Tan hondamente había calado en Castilla la conciencia de la grandeza del largo reinado de los Reyes Católicos así como la buena calidad de su moneda que los reyes posteriores decidieron seguir acuñando en Castilla a nombre de dichos monarcas.
Hay que recordar los graves problemas nacionales e internacionales que se produjeron a la muerte de la reina Isabel: Incapacidad de doña Juana, conflicto entre don Fernando, nombrado gobernador del reino en el testamento de doña Isabel, y don Felipe de Austria, marido de doña Juana, Minoría de don Carlos de Austria, llegada de éste a España con su corte borgoñona y exigencias de dinero para sus empresas en el Imperio, revuelta de las Comunidades, etc.
A todos estos problemas políticos se añadió la necesidad de realizar reformas en la moneda, tanto en el oro como en la plata. En el oro continuaba el problema de la saca de moneda por la excesiva calidad de la moneda castellana, lo cual llevó, debido a las reiteradas peticiones de las Cortes, en especial de las de Valladolid de 1537, a la creación del «escudo» (rebajado a una ley de 22 quilates y a un peso de 3,38 gramos, es decir a 68 piezas en marco) con un valor de 350 mavavedís.
A pesar de estas nuevas medidas económicas, el prestigio de los excelentes de la granada de los Reyes Católicos, conocidos como «ducados de dos cabezas», hizo que se siguieran acuñando hasta 1543, fecha en la cual el rey Carlos I ordenó (28 de abril) la destrucción de todos sus troqueles.
En la moneda de plata no se necesitaba un cambio intrínseco en ley o peso, sino más bien la expansión económica demandaba simplemente una multiplicación de su peso. Carlos I se encargará de crear la gran pieza de plata castellana, el Real de a Ocho.
Si el Real de los Reyes Católicos pesaba 3,43 gramos, la nueva moneda tendría un peso teórico de 27,45 gramos, creándose así todo un sistema, con monedas de dos reales, cuatro reales y ocho reales de plata, que por su calidad se impondría como divisa internacional de plata en todo el comercio mundial hasta principios del siglo XIX.
Como utilizó la legislación de los Reyes Católicos y al ser una novedad debía ser aceptada por el mercado, Carlos 1 optó por repetir los tipos y leyendas previstos en la pragmática de 1497 para las piezas de un real, añadiendo únicamente la nueva marca de valor (II, IIII, VIII).
Es así como los múltiplos del real se hacen a nombre de los Reyes Católicos hasta 1566, fecha en que, por la llamada pragmática de la Nueva Estampa (22 de noviembre), Felipe II cambia los tipos y leyendas de esta especie monetaria.
La manera de diferenciar una moneda de la época de los Reyes Católicos de otra acuñada a su nombre en los años que van hasta 1566 es comparar su aspecto artístico e identificar las marcas de los ensayadores encargados de garantizar el peso y calidad de la moneda.
En la moneda de vellón castellana hubo también continuismo, aunquese introdujeron algunos cambios en la ley de las piezas, Carlos I y Felipe II acuñaron piezas de dos y cuatro maravedíes a nombre de los Reyes Católicos, pero esta vez si se cambiaron los tipos. Mientras las piezas previstas en la Pragmática de 1497 llevaban las iniciales de los reyes, en las acuñadas por los monarcas de la Casa de Austria se colocan como tipos las armas heráldicas de Castilla (anverso) y de León (reverso), con lo cual su diferenciación es fácil. Estas especies se acuñaron hasta la Pragmática dela Nueva Estampa de 1566 relativa al vellón, que cambió tipos y pureza.
También se acuñaron las blancas (1/2 maravedí), esta si manteniendo las inciales F e Y en el anverso y reverso, para saber de que años son se deben ver las marcas de los ensayadores.
Como enamorado de las monedas acuñadas por y a nombre de los Reyes Católicos, tengo una colección que podríamos llamar "avanzada" si bien aún le faltaría para llegar al nivel de la colección de algún compañero de este mismo foro.
En su día pensé en adquirir solo una moneda de cada tipo hasta donde mi economía me permitiese pero en el "Padre Nuestro de cada día" inevitablemente se cruzan en nuestro camino ejemplares que hacen "tililar" nuestras pupilas y este es uno de ellos...disponía en mi colección de tres ejemplares de este mismo valor a nombre de los Reyes Católicos de diferente ceca pero no tenía un ejemplar de esta ceca y su estado de conservación, a pesar de no ser el mejor, me enamoraba solo con verla....lástima que perdí otras monedas en similar o mejor conservación en la misma subasta.
Aún no esta conmigo pero lo estará en breve y no he podido esperar más para presentarosla:
-Denominación: 2 Maravedís
-Material: Vellón
-Ceca: Burgos
-Fecha/reinado: 1520 a 1530 / Carlos I
-Ensayador: Lesmes Ruiz de Vilar
-Diámetro: 23mm
-Peso: 3,79grs