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| | Exposición de monedas para el "Mejor ensayo" | |
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+7REVERSO12 Ric ELCUAZ DRINFEAL 10 pfennig Joseju INSULARVM 11 participantes | Autor | Mensaje |
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Concurso Invitado
| Tema: Exposición de monedas para el "Mejor ensayo" Miér 25 Feb 2009, 8:46 pm | |
| Aquí podréis mostrar vuestras monedas, acompañadas de su estudio pertinente, mediante análisis históricos, numismáticos, arqueológicos, etc. A fin de no saturar el hilo, anversos y reversos de monedas deberán estar en una misma imagen. Este hilo abrirá el 8 de abril. ️ |
| | | INSULARVM PRAEFECTVS PRAETORIO
Cantidad de envíos : 5452 Edad : 34 Localización : Plvs Vltra • Actividad : 6976 Fecha de inscripción : 09/01/2011
| Tema: Re: Exposición de monedas para el "Mejor ensayo" Lun 08 Abr 2024, 5:11 pm | |
| Hola a tod@s los foreros. Parece que voy a tener el honor de aperturar el concurso y voy a hacerlo con una pieza de pecio, como todos ya saben que me gusta, pero con unas particularidades adicionales... Felipe IV, 8 Reales. 1650 O. Potosí. Resello “P” coronada. Valor 7 ½ Reales. PCGS VF DETAILS Hoy voy a presentar otra de esas monedas que en el pasado no sabía apreciar como corresponde, pero que, con el paso del tiempo, acabas por comprender su contexto y valorar su singular belleza. Se trata de 8 Reales acuñados en la ceca de Potosí a nombre del Rey Felipe IV en el año 1650, como consecuencia del famoso “ Escándalo” que sacudió a la principal ceca de América del Sur y del que ya hablaremos más adelante. Vinculado al mismo, vemos que porta un resello en el reverso, que fija su valor en 7 ½ Reales y que también detallaremos más abajo. Datos de la pieza:Nominal: 8 Reales Año: Entre los años 1649 y 1651 de acuerdo a la inicial del ensayador pero que, de acuerdo al libro “Castillos y Leones en las Macuquinas de América”, del autor Gregorio Cortés, la tipología de los castillos y los leones del anverso, unidos a los adornos que vemos alrededor de la marca de la ceca, en el reverso, corresponden con la emisión del año 1650. No obstante, esta pieza sería resellada posteriormente, entre 1651 y 1652. Ceca: Potosí (Letra “P” a la izquierda del escudo; en el anverso) Peso: 26,24 gr (aprox.) Diámetro: 38 milímetros (aprox.) Canto: Liso e irregular (“Cob”, “Cabo de barra”). Forma: Redonda e irregular Metal: Plata de 930.555 milésimas Tipo de acuñación: A martillo. Estado de conservación: PCGS VF DETAILS “SALTWATER DAMAGE”. En el anverso, podemos ver las armas del escudo parcialmente visibles, pero bien marcadas y sin el escusón portugués. Tanto la corona como las leyendas que rodean el escudo casi no son apreciables, impidiendo identificarlas adecuadamente. La marca de la ceca es visible a la izquierda del escudo, así como la inicial del ensayador, pero no el valor nominal que, en esta emisión, se muestra en números arábigos, a la derecha del escudo. Leves marquitas en el campo, pero sin arañazos ni golpes. Vanos de acuñación que afectan a los detalles centrales y una grieta entre las 15 y las 16 h. Se aprecian evidentes signos de corrosión marina. El reverso, presenta una apariencia similar, con los cuarteles centrales bien definidos aunque con mejor detalle en los leones que en los castillos, así como la Cruz de Jerusalén y los círculos que la bordean. Las leyendas no son visibles en esta cara. Resello estampado entre el primer y el segundo cuartel consistente en una “P” coronada dentro de dos círculos. Pequeñas marquitas repartidas por la superficie de forma homogénea y una grieta a las 17 horas. Sin golpes. Vanos de acuñación que afectan a los detalles, además de evidente corrosión marina. El canto, liso e irregular, no muestra desperfectos reseñables más allá del cercenado o el limado típico para extraer pequeños trozos o polvo de plata, una práctica muy habitual en aquella época. A nivel general, se trata de una pieza acuñada a martillo bastante completa, con buena parte de los elementos relevantes a la vista, algo muy valorable en este tipo de acuñaciones. Su forma irregular le da una apariencia propia e irrepetible, donde no hay dos monedas iguales. Bella pátina oscura y marrón en ambas caras, con vanos propios de una acuñación imperfecta que afectan a las leyendas y a parte de la iconografía de la pieza. Las oxidaciones marinas nos hacen sospechar en que esta pieza pudo haber sido extraída de un pecio, del cual ya han salido buena parte de las monedas con características similares. Variantes: Existen fundamentalmente dos emisiones para el año 1650. La primera consistiría en el propio 1650 integrado en la leyenda del reverso, de la forma en la que ya estamos acostumbrados. Además, es necesario señalar que, para dicho año también existe otra emisión que incluye la inicial del ensayador por duplicado en el anverso, al igual que sucedería en el año siguiente, 1651. Esta última no puede ser verificada al encontrarse hipotéticamente la segunda inicial del ensayador justo debajo del valor nominado “8”, a la derecha del escudo, en el anverso, al no estar visible en el ejemplar que nos ocupa. Finalmente, debemos tener en cuenta que, para las últimas emisiones de este tipo, es decir, las comprendidas entre los años 1650 y 1652, existen a su vez 3 variantes en el número “5” de la fecha. Primeramente, el “español”, es decir, aquel con el trazo superior más grueso y la barriga redondeada, pero que finaliza con el trazo final casi recto. El segundo, conocido como “local”, es similar al anterior, pero con un trazado más fino y la barriga termina en pico, para luego caer como un rayo. Finalmente, el “moderno”, con un diseño similar al que tenemos hoy (“5”). Como en este ejemplar la fecha no se encuentra visible, nuevamente, no podemos determinar cuál de las tres variantes estaría presente en este caso. Tirada: Este ensayador estaría presente en estas acuñaciones entre los años 1649 y 1651 por lo que, de acuerdo a los trabajos de nuestro amigo Glenn Murray, sabemos que para los 8 Reales acuñados en 1649 se acuñaron 4.283.134 unidades (ensayadores “Z” y “O”), para 1650 se estiman en 3.221.486 monedas y, para 1651, unas 2.925.488 piezas (ensayadores “O” y “E”). Resello: En el reverso podemos ver, entre los dos cuarteles superiores, un resello con forma de “P” coronada, dentro de un círculo y con una orla de puntos exterior. Sabemos que fue realizado durante la “Gran Transición” que experimentaría esta ceca entre los años 1649 y 1652 tras el “Gran Escándalo” aunque PCGS ha delimitado un poco más esta horquilla temporal, fijándola entre 1651 y 1652, de acuerdo a la etiqueta que encabeza el holder que la contiene. El resello se realizaría sobre las monedas de mayor módulo, fundamentalmente sobre los 8 Reales, pero también sobre los 4 Reales y no se empleó un único tipo de resello. A día de hoy se tiene constancia del uso de las letras F, G, L, O, S,T y Z, además de la ya mencionada letra “P”, todas ellas coronadas, incluyendo alguna que otra marca adicional, como es el caso de una corona (sin letra) dentro del círculo que, a su vez, presenta dos variantes. Sobre ésta última, podemos encontrar una corona con la parte superior cerrada y otra abierta, ambas dentro de un círculo rodeada de puntos. También existe otra marca que incluye, dentro del mismo, el monograma del propio soberano, Felipe IV. A todo esto es necesario señalar que se han documentado y clasificado hasta 27 variantes de estos resellos. El objetivo no era otro que el de identificar aquellas monedas que el ensayador Juan Rodríguez de Rodas había fabricado con entre 5 y 6 granos de fino menos de lo que correspondía por lo que, para evitar el coste oneroso para la Hacienda Real, tras lo sucedido anteriormente en Potosí, se procedió a marcarlas con estos resellos para establecer su valor nominal en 7 ½ Reales, en lugar de los 8 Reales que rezaba su facial. A estas monedas reselladas en tales circunstancias se les conoció con el sobrenombre de “rodasas”, término que se siguió utilizando posteriormente entre los habitantes de esta región para referirse a monedas “falsas” o “de mala ley”. Pecio: Aunque PCGS o la propia casa de subastas no hacen referencia expresa a que esta moneda proceda de un pecio, la realidad es que ha sido certificada como “SALTWATER DAMAGE” por lo que hay una referencia expresa a que estuvo en contacto prolongado con el agua del mar, algo que corroboran las oxidaciones marinas que vemos en ambas caras. Afortunadamente para nosotros, todas estas “rodasas” que parecen haber sido rescatadas del mar tienen un origen común, el pecio del “Jesús María de la Limpia Concepción”, conocido como “La Capitana”, hundido en octubre de 1654 frente a las costas de Chanduy, en lo que hoy es Ecuador. Se tiene constancia que el barco llevaba una carga sobredimensionada, alimentada por las riquezas no declaradas, factores que pudieron afectar en el momento del hundimiento. Se sabe que en su interior iban monedas correspondientes al “Gran Escándalo” (“rochunas”) y monedas reselladas en los años siguientes, como la que aquí se muestra (“rodasas”), además de otros valores emitidos entre 1649 y 1654. El descubrimiento del pecio lo realizaría la compañía “Sub-American Discoveries, Inc”, en noviembre de 1996. Pedigree: Ex Heritage Auction (Lote #64229, Subasta #232308, 23/02/2023) Referencias bibliográficas: "KM-C19.4" y "AyCal ( #1486-1489, tipo 327)” Rareza: Rara (“R”), dadas las circunstancias que afectaron a estas emisiones durante un momento especialmente reseñable no sólo a nivel de las finanzas del Imperio y el prestigio internacional de su moneda, sino también a nivel numismático. Ensayador: Juan Rodríguez de Rodas (1649-1651) aunque, primeramente, se había designado a Rodríguez de Caminos (sigla “O” con un punto en el centro), y su ayudante Antonio Ovando (“O”), ambos destituidos de su puesto por corrupción. Reinado: Felipe IV (1621-1665) “El Rey Planeta” Dinastía: Casa de Austria Leyendas:Anv.: “ PHILIPPVS + IIII + D + G + HISPANIARVM” [LEYENDAS CASI NO VISIBLES] alrededor de una orla de puntos que guarda una representación del escudo coronado con todas las armas que componían España en aquel momento. A la izquierda del mismo, letra “ .P.” en alusión a la ceca de Potosí con un punto encima y otro debajo. Bajo la misma, la inicial del ensayador, “ O” con un punto en el centro de la vocal y debajo de ella. Finalmente y, a la derecha, valor nominal en caracteres arábigos, “ .8.” con puntos arriba y debajo del mismo. Como este último dato no está visible, no es posible determinar si el valor nominal se encuentra sólo o, si debajo del mismo hay, a su vez, nuevamente, la inicial del ensayador en idéntica disposición que lo señalado a la izquierda del escudo. Leyenda muy parcial sólo en el último cuartel del primer cuadro, a la izquierda. Rev.: “ + ET INDIARVM REX ANO 1650” [LEYENDAS NO VISIBLES] alrededor de una orla de puntos que guarda la representación de la Cruz de Jerusalén con dos castillos y dos leones acuartelados y, a su vez, dentro de una figura geométrica de ocho lóbulos de doble trazado. Sobre los dos cuarteles superiores, se aprecia un resello consistente en una letra “ P” coronada dentro de un círculo, a su vez, rodeado por una orla de puntos para reducir su valor nominal a 7 ½ Reales. Apunte histórico: Hacia el año 1641, el principal responsable de la ceca de Potosí, Francisco Gómez de la Rocha, se valió de una red de contactos y compra de voluntades entre los estamentos más altos del Virreinato y la propia ceca para comenzar a labrar monedas de plata con una ley inferior a la que debían tener de acuerdo a las Ordenanzas y embolsarse así, unos cuantiosos “ingresos extra”. Como no podía ser de otra forma, la llegada de la Flota del Tesoro a las provincias americanas supuso el detonante de esta trama corrupta, pues las emisiones eran de tal magnitud, que una importantísima remesa de estas monedas embarcó como parte del Tesoro Real y llegaron a los puertos peninsulares en 1648. Los abundantes gastos de la Corona y el Imperio habían acumulado a lo largo de los años grandes deudas a favor de prestamistas italianos y otras familias influyentes en Europa. Llegados a este punto, sería un grupo de comerciantes de Marsella los que descubrieron que aquellas monedas con un facial de “8 Reales”, realmente, tenían un fino que correspondía a “6 Reales”, es decir, dos menos de lo que se supone que debía valer la moneda. La noticia y las quejas se extendieron por Europa como la pólvora y esto suponía la pérdida de confianza en la principal divisa internacional. Pronto llegaría a los oídos del propio soberano español, Felipe IV, que no acogió de buena gana aquel intento de engaño ya que, en definitiva, se trataba de un intento de fraude contra el Tesoro Real e, incluso, contra el propio monarca. De esta forma, Felipe IV ordenaría la recogida y fundición de todas las monedas “febles” y la acuñación de una nueva moneda con una simbología diferente a la anterior, para que no hubiera duda sobre su pureza y prestigio. Por lo tanto, se decidió enviar a Francisco de Nestares Marín, una persona de máxima confianza de la Corona, para imponer el más severo castigo a aquellos que estaban involucrados en la fabricación de “mala moneda” y que ya suponía un montante de unos 472.000 pesos. Nestares Marín llegaría a Potosí en diciembre de 1648 y mostró al Virrey del Perú una pequeña muestra de las piezas de mala ley que habían sido examinadas en Madrid por los propios ensayadores reales Andrés de Perera y Pedro de Arce. Curiosamente, unos años antes, en 1644, ya constaba documentación relacionada con una inspección realizada en la ceca y que detectó ciertas “irregularidades”, pero que no se tomó en consideración y no se aplicó medida alguna. Con ello, se le aplicaría a Francisco Gómez de la Rocha la pena del garrote y, al ensayador de la ceca, Ramírez de Arellano, la horca, procediéndose además a incautar sus bienes para minimizar el impacto en las arcas reales. Los bienes de Gómez se valoraron en unos 365.000 Pesos, por lo que la pérdida para la Hacienda Real terminaría siendo de en torno a los 107.000. Nestares Marín realizaría una investigación adicional en la ceca y examinó el circulante de los tres ensayadores que trabajaron allí durante el periodo de tiempo afectado, detectando un “feble” que iba desde el 6,25% en el caso de Ovando, un 25% para las de Elgueta y un terrorífico 62,5% para las emisiones durante el periodo de Ramírez de Arellano. Esto puso de manifiesto el alcance real de la trama y como ésta había ido a más con el transcurso de los años y la aparente impunidad del fraude. Se decidió rebajar el valor en 1/2, 2 y 4 Reales respectivamente para las piezas de valor facial de 8 reales, aplicando una proporción similar para las de 4 Reales. Las emitidas por los dos primeros ensayadores siguieron circulando, una vez aplicado un resello que diera fe de su nuevo valor, en cambio, los del último ensayador se retiraron para ser refundidos dada la importantísima merma en la pureza del metal. Sin embargo, eliminar todo ese circulante de golpe produciría un perjuicio de difícil reparación, pues se generaría un problema de falta de circulante en la región, por lo que se decidió recoger y fundir todas esas monedas, pero mientras circularían devaluadas, pasando los 8 Reales a valer 6 y los 4 Reales a valer 3. A esta “mala moneda” se la conocería con el sobrenombre de “rochunas” en referencia al apellido del artífice de la trama. Hasta 1650 no logró encarrilarse la mencionada solución cuando, además, llegaría desde Madrid un nuevo ensayador que comenzaría de inmediato a acuñar nueva moneda y cuyo nombre era Juan Rodríguez de Rodas. Las prisas por dar salida a toda esa plata, evitar un problema local y recuperar el prestigio internacional quizás fueron la causa de un nuevo problema en las acuñaciones, pues no se midió adecuadamente el fino de las monedas, quedando todas ellas con 5 ó 6 granos menos de lo que se supone que debían tener. Así se generó un nuevo problema para la Hacienda Real, pero que, a priori, no podía comprarse ni de lejos con la casuística anterior y permitieron su circulación de forma provisional aplicando un resello distintivo, como el que se muestra en el ejemplar que ilustra esta ficha, para reducir su valor nominal de 8 a 7 ½ Reales. A estas monedas, la gente empezaría a llamarlas como “rodasas”, en honor al nuevo ensayador. Para todas estas operaciones de devaluación monetaria se establecieron las famosas “Cajas Reales”, que se ubicaban junto a los edificios administrativos principales en los grandes núcleos de población y, de forma improvisada, en aquellas ciudades o pueblos más pequeños. Estas “Cajas Reales” estamparían un resello que serviría para establecer el nuevo valor señalado, como se aprecia en este ejemplar. Como el daño al prestigio de la moneda española ya estaba hecho, se decidió acuñar una nueva moneda cambiando totalmente la simbología respecto a las emisiones anteriores, incluyendo las ya célebres Columnas de Hércules coronadas y de pie sobre un mar de olas, simbología que quedaría unida de forma permanente a nuestro país de una manera u otra. Este cambio quedaría plasmado en la Real Cédula del 17 de febrero de 1651 y pretendía eliminar todo el circulante anterior para evitar confusiones en el futuro, estableciendo la mencionada nueva temática, así como la actualización de las penas a aquellos que cometieran falsificación o fraude. Se establecería un plazo inicial de 8 meses para la retirada de las “rochunas”, pero que se terminaría modificando dadas las dimensiones de toda aquella masa monetaria, estableciendo en unos 10 millones de Pesos las necesidades de circulante para aquel extenso territorio. La necesidad de fundir toda esa plata de menor ley propiciaría la apertura de una nueva ceca, la de Lima, además de la recogida forzosa de la moneda “feble” de Potosí en las cecas peninsulares de Madrid, Segovia, Sevilla y Toledo, donde las piezas emitidas con fecha de 1651, muy probablemente, se acuñaran con la plata de esas monedas “rochunas”. No obstante y para dar cobertura a los posibles perjuicios ocasionados en toda la geografía peninsular, se reactivaron las viejas cecas de Burgos, Cuenca, Granada, Pamplona, Valladolid y Zaragoza, las cueles apenas tenían volumen o, incluso, llevaban un tiempo cerradas o sin actividad. Todas estas emisiones consistían en los valores de 4 y 8 Reales, con una acuñación de menor calidad en su diseño, además de un aspecto algo “tosco” para lograr alcanzar el objetivo en el menor tiempo posible. Sin embargo, también es necesario señalar que las ceca de Burgos emitió también el valor de 2 Reales, así como la de Zaragoza, que también haría lo propio con los valores de 2 Reales y 1 Real, aunque entendemos que en cantidades significativamente inferiores. Para el caso de esta última ceca, acabaría acuñando los cuatro módulos, también, al año siguiente. Todo este caos llegaría finalmente a su fin con la Real Orden del 18 de enero de 1653, donde se estandarizaría el nuevo circulante, cesando definitivamente la recogida de monedas anteriores y concluiría con el cierre de las cecas reabiertas y que hemos citado anteriormente. Finalmente señalar que, aunque no lo había señalado con anterioridad, toda esta retirada de circulante no estuvo carente de problemáticas variadas y levantamientos sociales pues nadie quería ver reducido el valor del dinero que atesoraban y mucho menos, dejarlo sin valor, obligándolos a entregar el circulante