Convencion en Madrid -

Hola,
Yo en mi primera experiencia en convenciones es y por lo menos es la sensación que me dio que se creen superiores y te miran por encima del hombro, y la primera sensación en la vida es la que vale.

Creo que entre ellos mismos se recrean y se creen unos mas que otros y a ver cual tiene la pieza mas cara de la convención. Y cuando tu preguntas por una moneda como la que he comprado ni te miran , allí la moneda de Isabel II era como de lujo con unos precios de 1000 € - 1500 € - 3000 €……( fechas raras y calidades….)

Daba la sensacion que las dos monedas que compre para ellos no tienen valor, como si fuesen chatarra comparandolas con las que tenian a su lado, y me refiero a los precios, si no preguntas por monedas de un alto valor parace que no eres nadie.
Y esa sensacion me la dieron en todos los puestos en que pregunte por monedas de estas.


pero me lleve lo mio y os puedo decir que a un buen, buen precio, se creera todo lo superior que fuese pero me tubo que rebajar las monedas si ese dia queria sacar por lo menos para un cafe, jajajja.

En fin habrá de todo……….si no malo.

Un saludo.

Hola,

aquí han salido varias cosas que coinciden con mi experiencia. La primera es que al verte joven dan por supuesto que no tienes mucho dinero para gastar y muchos "te espantan". Mejor. Cuanto antes se les vea el plumero menos tiempo te harán perder. Yo es una baza que siempre juego a mi favor: cuando llego a un sitio donde no me conoces me hago el tonto y así filtro a los profesionales honrados de los que no lo son. A este respecto un poco de humor: http://numismatico.wordpress.com/2010/05/09/fauna-y-flora-de-mercadillos-los-profesionales/

En cuanto a lo de hacerte creerte inferior, eso es algo generalizado. En la numismática la humildad brilla por su ausencia, sobre todo entre profesionales. Hay muchísimo complejo de superioridad entre los propios profesionales y a ellos les conviene que ese complejo se traslade también a los aficionados. En muchos casos lo han conseguido: hay gente que se cree que por coleccionar onzas es más listo, más rico, entiende más de numismática (y en definitiva, ES más) que quien colecciona vellones del siglo XIV. Eso hace que quien colecciona moneda barata, que son la mayoría de los principiantes, se sienta mirado por encima del hombro por todos. Si es una persona con poca personalidad se sentirá inferior y no tardará demasiado poco en abrir la cartera y comprar piezas de más calidad de lo que él controla. Lo cual es un error: http://numismatico.wordpress.com/2011/01/13/coleccionar-dependiendo-de-lo-que-se-sabe/

Pero claro, si ahora te crees mejor de lo que eras antes de comprarte esa moneda de 200 euros, no tardarán en decirte que eso es un cacharro y que mira qué preciosidad de 8 reales sin circular que me he comprado... si sigues sintiéndote inferior a la siguiente sueltas 1000 euros y previsiblemente sea por una pieza que vale 600.

Una anécdota a este respecto: cuando empezaba fui a ver a un profesional y le compré un par de duros de plata a 16 euros cada uno. Él me hizo ver que aquellos eran juguetillos y me mostró algunas piezas de mucha calidad. Yo salí de allí pensando que sus clientes eran de primera y yo estaba en tercera división. Años más tarde compré dos columnarios a ese mismo vendedor a 140 euros/pieza y también los despreciaba (podéis pensar que siguen siendo piezas baratas, pero si le hubiera comprado dos onzas de 1500 euros/pieza el desprecio sería el mismo). En otra ocasión le dije que acababa de agarrar un buen lote a un particular y que había soltado 5.000 euros por él; su respuesta fue: "Bueno hombre, eso es un lotecillo. Pensé que me ibas a decir que habías comprado algo por 60.000 euros".

Pues eso.

saludos,
Adolfo

La verdad es que teneis razón!!!.......

Espero que aquellos que hallais ido a ésta Convención os gustase y compraseis muchas cosas, y lo mejor, que nos lo enseñeis para ponernos los dientes largos!!!!...jeje...

En los mercadillos van tanto a vender como a comprar personas de todo tipo y condición. Tan erróneo es generalizar a unos como a los otros.

Yo creo que es fácil distinguir a los vendedores "peligrosos" de los que no lo son. Claro que a veces, esos "peligrosos" son los que, en apariencia, exhiben mejores precios. Es entonces cuando surje la tentación. A partir de aquí que cada cual haga lo que mejor le parezca.

