres que dice “nunca debes comprarte una colonia tú mismo”. Siempre debe regalársela su esposa, su madre o, en este caso, su hijo. Pero hay que ir con cuidado. Regalarle una fragancia cuyo olor recuerde vagamente al de una fruta sería una ofensa mayor a su sexualidad que obsequiarle con unos DVDs de "Anatomía de Grey" y un bote extragrande de helado de cheesecake. Cuando escojáis de una colonia para vuestro padre, recordad que debe oler como el meado rancio de un perro viejo y callejero. Un padre nunca usa una colonia para parecer sofisticado, sino para marcar su territorio a 50 kilómetros a la redonda. El pestazo debe ser tan hediondo para que tú te lo pienses dos veces antes de ir a su casa para gorronear unos tuppers de comida.
Porno. Iker Jiménez ha hablado largo y tendido de las caras de Bélmez y las apariciones marianas. Pero no ha dedicado ni un minuto al mayor misterio paranormal de España: ¿quién compra las películas porno que aún sobreviven en los quiscos? La verdad os va a doler: se trata de vuestro padre. Regaladle una suscripción a Pornotube, y le haréis el hombre más feliz del mundo. Vale, es verdad que esa web es de acceso gratuito, pero él no lo sabe porque probablemente aún tiene un correo yahoo.es y se cree que “el internete ese de los cojones” es solo una moda pasajera. El problema es que cuando descubra el porno actual os inquisirá con preguntas incómodas como “qué es esa boquita que tienen las mujeres de ahora entre las piernas” y vosotros deberéis explicarle los hallazgos de esa revolución conocida como “depilación integral”.
Corbata. Joder, regalar una corbata el Día del Padre. Eso sí que es un clásico, y no un partido entre el Barça y el Real Madrid. Aunque hay que admitir que es uno de los regalos más absurdos de la historia. Pensad que vuestro padre tiene una barriga cervecera patrocinada por Mahou y una cabeza tan pelada que se podría usar como bola de adivinación (aunque el único futuro que podría predecir es: “en unos años estarás tan calvo como yo”). A su edad, ya ha renunciado a su atractivo físico. Es un hombre libre. Puede entregarse sin temor al sueño húmedo de cualquier sujeto del género masculino: ir todo el día en chándal. Una corbata no la necesita para nada. Vuestro amoroso gesto filial puede acabar en una situación desagradable como la siguiente:
-¡Feliz día del padre, papá! ¡Abre el regalito!
-Vaya, otra corbata. Mejor póntela tú, hijo, a ver si así encuentras trabajo y te largas de casa de una puta vez.
http://www.eljueves.es/2013/03/19/hijo_naciste_cuando_papa_puso_una_semillita_barriga_mama_empujo_bien_fuerte_con_polla.html