antiguo, devaluado, para recibir el nuevo y consolidar así una pérdida en sus capitales. Levantamientos y revueltas más o menos violentas se sucedieron por todo el territorio sudamericano y las autoridades se vieron obligadas a tomar medidas improvisadas para calmar los ánimos de la población hasta que el problema sería resuelto finalmente. El 6 de octubre de 1657 se emitiría un nuevo decreto que terminaría por extinguir, también, las monedas fraccionarias con la simbología antigua (1/2, 1 y 2 Reales), estableciendo un nuevo plazo para cambiarlas, así como su valor, según dónde éstas fueran entregadas. De esta forma, se zanjaría toda la cuestión de forma definitiva. “La Capitana”: El “Jesús María de la Limpia Concepción” era un navío robusto de unas 1200 toneladas que había sido construido en los astilleros de de Guayaquil en el año 1644, con unas medidas de unos 130 pies de largo, lo que suponían unos 40 pies más que los de cualquier otro barco español que hubiera sido construido en América por aquel entonces, mayor aún que el afamado “Nuestra Señora de Atocha”, el cual naufragó en 1622. Así, el 18 de octubre de 1654, el que en ese momento era el buque insignia de la “Armada de los Mares del Sur”, armado con 60 cañones, zarparía de Callao (Lima) rumbo a Panamá con, de acuerdo al manifiesto, 2.212 barras de plata, 216 cofres que contenían monedas de idéntico metal, 22 cajas que contenían copas, cántaros y candelabros, también de plata. Todo ello sin mencionar la carga no registrada o de contrabando, que a veces podía igual o superar el cargamento oficial del buque, generando un peligroso sobrepeso. Por supuesto, “La Capitana” iba acompañada de “La Almiranta”, con Don Alonzo Montero a los mandos y que debía ajustar a la perfección su rumbo para no sobrepasar a la ya sobrecargada nave insignia. Así, el 26 de octubre, el piloto de la nave, Don Miguel Benítez y el capitán, De Sosa, confiaban en que el barco saldría de los peligrosos arrecifes a través de Punta Santa Elena y podría continuar navegando hasta la Isla de la Plata. Sin embargo, en torno a las 11 p.m. la tripulación detectó rocas que sobresalían del agua en medio de la noche y que apenas podían percibirse desde la embarcación con el tiempo suficiente para evitar una colisión. Lamentablemente y, con las primeras luces del alba, descubrieron horrorizados que habían golpeado los arrecifes hasta en tres ocasiones y el timón estaba muy dañado. El agua ya había penetrado en las bodegas del barco y había unos 8 pies de altura que la tripulación, exhausta, no lograba disminuir. Aquí es precisamente donde entra en juego la carga no registrada y es que, de acuerdo al testimonio de un miembro de la tripulación que sobrevivió al naufragio, los bienes de contrabando eran de tal magnitud, que se amontonaba sobre la cubierta de proa y encima de los cables del ancla, impidiendo a la tripulación poder bajarla. El pánico se apoderaría del pasaje y aquellos más acaudalados trataron de sobornar al contramaestre y otros miembros de la tripulación para que los llevaran a tierra. Otros aprovecharon el caos y la confusión para el pillaje, llenando sus bolsillos y algunas bolsas de menor tamaño con monedas de plata para, posteriormente, tratar de alcanzar la orilla a nado. Unas 20 personas fallecieron tratando de alcanzarla. El capitán del barco había decidido esperar a que la marea subiera y, cuando esto sucedió, logró finalmente acercar un poco más la maltrecha nave hasta la costa para que encallara en aguas poco profundas. El capitán enviaría a Don Francisco Tello en una góndola hasta “La Almiranta” para que ésta fuera a buscar ayuda en el menor tiempo posible, pero regresaría al barco informando que ésta también había sufrido daños, aunque más tarde vieron como ésta izaba su vela y comenzaba a alejarse, acto que enfurecería al capitán De Sosa y a la tripulación. Con el objetivo de que el barco no fuera de utilidad a potenciales enemigos y para un mejor acceso a la carga de valor, se quemó el barco hasta la línea de flotación. No obstante, los registros oficiales hablan que durante el hundimiento de “La Capitana”, se perdieron unos 3 millones de Pesos de plata, que se incrementaron hasta los 10 millones si incluimos los artículos de contrabando y el capital personal de los pasajeros. Si tenemos en cuenta que la producción de monedas de plata en el Perú era de entre 6 y 7 millones de Pesos al año, en “La Capitana” se perdería casi la producción de un año y medio. Durante los 8 años venideros, un equipo profesional de rescate enviado por las autoridades virreinales lograron rescatar más de 3 millones de Pesos entre monedas y lingotes, además, el propio capitán Sosa rescataría 1,5 millones de Pesos adicionales. Sin embargo, un rescate posterior sacaría a la luz unos 2 millones de Pesos “extra”, lo que se tradujo en un gran revuelo ya que la carga “oficial” registrada, como ya hemos dicho, era de 3 millones de Pesos de plata. Curiosamente, el principal “salvador” de todos estos capitales no fue otro que el propio maestro de plata del barco, Bernardo de Campos, entre los años 1650 y 1660, principal responsable del exceso de carga que llevaba “La Capitana” y que causó el naufragio de la nave. La sección inferior del barco resultaría inalcanzable para los medios de la época, permaneciendo en el lecho marino a la espera de ser rescatado. Como dato curioso, parece ser que uno de los oficiales testificó ante un tribunal que evaluaba las circunstancias del hundimiento que había visto al capitán De Sosa desnudo en su camarote y consumiendo la “planta paraguas”, un hongo de la zona con propiedades alucinógenas, dando por hecho el hundimiento y balbuceando acerca de “reunirse con Dios”, impidiendo así una gestión diligente de la situación. El rescate: En 1996 el Capitán Hermón Moro y su tripulación redescubrirían el naufragio, concretamente, empezando las labores de rescate en 1997. Para poder ponerse en marcha fue necesaria una compleja negociación con las autoridades ecuatorianas de aquel momento, alcanzando un acuerdo de propiedad del 50% de los artículos rescatados para cada parte y que se materializaría un año después. El equipo no dudó en subastar las más de 5.000 monedas de plata que le tocaron en el mencionado reparto mediante subasta pública en 1999. El cargamento rescatado: Estaba compuesto mayoritariamente por monedas de 4 y 8 Reales de la ceca de Potosí, atendiendo a tres tipologías. Primeramente, las acuñadas entre los años 1649 y 1652, portando los famosos resellos correspondientes al famoso “Escándalo” y de las que ya hemos hablado. En segundo lugar, las consideradas como una emisión de “transición”, fechadas en 1652 y, finalmente, las nuevas acuñaciones de “Pilares y Olas”, emitidas en los años 1653 y 1654. El estado general de las piezas rescatadas a finales del pasado siglo XX era “bastante bueno” en comparación con otros pecios de la época, tal y como podemos ver en el ejemplar que se muestra. Una trágica coincidencia: Cuando los españoles acudieron al lugar del naufragio y rescataron las monedas que pudieron en aquel momento, las enviaron a Cuba en 1654, donde volverían a ser reembarcadas en el “Nuestra Señora de las Maravillas”, que también naufragó el 4 de enero de 1656. Como curiosidad adicional, también se realizaron labores de salvamento de parte del cargamento de este segundo pecio donde el barco “Madama do Brasil”, también acabaría naufragando frente a “Gorda Cay” (Bahamas) en 1657 con el tesoro rescatado de “Las Maravillas” en sus bodegas. Como hemos podido comprobar, algunas de estas piezas han sobrevivido a tres naufragios consecutivos, por lo que parece que estaban condenadas a no llegar a su destino. Sin embargo, los problemas para nuestro país no parecían tener fin por aquella época, pues una pequeña escuadra de barcos merodeadores ingleses que habían estado asaltando barcos cerca de la Bahía de Cádiz, terminarían por hundir otra Flota del Tesoro en el año 1657 frente a la capital de mi tierra, Santa Cruz de Tenerife (Islas Canarias). La pérdida de “La Capitana” y del resto de caudales mencionados sin duda fue un importantísimo golpe financiero para las arcas de una Corona española excesivamente endeudada por la expansión de sus territorios, unidos a la corrupción de sus dirigentes y los caprichos del monarca. Por lo tanto y, para concluir, podríamos decir que este momento sería el principio del fin de la hegemonía Española en la esfera mundial frente a otras potencias como Reino Unido, Francia o los Países Bajos. Espero que os guste! Saludos |
| | | Joseju TRIBVNO
Cantidad de envíos : 3431 Edad : 54 Localización : BCN • Actividad : 3914 Fecha de inscripción : 27/06/2020
| Tema: Re: Exposición de monedas para el "Mejor ensayo" Lun 08 Abr 2024, 7:49 pm | |
| Buenas tardes Numismáticos, Para la exposición de mi pieza, he pensado en algo más dicharachero, buscando algo tipo noticia, curiosidades... a ver si os gusta: Os presento a: "Felipe V, 8 Reales de México, de 1741, recuperados del Pecio Klein Hollandia"Suerte para todos |
| | | 10 pfennig MIEMBRO HONORÍFICO
Cantidad de envíos : 15245 • Actividad : 18343 Fecha de inscripción : 10/04/2018
| Tema: Re: Exposición de monedas para el "Mejor ensayo" Lun 08 Abr 2024, 8:06 pm | |
| 50 Céntimos 1904 (*1 *0). El triunfo de Almudena. Buenos tardes a todos. Me gustaría contaros una historia ficticia, pero que refleja la lucha, la constancia y el tesón de una niña en una época no muy lejana y qué bien podría haber sucedido de verdad. ¿Me acompañáis?, os lo agradecería mucho. Aquella niña que creció cuidando de sus hermanos pequeños y ayudando a su madre en todo lo que podía, jamás ni por un segundo, imaginó lo que la vida le depararía. Almudena era una niña con una fuerte e impactante mirada producida por sus bellísimos ojos verdes, su cara angelical y su voluminosa y también descuidada melena de color negro. Ella siempre había sacado fuerzas para seguir leyendo y haciendo los ejercicios que Don Manuel, su profesor de la escuela de la barriada, le mandaba. No era una vida fácil, desde luego que no. Su barrio era de los más empobrecidos de la ciudad de Madrid, sus calles sin adoquines y el barro que dejaba tras de sí las lluvias de los meses de otoño hacían de él uno de tantos lugares donde muchos emigrantes a la gran ciudad establecían su primera vivienda, en las afueras del Madrid que sí aparecía en los mapas. La comunicación con el centro era el carro tirado por un burro perteneciente al tío Simón, un agradable extremeño que siempre hablaba maravillas de su pueblo mientras conducía a los trabajadores y a los niños a sus respectivos lugares. Ese era uno de los mejores momentos de aquellos días, oír al tío Simón hablar de lo bien que se come en su tierra, de lo bonito de su iglesia y de las buenas gentes que allí habitaban, siempre siempre, el tío Simón acababa con una lágrima en su rostro. Era un mundo difícil para Almudena, ella misma era conocedora que su condición de mujer lo primero y pobre, lo segundo, jamás podría tener oportunidades de progresar en una sociedad marcada por unas reglas marcadas desde hacía siglos, que empezaban a quedarse viejas y obsoletas. Pero ella, siguiendo los consejos de sus padres y sobretodo de Don Manuel, decidió que aunque las noches fuesen duras estudiando cerca de la cama de sus hermanos, con aquella vela de cera que apenas alumbraba, intentando vencer el cansancio de unas jornadas de no parar en casa, venciendo todo eso, ella tenía que seguir estudiando. Los años fueron pasando, sus antiguas amigas del colegio fueron desapareciendo de las aulas, todas y cada una de ellas ya estaban ayudando a sus madres en las tareas domésticas, igual pasaba con la mayoría de sus compañeros pero ellos no estaban en casa, estaban trabajando en aquellas fábricas de mala muerte o labrando las tierras de otros. Don Manuel había hablado con centros de enseñanza superiores avalando con su palabra de caballero que un par de sus alumnos estaban en condiciones de cumplir con las expectativas de aquellos centros y de su buena reputación, Don Manuel quería a sus alumnos y sabía que debía luchar por ellos. Finalmente tras muchos intentos fallidos y muchas decepciones con el sistema implantado en la sociedad de la época, Don Manuel consiguió que un centro de buen nombre aceptase a Almudena. Tras hablar con uno de sus docentes, este acepto de buen grado que Almudena cursase los estudios en aquel centro, debido también a una grata conversación en un baile, celebrado en el Palacio Real, con una gran novelista de la época, su nombre, jamás lo olvidaría Don Manuel, Emilia Pardo Bazán. Almudena corrió a coger el primer viaje del tío Simón al centro, iba con sus zapatos de los domingos y un traje nuevo que con mucho orgullo le habían confeccionado las mujeres del barrio, abrumadas por el hecho que la niña había conseguido. La sonrisa de Almudena iba de oreja a oreja, nerviosa por ir a ese centro elitista de estudios donde todos los alumnos eran de clases pudientes. Tampoco fue fácil esta época, los alumnos, todos muchachos, la hacían de lado, sus profesores aunque no la trataban de manera diferente, si la miraban como ese bicho raro que habitaba las aulas. En fin, Almudena tenía permiso del centro para quedarse por las tardes en la inmensa y muy completa biblioteca del centro, muchos días apenas comía, solo estudiaba a pesar de las insinuaciones, reproches y comentarios inapropiados de sus compañeros. El tío Simón, orgulloso de que aquella niña de ojos verdes estudiase en uno de los mejores centros de la ciudad, la recogía por las tardes en las oscurecidas calles adoquinadas donde se situaba el centro y la llevaba a casa, donde Almudena seguía estudiando después de cenar. Sus buenas notas consiguieron que fuese aprobando cursos y su poca actividad política, no como sus compañeros, hicieron que sus profesores empezasen a mirarla de manera diferente, quizás con los ojos de observar un trabajo bien hecho, un trabajo conseguido con esfuerzo, salvando las distancias sociales y económicas, salvando sobre todo la hipocresía y rompiendo las estúpidas y obsoletas reglas de la época. Llegó el día, 8 de marzo de 1910, Almudena ya no cogió el carro del tío Simón, muy a su pesar pués le quería muchísimo, iba a coger el vagón tirado por caballos que hacía poco había llegado al barrio por orden del mismísimo Alfonso XIII. Todos los vecinos, su antiguo profesor Don Manuel, sus padres y hermanos, todos observaban emocionados y entre aplausos, a aquella niña, convertida ya en toda una joven, de melena negra voluminosa, como lo había conseguido, como había conseguido llegar a la universidad exactamente el mismo día que se aprobó el decreto promovido por Doña Emilia Pardo Bazán, para que las mujeres pudiesen estudiar en los centros universitarios. Almudena, era esa niña que apenas dormía estudiando con aquella paupérrima vela en la habitación, mientras sus hermanos dormían, aquella niña que superó insultos, insinuaciones y desprecios en el elitista centro de estudios, ubicado en la zona noble de la ciudad, aquella niña que siguió los consejos de sus padres... Lo consiguió. Almudena montó en el vagón a caballo y sacó una moneda para pagar, pero justo en ese momento, levantó la mirara hacía el revisor y nerviosa y con un hilito de voz le comentó, si esa moneda de 50 Céntimos que tenía entre los dedos, podía dársela en lugar de a él, al tío Simón que desde la lejanía y con lágrimas en los ojos, subido a su antiguo y querido carro, veía como la muchacha a la que había cuidado y querido como a una hija, cumplía un hito. El revisor viendo el espectáculo emocionante y alegre que se había montado en la calle, aceptó curiosamente de buen grado y Almudena corriendo entre todos sus vecinos y amigos, se dirigió al carro del tío Simón y le dio la moneda fundiéndose en un emotivo abrazo inmediatamente después. La moneda que Almudena le dió al tío Simón... Alfonso XIII Valor 50 céntimos Ceca Madrid (estrella 6 puntas) Año 1904 * 10 Ensayadores (P•C): Vidal Pieró Zafra y Rafael Caro y Fresneda Juez de balanza (V): Remigio Vega Vega Grabador (BM): Bartolomé Maura Material Plata 835 mls Diámetro (mm) 18,5 Peso (g) 2,5 Acuñación A volante Canto Estriado Acuñadas 1.303.000 ¡¡Suerte a todos!! |
| | | DRINFEAL TRIBVNO
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| Tema: Re: Exposición de monedas para el "Mejor ensayo" Lun 08 Abr 2024, 9:20 pm | |
| 1578. FICHA/JETÓN DE CUENTA “ÉXITO EN LA LUCHA CONTRA ESPAÑA”. La imagen de los españoles en los Países Bajos.Abordo la protohistoria de la que será una de las potencias más importantes de Europa (dominó mundos y mares con su flota comercial): La República de las Siete Provincias Unidas de los Países Bajos.Con un jetón de cuenta me adentro ya en la guerra de los Ochenta Años (1568-1648). Guillermo de Orange asume el papel de “padre de la patria”, pero aún no cree que pueda deshacerse de los españoles por sí solo.Modismo erudito visual-textual: La rosa (❀), al igual que también lo hace en el reverso, nos indica el comienzo de la leyenda y, además, la ceca que realizó el jetón: Dordrecht. Una impactante imagen en el anverso interrelacionada con otra en el reverso (ambas son analogías) cristalizada por leyendas latinas circunscritas con textos bíblicos. Representa un evento pasado y otro presente, los conecta (relación visual y metafórica) y predice un resultado favorable frente a lo incognoscible. ¡Ahí es nada! No pude resistir el tener en la colección la representación de época de un soldado de los Tercios de Flandes.Los jetones de cuenta son fichas, empleadas para realizar operaciones de cálculo sobre un tablero especial, marcado con cuatro líneas horizontales (sistema similar al de un ábaco). Su empleo se generalizó sobre todo en la Administración de los Países Bajos durante la época de Carlos I y Felipe II. 1. Fueron un eficaz medio de propaganda y, muchos alegorizan acontecimientos contra el dominio de la Casa de Habsburgo reinante en la Monarquía Hispánica. 2. También describen los primeros pasos hacia la fundación de un nuevo Estado soberano, la república que formarán finalmente siete regiones independientes del norte. 1576.Las tropas españolas llevan más de un año sin cobrar (la Hacienda Real quebró en 1575 por segunda vez durante el reinado de Felipe II), se amotinan, marchan hacia Flandes, saquean Aalst y luego irrumpen en Amberes, donde causan enormes estragos. Esta “Furia Española” provoca un trauma colectivo. La aversión al ejército español y al gobierno organizado con Felipe II se generaliza. Guillermo de Orange es ahora visto en el norte y en el sur como el líder absoluto de la resistencia antiespañola. A pesar de todo, las Diecisiete Provincias (leales y rebeldes) de los Países Bajos alcanzan un acuerdo que determina las condiciones para una paz con la Monarquía Hispánica, la Pacificación de Gante. Nuevo gobernador general, 1576-1578: Don Juan de Austria, hijo bastardo de Carlos I, hermanastro de Felipe II y gran artífice de la victoria de Lepanto. 1577.Don Juan de Austria, en nombre del rey, acepta el acuerdo a través del Edicto Perpetuo. Salida de las tropas españolas de los Países Bajos. Guillermo de Orange no hace honor a la palabra dada ni respeta lo firmado, insiste en su Revuelta. El rey autoriza el regreso de los tercios españoles. 