A los compradores potenciales, a poca experiencia que se tenga en un mercadillo, también se les reconoce enseguida. Pensad que en un mercadillo como el de la plaza mayor de Madrid circula mucha gente que no son coleccionistas: turistas, curiosos y demás transeuntes de toda laya: entre tanta gente no es raro que muchos se acerquen a mirar los puestos e incluso cojan las monedas con las manos sin tener la menor intención de comprarlas. Ni que decir tiene que al no entender de monedas cojen las monedas sin la menor precaución: las soban con los dedos, las tiran con violencia sobre las otras, incluso una vez hubo un tipo que se puso una moneda romana en la frente váyase usted a saber para qué, la cual dejó luego oscurecida sin posibilidad de solución (menos mal que era una moneda de poco valor, imaginaos si hubiera sido un sestercio romano de alta calidad: "pa matarlo").

Cualquier vendedor con experiencia sabe que hay cierto tipo de personas que muy rara vez compran: personas mayores, mujeres y la gente joven por debajo de 30 años. Como en toda estadística hay muchas excepciones mas por regla general es así. El aspecto físico de la persona, sobre todo en lo que a su aliño se refiere, también te indica con una fiabilidad altísima (sólo una vez me he equivocado de entre cientos de casos) si es un potencial comprador o simplemente un curioso. No es cuestión de tener que ir de traje al mercadillo pero aconsejo ir a esos sitios con un aspecto informal pero "apañado". El vendedor tenderá a haceros más caso al identificaros como potencial cliente, de manera que también será más accesible a entablar una negociación con vosotros.

A los jóvenes se les suele hacer un precio mejor que a los "maduros" si demuestran ser personas de trato agradable, con ganas de aprender. Eso sí: tampoco es de recibo pretender una de las monedas estrella de vendedor y que te haga un superdescuento. Esas monedas son caras para el joven, para el maduro, para el viejo y para el sur sum corda más que nada porque son las que dan de comer al vendedor. Por otra parte hay algunos jóvenes, no todos ni de lejos pero sí un porcentaje significativo, que tratan a los vendedores con demasiada confianza, incluso haciendo preguntas insolentes y/o indiscretas (ej: ¿y de dónde sacas estas monedas?, ¿las buscas tú?, ¿no son demasiado bonitas para ser auténticas?...). A esa clase de personas son a las únicas a las que intento "evacuar" a fuerza de silencios hostiles, sobre todo por que no se cortan en hacerlas delante de otros clientes, esta vez sí efectivos, que pueden verse espantandos por ellas. Considerad que el vendedor está donde está principalmente (aunque no exclusivamente) para vender y no es su obligación distraer a la gente ni tan siquiera compartir su conocimiento. Así mismo una cosa es responderle esas preguntas a una persona realmente interesada, que las plantea desde la ignorancia pero con el apropiado respeto y/o comedimiento (no hablo de servilismo) y otra contestar a los que vienen con ganas de tocar los c... ya que estos último ni son clientes potenciales ni lo serán nunca.

Para no alargarme demasiado aconsejo a toda persona menor de 30 años que vaya a un mercadillo lo siguiente:
--No ir de "enteraillo" ni tratar de tú a tú al vendedor. Esto no debe hacerlo nadie, da igual la edad, sin que haya cierta confianza de por medio (algo sencillo de conseguir a poco amigables que sean ambas partes). Al vendedor se le trata con respeto y cortesía, pudiendo exigir exactamente lo mismo.
-- Llevar unas ropas de tipo neutro, no demasiado modernas ni deportivas. El motivo: contra más os aproximeis al perfil medio de coleccionista numismático más posibilidades tendreis de ser tratados como tal.
-- Identificaos lo más rápidamente posible como entendidos en la materia. No hace falta ser un experto para reconocer un denario de Trajano o un real de Carlos III. Sin duda ésta es la ruta más corta para llamar la atención del vendedor (al identificaros como potencial comprador). Pensad que entre dos opciones: un hombre de 50 años a derecha y un joven de 26 a izquierda, ambos desconocidos, el vendedor siempre va a esforzarse en atender al de 50 yan que, en principio, las posibilidades de que sea un cliente potencial son mucho mayores. Pues bien, si os identificais como coleccionistas, la cosa puede cambiar radicalmente.
-- En general no es buena política mirar todas las monedas de un vendedor así como pasarse un buen rato hablando con él (se supone que aprendiendo pues, se supone, el vendedor sabe más que tú) y no comprarle nada al final. No digo que esto no se pueda hacer alguna vez, pero cuando se convierte en costumbre llega un momento que el vendedor no querrá que os acerqueis al puesto puesto que le distraeis de asuntos tan importantes como atender a otros clientes (tú no lo eres: recuerda que no le compras nunca) o incluso vigilar convenientemente el puesto para que ningún chorizo le levante algo --peligro extremo en todo mercadillo y más en uno tan concurrido como el de la plaza mayor que explica porque el vendedor rara vez puede permitirse de mirar a alguien de seguido mucho rato--. Solución: cómprale con cierta regularidad a ese vendedor cosas de poco valor (negociando el precio si es preciso), así no te arruinarás y además podrás conservar un "foco de información" de forma satisfactoria para ambos. Y es que todo vendedor asume que, por lo general, los jóvenes no disponen de mucho dinero por lo que entienden que compren cosas de escaso valor. También es normal que pregunten más que los "maduros" y por lo general se les contesta con agrado porque lo normal es que a un vendedor le guste hablar de monedas. Lo que no es de recibo es que venga a tu puesto a aprender de ti y luego les compre SIEMPRE esas cosas te escaso valor a otros más taciturnos pero quizás algo más baratos.
-- Si un joven tiene escasos recursos éconómicos no es aconsejable que "presuma" de las subastas que conoce y en las que participa activamente (pujando, vaya). Nada molesta más a un vendedor de mercadillo que los tíos que se gastan 100 euros en una subasta por x monedas (y así lo pregonan) y luego no pueden gastarse 70 por esa misma moneda en la plaza mayor porque "no se pueden permitir gastar ese dinero en monedas". Dado que las subastas no son precisamente baratas, no las uses como evidencia de que eres un entendido si luego vas a argüir la excusa de tu economía para rechazar todas y cada una de las ofertas del vendedor. O hazlo si quieres pero no te extrañe de que al cuarto domingo de hacerlo, el vendedor empieza a pasar de ti.

