A lo largo de casi tres cuartos de siglo, numerosas leyes intentaron en vano desmonetizar y fundir las antiguas perras de 1870, que sin embargo, seguian circulando y se sumaban a las monedas que iban siendo emitidas por los sucesivos gobernantes.
Al acabar la Guerra Civil española, en medio de un sistema monetario fiduciario, con abundante papel moneda en circulacion y con los patrones metales ya lejos de la mentalidad popular, la contundente Orden del 29 de octubre de 1941, firmada por el ministro Benjumea Burin, dispuso: "retirar la moneda fraccionaria de bronce acuñada con arreglo al decreto del 19 de octubre de 1868, quedaran sin valor libratorio, no admitiendose en las cajas publicas ni entre particulares, quedando prohibida su circulacion y tenencia".
Al fin fueron sustituidas las antiguas "perra" por las monedas de aluminio de 5 y 10 centimos, las del jinete con lanza, que desde hacia un año se venian acuñando en cantidades que ya alcanzaban los 173 millones de piezas.
Saludos.
Para conocer todo es necesario conocer muy poco; pero para conocer ese muy poco, uno, antes, debe conocer mucho.
GEORGES GURDJIEFF