1578.Los holandeses persiguen el objetivo de crear un sentimiento de comunidad, se necesita con urgencia en un territorio fragmentado por las creencias religiosas (calvinismo y catolicismo). Para legitimar su Revuelta y ganar nuevos partidarios formulan un antagonista concreto: todo aquel que sea súbdito de Felipe II de la Monarquía Hispánica. Anverso.Interpreta la guerra contemporánea con una analogía bíblica (indicativo de la floreciente cultura calvinista y su lectura e interpretación expansiva del Antiguo Testamento). El deseo de establecer paralelismos fue arraigado en la noción de que el mundo era inmutable, que los eventos y resultados se repetirían. Escena atractiva, el débil a punto de triunfar sobre el poderoso. David deja a un lado el cayado de pastor y con la honda representa a Guillermo de Orange. Goliat, el gigante guerrero filisteo es un soldado español, que bien pudiera representar a Felipe II o, incluso, al no menos odiado (por esos lares) Gran Duque de Alba. El imponente Goliat, cuya cabeza rompe la leyenda, le hace señas a David para que avance. Es un momento de incertidumbre, previo a la acción. El desenlace es sobradamente conocido, Dios guía el guijarro y David triunfa. Mensaje simple y directo: Dios se asegurará de que su pueblo elegido prevalezca frente a gigantes formidables. La leyenda resume la optimista composición: ❀ TV SOLVS DEVS ET MAGNA FACIS / Sólo tú eres Dios y haces grandes maravillas [Salmos 86]. Durante la Guerra de los Ochenta Años varios organismos (incluidos los Estados Generales y el Consejo de Estado), provincias e individuos encargaron los jetones a las casas de moneda oficiales de Dordrecht, Leeuwarden y Middelburg. Será la ceca de Dordrecht el epicentro de la propaganda rebelde.Generalmente los jetones son de cobre, este que ahora engrosa la colección se acuñó en plata. Los de oro o plata solían ser un regalo de Año Nuevo para los funcionarios.Reverso.Del conflicto militar altamente emocional entre España y Holanda surge la construcción mediática y la difusión de estereotipos visuales, explotados con fines propagandísticos. El simbolismo animal se encuentra entre las estrategias más llamativas para transmitir la imagen de los demás y de uno mismo. Un breve inciso:El concepto de “jardín holandés”: Se emplea frecuentemente entre los siglos XVI y XIX y es representado por la Virgen o el león holandés rodeado por una valla hecha de ramas de sauce. Simbolizaba la seguridad no sólo del condado de Holanda, sino de todos los Países Bajos, como se puede ver en el siguiente ejemplo. Aguafuerte anónimo 1578-1580: https://medallasconmemorativas.files.wordpress.com/2023/11/img_20231103_221523.jpgHoudt op in mijn tuin te wroeten Spaanse varkens!¡Dejen de hozar en mi jardín cerdos españoles! Las tropas españolas son representadas como amenazantes cerdos. Invierto la imagen de uno de ellos y… ¿casual tanta similitud? https://medallasconmemorativas.files.wordpress.com/2023/11/img_20231104_205310.jpgParece que con este jetón de cuenta también poseo un pedazo de «Houdt op in mijn tuin te wroeten Spaanse varkens!». Continúo con el reverso:El león holandés ya no protege/defiende el jardín, aquí y ahora se abalanza sobre el cerdo español, le acaba de hundir sus dientes en el cuello. Reimaginados como animales David/Guillermo de Orange es un león (representación de los Países Bajos/gobierno de David sobre Judá) y Goliat/soldado español es un mero cerdo violentado. El optimismo del anverso se ve ahora reforzado en la composición del reverso y su leyenda: ❀ FIDE D[omi]NO ET IPSE EFFICIET / Confía en el Señor, Él lo hará realidad [Salmos 37]. 1578 en exergo. Antropomorfizar la Revuelta se había hecho desde el comienzo del conflicto y, aquí nuevamente el mundo de los animales satiriza y deja al descubierto la verdad optimista esencial: Dios garantizará que el bien triunfe sobre el mal, Dios prevalecerá sobre su enemigo. En el transcurso de 1578 muchos estados y ciudades pasarán a manos del príncipe Guillermo de Orange, como Utrecht y Güeldres, Ámsterdam y Haarlem. Módulo: 30 milímetros. Peso: 6.21 gramos. Catalogación: Dugniolle 2743. La obra de referencia es Le jeton historique des dix-sept provinces des Pays-Bas por Jean-Francois Dugniolle (1876). Para este jetón indica que versa sobre Stadhouderschap aangeboden aan Willem de Zwijger / ofrecimiento de estatúder* [de Holanda y Zelanda] a Guillermo de Orange, pero la intitulación correcta es… Éxito en la Lucha contra España. *Estatúder: cargo político de los Países Bajos para representar provincias. Diseñador que con este jetón de cuenta “calculó” que Dios apoyaría la causa de los rebeldes: Gerard van Bylaer (1553-1617). Reflexión: Hoy por hoy fichas (tokens/jetones) y medallas conmemorativas no son apreciadas por el coleccionista español, se centra básicamente en las monedas del mayor módulo posible. Sin la exonumia y la medallística sería frustrante por inviable el intentar desarrollar ciertos relatos metálicos completos. El autor de este artículo: DRINFEAL. Curador de mi propio museo, rehúyo el coleccionar más de lo mismo que los demás. Divulgar los conocimientos que adquiero es mi leitmotiv. |
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| Tema: Re: Exposición de monedas para el "Mejor ensayo" Mar 14 Mayo 2024, 9:38 pm | |
| Os presento 1 euro de 1965El euro es la moneda oficial de 20 de los 27 países miembros de la Unión Europea: Alemania, Austria, Bélgica, Chipre, Croacia, Eslovaquia, Eslovenia, España, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Irlanda, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Países Bajos y Portugal. También utilizan el euro los departamentos de ultramar franceses, las colectividades de ultramar francesas, los micro estados europeos de Andorra, Ciudad del Vaticano, Mónaco y San Marino en virtud de acuerdos con la Unión Europea y por último los estados de Montenegro y Kosovo aunque no son miembros de la Eurozona. Lleva en circulación desde el 1 de enero del año 2002 aunque, en algunos países como España coexistieron las pesetas con los euros desde el año 1999. Sin embargo, un hombre, G. Carlo Cassoli, llevó en su bolsillo una moneda de un euro durante casi 40 años antes de que naciera oficialmente la moneda común. Y es que antes de la incorporación del euro que todos conocemos hubo una moneda llamada Euro. Conozcamos el euro anterior al euro que utilizamos habitualmente algunos europeos. Edificio Altiero Spinelli en el Parlamento Europeo. Bruselas.Altiero Spinelli fue uno de los padres fundadores de la Unión Europea. Spinelli era un político de ideología federalista europea. Su oposición al régimen fascista de Mussolini le costó 10 años de cárcel y otros 6 más de confinamiento en la isla de Ventotene. Cuando obtuvo la libertad, fundó en 1943 el Movimiento Federalista Europeo. Spinelli creía en unos países europeos unidos que evitasen nuevas guerras. El Manifiesto de Ventotene, redactado junto con otros presos políticos es uno de los primeros documentos que abogan por una Constitución Europea. El manifiesto declara que la victoria sobre los fascistas en la 2ª Guerra Mundial no tendría sentido si solo conducía a otra versión de un sistema de estados soberanos divididos que podría acabar provocando otra guerra mundial. Una Unión Europea imposibilitaría una nueva guerra entre sus propios estados. Como federalista europeo comprometido, dedicó toda su vida a la lucha por la unificación política de Europa. Llegó a ser miembro de la Comisión Europea (1970-1976) y luego del Parlamento Europeo (1979-1986). Fue ponente de la "Propuesta de Tratado de la Unión Europea", que el Parlamento Europeo aprobó en febrero de 1984. Dos años después, el Plan Spinelli sirvió de base para el Acta Única Europea firmada en febrero de 1986. Años atrás, en 1963, Maurizio Rosa, Jacopo Di Cocco, G. Carlo Cassoli y Dino Buzzetti eran estudiantes de la Universidad de Bolonia, discípulos de Spinelli y miembros del Movimiento Federalista Europeo, que era la sección italiana de la Unión de Federalistas Europeos. El Movimiento Federalista Europeo trabajaba por la unificación de Europa con un orden federal, es decir respetando las características de todos los pueblos que formaran parte de la futura Federación de Estados Europeos. Para financiar sus actividades políticas como viajes, asambleas y la acción editorial diseñaron y crearon en 1963 una moneda con el fin de venderla. Pero esta moneda tenía un doble objetivo porque si solo se trataba de financiación podían haber vendido otras cosas como llaveros o bolígrafos. No solo tenía un móvil económico, también tenía un objetivo ideológico. Los cuatro federalistas eran conscientes de las limitaciones de la política intergubernamental y pusieron sobre la mesa la cuestión de la creación de un Estado Federal Europeo con una Moneda Europea. Inicialmente Altiero Spinelli no estaba interesado en la idea, aunque una vez que se puso en marcha el proyecto no se opuso. Según palabras de Cassoli, Europa “se encontraba en una fase avanzada del Mercado Común por lo que parecía absurdo seguir pensando en una economía que se integraba pero que mantenía muchas monedas diferentes. ¿Por qué no pensar en una moneda única, igual para todos los países? Una idea sencilla, quizás, pero en su momento casi revolucionaria. ¡Inconcebible! Pero eso pensamos nosotros. ¡Y lo logramos! También buscábamos medios de autofinanciamiento porque las diversas iniciativas, boletines informativos, folletos, etc. cuestan. Más que nuestros escasos recursos económicos personales.”El nombre de la moneda común tendría que ser algo que no tuviera traducción en los diferentes idiomas europeos como ocurría en ese momento con muchas monedas que tenían diferentes pronunciaciones ya fuera en inglés, francés o alemán y querían algo que hiciera referencia a Europa. Así surgió la palabra Euro. El peso de la moneda de 1 euro sería 11,5 gramos de plata que en ese momento equivalía a 1 gramo de oro, más o menos lo que valía un dólar de la época. Inicialmente se vendía a un precio de 750 liras, pero aumentó más adelante a 1000 liras debido a las necesidades organizativas y al aumento del coste del metal. Se buscó un lema en latín, un idioma universal que no es exclusivo de cada país y se eligió la expresión ya conocida “IN UNITATE ROBUR” que podría traducirse como “La unión hace la fuerza”. La financiación vino de la mano de un empresario boloñés, también pro europeo, Giancarlo Monti, que puso el dinero necesario para la compra de la materia prima, el diseño y la acuñación de las monedas. La acuñación corrió a cargo de la firma milanesa fabricante de medallas Lorioli Fratelli afincada en Milán. El diseño fue obra de Maurizio Rosa en colaboración con los dibujantes y grabadores de Lorioli Fratelli. Y este es el resultado. Con los relieves en mate sobre fondo espejo, en anverso 14 manos que se juntan formando un heptágono alrededor de una E. Las manos simbolizan a Europa como una unión de pueblos. En cierto modo recuerdan a las estrellas de la bandera europea que llevan las actuales monedas de euro y la E del centro es la bandera de la Unión de Federalistas Europeos que posteriormente formó parte del Movimiento Europeo Internacional. Bandera de la Unión de Federalistas Europeos. (fuente).En el reverso de arriba a abajo el lema IN UNITATE ROBUR 1 EURO MFE B 1965. MFE son las siglas en italiano del MOVIMENTO FEDERALISTA EUROPEO y B hace referencia a la ciudad de Bolonia donde se gestó la idea. Está realizada en plata, ley 800 milésimas. Posteriormente se acuñaron nuevos valores de dos, cinco, diez y veinte euros. Entre 1965 y 1966 se emitió la moneda por valor de 10 euros. Fue acuñada en oro de 900 milésimas con un peso de 10 gramos y el reverso reproduce el rapto de Europa por Zeus. La moneda griega actual de 2 euros utilizó el mismo motivo que esta pieza labrada tres décadas antes. 10 euros 1966. (fuente).2 euros Grecia año 2002. En 1967 se creó la moneda de 5 euros en oro, ley 900 mm y con un peso de 5 gramos. Reproduce una imagen de Jano con las dos caras de una Europa Unida y Federalista. Una cara fuerte y segura hacia el exterior y otra hacia el interior atenta a las necesidades de los pueblos. Casualmente Austria emitió en el año 2021 una moneda de colección también de 5 euros con la imagen del Dios Jano. 5 euros 1967. (fuente).En 1972 se acuñaron los últimos valores. Son monedas de 2 euros en plata, 25 gramos, ley 800 milésimas y 20 euros en oro 900 milésimas con un peso de 20 gramos. El diseño es obra de un ceramista de Faenza llamado Domenico Matteucci.El anverso de la pieza de 2 euros muestra la bandera del Movimiento Federalista y 6 mástiles que corresponden a las banderas de los países firmantes de los Tratados de Roma: Alemania Federal, Bélgica, Francia, Italia, Luxemburgo y Países Bajos. 2 y 20 euros de 1972. (fuente).Se estima una cantidad de 3500 ejemplares de 1 euro posiblemente acuñados en dos tiradas, 1963 y 1965, aunque yo solo he visto piezas de 1965, de las que una fue entregada al entonces presidente de la república italiana, Carlo Azeglio Ciampi (presidente desde 1999 hasta 2006) quien dijo estar interesado en tener una moneda y en la primavera del año 2003 se regaló otra al presidente de la Comisión Europea y primer ministro italiano, Romano Prodi. Hay que especificar que, aunque yo me he referido en todo momento a estas piezas como monedas, legalmente no lo son. Para ser consideradas monedas, es necesario que un gobierno promulgue una ley de emisión y puesta en circulación, ley que no existe. Así que una definición más correcta podría ser medallas o acuñaciones privadas. Sin embargo, pienso que no son unas medallas cualesquiera. Fue un proyecto audaz y muy atrevido para unos hombres que quisieron hacer una moneda común en el seno de la Guerra Fría, con Alemania dividida en dos por un muro y cuando todavía no se había formado la Unión Europea. España, gobernada por la dictadura de Franco en aquella época, estaba por supuesto muy lejos de pensar en una Europa Unida. En la década de los 70, la crisis económica produjo un aumento del coste de los metales preciosos y no fue posible continuar el proyecto. Distribuir una moneda simbólica europea a precios elevados no era políticamente correcto. De hecho, G. Carlo Cassoli afirmaba que nunca pudo permitirse una moneda de 5 euros, pero siempre llevó encima la pieza de 1 euro. Bibliografía Antonio Roy (27 de décembre de 2022). Euro ROBUR - MFE (Mouvement Fédéraliste Européen). Obtenido de Numismativy: https://numismativy.fr/dossier/euro_pieces/speciaux/euro_ROBUR_MFE.htmlelmetto2007. (24 de Settembre de 2010). Il "primo euro" risale a 47 anni fa... Obtenido de La Moneta. Numismática e storia: https://www.lamoneta.it/topic/66199-il-primo-euro-risale-a-47-anni-fa/European Union. (s.f.). Altiero Spinelli: un federalista incansable. Obtenido de Euroropean Union pioneers: https://european-union.europa.eu/system/files/2021-07/eu-pioneers-altiero-spinelli_es.pdfLórant Kulík. (3 de febrero de 2018). Numizmatik: Najstaršie eurá. Obtenido de Korzar: https://korzar.sme.sk/c/20751154/numizmatik-najstarsie-eura.htmlMarco de Rodrigo. (29 de Gen. de 2014). Gli Euro MFE 1963-1972. Obtenido de Numismatica Mente: https://numismaticamente.it/collezionismo-numismatico/gli-euro-mfe-1963-1972Nerone69. (s.f.). La prima moneta in Euro è nata nel 1963. Obtenido de Blog di Collezioneuro: https://collezionieuro.altervista.org/blog/curiosita/la-prima-moneta-in-euro-e-nata-nel-1963/Unión Europea. (03 de mayo de 2024). El Euro. Obtenido de Unión Europea: https://european-union.europa.eu/institutions-law-budget/euro_esUnion of European Federalists. (s.f.). Towards the single currency: Euro. Obtenido de federalists history: https://federalists.eu/Wikipedia. (03 de mayo de 2024). Euro. Obtenido de Wikipedia: https://es.wikipedia.org/wiki/EuroWikipedia. (03 de mayo de 2024). Manifiesto de Ventotene. Obtenido de Wikipedia: https://es.wikipedia.org/wiki/Manifiesto_de_Ventotene |
| | | Ric PRAEFECTVS PRAETORIO
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| Tema: Re: Exposición de monedas para el "Mejor ensayo" Vie 17 Mayo 2024, 11:23 pm | |
| No hace mucho leí un artículo en el que se mencionaba que las monedas poseían, a juicio del autor, tres valores (histórico, económico y sentimental). Tuve la oportunidad de comentar cordialmente que faltaba un valor fundamental, y ahora lo voy a razonar algo más extensamente. El presente estudio lleva rondando mi cabeza tiempo, y siento que quizás se quede cojo si no me extiendo lo suficiente (y aún así) y es que a todo le doy más vueltas que el lino para una momia. Varios han sido los empujones para continuar con este documento que tenía aparcado, porque ya sabéis que de cuando en cuando suelto algunos tostones de gran calibre en forma de moneda inglesa. A pesar de lo extenso que pueda llegar a ser esta reflexión, ciertas partes serán abordadas de un modo superficial, en especial aquellas que por necesidad deban incluirse inevitablemente para poner todo en situación, por ser sobradamente conocidas. He de advertir que ciertos aspectos me van a resultar cómodos de redactar e hilar, pero que habrá también una gran parte arriesgada en la literatura numismática con mucho menos aprendizaje y sí mucha más inocencia, aunque con mucha duda, observación y pensamiento detrás. Será sin duda, un nuevo punto de vista. UNA PERSPECTIVA ESTÉTICA PrólogoAdemás del intrínseco carácter numismático descriptivo e histórico, de su indudable condición económica y matemática, y conjuntamente - o por separado - con su lado más poético o romántico, hay otra manera distinta de ver el dinero, que no es otra que: su más que interesante aspecto estético. Y este dato, estando muy lejos – y quizás obviado - para algunos, a mi juicio, es lo primero, lo es todo. Pero antes de afrontar todos esos ambientes citados con más o menos profundidad y protagonismo, y centrarme de lleno en esa importancia, necesitamos buscar una raíz para esos apartados. Necesitamos ir muy atrás en el tiempo, mucho. PRIMERA PARTE El dinero del Mar Que el dinero nació en el mar no tengo la más mínima duda, como la vida misma, y no hablo únicamente de su idea y de su necesidad, que eso lo doy por hecho, veréis. Si nos hacemos una idea mental del mar y de otro lado una idea del dinero – tal y como la entendemos en nuestros días -, con el fin de establecer una asociación, pues igual la primera respuesta sea la de relacionar el componente marítimo por excelencia, la sal, con ese período (pre)histórico en el que comenzó a ser apreciada y empleada como medio de cambio, algo que ya sabemos sobradamente pues así lo aprendimos en la escuela, sin saber siquiera nada de este mundo numismático, tal como ahora hacen nuestros ojos. Esa es la parte sencilla. Vamos a complicarlo todo mucho más. Funciones del dineroEl dinero, como lo entendemos hoy en día, lo vemos asociado básicamente a una pirámide de tres funciones básicas (¡el número tres siempre al rescate en mis pensamientos fotográficos!): (1) Ser un elemento codiciado (valorable y cuantificable), (2) que además está estrechamente relacionado y disponible como elemento de cambio (pagable)y (3) que posee la cualidad de ser un objeto dado al aprovisionamiento (acumulable), al acopio o al depósito. Es una ecuación donde podríamos igualar que: lo valorable bien podría ser una medida o una cantidad, que lo pagable resultase ser un intercambio de cualquier tipo de haber, bien o necesidad (de origen con el famoso trueque natural de un bien por otro bien, pero siempre relacionado con dos elementos distintos) y lo acumulable podría ser la capacidad de atesorar (un elemento codiciado), o almacenar (“provisión”, para registrar una cantidad) o ahorrar (“previsión”, como si de un tesoro escondido se tratase) y con el fin de tener “saldo”.
