El
manuscrito Voynich es un misterioso
libro ilustrado, de contenidos desconocidos, escrito hace unos 500 años por un autor anónimo en un
alfabeto no identificado y un
idioma incomprensible, el denominado
voynichés.
A lo largo de su existencia constatada, el manuscrito ha sido objeto de intensos estudios por numerosos criptógrafos profesionales y aficionados, incluyendo destacados especialistas
estadounidenses y
británicos en descifrados de la
Segunda Guerra Mundial. Ninguno consiguió descifrar una sola palabra. Esta sucesión de fracasos ha convertido al manuscrito en el
Santo Grial de la
criptografía histórica, pero a la vez ha alimentado la teoría de que el libro no es más que un elaborado engaño, una secuencia de símbolos al azar sin sentido alguno.
Sin embargo, el que cumpla la
ley de Zipf, que viene a decir que en todas las lenguas conocidas la longitud de las palabras es inversamente proporcional a su frecuencia de aparición (cuantas más veces aparece una palabra en un idioma, más corta es), hace pensar que se trata no sólo de un texto redactado en un lenguaje concreto, sino también que este lenguaje está basado en alguna lengua natural, ya que lenguajes artificiales como los élficos de Tolkien o el Klingon de Star Trek no cumplen esta regla. Esto es debido a que la explicación a esta ley se basa en la economía lingüística: las palabras que más utilizamos son más cortas y así requieren menos energía, por ello es el uso de una lengua el que acaba por imponer esta ley. Es prácticamente imposible que el autor del manuscrito Voynich conociera la ley de Zipf, enunciada muchos siglos después, y por tanto que la aplicase a una lengua inventada por él.
El nombre del manuscrito se debe al especialista en libros antiguos
Wilfrid M. Voynich, quien lo adquirió en
1912. Actualmente está catalogado como el ítem MS 408 en la
Biblioteca Beinecke de libros raros y manuscritos de la
Universidad de Yale.
Fuente:
http://es.wikipedia.org/wiki/Manuscrito_Voynich