En general todos estos consejos son válidos para todo el mundo, pero los he enfocado en los jóvenes debido a que los "maduros", por la razón que sea, rara vez caen en los errores que caen los jóvenes, me temo que en un alto porcentaje de los casos.

Saludos a todos.

Hola ruizcalleja, me paso exactamente como lo describes, es mas te comento lo que me paso nada mas entrar justamente en el primer puesto, pues paso y nada mas entrar pregunto por unas de Isabel II, creo que eran de 20 reales, no lo recuerdo bien, pues me dice 4000 € y puse una cara un poco extraña, jajajja y me dice del tiron... aqui es lo que hay si busca usted otras cosas mejor se valla de aqui y busque en mercadillos y cosas de esas.
Me quede de piedra, le digo , si quiere usted me voy, me voy ya ....diga me ....

pero al final me di media vuelta y ni caso, no sea que llame al de seguridad y la liemos .

saludos.

Muchas gracias HISPANICO por esos consejos es de agradecer,

Son como una pequeña guia del coleccionista, y seran de gran ayuda.

Saludos.

Una cosa importante, por lo menos para mi, aunque desconozco si a los comerciantes les importa en mayor o menor medida.
HAY QUE LLEVAR PASTA, pa por si acaso. No es necesario, incluso desaconsejable exhibirla. Lo de la charla (no se suele ir a hacer amigos), la ropa (no se suele ir a desfilar), las maneras (generalmente tienen peores modales que los compradores y nada les justifica para no mostrarse educados)... esas dudas quedan disipadas ante el lenguaje fenicio universal: EL DINERO.

HISPANICO, estoy totalmente de acuerdo en (casi) todo lo que dices. Mi estrategia suele ser no ir de cara, porque si el vendedor sabe que llevo 500 euros en el bolso ya sesgo su comportamiento. Si me acerco, miro las piezas que tiene y los precios, no tardo nada en saber cómo es la persona que tengo delante.

También estoy plenamente de acuerdo en que si un vendedor dedica 10 minutos a explicarnos cosas, sean las que sean, es de buen grado comprarle alguna moneda. El vendedor no está ahí para hacer amigos, y el puesto no sale gratis. Si nosotros aprendemos de su conocimiento él debe recibir algo a cambio.

Por cierto, llevo tiempo pensando en que debería escribir una entrada sobre comportamiento en los mercadillos. Supongo que no os importe que os cite y/o os coja texto.

saludos,
Adolfo

Hola ruizcalleja, por mi parte no hay ningun problema en que cojas algun texto si es que te interesa algo.

Saludos.

JAVI escribió:

Hola ruizcalleja, me paso exactamente como lo describes, es mas te comento lo que me paso nada mas entrar justamente en el primer puesto, pues paso y nada mas entrar pregunto por unas de Isabel II, creo que eran de 20 reales, no lo recuerdo bien, pues me dice 4000 € y puse una cara un poco extraña, jajajja y me dice del tiron... aqui es lo que hay si busca usted otras cosas mejor se valla de aqui y busque en mercadillos y cosas de esas.
Me quede de piedra, le digo , si quiere usted me voy, me voy ya ....diga me ....

pero al final me di media vuelta y ni caso, no sea que llame al de seguridad y la liemos .

saludos.

Pues si que era agradable el vendedor, para ese una pieza normalita debe de ser minimo un cincuentin.

al final valia dinero la entrada?

cancerbero escribió:

al final valia dinero la entrada?

Hola cancerbero que tal.

No, no habia que pagar nada.

Saludos.

a ver si a la próxima te acompaño javi.