Una vez con esas funciones, llegan otras condiciones indispensables para que el dinero pase a ser moneda, como la de ser reconocible, aceptable y con garantía, aunque esto lo veremos más adelante. Incluso siendo capaz de adaptarse a esas funciones en su momento, no estoy insinuando que la sal haya sido el origen de nada, pero sí tengo claro que con ella se demuestra que el dinero sí nació de la naturaleza, mientras que la moneda ha sido una decisión o sello legal humano, a lo largo de una considerable evolución y adaptación, conforme a sus necesidades para con la naturaleza. Invito, desde ahora en adelante en esta lectura, a no confundir dinero con moneda, y confío no hacerlo tampoco yo con el fin de hacer la lectura mejor. Pero es que la sal, además posee otras cualidades como dinero, aunque le falta una, imprescindible para el propósito de este estudio. CualidadesLa sal (roca y condimento), era un bien necesario como alimento y como medicamento, algo que por sí mismo ya le otorgaba un valor diferencial, y además poseía unas cualidades como: ser un elemento en gran cantidad, disperso, conservante, degradable, reconocible y por consiguiente apreciable o apreciado en un entorno social muy amplio (no sólo en una sociedad determinada o cerrada), cualidades propias totalmente cercanas al dinero. Probad a buscar cualquier otra condición que tenga el dinero con cualquiera de esas cualidades, que veréis que todas y cada una encajan como un guante, ¡que dinero tan salado! Con todas esas cualidades, la sal también poseía las tres funciones anteriormente citadas (valor por peso y cantidad, apto para uso de pago o intercambio y con capacidad de aprovisionamiento o depósito). Era perfecto pero, a la sal le faltaba un aspecto que terminaría por desbancarla en pos de una mejora en su tratamiento “comercial”: su importancia estética como objeto individual, es decir, una libra de sal era dinero o un bloque, ¿habéis oído hablar de los “lingotes” de sal? (hoy día siguen siendo objeto de comercio en las cercanías del Mar Rojo), pero un grano de sal no es nada, no era nada. Un único grano anularía las cualidades que hiciesen cumplir todas sus funciones, como dinero, como valor de intercambio. “Una roca diminuta, sin valor”
Me atrevería a decir que desde siempre, y hasta la fecha de hoy, la unidad mínima de un sistema monetario tenía y tiene casi esa misma mínima importancia que la de un grano de sal. Pensemos, por poner dos ejemplos, en la importancia de un céntimo de euro, o la de un penique de los estados unidos de Norteamérica.
Y recordemos también que, a medida que las necesidades económicas de un país aumentaban o aumentan exponencialmente, el valor mínimo de su dinero era más mínimo aún o completamente inexistente o innecesario, menos que un grano de sal. Pensad sino en momentos de inflación a lo largo de la historia, momentos en los que se necesitaba, por tanto, algo de mayor envergadura o al menos que de un modo individual tuviese un gran valor reconocido. La sal sin embargo, a pesar de esa carencia, otorgó la idea por la que sus granos debían ser importantes (sumados era un “salario”), aun no siendo nada en solitario, es decir, estaba bien tener una medida, pero se hacía necesario tener otras de mayor precisión, y para ello fue necesario dividir. La Numismática, etimológicamente deriva de moneda (pago), y también de costumbre y de ley (descriptivo, histórico y práctico) pero también es una derivación de “dividir”. Y esa cualidad individual, con la sal fuera de juego, también la encontramos depositada en el mar: Las conchas marinas. Con ellas empezamos con varios aspectos vitales, entre ellos, a ese elemento que asentará el pilar o soporte de este proyecto: El aspecto del Dinero Cada cultura o civilización, con sus inmensas distancias entre ellas, con sus necesidades, funciones y soluciones particulares aportó su “granito de arena” en ese mar de cambios con el dinero a lo largo de la historia. Con las conchas marinas llegó otro aspecto fundamental conjuntamente a esa individualidad (¡oferta! 2x1), y no es otra que otorgarle a cada una de ellas un sello de seguridad: El primer sistema anti-falsificación: No hay dos conchas iguales. Además, las conchas ya venían grabadas (acuñadas por así decir) con sus marcas propias, por ser variadas en diseño, formas, colores y tamaños. Eran y son arte matemático. “Un canto estriado”
Arte: Relieves, estrías, patrones, tonos, laminados ... son varias las características en todas las conchas, que casualmente resultan evidentes en cualquier tipo de dinero. Pensad en relieves (rebordes, listel, grabados …) que está presente en monedas pero en billetes también, pensad en repeticiones estriadas (cantos, …), pensad en patrones de tono y formas sean o no como elementos de seguridad (guilloché) u ornamental (timbres, orlas, …), pensad en laminados (de metal o papel) … ¿a qué os salen esas asociaciones directas con el dinero en sus distintas variedades? ¡Es todo tan Natural!
Matemática: ¿Os suena la sucesión de Fibonacci? La secuencia que lleva su nombre, cuando nos es explicada se nos remite a la naturaleza (¡cómo no, a una concha de mar!: Nautilus), aunque nos lo explican al revés, mencionando que la sucesión se encuentra en la naturaleza, pero es ahí donde ha nacido y donde la hemos encontrado y adaptado a lo nuestro, nunca al revés.
“Acuñación descentrada”
Lo mismo sucede sobre la espiral áurea, que ha llegado a las matemáticas, a la geometría y al arte, en forma de proporción, gracias a la naturaleza, y nunca a la inversa. Entendemos todo lo nuestro por y gracias a la naturaleza. “El hombre no es la medida de todas las cosas”, si acaso el ser humano ha adaptado lo que más le convenía de la naturaleza para justificarse y adaptarse con la herramienta de su cuerpo desnudo a sus medidas. El hombre dependía de la naturaleza, de la tierra y del mar, mucho más de lo que pensamos, dependía de todo el dinero que salía de ella, como aún hoy hace, es un ser dependiente del dinero y de la naturaleza. Dinero a la antiguaA lo largo de la historia, se ha demostrado que han existido (y existen) infinidad de elementos naturales que han coexistido y servido como dinero, no sólo bajo el mar: semillas, piedras, telas, maderas, animales (pieles, huesos, …), y por supuesto metales, son algunos ejemplos de ello, pero todos con un nexo de unión por encima del valor: debían ser reconocibles, valorados y aceptados. Aún nos queda para eso, pero dejadme explorar sucintamente esos subrayados ejemplos de dinero que acabo de exponer. De las semillas en tierra (maíz, cacao, etc.) sacamos claras semejanzas con la sal del mar (en abundancia y valor), también eran dinero. Sin embargo con las semillas, debemos recalcar un detalle de suma importancia (relacionada precisamente con esa carencia individual de la sal, que ya he mencionado), que no es otra cuestión que la facilidad que aportaban las semillas de poder ser perforadas para poder engarzar una a una, facilitando así el aspecto de recuento, de cantidad. La perforación, será un elemento muy recurrente en cualquier explicación de ahora en adelante, se verá que es una característica fabulosa y de primerísima importancia.
“Cuentos de semillas”
Más adelante, veremos que con la llegada del registro escritura, el “ábaco” cobró un sentido matemático universal con esa misma idea. Pero no nos adelantemos, lo que ahora debe permanecer en la explicación, es que la asociación de perforación de elementos unida al recuento ya estaba servida. Con las piedras en la tierra (preciosas o semipreciosas), podemos sacar claras semejanzas de referencia con las conchas del mar (en caprichoso atractivo y rareza de formas). Sobre las telas, hay constancia de comercios Orientales con lana y seda usadas como dinero, y de otro lado más Occidental también hay referencias con los amerindios que usaban ciertos cinturones (denominados Sewan o Wampum) que según el antropólogo David Graeber habían sido usados también como dinero, cinturones que estaban enteramente hechos, ¡adivinad!, pues así es, por conchas. No podemos olvidar a los animales (terrestres y marinos), por su vital (mortal o sagrada) importancia, han sido sobradamente representados en infinidad de escenarios y soportes (como objeto religioso de culto y adoración, como representación de poder en dioses, semidioses y gobernantes y por supuesto, como nos interesa aquí y ahora, como dinero). Esas representaciones eran claras recompensas vinculadas a los grandes beneficios y demás servicios prestados al ser humano a lo largo de la historia, fuesen o no domesticados. De ahí la mención anterior a sus pieles y sus huesos, - (además de otros aprovechamientos, del cerdo hasta los andares, ya sabéis), que no eran otra cuestión que fracciones de dinero, convertidos en objetos de comercio, intercambio, o lo que es lo mismo en definitiva, dinero con forma de animal o dinero con patas. Croacia – 1 Kuna 1995 . KM 9.1 . 5 gramos . 22,5 mm
Un ejemplo de relación animal/dinero/valor (moneda en la actualidad) lo tenemos con denominaciones de piezas tales como Kuna (Croacia) que hace mención a un mustélido - de nombre femenino “Marta”- apreciado por su pelaje (dinero, o valor de intercambio) y empleado como método de pago en tiempos pasados.
“Un método de pago”
Con ello viene a reflejarse que siendo los animales un medio de dinero, porque además cumplían las funciones citadas al comienzo de este documento, la “pieza de valor” por su lado bien podría ser la parte específica del animal del que se saca otro provecho, como el marfil en los elefantes, por poner otro ejemplo. Del mar los peces y de la tierra las reses. El ganado “en rebaño” por su lado, y por consiguiente su inevitable cría, era sin lugar a dudas una forma de acopio o almacenamiento de “bienes”, que además servían, como en el caso de los caballos, como elemento de apoyo en batallas – acrecentando su valor -. Mucho mejor ejemplo fueron aquellos otros animales (cabras, vacas, ovejas, bueyes …) que siendo igualmente un medio o ayuda cotidiana, eran más “caseros” y suponían otro tipo de aprovechamiento y suministro. Eran ahorros, valían como medio de pago y su valor estaba sobradamente aceptado. Tener ganado era como tener un banco, el dinero se “reproducía”. En Galicia hay una expresión curiosa que nos acerca a esto de la importancia del ganado un poquito: e ti!, cantas vacas tes? (¡y tú! ¿cuántas vacas tienes?), como graciosa expresión de tanteo inquisitorio para conocer la presunta riqueza de la otra persona basada en cabezas de ganado. Mucho más atrás en el tiempo, los romanos se valieron de los animales (como se valieron de la sal y de las conchas) … aquellos romanos también supieron hacerse expertos empleando el ganado como objeto de comercio, superando en destreza y con creces a otras civilizaciones anteriores. Ganado y dinero eran sinónimos con toda claridad. Y si hablamos de cabezas de animales y de animales con cabeza (aunque sea poca la que acostumbramos a tener por dentro) no debemos dejar a un lado que el propio ser humano ha sido dinero, más en concreto de forma específica aquellos que han sido objeto de pago: los esclavos. De piedras y metales hablaré poco más adelante, porque es necesario incluir peldaños en el camino y además aún nos faltan también otros dos aspectos asociados a ellos, que con el tiempo llegarán a ser parte de la idea general sobre el dinero: el sello y la garantía. Una vez resumidos esos dineros sigamos. Pese a sus sobradas funciones, el dinero nos lo proporcionaba la naturaleza, nos entregaba tesoros. Y en este caso, como mencioné antes, apartando la sal pero siguiendo aún en el mar (aunque la tierra también proporcionaba otros elementos prácticos y más accesibles), algo interesante asomaba bajo el agua de los mares y de los océanos - y de los ríos -, o asomaba tras la resaca del oleaje, sólo había que buscar esos objetos tan atractivos, codiciados y en ocasiones nada fáciles (ya tenemos otros incentivos más de valor, la rareza o escasez, unida a la dificultad de obtención). El dinero como reclamo Las conchas marinasEran tentadoras y además de cualidades propias. Podían ser perforadas, usadas como joyería (para ornamentación o rituales religiosos) amontonadas para mercancía o recuento, o como símbolo de poder (bien por su dificultad en la consecución, bien por su rareza o tamaño o por ser una decisión de quien mandaba y deseaba otorgarle un valor gobernante de manejo en compra-venta), y eso llevó a que sus posibilidades como dinero fuesen fabulosas y en aumento. Eran vistosas, llamativas, reconocibles y aceptadas, eran un reclamo, propaganda pura y dura. Todo esto de lo que voy hablando ha sido dinero a la antigua, formas de dinero primigenio o como se desee denominar, porque pre/moneda o como se las quiera definir yo las meto en otro saco, aquella que busca marcar la diferencia a un origen para un elemento específico de pago. La moneda ya estaba entre nosotros, pero no tenía nombre, porque le faltaba algo para ser completa, que supusiese un valor en equivalencia (con sello) sin serlo sólo por su presencia natural.
Cualquier objeto que se empleaba con las funciones anteriormente explicadas (una libra de sal, por ejemplo) se correspondía con un parte proporcional en valor de trueque, mientras que dinero sería la condición o aspecto general del mismo (la sal).
