Queridos amiga/os, compañeros y conocidos de la cárcel y de lugares peores -también mejores- a todos os quiero desear un tren lleno de toda la felicidad que quepa en él.
Y que la felicidad venga porque tengamos salud, y que también la tengan nuestros seres queridos, porque si ellos carecen de ella, la nuestra no será completa.
Que también lo sea porque veamos felices a los que nos rodean, tanto en el ámbito de la familia, del trabajo o del ocio.
Que en el 2012 se comience a vislumbrar algo más de luz, en aquellos asuntos que nos tienen atenazados por las preocupaciones, especialmente el paro nuestro, o de nuestros hijos.
En definitiva que nuestros deseos, anhelos, aspiraciones, se vayan cumpliendo; y que nuestro mundo vaya siendo cada vez un poco más justo.
Gracias por ser amigos, aunque nos veamos de tarde en tarde; pero la amistad es eso:... saber que se está cuando se necesita.
Un abrazo fuerte...muy fuerte.
J.Manuel Galeano