El problema vino después, cuando el hombre quiso acotar los recursos, los soportes o los materiales de pago o intercambio otorgando su sello y su garantía particular, reduciendo todo a un hilo muy fino, pasando de lo natural a lo artificial, con el objetivo último de marcar un valor más preciso. Sin embargo, buscando esa precisión, tuvo igualmente que recurrir a fracciones. Ese carácter de concha marina, con su propio desgaste incluido, estuvo presente en civilizaciones tan separadas (como conectadas) como la egipcia, la romana y la china, por citar tres ejemplos. Para esas civilizaciones hubo dinero con forma de concha, aunque en China lo hizo aún con la misma base pero de un modo ligeramente distinto y además con el paso del tiempo mudó a otros materiales, ¿os suenan las monedas “Cowrie/Cowry shells”? Conchas engalanadas o imitaciones de las propias conchas, dos mil años antes de Cristo, y que incluían perforaciones, bien provocadas o por desgaste. Las costas indias y africanas estaban repletas de estas conchas naturales. Ghana (África) – 1 Cedi 1984 . KM 25 . 2,3 gramos . 19 mm
Anverso: Representación de un Concha Cauri (Cowrie/Cowry Shell) Nombre científico: Monetaria Moneta.Esa nomenclatura científica (binomial) es más reciente que la esencia de la concha, pero nos vale como ejemplo claro para especificar que su designación se basa en una característica y un lugar a posteriori, esto es, el nombre llegó mucho después. A ver si lo explico de otro modo, cuando la moneda ya era moneda entre nosotros, el nombre científico pasó a nombrarla así por ser pieza comercial, pero cuando no había moneda ni nombre científico, la concha no era moneda sino un objeto de valor (dinero) para intercambio natural de bienes. Pero no quita su relación. Y bajo el reflejo brillante del mar también estaba otra perfecta protagonista, un objeto complicado de encontrar, con esa cualidad individual ausente en la sal pero además rara, brillante como un espejo y extremadamente valiosa. Aunque con distintas formas (no tan caprichosas y dispares como los granos de sal), generalmente a la postre será la pieza que marcará una forma definitiva para muchas decisiones humanas y divinas, entre ellas, ser moneda de apellido y ser redondeada: La Perla. Buscando la perfección
La luz también es redonda, aunque las fotos hayan sido convencionalmente ideas representadas entre cuatro paredes, y tengamos por tanto esa visión cuadriculada. De ahí la importancia de este ensayo para ver todo con una perspectiva diferente. Tampoco estoy insinuando que las monedas tengan esa condición de redonda por las perlas, no, porque monedas las hay y hubo de muchas otras formas cuadradas y poligonales (incluso antes de ser redondas), pero es que tampoco todas las perlas son redondas (ni blancas), las hay con forma ovalada, con forma de gota o lágrima, e incluso hay un tipo de perla que se denomina, como aludía antes, perla moneda. Cuando una concha no desarrolla una concavidad suficiente para el crecimiento normal de la perla a lo alto, ésta se queda plana a lo ancho, no esférica, es lo que sucede con esa denominación (perla moneda) pero le sucede lo mismo que a las conchas, que aunque primero fue la perla y luego la idea de moneda, la condición de moneda se le añadió a su apellido, pero no quita su relación.
La antigua China, por su parte, practicaba el cultivo y comercio de perlas. Y de otro lado más próximo, en el golfo Pérsico, había una clara abundancia y comercio de perlas (el golfo pérsico era muy golfo y el Mar Rojo muy colorido), donde actuaba como dinero.
Lo más relevante en cualquier caso, es que cuanto más redonda la perla, más valiosa. Y el asunto es que todo lo redondo ha sido una cualidad de perfección, desde siempre. El sol y la luna eran dioses, eran ideas redondas y perfectas. Las perlas eran el espejo del sol en la tierra y el reflejo de la luna en el mar. Sea como sea, la relación entre moneda y perla es muy estrecha, y aunque puedan pasar desapercibidas en algunas ocasiones ¿a que también les hacemos un hueco en el aspecto de las monedas desde mucho tiempo atrás, tanto en un status decorativo como de seguridad? Todos sabemos que las perlas han sido incluidas y lo siguen haciendo, en infinidad de monedas en su diseño y orlas a lo largo de la historia. Una ley de acuñación Alemana (en 1873) – cuando Alemania tenía un jaleo fenomenal de monedas y divisas – obligaba a que las monedas de plata incluyesen la orla de perlas en su diseño.
“Perlas y Orlas” Pero si nos fijamos bien en esas orlas (perladas o no), esos ejemplos de la imagen anterior pero en su totalidad, deberemos observar un detalle que está muy ligado a la moneda desde siempre. ¿Qué hay más poético que una perla, y más romántico que un anillo? Las monedas a lo largo de su existencia como tal, tanto en el formato externo y completo redondo como con otros modelos poligonales también, por su diseño concéntrico en sus múltiples variantes, nos han entregado siempre visualmente una o varias formas de anillo, como apreciamos en la imagen anterior: perlas o perlas y secuencias, dobles perlas, bandas de combinaciones de distintos elementos, cuentas, grecas, textos, simples líneas, o el simple listel … entre otros ejemplos nos traen forma de anillo, aunque la forma anillada por excelencia es aquella en la que la pieza tiene una perforación central. Una perforación central que en monedas ya contemporáneas llevaron otros propósitos, como conseguir ahorro de material o conseguir módulos o fracciones más grandes.
Pongamos un ejemplo de “diseño tipo” de moneda con varios de esos ejemplos de orlas o decoraciones que acabamos de ver y desglosemos sus partes, salen anillos por todos los lados, ¡mirad!
“Anillos” A mi juicio, volviendo de nuevo a tiempos pasados con esa idea, surgieron otros modelos abiertos que asentaron esa misma base anillada, y que fueron también dinero: en ropa (cinturones y escudos), y en joyería (anillos, pulseras, brazaletes y collares), por poner algunos ejemplos. Aún no podemos abandonar el mar sin olvidar que el agua en sí misma (sin sal) igualmente ha sido un elemento de “gran peso y valor”. Servía para hacer intercambios y cálculos vitales. El agua en sí, ha sido dinero. En algunos casos incluso el agua potable tendría una mayor prioridad de valor, no la podemos descartar ni tan siquiera en la mismísima actualidad, pero eso es otra historia. “La vida de un anillo” Sigamos con la idea general, que por ahora me está quedando redonda. Dando un paso adelante cerca del mar dejando ese brillo de las perlas atrás y las conchas por un rato, nos encontramos con otros materiales que eran menos brillantes y menos redondos en su forma natural (como la tela y la madera) y otros que sin forma definida, poseían también una enorme capacidad de ser moldeada, partiendo de lo más esencial. Necesito abreviar, ¡pero es tan necesario no hacerlo! |
| | | Ric PRAEFECTVS PRAETORIO
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| Tema: Re: Exposición de monedas para el "Mejor ensayo" Vie 17 Mayo 2024, 11:24 pm | |
| SEGUNDA PARTE Una teoría agujereada “Miramos poner huella en la luna, pero no nos fijamos bajo nuestros propios pies”. Quizás una simple pisada en la tierra mojada, dejó la huella suficiente en alguna mirada atenta como para dar a entender al hombre cómo se podían moldear, dar formas y relieves (un simple molde de arena). De nuevo el agua entra en juego, pero ahora mezclada con la tierra, y luego la tierra con el sol o con el fuego. Sea como sea, con barro o arena, con la llegada de la arcilla, de la cerámica, llegaron nuevos utensilios, en especial aquellos capaces de guardar la mismísima lluvia, pero también con la facultad de almacenar semillas, líquidos y demás necesidades: Los recipientes. Y lo más fácil era hacerlo todo redondo también, y con sus propios anillos y perforaciones ... Por cierto, ¿dónde tienen su idea y necesidad en origen los recipientes? Pues sí, habéis acertado, en las conchas, ¡a que son maravillosas miren por dónde se miren!
La forma del dinero Con las posibilidades de ornamentación, esas nuevas formas llegaron para quedarse. ¿Su importancia? Inmensa. Lo teníamos todo para empezar con las cosas serias. Así pues vamos a quedar un rato agarrados a ellos, que todo lo que los rodea nos viene como anillo al dedo. Vamos con la hipótesis. Un anillo es a un dedo (la unidad), como un asa de una vasija a una mano (cantidad). Vasijas, Asas y TapasCon las vasijas, con las asas y las tapas de las vasijas (¡carambas, cuanto “as”!) tenemos algo más o menos redondo u ovalado, perforado en parte y anillado en definitiva. Recordemos además, que esos y otros tipos de recipientes (ánforas, calpis …), poseían no sólo la condición de almacenar y conservar, sino que se usaban en rituales de enterramientos - y ya con ello tenemos una referencia de otro valor e importancia (la religión y el poder, siempre de la mano), y también para funciones algo más domésticas y rutinarios, aunque sus principales funciones fuesen las que hacían de ellas objetos muy útiles y beneficiosos en el comercio. Que es lo magnífico de esta teoría y perfecto para seguir hablando de dinero. Por cierto, hablando de vasijas, la clepsidra (egipcia) era un recipiente que actuaba como reloj nocturno (de agua), se usaba en ausencia de luz solar para medir el tiempo y su precisión era asombrosa. Lo que nos vale para asociar vasija con medición también.
¡No es fantástico, los egipcios lo tenían todo para medir el tiempo, el sol, el agua y la arena!
¿Recordáis lo que era un “talento”? Su origen (Babilonia): una medida de peso de agua necesaria para llenar una vasija (un ánfora). También hubo “talento” romano.
Un claro ejemplo es la vasija “estamno”, empleada principalmente para “almacenar” líquidos, eran de asas redondas horizontales y “diametrales”, es decir ubicadas a la misma altura en los lados opuestos de la vasija. Una vasija era un depósito (una hucha). AsasPara empezar con ellas, diremos que son a buen seguro la parte más delicada de una vasija, y aunque sólo sea por esa fragilidad (como la de las conchas), ya cobra por tanto un “valor o importancia”), veréis. El asa era aquella pieza que “sobresalía” y que gracias a ella se podía agarrar y trasladar o colgar para pesar o para conservar el contenido. Igualmente permitían, pasar una cuerda por ellas, lo que por consiguiente devolvía que pudiesen ir varias vasijas en la misma cuerda para aumentar mercancía (incrementar el almacenamiento, el peso y el valor en definitiva), podían pasar también un vara por las perforaciones para poder transportar las vasijas, poniendo la misma cantidad a ambos lados (como si de una balanza se tratase). Peso, valor, balanza, ¿sigo, o ya tenéis una idea que persigo? “Buscando un equilibrio para el dinero” Si mezclamos todas esas relaciones y todo lo explicado hasta ahora tenemos que las cualidades de las asas eran algo así: ovaladas, perforadas, anilladas, manejables … y si las asociamos con las vasijas salen mejor paradas: almacenables, transportables (por tanto circulantes), comerciables, medibles, … añadámosle que a mayor tamaño de asa, mayor el peso del contenido (mayor tamaño de vasija, mayor valor del contenido), y pensemos además que cada asa (por su forma, color o relación y por tanto la de su vasija) de algún modo podía hacer referencia el facilitar recordar su contenido … no digamos si hubiese muesca. ¿Vemos ya el hilo de unión? Hablando de hilos de unión, también las vasijas hacían alusión por su forma de cuello estrecho y vientre bajo abultado y ovalado, al vientre de una mujer embarazada (donde también hay un “cordón” por cierto). No es descabellado conjeturar por tanto, que incluso las asas rotas “aparentemente inútiles” habrían seguido manteniendo su mensaje, acerca del peso y del tamaño (dos datos de medición ciertamente relevantes en nuestro entorno numismático). Quizás, el asa podría relacionar su contenido por su forma también, o podría hacerlo por la decoración del asa o de la vasija a la que perteneciese. ¿A qué os lleva esos pensamientos?, ¿qué imagen os sugiere un asa rota más o menos redondeada y con esa representación?, ¿habría sido todo eso tan sugerente como ahora describo, para que los comerciantes en la antigüedad, optasen por aportar una solución práctica de pieza reconocible y manual en los escenarios asociados al comercio? “¿Las asas?”Quizás para nosotros, miles de años después supone un simple dato más, únicamente el pensar en un trozo roto de una vasija, como una simple asa que complete un recipiente de indistinta forma o considerable antigüedad, pero para aquellos que habiendo vivido más próximos aún en esa antigüedad, por ejemplo, pasados tan sólo 100 ó 200 años desde aquella vasija rota de barro o cerámica hallada bajo o sobre tierra, bien podrían haber encontrado aquellas gentes unas asas cerca y haber tenido esta misma idea o haber sacado esas mismas conclusiones que hago yo ahora, ¡vaya usted a saber! Pero cuando menos podrían haber tenido claro que aquellas asas: era una fuente de información tremenda. El caso es que las asas no eran todas perforadas cual anillo, ni ovaladas, las hubo con forma de oreja (por cierto, de similar forma a conchas marinas de misma forma, tengo algunos ejemplares pero no voy a aburrir más con tanta concha), también las había planas, con forma de nariz, con forma de pecho, algunas tenían sólo una perforación mucho más insignificante (sólo para colgar), e incluso hubo asas de botón (como las “cráteras de volutas”), que permitían que la grabación de detalles ornamentales se extendiesen más allá de la vasija, y por tanto también existiesen marcas en ellas, dotando de esa información sobre el tipo de vasija y su contenido. ¡Un momento!, las asas bien podrían valer como moneda en mano, pero y ¿las vasijas? pues no parecen lo más acertado desde un punto de vista práctico, porque son pesadas y abultadas, nada cómodas, pero … y ¿su forma? Tampoco todas las vasijas tenían dos asas, las había con sólo una, con tres y con cuatro orejas, y las hubo sin ellas ... ¡Anda!, esto merece un tirón de orejas, ¡claro, las vasijas sin orejas, vamos a verlas en detalle! Concluyamos que las asas, quedarían como elemento relacionado únicamente como pieza “de manejo”, con la idea de hacer “un medio “manual” de equivalencia (en relación más que estrecha con las vasijas y por consiguiente con su contenido). Vasijas y tapasToda la teoría anterior nos vale también para las vasijas, sigamos con esa perspectiva tan elevada, y démosle la vuelta a la tortilla, ¿qué tenemos?, la representación perfecta: La perforación es la boca de la vasija, ese espacio hueco (anillado) profundo pero de lleno de contenido (abierto y a su vez cerrado). Esa boca es un anillo, ¡cuyo diámetro es variable! Como variable su contenido, y su peso … “¡Las vasijas!”A ver si lo explico algo mejor, pongamos el siguiente escenario, hace miles de años en un zoco, digamos que un hombre de mediana estatura, se encuentra en su puesto de comerciante y desde su estatura observa su gran cantidad de vasijas en el suelo, eso quizá hubiese sido una visión que abriría su percepción de “discos llenos de dinero”. Quizás ese detalle que llega al rescate en mi teoría, llevaron o asentaron esas ideas o asociaciones de formas “de moneda”. Una imagen vale más que mil palabras … “Discos llenos de dinero”No podemos obviar dos hechos más, por un lado las tapas de esas vasijas, ya dotadas involuntariamente con su anverso y reverso como elementos indicativos exterior e interior de “lo que es y de quien es” por un lado y “lo que hay” por otro. Y dos, la posibilidad por la que, en el caso de una vasija de líquidos (agua, vino o cerveza) o de semillas, hubiese la alternativa de emplear un recipiente de menor tamaño (moneda) para utilizarlo para adquirir parte del contenido total (dinero) del interior, como una jarra o un cuenco (o la propia tapa usada como cazo). Es bastante frecuente encontrar en mercados, vendedores que utilizan cuencos para retirar parte del contenido de un recipiente. “Las tapas” Y un último apunte para dotar a las vasijas de su merecida importancia, si no la vemos aún. En ciertas tablillas de escritura Lineal B, entre otros muchos trazos incomprensibles, figuran iconos (ideogramas) con una clara y definida forma de vasija. No sólo cobran esa importancia las vasijas como elemento gráfico exclusivamente, sino que también asentó la base para el desciframiento (algunos expertos han asociado trazos contiguos como cifras). Pues bien, es bastante probable por tanto, que hubo una estrecha relación dineraria de anotación para el almacenamiento (por el icono) y quién sabe si algún tipo de “recuento” administrativo (por las cifras). Luego ya, las propias vasijas, sirvieron como lugares de almacenamiento de las propias monedas, “el dinero llama al dinero”. Quizás esa gran cantidad de vasijas en las tumbas o yacimientos – y que sólo se han visto como vasijas - no eran sólo vasijas, pero es probable que hayan sido parte de una visión incompleta, o al menos cabe la conjetura por la que la idea de su forma haya asentado inconscientemente el trato y la formas de moneda/dinero desde aquel entonces. Igual es arena entre los dedos, pero quizás ahora con los dibujos en mente de asas, vasijas y tapas … desde otra perspectiva superior, igual ya tenemos una idea definitiva de moneda, ¿verdad? Ahí dejo mi teoría. Llegó la hora de echar cuentas Hablando de recuentos, volvamos brevemente al asunto perforado y al encordado, pero sin vasijas. Regresando a un dato anterior (perdonad), las monedas “Cowry”, tenían la posibilidad de ser perforadas (no en vano traen incluida una abertura), la suficiente como para engarzar, anidar o atar varias en serie. Muy posteriormente se la añadió ornamentación a las propias conchas con distintos materiales, baños o acompañamientos, como también he mencionado, para cobrar un nuevo valor y persistencia. Era necesario dar un paso adelante, porque la vida útil de una concha, unida a su fragilidad, no resultaba práctica en un trasiego comercial (como tampoco las semillas, como tampoco la fragilidad de las asas o de las propias vasijas). Era necesario trabajar con algo más cómodo en tamaño y peso, y desde luego de menor degradación o desgaste. Era necesario buscar una equivalencia. Vamos a dejar ya el mar tranquilo y a poner los pies en la tierra, pero como anotación final, decir que las zonas portuarias (marítimas y fluviales) con toda esa relación y elementos del Mar que he descrito hasta ahora, es innegable que obraron una importancia “económica y práctica” fascinante. Y lo económico y práctico llegó con piezas que ya eran específicas no sólo en forma “reconocible”, también lo eran por sí mismas. Llegó la necesidad de otros materiales, y con ellos llegó algo que marcó la diferencia. Eso supuso un cambio para siempre: el peso ya no era el valor, el valor era el peso. Llegaron los materiales que conjuntamente con todo lo anterior aceleró todo de manera exponencial. La idea la tenemos, la forma también, las mediciones igualmente, por tanto ahora sólo había que lograr que fuese: duradera y reconocible. El metalNótese que la idea de esta narración no es ligar los asuntos de un modo cronológico; porque es innegable que varios - sino un gran parte - de esos elementos o materiales explicados hasta ahora y los que siguen en esta narración, convivieron juntos durante muchos, muchos años (algunos incluso siguen hoy día como medios de pago e intercambio) porque el progreso no ha sido igual en según qué zonas del planeta; pero sí pretendo hacer llegar una evolución que conduzca al progreso en la representación de la estética del dinero, con un fin perdurable. No tengo yo muy claro que era más importante hace miles de años, si la sal o el oro. Bueno, quizás si lo tenga claro, pero prefiero dudar o que el lector juzgue. Es más, dependiendo del motivo a utilizar, tengo serias dudas si algunos metales (como el oro) cobraban más importancia a un nivel ornamental, con carácter divino o representativo de poder, que por su condición práctica, pagable e intercambiable. Bueno, creo que también lo tengo claro. No obstante, con el oro llegó un metal de una condición física envidiable para combatir el paso del tiempo, como con ningún otro (faltaría más, al César lo que es del César), y no olvidemos además que la religión y el poder (siempre presentes) han buscado siempre la eternidad, y el sol era lo máximo. El Oro era el Sol como el día, como la Plata era la Luna en la noche (como el negro es plata quemada), aunque la plata por su lado, siendo ese reflejo de ese poder gris oscuro, digamos que era más de otras batallas, quizás cobró la importancia de ser el tipo más “duro” del oeste, y del este. Utensilios de metal se hicieron en esas épocas tempranas, compartiendo lugar en el mundo con la sal, con las conchas y demás lodos que hemos visto, pero se servían de ellos para otras necesidades más básicas, no puedo ir uno a uno con los siete metales o aleaciones, pero sería interesante destacar uno de ellos. El Bronce¡Hay amigos, ya sabéis como me gusta!, hay que detenerse en el bronce, que para eso tiene un apartado importante en la prehistoria (no hay Edad de Oro, ni Edad de Plata), y además se adelantó en el pódium a la llegada de la Edad del Hierro. Pero no se trataba de una carrera, sino de una adaptación al medio. El bronce era magnífico para esto. Con un origen cercano a los 2000 años antes de Cristo, se le descubrió su dureza gracias a una quizás fortuita mezcla con el estaño. Surgieron entonces, o mejor dicho, mudaron de piel objetos de primera necesidad en hogares (como vasos, jarras, bandejas, espejos …), como herramientas de trabajo en la tierra o con los animales (como palas, aros, argollas, carros …) o para dar frente a la seguridad o defensa (como cuchillos, puntas de lanza, hachas, espadas, escudos, pectorales, …), objetos nada ligeros todo sea dicho, pero también con ellos se utilizó ese robusto metal como objetos de valor comercial, aunque aquí “el peso” jugaba a favor, y el desgaste era mucho menor (¡bien, vamos bien!). Pero con el metal la confusión se acrecentó. Existe una ingente cantidad de objetos de distintos metales y formas, que procedentes de ciertas civilizaciones, son considerados pre-moneda, pues bien es indudable que con el diccionario en la mano, lo anterior a moneda sea considerado pre-moneda, lo que no está claro es que esa haya sido su idea, sino un nuevo modo de realizar un intercambio natural de bienes. Por tanto, en cualquier caso, sería bastante más acertado hablar de dinero, y no de moneda, sean aros, brazaletes, delfines, campanas, hachas, barras, pasadores … y demás. Es decir, todo lo que era objeto de intercambio “natural” era dinero, no moneda. Y lo que no era natural, tampoco necesariamente moneda, lo que era artificial o metal moldeado por el hombre también era dinero, porque le faltaban condiciones.
Porque la dificultad en la precisión y catalogación reside en que para todo objeto con cierta edad no debemos obviar un detalle fundamental, la funcionalidad de determinados objetos han podido verse total o parcialmente truncada o alterada tras el desgaste por el paso del tiempo, que si bien no pueda haber afectado a la integridad de la pieza metálica que se cuestiona, sí haya sucedido así con el material estrechamente ligado a ella, fuesen cordajes, telas, cueros o pieles, y que por consiguiente hayan ocasionado que un alto porcentaje de pérdida en la representación de su funcionamiento o uso. En China, en la dinastía Shang (traducida por cierto como “comercio”) el uso del bronce estaba muy extendido, utilizado y de algún modo dominado. “Spade money” (Bu) y “knife money” (Dao) palas y cuchillos respectivamente (pero también algunas hachas) fueron ejemplos de aquella cultura que estaban relacionados, como su apellido indica, como dinero, al igual que todos esos otros citados antes aquí (si la sal lo era, cualquier objeto de considerable importancia también). Cuchillos y palas eran objetos de intercambio, no como moneda específica. Ambos incluían perforación por cierto, aunque se haya perdido en algunos casos, especialmente en las palas. Ambos objetos necesitaban de perforación para ser desplazados, algo mucho más lógico en el caso de los cuchillos. Cuchillos que eran imitaciones de cuchillos. También fueron ejemplos de formas de dinero que pueden haber sido mal interpretados (a mi juicio) en su incompleto y complejo análisis representativo (dada la poca documentación y la dificultad de juicio sobre la época), porque sobre estos objetos (Knife and spade) figuraban símbolos que indicaban su relación con el dinero de un lugar (asociado a ceca), pero nada se menciona que pudieran haber sido otros sus propósitos. Es más, distintas evoluciones de las palas han dado con formas que no tienen mucho que ver “como pala”. ¿Nadie ha observado la curiosa similitud de los moldes para acuñar piezas en serie en aquella China, con la forma del dinero de pala “spade money”? pues a mí me parece que la relación es clara. ¿Tampoco nadie ha podido concluir que el dinero cuchillo “knife money” pudiera haber sido un elemento exclusivamente cortante para tallado? Sin embargo, como ambas piezas llevan “marcas” asociadas a lugares de fabricación, ya se ha sacado como conclusión que eran moneda, y no que pudieran haber sido meros indicativos de “piezas de trabajo con dinero o de confección cercana al dinero”. Ahí queda eso. Aquella antigua China pasó de usar conchas naturales, a emplear imitaciones de ellas (Bei). Primeramente en otros acabados (como trozos de piedra, jade y hueso), y posteriormente con la llegada del metal a bañarlas y adornarlas en metales nobles, a crear imitaciones enteramente en cobre/bronce. Inicialmente el propio desgaste de las conchas sugirió un nuevo aspecto similar a esa concha con esa raya dentada en el medio. Posteriormente, con el avance de la fundición, ese aspecto se cerró dejando únicamente un orificio y alguna decoración en uno de los lados de la pieza. Eran muy iguales en forma a las conchas, con sus estrías hacia abajo, pero gracias a a la esencia de una perforación (un agujero) se permitía que fuesen colgantes como joya, pero también para su transporte o conteo, eran acumulables y utilizadas como “cuentas”. Imitación ¿moderna? de moneda “Bei” Concha Cauri . Bronce . 16,47 g . 30 mm
Anverso cóncavo con tres surcos, una de ellos cruzada con forma de espada. Reverso liso sin inscripciones. Perforación
Fabricadas en bronce por fundición utilizando moldes de cera (“a la cera perdida”).Lo que no está bien claro del todo es que siendo un “Bei” una moneda con forma de concha en bronce, se conocía que en su recuento había otro valor relacionado, un “Peng”, que era una cadena de varias monedas “Bei”, sin embargo no ha llegado a saberse la cantidad ni relación de cuentas entre ambos. Lo que sí parece estar bien relacionado es su aspecto (además de la ya mencionada de concha) tomando una perspectiva visual distinta en referencia a la lengua del Chino tradicional, cuyos símbolos y traducciones son claros ejemplos visuales … “Una concha es un bien material, un colgante de valor”Fueron piezas muy anteriores a los Qian (Cash) Chino, cuyas propiedades (agujero y cuerda) podéis asociar entre ellos e incluso con todo lo anterior, … de un modo completamente conexo. Lo dejo para el final. Posteriormente, esos bronces colgantes en imitación fueron variando a medida que eran fundidos. Y esas variaciones le asignaron otros nombres: “Yibi Cowry”, “Ant-nose” (“Ghost Coin”) porque en algunos casos la perforación no era completa (aunque la perforación consiguió sobrevivir) tomando la pieza un aspecto general más de rostro fantasma con boca abierta y lengua fuera (idea sacada por semejanza a unos Tótem). Igualmente recordaban el aspecto de una hormiga (“Ant” en inglés) y una nariz humana (“Nose” en inglés), aunque todas esas cualidades ya se consiguieron algo más adelante al incluir las piezas sus propias simbologías, pues ya con la escritura, los trazos dotaban a la pieza de algunas de esas características visuales. Porque con la fabulosa Edad de Bronce llegaron algunos alfabetos para comenzar otra Historia, aunque la escritura en sí misma como pictogramas, ideogramas (o logo-gráficos), fonogramas y demás modos de representación de lenguaje fueron anteriores, ya que las piedras, arcilla y demás ya habían llegado al rescate - cuando las vasijas, ¿recordáis? - y que fueron unos grandes factores de peso. Y hablando de peso, es muy necesario mencionar ese apartado que con la llegada del metal y la escritura, supuso el penúltimo cambio. El pesoTal y como he mencionado al inicio del apartado del metal “el valor ha pasado a ser el peso”, por tanto no podemos pasar por alto otros elementos ligados al dinero y que por sus formas y por su valor cobraron una importancia que ni nos podemos hacer a la idea. Existieron varios sistemas de medición en la antigüedad, como elementos interconectados con la actividad comercial, tanto en su etapa de intercambio natural como con el cambio a dinero en “metálico”. Algunos de aquellos sistemas fueron: el “Deben” egipcio de distintos tamaños en formas cuadradas, los “Liang” chinos con distintos tamaños y en forma de ochos, y un más que curioso sistema de pesas asirias de forma atípica (eran figuras de leones y también de pato) y muy relevante es mencionar que poseían “asas” fundidas a la espalda o “anillos” que permitían su manipulación y traslado. Como se puede observar hemos dado con distintas formas, pesos y diámetros, pero también hemos vuelto a las asas y los aros … Porque con la importancia del peso, también fueron necesarias las formas redondas, las perforaciones, las asas, los anillos … En la imagen anterior he querido incluir un aro en una de las pesas (que no lleva en este caso), para indicar (como en el caso de los leones mencionados) que sirvieron en muchos casos como elemento de sujeción y transporte y que relacionados con el peso del comercio, unos aros, arandelas o anillas que podrían haber sido mal interpretados de haber sido hallados en soledad, fuera de su pesada asignación, ¡quién sabe si todos esos aros tomados como “pre/monedas” esconden algo así detrás! El perfeccionamiento del sistema de calibración, como no podía ser de otra manera condujo a una solución nuevamente redonda y de nuevo recurro a un punto de vista superior de una simple pesa, y ésta nos hace recapacitar sobre su posible visión conjunta relacionada con la idea de la moneda (al igual que vimos con las vasijas), una vez alcanzadas todas sus metas anteriores como dinero. Por si fuera poco en este caso, una perspectiva lateral, también nos da a conocer que la reducción del tamaño, bien podría poco a poco ir disminuyendo hasta el punto de obtener un simple disco metálico. Como argumento en contra, añadiré que no se puede dejar aparcado otro factor que viene a alterar un poco el “valor” del peso, relacionado con la precisión a la hora de medir cualquier objeto (tanto hace cuatro mil años como hoy día) pues hemos de tener claro que siendo el peso (unido a un valor determinado) una cifra de referencia, no es cuestión baladí el hecho de conocer que tanto la suciedad depositada como el desgaste de las piezas (que aún siendo menor que con otros materiales, existe) afectan al resultado del peso final. El peso siempre oscila, siempre. ¡Ah, no podemos dejar el peso sin una nueva y clara mención en recuerdo a mi teoría de las vasijas! pues hubo un método conocido de medición de peso, que “mucho más reciente en edad”, estaba basado en varios vasos anidados de distinto diámetro y peso (muy al estilo de muñecas matrioshka pero en metal), de nombre “Ponderal de vasos anidados”. Estos vasos además poseían un distintivo que las hacía más fiables. Y precisamente ese detalle, el de las marcas fiables, es el punto y final que me falta. Y con la escritura ya toca ir acabando. Otra teoría en carne vivaEl asunto del lenguaje lo vamos a dejar para otros ensayos, pero las marcas o grabaciones como sello de garantía o autoría, sí son importante mencionarlas para completar el ensayo. Y aquí es donde regresaremos brevemente a las piedras, pero a las semipreciosas, a la joyería, a los anillos. Hemos pasado muy por encima de “la arena”, de “la arcilla” y de “la cera” para mencionar muy sucintamente la palabra “molde”, y es que en aquellos casos la debilidad e inestabilidad de esos materiales servían para dar formas pero apenas para conservarlas, y para esa falta de dureza regresamos a las rocas y las piedras. La cornalina era (y es) una piedra semipreciosa, de tono entre rojo y naranja, cercano al color piel en un estado frío, por eso también se le denomina “ Carneola”. Está asociada al sol por su facultad de transformar la luz, y asociada al fuego como elemento terrenal y por su tono tornado al rojizo al calentarse, elementos estos que ya hemos visto con la arcilla. Precisamente la cornalina era de fabulosa maleabilidad con el calor, y eso facilitaba su empleo en joyería para darle forma, pero también poseía la dureza para devolver un resultado duradero. Ya véis por donde voy, creo. Lo magnífico era la capacidad de “poder dejar huella en ella” mientras permanecía caliente (algo así, para entendernos como un efecto “lacrado”), la comodidad añadida con ella de cara a su uso, era que al ser un elemento más delicado como piedra que como metal, la cantidad de calor necesario era inferior (a la de los metales) para poder hacer marcas sobre ella. En el Egipto de la Edad de Bronce, en la Dinastía XII (cerca de 2000 antes de Cristo), se tiene constancia de una cuenta de cornalina sellada con la representación del Faraón, e igualmente en épocas cercanas hubo escarabajos de cornalina con representaciones de dioses. Mucho más próxima, de la época helenística (ya con las monedas que sentaron precedente en sí mismas), se data un anillo de oro acabado en piedra cornalina con una figura de un rey calcografiada en hueco en ella. Pero en la época griega y mucho más en la romana, era muy frecuente encontrar a esta piedra en combinación con el oro y sin él, con y sin sello marcado.
Digamos que el rojo era a Oriente Medio, como el verde era al Extremo Oriente. La diferencia radicaba es que en Extremo Oriente (China) el verde (jade) se usaba para darle forma, para ser tallada (la forma era la pieza), mientras que en Oriente Medio el rojo (cornalina) tenía la facultad de ser sellada para contener la forma (la forma estaba dentro de la pieza). Por cierto, una piedra, el jade, también usada como dinero, y con forma propia. Era cuestión de tiempo que esas grabaciones sobre nácar o piedras preciosas, pasasen a formar parte del metal, cuestión de años y de temperatura, pero poco más. Pues bien, concluyo, tenemos unas funciones, unas cualidades, un aspecto, un reclamo, una perspectiva de “forma” en el inconsciente, tenemos el “material” perdurable, un peso y un diámetro y ya tenemos la forma de “sellar” para hacerlo reconocible, aceptable con garantía detrás, ¿qué más os puedo decir? CONCLUSIÓN Si por ahora nos puede parecer que el aspecto del dinero ha sufrido un gran cambio una vez hecha moneda - desde un grano de sal a un grano de metal precioso moldeado y marcado -, de ahora en adelante, por curiosísimo que parezca lo hará mucho menos, aunque pueda parecer lo contrario. Importancias prioritarias “no estéticas” de la numismática son la fecha y el lugar de registro y por desgracia hay períodos en los que estos dos detalles o uno de ellos no es posible conocerlo.
El dinero por tanto ya pasó de ser sólo metal (fundamentalmente), a ser metal con sello y garantía fiable, si a esa pieza se le otorgaba un valor, si tenía además su reconocimiento social y comercial, pasó a ser una moneda en sí misma como objeto de pleno derecho, dejando todo lo demás atrás. Pero eso no significó que todo el metal fuese dinero, sino que el metal por si mismo siguió teniendo valor pero con la maravillosa alternativa de poder ser convertido también en otras cosas de no menor importancia, en absoluto. Y con ellas que estamos a vueltas. Desde que las monedas ha cobrado el aspecto que le conocemos (en esencia), sufriendo unas cuantas variaciones (en especial en forma y material) lo que ha variado es la historia que las rellena y que las rodea por dentro, es decir: Su aspecto gráfico. Pero este apartado, que forma parte de la estética, para ser completo conlleva un análisis visual más complejo de las piezas y que debe incluir mucho razonamiento y distintas fases detrás … pero este jardín queda para otro ensayo, lo prometo, y a buen seguro estaré como pez en el agua. UNA PIEZA PARA PENSAR“Kai Yuan Zhong Bao” . 756 - 762 d.C.
Bronce de 3,65 gramos de peso (2,4 zhu) y 25.1 mm de ancho (8 fen) Canto liso de 1.2 mm de espesor en su parte más ancha Tipo: 353 (Fredrik Schjöth) 144 (David Jen) . Modelo: Grande (Jen & David Hartill) Cecas varias . Posibles JingZhao // Chang’an (Xi’an) Pátina arenosa 2ª Era del Emperador Su Zong . Dinastía Tang Esta pieza se corresponde con la unidad monetaria Qian (de Bronce, donde 1 Qian de peso era 1/10 Liang, o lo que es lo mismo en peso, 1 Liang: 16,6 gramos) y es denominada o internacionalmente conocida como Cash. Qian, que significa “dinero” en Chino mandarín, es lo mismo que Cash y lo mismo que Mace. Esta moneda en concreto pertenece a la Dinastía Tang, grabada en textos por el diseñador Ouyang Xun, sin aparente marca de ceca y con el reverso sin marcas ni sellos. Estas monedas con cuatro caracteres en cruz (como cuatro puntos cardinales) normalmente se leen arriba-abajo-derecha-izquierda, y aunque hay excepciones, una cosa está clara, el primer carácter siempre es el de arriba. Curioso es mencionar que la perforación central tiene un aspecto cuadrado y mientras algunas hipótesis señalan a una intención mezcla entre lo divino y terrenal, siendo la tierra lo cuadrado, me inclino más por la estrecha relación con el calendario Chino. Si averiguamos un poco como es un espejo de calendario chino veremos algo así. Después de la dinastía Tang, la gran mayoría de las leyendas de las monedas eran títulos de reinado seguidos por dos caracteres y desde aquella dinastía en adelante siempre hubo cuatro caracteres en el anverso. Durante la dinastía Tang (618 – 907 con el emperador Su Zong) que fue posterior a la dinastía Sui y anterior al reinado de las Cinco dinastías, estas piezas sentaron el histórico hecho de ser las primeras piezas (ya en aleación) que crecieron en tamaño y peso, y su proceso de fabricación era fundición a la cera perdida con un molde testigo. De ahí en adelante, asentaron el modelo exacto para el resto de piezas en China. Lo anecdótico de estas piezas Cash Zhong Bao (como colofón final al desarrollo de este ensayo) es que su valor dejó de depender en el peso o cualquier otro factor estético, para pasar a residir en una importancia legislativa, hecho este que sentó un precedente tal que ha durado durante miles de años hasta nuestros días. Y hecha la ley, hecha la moneda. Y hemos cerrado el círculo. “Conchas, Perlas, Cuentas, Perforaciones, Anillos, Asas, Vasijas, Tapas, Bronces, Piedras, Pesos, Diámetros, Sellos, Leyendas y Leyes”Quizás la primera moneda metálica haya sido producto de todas estas ideas que he redactado y que han ido “acuñándose” poco a poco en las mentes de los hombres a lo largo de tantísimos años y escenarios. Sea de donde sea su punto de partida no se debería tomar como una conclusión caprichosa personal de nadie, como tampoco una competición con el fin de tener que deber nada a ninguna civilización concreta por su origen. Porque aunque algunas culturas hayan podido ser mucho más evolucionadas y brillantes en otros aspectos, a un nivel mucho más fundamental en el desarrollo de la vida, a un nivel más social por así decir, y aunque algunas otras en lo económico posiblemente hayan tenido el comercio mucho más presente y desarrollado, posiblemente las que tardaron en hacerse con una moneda oficial, no buscaron una equivalencia artificial precisa como prioridad sino un regateo natural como mejor alternativa. Tomar la llegada de la moneda como un éxito, tampoco creo que haya sido el final deseado para todos, quizás para algunas civilizaciones fuese un recurso de “renovarse o morir” (observando las barbas del vecino) y por lo tanto considero que tampoco será el nacimiento de la moneda una búsqueda numismática de un dato preciso con fecha y lugar, sino el maravilloso peso de todo un regateo para un largo camino, como este que ahora concluyo aquí. “¿Acaso eso que veo será una concha en la arena?”Gracias por vuestra lectura. Ricardo Bibliografía: Early Chinese Coinage, Wang Yu-Chuan Chinese Cash, David Jen Coins in China History, Arthur Braddan Analysis of Chinese Coins at the Bristish Museum |
| | | REVERSO12 -PRINCEPS-
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| Tema: Re: Exposición de monedas para el "Mejor ensayo" Dom 26 Mayo 2024, 8:12 pm | |
| El Fort de l’Oliva, una fortificación que servía para evitar la entrada de las tropas napoleónicas, se empezó a construir el año 1809, pero las obras pararon, ya que era más urgente construir otras fortificaciones. No fue hasta el año 1811, que los trabajos se aceleraron. Por norma general, trabajaban 200 hombres, pero a causa del atraso, se contrataron hasta 800 obreros más. Eso valía un dinero. Para poder pagar los gastos de los trabajadores, se tenía que fabricar una moneda. «Pero había un inconveniente: el territorio no contaba con plata suficiente para poder fundirla y hacer las monedas», explicaba Pere Manuel Llorens, ponente de la conferencia. En un primer momento, el Ayuntamiento decidió crear una lotería para pagar las obras, pero no fue suficiente. También se intentó cobrar, por adelantado, los alquileres de los pisos, pero tampoco. Finalmente, se decidió recurrir a los habitantes más acomodados. Las señoras cedieron sus joyas y los hombres sus relojes. También la iglesia participó, entregando cálices e imágenes de los santos. De hecho, la Catedral de Tarragona dio joyas de incalculable valor artístico e histórico, como por ejemplo una imagen de Santa Tecla, de un metro de altura. Una vez obtenida la plata, Josep Batlle, venerado de la parroquia de la Selva del Camp, se hizo cargo de la dirección de la moneda. Era una persona que tenía grandes conocimientos de los métodos para fabricar monedas, y unos meses más tarde, el Ayuntamiento comunicó las características de la moneda. «(…) Duros de plata del valor intrínseco de cinco pesetas que los admitan en pago de cualquier deuda (…)», decía la orden del Ayuntamiento de Tarragona. Fuente – https://www.diarimes.com/es/tarragona/161025/la-historia-del-duro-tarragona_26093.htmlLa siguiente pieza fue una de las fabricadas en 1809. El proceso de acuñación era simple y consistía en una serie de sellos/punzones que se hincaban en el cospel. También contaban con una cerrilla o máquina de acordonar para grabar el canto de la moneda. Una vez recortado el cospel, este recibía, mediante hincado manual de los punzones, las improntas. Debido a ello, todas las monedas son diferentes. Porque?. Cada moneda tiene las cartelas/sellos y el escudo en lugares diferentes entre sí. En principio, y tras analizar unas cuantas piezas, se puede decir, que hay cuatro punzones. Dos punzones dobles en anverso , 5. PS /1809. y FER / VII. , el punzón individual del reverso, el escudo, y el punzón de Grafila. Es fácil encontrar piezas con errores debido al hincado manual de los punzones. Errores de posición/centrado de las improntas, Doble Acuñación, improntas invertidas,…. El Anverso de la moneda, cuenta con la fecha/valor (Punzón doble) y el nombre del Rey, Fernando VII (Punzón Doble). ¿Por que se puede hablar de punzones dobles de anverso?. Porque en las monedas se observa, las mismas parejas de sellos, 5. PS /1809. y FER / VII. , la misma distancia entre los sellos y además están alineados. Un error en el hincado del Punzón Doble (pareja sellos), delata que el punzón utilizado estaba formado por dos sellos, el punzón doble se hincó invertido. Aureo & Calicó. Subasta 297-1 - Lote 1856. 1809. Fernando VII. Tarragona. 5 pesetas. (Cal. 654) (Cru.C.G. 6025a). 26,58 g. Las cartelas de FER y VII invertidas. Bonita pátina. Muy rara. MBC+. Por lo que podemos ver, al estudiar estas piezas, es que había distintos punzones en diseño. ANVERSOPunzón Doble Valor/Fecha - 5. PS /1809. Las Cartelas dobles se distinguen principalmente por el diseño/tamaño/ orientación del dígito cero de la fecha. El 5 de la cartela de Valor, también ayuda a distinguir la cartela. Encontré 6 tipos. Los distintos diseños juntos: Punzón Doble - Punzón del Monarca FER / VIILas Cartelas FER Y VII, se distinguen principalmente por el diseño y orientación de sus siglas. Tras leer esta piezas, encontré 5 punzones dobles. Los distintos diseños juntos: REVERSOPunzón de EscudoEncontré 13 diferentes escudos, los cuales clasifique en dos tipos. Dos tipos de escudo según el pico central superior del escudo (bajo la corona). 1) ESCUDO CON PICO PRONUNCIADO.CORONA CON BASE CURVA.a) HOJAS BAJO ESCUDO CON BOLITA CENTRALb) HOJAS BAJO ESCUDO SIN BOLITA CENTRAL2) ESCUDO CON PICO POCO REALZADO.a) CORONA CON BASE LIGERAMENTE CURVA. Hojas bajo escudo con bolita central. b) CORONA CON BASE RECTA. Hojas bajo escudo con bolita central. |
| | | Scutum OPTIO
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| Tema: Anazarbo Nerón. Lun 27 Mayo 2024, 11:44 pm | |
| Muy pocos coleccionistas se fijan en la moneda provincial Romana pero son muy interesantes, este Nerón lo es por su reverso, por estar fechado y por la contramarca en el cuello de emperador. • Cicilia. Anazarbo. Nerón. demi-asarión, fecha ςΠ 86 (67/68 dC). 16mm. 4,05g. RPC I 4063; Ziegler 953-6. Howgego 102 contramarca. •Anverso: NЄPΩN KAICAP. Cabeza laureada a derecha de Nerón. Contramarca ovalada con cabeza masculina a la derecha. •Reverso: ЄTOVC ςΠ KAICAPЄΩN. Figura femenina velada (Boule) sentada a la izquierda en un trono, dejando caer una tessera de votación en un ánfora a la izquierda. Anazarbo. La cuidad que acuñó esta moneda es Anazarbo que en persa significa "invencible", nombre que se le puso por salir victoriosa de todas las batallas que libró. Estaba situada en Cicilia y en el 27 aC. fue unida a Siria. Anazarbo era una gran ciudad con un importante puesto militar, de esta ciudad era Dioscórides, médico militar y farmacólogo que fue cirujano del ejército de Nerón y que está considerado como el primer médico científico botánico. El valor que utilizaban para esta moneda en Asía Menor era el demi-asarión, denominación que proviene del as romano y por lo tanto equivaldría al semis romano. El reverso. Hay pocas representaciones en monedas en donde se muestra como los romanos emitían el voto, en el denario republicano de L. Cassius Longinus, aparece un personaje togado portando una tablilla donde se puede apreciar una letra V inscrita (de sí) depositándola en una urna. L. Cassius Longinus. Willwinds. En este caso aparece Boule (Boule es la representación del consejo que trataba los asuntos relevantes de la cuidad) sentada en un trono, en su mano lleva una tesserae que va a depositar en una ánfora que hay a sus pies. Las tesserae eran fichas de diversos materiales, madera, cerámica, hueso, vidrio, bronce, hierro y plomo, acuñadas o inscritas. Este mismo reverso se acuñó en otra cuidad no muy lejos de Anazarbo, Seleucia Pieria en Siria (ciudad de Antioquía), otro enclave militar muy importante, con la diferencia de que en Anazarbo el anverso representa a Nerón y la de Seleucia Pieria a Zeus. Las dos monedas se acuñaron en el mismo año ya que en el reverso de las monedas figura el año de acuñación. En el caso de esta moneda con el anverso de Nerón se considera una moneda Provincial donde la autoridad de la acuñación es el emperador. En la moneda de Seleucia Pieria en el anverso aparece Zeus, esta moneda se considera cívica y la autoridad de la acuñación sería la cuidad, esta es la única moneda que se acuñará en Siria durante el imperio romano que haga referencia a una votación. Es muy probable que algo importante se votase en estas ciudades que quedó reflejado en sus monedas y probablemente relacionado con la guerra Judía. Detalle de la tesserae (ficha redonda), que sujeta Boule con su mano. En Anazarbo se siguieron acuñando escenas de votación con reversos muy similares, cambiando a Boule por Koinoboulion (Koinoboulion, que representa la votación en un consejo comunitario) donde aparece sentado, con cornucopia y depositando una tesserae en una ánfora que hay a sus pies. Como estas monedas aparecen fechadas he buscado el aporte histórico que ofrecen. El siguiente en acuñar una escena de votación es Caracalla, fechada en 213/4 dC., año que coincide cuando Caracalla se quedó en Antioquía con el ejército romano preparándose para lanzar una campaña contra armenios y partos en 214/15. Con Filipo I se vuelve a acuñar la escena de votación fechada en 244/245 dC. En 244 tras el asesinato de Gordiano III, Filipo I continúo la guerra contra las persas y finalmente terminó firmando la paz. Finalmente Con Treboniano Galo volvieron las hostilidades con los persas y otra vez aparece la escena de votación fechada 251-252 dC. Los persas terminaron conquistando las provincia de Siria. Las acuñaciones de votación de Anazarbo importante enclave militar situado en Cicilia pero anexionado a Siria aparecen en un ambiente bélico. Treboniano Galo. Anazarbo. Willwinds. Koinoboulion sentado a la izquierda debajo de un árbol portando cornucopia y depositando una tesserae en una ánfora. La fecha. En la moneda aparece la fecha ЄTOVC ςΠ (fechado en el año 86, que corresponde al 67-68 dC.). En año 67 Vespasiano estaba en Siria como general enviado por Nerón con las legiones, V Macedónica, X Fretensis , XV Apollinaris y lo que quedó de la Legio XII Fulminata con motivo de la primera guerra Judía, después de que los Judíos hubiesen masacrado casi la legión entera de la XII Fulminata bajo el mando del gobernador de Siria Cayo Cestio Galo. Esta guerra fue motivada por el abuso de impuestos a los judíos y las imposiciones religiosas de los romanos. En el año 68 Vespasiano sitiaba Jerusalén. La contramarca. Mientras Vespasiano sitiaba Jerusalén, las legiones de la Galia e Hispania bajo Galba y la Guardia Pretoriana se rebelaron contra Nerón, el Senado declaró a Nerón enemigo del estado el 9 de junio del 68 dC y votó que Galba fuera proclamado emperador. Nerón acabó suicidándose presa del pánico y empezó una guerra por la que fueron sucediéndose Galba, Otón, Vitelio y finalmente Vespasiano. Cuando Galba fue nombrado emperador condenó a Nerón a la damnatio memoriae (condena de la memoria), se empezó a borrar todas las inscripciones donde figuraba Nerón, se destruían las imágenes y esculturas del emperador y se fundían todas sus monedas. Esta es la primera vez que un emperador es oficialmente condenado por el Senado a la damnatio memoriae y cuya condena fue respaldada por el emperador. La contramarca situada siempre en el cuello del emperador indica que es una contramarca militar, la gran mayoría de estas monedas la llevan y se cree hecha por Vespasiano para protegerla de la damnatio memoriae. Así estas monedas seguirían circulando a pesar de la damnatio. Estudiada por Ziegler la identifica como Howgego 102, donde aparece una cabeza masculina radiada con los rasgos de Nerón. Esta cabeza radiada se identifica con la gran estatua del Coloso de Nerón, hecha en bronce y con 37 metros de altura que representaba al emperador con una corona radiada para asimilarse al sol y para compararse con el coloso de Rodas. Coloso de Nerón. Las cabezas radiadas son frecuentes también en las monedas, los emperadores las llevaban comparándose con el sol, mientras que las emperatrices llevaban un tocado de lúnula comprándose con la luna. El sol es masculino y la luna es femenino ese es el símil. Galba después de 9 meses como emperador fue asesinado, le sucedió Otón que rápidamente rehabilitó la memoria de Nerón, seguidamente le sucedió Vitelio que siguió con la rehabilitación por haber sido Nerón un emperador muy popular en Roma por los festivales de juegos y entretenimientos que daba al pueblo. Finalmente Vitelio fue derrotado por Vespasiano y al ser nombrado emperador condenó a Nerón a la damnatio memoriae, por lo tanto las monedas de Nerón serían finalmente retiradas y fundidas, las que sobren viven hoy en día aparecen en los tesoros enterrados que su dueños no pudieron recuperar o por la pérdida casual de un monedero. |
| | | algavaal BENEFICIARIVS TRIBVNI
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| Tema: Re: Exposición de monedas para el "Mejor ensayo" Vie 05 Jul 2024, 11:50 pm | |
| Felipe IV, 16 Maravedis, 1662 ceca Madrid “POR UN PUÑADO DE MARAVEDÍS “Anverso: anverso: * PHILIPPVS* IIII* D. G. Reverso: HISPANIARVUM REX. 1662. Datos de la moneda:Valor : 16 Maravedís Acotado por puntos Año: 1662 Ceca: M Madrid Ensayador: S Sebastián González de Castro Peso: 4,40 gr (aprox.) Diámetro: 24 milímetros (aprox.) Metal: Vellón cobre y plata Tipo de acuñación: A Molino En estos 16 maravedís de 1662, en el reverso, además del año y la leyenda «HISPANIARUM REX» y es de destacar que aparece el escudo completo en lugar del escudo resumido, con solo las armas de Castilla y León, sino que figuran: • En la parte superior, a la izquierda Castilla y León, a la derecha Aragón y Sicilia, y en el centro el escusón de Portugal, aunque no pertenecía a la corona desde 1640, y debajo Granada. • En el centro, a la izquierda Austria, a la derecha Borgoña moderno y en el centro Flandes y Tirol • En la parte inferior Borgoña antiguo a un lado y Brabante al otro. Historia: ESPAÑA - REINO DE ESPAÑA - FELIPE IV (1621-1665) Felipe IV de España (1605-1665) es hijo de Felipe III y Margarita de Austria. Se convirtió en rey a la muerte de su padre en 1621, año en que se casó con Isabel de Francia (1602-1644), hija de Enrique IV y María de Médicis. Es hermano de Ana de Austria, esposa de Luis XIII, y padre de María Teresa, esposa de Luis XIV. La mayor parte de su reinado se dedicará a luchar contra Francia. A partir de 1635, España entró en la Guerra de los Treinta Años. Tras la Paz de Westfalia en 1648, la guerra entre Francia y España continuó y no terminó hasta la Paz de los Pirineos en 1659. Francia perdió definitivamente Cataluña, pero adquirió Rosellón y Cerdaña. Mazarino y Ana de Austria arreglan el matrimonio español de Luis XIV con la infanta María Teresa, con quien se casó en San Juan de Luz en 1660. Viudo, Felipe IV se volvió a casar con María Ana de Austria, hermana de Leopoldo I. de quien nació un hijo enfermo, el futuro Carlos II de España (1665-1700), origen de la Guerra de Sucesión española. Tras numerosos años devaluando la moneda de vellón hasta quitarle totalmente la plata (1602) e ir doblando y triplicando su valor teórico a base de resellar las monedas, Felipe IV decide acuñar una serie de maravedís añadiendo al cobre una liga de plata de 69 milésimas, es decir, casi un 7% de plata. Además, para que el pueblo y los comerciantes volvieran a confiar en esta moneda el rey dispuso que saliese su busto en las monedas de vellón, cosa que no se hacía desde las monedas de vellón acuñadas por los Reyes Católicos. La emisión de estas monedas era un negocio para la Hacienda, ya que el coste de emitir la moneda y de los metales que llevaba (cobre y el 7% de plata) suponía un tercio del valor que se indicaba en la moneda, es decir, que el beneficio era del 200%, pero esta moneda fue una de las falsificadas de la historia, ya que era un negocio acuñar la misma moneda, pero sin añadir la plata. Para evitar que se falsificara la moneda en octubre de 1661 se prohibió que se acuñaran a martillo y se indicó que todos los maravedís con plata ligada debían hacerse de forma mecánica, para que el acabado de la moneda no se pudiese falsificar fácilmente. Pero el hecho fue que la moneda se siguió falsificando, parece ser que desde fuera de nuestras fronteras, acuñando monedas de vellón sin plata para traerlas aquí y hacerlas circular como si tuviesen ese 7% de plata. Así, en 1664 se dejaron de acuñar. Los siguientes maravedís que se acuñaron, ya fueron a nombre de Carlos II en 1680 y eran monedas únicamente de cobre. VELLÓN. Los Maravedís Felipe IV 1660-1664Acuñados a Molino, en aleación de cobre y plata, son las monedas de Vellón con busto de Felipe IV. Todas las monedas de vellón, aunque llevan una pequeñísima cantidad de liga de plata, tiene que llevar la sigla del ensayador, desde los Reyes Católicos. Textos interesantes: Si la falsificación de moneda y su circulación en el mercado castellano había sido algo habitual desde la década de los 20 del siglo XVII, el problema se hizo aún más intenso como consecuencia de la última emisión de vellón realizada a nombre de Felipe IV, especie de funestas consecuencias que vino a ser el último coletazo del monstruo en que a esas alturas se había convertido el numerario de vellón. La nueva serie monetaria, con la que Felipe IV esperaba obtener los fondos necesarios con los que financiar la guerra de Portugal, obedeció a la real pragmática de 29 de octubre de 1660. La nueva especie se diseñaba con una talla de 816 maravedíes en marco y liga argéntea de 20 granos (69,4 milésimas). Se batieron piezas de 16 (4,50 gr.), 8 (2,25 gr.), 4 (1,12 gr.) y 2 (0,56 gr.). Fueron las populares carillas, llamadas así por portar en el anverso un busto del monarca, novedad muy destacable en un numerario como el castellano que había permanecido ajeno al retrato del gobernante desde las emisiones de los Reyes Católicos. Ejemplos de valores de 16, 8, 4 y 2 maravedís de busto de Felipe IV. Si la nueva especie era novedosa en el plano tipológico no menos lo fue en la presencia de un importante componente argénteo en su composición metálica, decisión que pudiera parecer sorprendente dada la penuria que de metal precioso sufría Castilla en aquellos años. Se esperaba que la presencia de plata sirviera para dar cierto crédito al nuevo numerario de vellón, confianza del usuario del que tan necesitado estaba. Sin embargo, al mismo tiempo, su emisión preveía unas importantes ganancias para el poder emisor, resultado del distanciamiento de los valores intrínseco y nominal. El coste total de acuñación puede estimarse en unos 338 maravedíes cada marco; si tenemos en cuenta que el valor nominal que adquiría al amonedarse era de 816 maravedíes vemos que el porcentaje de ganancia está muy próximo al 60 % que ofreció Juan de Góngora en su proyecto original. La liga de plata establecida, según el proyecto original, además de servir para otorgar mayor crédito a la moneda, también pretendía dificultar la previsible falsificación, debido al color blanquecino que la aleación del cobre con la plata daba a las monedas. Sin embargo, el comienzo de la emisión oficial de esta serie monetaria fue un estímulo evidente para la comisión del delito por los altísimos beneficios que producía. Para los falsarios la posibilidad de lucro era enorme, por cuanto obviamente no tuvieron en cuenta la liga de plata legal, lo cual redujo notablemente el costo de fabricación. Fuente – Circulación de moneda falsa en Castilla en el reinado de Carlos II. Análisis de un problema socioeconómico. Javier de Santiago Fernández. A continuación, os propongo pequeño relato que he escrito para la ocasión: “POR UN PUÑADO DE MARAVEDÍS “
Bajo el manto de un cielo estrellado, las calles de Madrid se retorcían y giraban como laberintos de piedra y secretos. Era la época de Felipe IV, un tiempo de artistas y espías, de la decadencia de un imperio que aún se aferraba a la gloria de antaño. En este escenario, Álvaro de Vega, un veterano de los tercios, encontraba su propósito. La guerra había quedado atrás, pero la lucha por la supervivencia nunca terminaba. Álvaro, con su capa oscura y su mirada aún más oscura, se movía entre las sombras, vendiendo su habilidad con la espada al mejor postor. Los maravedís que ganaba eran su salvación y su condena, el precio de los secretos que llevaba a la tumba cada noche. La corte de Felipe IV era un nido de intrigas, y Álvaro se había convertido en un instrumento más en el juego de poder. Sus servicios eran solicitados por nobles que buscaban ascender o por aquellos que temían caer. No había honor en lo que hacía, pero la honorabilidad no llenaba estómagos ni pagaba deudas. Cada trabajo concluía con la frialdad del acero y el silencio de un cuerpo desplomándose en un callejón oscuro. Pero incluso en esa oscuridad, Álvaro seguía un código: nunca un inocente, nunca sin razón, nunca sin recibir su paga. Así, en un Madrid que se debatía entre el esplendor del arte y la corrupción del poder, Álvaro de Vega se convirtió en una sombra, un susurro en la noche, un eco de los tercios que aún resonaba en las paredes de una ciudad que nunca dormía. Una noche más, como otra en las que Alvaro se ganaba su bolsa de maravedíes recibió un encargo más, esta vez de un noble, Don Rodrigo, con la bolsa de maravedís tintineando en su cinturón, sabía que el trabajo que Don Rodrigo le había encomendado no sería fácil. La víctima era un hombre poderoso, protegido por guardias y por muros altos. Para esta tarea, Alvaro necesitaba a alguien en quien confiar, alguien que conociera el filo de la batalla tanto como él. Fue entonces cuando buscó a Luis de Santillana, un antiguo compañero de los tercios. Juntos habían enfrentado a enemigos en campos de batalla lejanos, y Alvaro creía conocer el corazón de Luis tan bien como el suyo propio. Pero Madrid y sus calles estrechas podían cambiar a un hombre, y los maravedís podían pesar más que la lealtad. La noche del encargo, Alvaro y Luis se deslizaron como sombras entre las mansiones de los nobles. Con movimientos precisos y silenciosos, superaron cada obstáculo hasta llegar al dormitorio de su objetivo. Fue un trabajo limpio; la espada de Alvaro no falló. Pero mientras se alejaban, Alvaro sintió una punzada de dolor que no venía de ninguna herida visible. Luis, con una expresión que mezclaba arrepentimiento y avaricia, había desenfundado su daga. “Lo siento, viejo amigo”, susurró, justo antes de que la hoja fría se hundiera en la espalda de Alvaro. El veterano de los tercios cayó, su sangre mezclándose con el barro de las calles que una vez caminó como un héroe. Con la traición consumada, Luis recogió la bolsa de maravedís y desapareció en la oscuridad, dejando atrás no solo el cuerpo de Alvaro, sino también la hermandad forjada en el fragor de la batalla. Madrid, con sus luces y sombras, continuó su eterno baile, indiferente al destino de un soldado caído. Luis de Santillana, con la bolsa de maravedís aún caliente por la traición, se presentó ante Don Rodrigo. El noble le esperaba en una sala iluminada solo por la luz temblorosa de las velas, que proyectaban sombras danzantes en las paredes. “El trabajo está hecho”, dijo Luis, su voz apenas un susurro. Don Rodrigo asintió, su rostro sereno ocultando las tormentas de su interior. “Has servido bien a tu señor, y por ello, serás recompensado”, respondió con calma. Luis extendió la mano para recibir su pago, pero en lugar de maravedís, Don Rodrigo le ofreció el frío beso del acero. “En Madrid, la traición es moneda corriente, y yo no pago a traidores”, declaró mientras la daga se hundía en el corazón de Luis. El cuerpo de Luis cayó al suelo con un golpe sordo, y Don Rodrigo contempló su obra con ojos fríos. “Que esto sirva de lección”, murmuró para sí mismo. “En el juego del poder, solo los más astutos sobreviven.” Con la muerte de Luis, Don Rodrigo había eliminado a todos los testigos de su venganza. Nadie sabría de su implicación, y él podría continuar su ascenso al poder sin manchas en su honor…. Reflexión:Porque no podría ser que alguno de estos cobres que ahora atesoramos en nuestras colecciones numismáticas pasaran por las manos de Alvaro de Vega o Luis de Santillana o algún veterano que alquilaba su espada “Por un puñado de maravedís” en las noches oscuras de Madrid en tiempos de Felipe IV, o porque no podría ser que algún antepasado nuestro fuera alguno de estos veteranos como Alvaro de Vega, o lo peor, que algún antepasado nuestro fuera como el traidor Luis de Santillana, los cuales y ambos murieron “ POR UN PUÑADO DE MARAVEDIS…..”
Para escribir este pequeño relato me he basado en las novelas del Capitán Alatriste de Arturo Pérez Reverte del cual soy fiel admirador de sus novelas. |
| | | JFLJ PRINCIPALIS
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| Tema: Re: Exposición de monedas para el "Mejor ensayo" Sáb 13 Jul 2024, 7:16 pm | |
| 5 PESETAS 1899 SGV: EL ÚLTIMO DUROEn 1869 se introducía en España un nuevo y a la postre, exitoso sistema monetario que venía a poner orden en un sistema monetario español que contaba en 1864 con más de 80 tipos de monedas diferentes (Martorell, M. 2001), sin contar con las acuñaciones extrajeras que circulaban por el país. 1 peseta 1869 SNM. El nuevo Gobierno provisional intentó poner fin al caos monetario con la acuñación de las primeras pesetas, sin embargo olvidaron poner el nombre del país emisor (fuente col. autor).Ese éxito indiscutible se vio empañado por otro dato sorprendente, el mayor de los valores de las acuñaciones de plata se suspendió tan solo 30 años después de iniciarse. Las monedas de 5 pesetas, los populares duros, solo se acuñaron desde 1869 a 1899. La cuestión es ¿Por qué dejó de acuñarse en 1899 una moneda tan aceptada y valorada por el público en general y cuyo módulo era una referencia para la contabilidad y economía nacional?Este pequeño artículo pretende arrojar luz sobre esta duda que suele asaltar al coleccionista de monedas del Centenario de la Peseta en general y de duros en particular. Como siempre achacar a una sola causa una cuestión tan compleja es un error, para entender las causas implicadas en el cese de las acuñaciones de monedas de 5 pesetas debemos analizar la situación política y económica de la España de finales del siglo XIX y principios del siglo XX.En primer lugar tendrán especial influencia en este asunto los acontecimientos derivados de la guerra contra los Estados Unidos y el posterior Tratado de París, ya que produjeron una catarsis en la vida social, política y económica de España, no solo por la liquidación del imperio colonial español en América, que venía a certificar que España pintaba poco ya en la política internacional, sino también por las consecuencias económicas de la pérdida de estos territorios, sobre todo Cuba, cuyas exportaciones de azúcar suponían una gran fuente de ingresos para la maltrecha Hacienda española, ya que suponía en 1870 el 42% del producción mundial, del cual el 91 % era comprado por los Estados Unidos. (Martorell, M. 2001). Ese agujero en la Hacienda condicionará la política monetaria en los siguientes años. 1 peso 1897 SGV, acuñadas en Madrid para Manila, último duro colonial español, apenas circuló ya que tras la pérdida de Filipinas muchas se fundieron y otras intentaron ponerse en circulación de vuelta a España limando parte de la leyenda de anverso (fuente col. autor).Así pues la economía española durante el siglo XIX, que estuvo marcada por un déficit crónico sobre todo desde la independencia de los territorios americanos en el primer cuarto del siglo XIX y con los enormes costes de las Guerras carlistas, empeoró tras la Guerra colonial, como hemos explicado anteriormente, ya que afectó enormemente las políticas económicas llevadas a cabo en los últimos años del siglo XIX. Para evitar una mayor presión fiscal se tuvo que emitir deuda pública o multiplicar la emisión de papel moneda, así como la emisión de más de 40 millones de duros de plata (Aledón, J. M. 1997) El circulante en España estaba dominado por la plata, ya que desde la creación del sistema monetario de la peseta en 1868 se habían emitido unos 200 millones de duros, además de una gran cantidad de divisores. De hecho el patrón monetario español era un patrón bimetálico aunque de facto se basaba en la plata. El problema era que las masivas emisiones de la plata, que beneficiaba a la Hacienda española debido a la depreciación de la materia prima, depreció la peseta frente a otras monedas europeas. Para poner freno a la situación el ministro Fernández-Villaverde inició en 1899 una política económica destinada a reducir el déficit, la deuda y la masa monetaria circulante en plata para adoptar el patrón oro. En noviembre de 1901 el ministro Urzáiz legislaría en contra de la acuñación de duros de plata y favoreciendo la compra de oro, en pos de conseguir los objetivos citados anteriormente (Martorell, M. 2001). 50 céntimos 1926 PCS, esta fue la última emisión en plata del reinado de Alfonso XIII, en 1905 fueron las últimas acuñaciones de 2 pesetas y 1 peseta. Desde 1910 no se acuñaba plata en España (fuente col. autor).Para rematar la situación la última causa a la desaparición de las acuñaciones de monedas de 5 pesetas fue proliferación de los duros falsos o sevillanos. Desde los años 80 del siglo XIX y con el desplome de la plata el patrón de las falsificaciones cambió en España, las anteriores falsificaciones en latón bañado, fueron cambiadas por los falsarios por falsificaciones en plata con un peso y aspecto muy similar a los originales que comenzaron a ser llamados “duros sevillanos”. Tanto fue así que para la gente y para los profesionales del comercio y la banca se hizo casi imposible detectar las falsificaciones ya que estas contenían la misma plata que las monedas originales. El gobierno tardó en tomar medidas para erradicar las falsificaciones, ya que era el propio gobierno el que emitía monedas de 5 pesetas en una plata que no le costaba más de 2 o 3 pesetas, y la diferencia era una fuente de ingresos para una maltrecha Hacienda como hemos comentado anteriormente (Aledón, J.M, 1997). Durante un tiempo el gobierno no quiso atajar el problema, pero la situación se volvió pronto en su contra ya que había tanta moneda falsa y de tanta calidad que la gente de la calle comenzó a recelar y a rechazar el pago con duros de plata, prefiriendo monedas de menor importe (comúnmente de una peseta) ya que se arriesgaban a que esta monedas fueran rechazadas una vez fueran a ingresarlas en el banco. Finalmente, en agosto de 1908 se admitió el canje de duros sevillanos por otros legítimos, equiparando la moneda falsa a la acuñada por el Estado; algo que no hizo disminuir el recelo hacia las monedas de 5 pesetas. Por primera vez los anteriormente codiciados duros de plata eran rechazados por el pueblo, y dicha desconfianza influiría en la decisión de dejar de acuñarlos definitivamente. En conclusión, la difícil situación internacional y el caos de la Hacienda española en los últimos años del siglo XIX, con la masiva acuñación de monedas de plata en general y de duros en particular, llevaron a las autoridades a tomar medidas de carácter económico y monetario que favorecieron la compra de oro y el cese de las acuñaciones de duros de plata. Se pasó por tanto de acuñar 54 millones de duros entre 1898-1899 a decretar la suspensión de las acuñaciones en 1901. A estas políticas se añadiría el problema creado por los duros sevillanos y la extensión de la desconfianza que generaban las monedas de este módulo entre el público en general, por lo que los sucesivos gobiernos decidieron aparcar de una manera definitiva la acuñación de la que se convertiría en una de las monedas más icónicas de la numismática española.5 pesetas 1899 *18-99 SGV (24,95 grs Ag. 900), con una tirada de casi 14 millones de ejemplares este fue el último duro de plata que se acuñó en España, cerrando 30 años de acuñaciones en este popular módulo. A pesar de que se suspendió su acuñación siguieron circulando hasta los años 40 (fuente col. autor) |
| | | n_e_o NOVUS
Cantidad de envíos : 6 Edad : 50 Localización : Galicia • Actividad : 8 Fecha de inscripción : 17/07/2024
| Tema: El Rey Elvis (1935-1977) Miér 17 Jul 2024, 6:53 pm | |
| Sin animo de ofender a nadie, ya que no puedo pelear contra las monedas con sus informes publicados, estan a años luz de mis conocimientos y coleccion particular (un sestercio de Trajano es mi mayor pieza de coleccion)... Y poniendo un poco de humor para sacaros una sonrisa... Conservo esta moneda de Elvis presley (sin valor) que me regalo mi hija, junto con otra de Michael Jackson... Ahi va... Moneda Conmemorativa de Elvis Presley (1935-1977) Rey del Rock Posiblemente fabricada entre el 2022-2024 Chapada en oro Valor aprox.: 0,70 - 3,50 € |
| | | | Exposición de monedas para el "Mejor ensayo" | |
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