Uno de cada dos jóvenes quiere opositar

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España supera los tres millones de funcionarios y uno de cada dos jóvenes quiere opositar: «No es sostenible». El sueldo medio en el sector público es un 45 % superior al del sector privado.

El número de empleados públicos superó en mayo la barrera de los tres millones, tal y como reflejan los datos de la Seguridad Social. Una cifra que ha ido en aumento -un 18 % más- desde que Pedro Sánchez llegó al poder. Pero hay otro dato aún más llamativo, y es que uno de cada dos españoles entre 18 y 55 años ha opositado, lo está haciendo o se lo está planteando, según la segunda edición del estudio 'El peso del opositor en España', elaborado por OpositaTest.

El principal motivo que lleva a los españoles a plantearse opositar es la búsqueda de la estabilidad, más allá del salario. Es el caso de Isabel, tiene 27 años, y lleva tres años opositando a la Administración General del Estado, mientras que se presenta a otro tipo de exámenes. «Busco una seguridad y una estabilidad que el sector privado no me da. Tienes la tranquilidad de saber que pase lo que pase no te van a echar», cuenta esta joven. Una decisión también motivada por la dificultad que tienen para encontrar trabajo y la precariedad de las ofertas laborales con las que se encuentran al acabar sus estudios.

Otras de las razones por las que los españoles se plantean trabajar en el sector público es porque, tal y como explica el experto en Recursos Humanos, Jesús Vega, «el salario medio es superior al de aquellos que trabajan en el sector privado».

Solo hay que fijarse en los últimos datos publicados por el INE, correspondientes al cierre de 2022. En ellos se observa cómo el sueldo medio en el sector público se sitúo en 2.835 euros, mientras que la retribución obtenida por los empleados que trabajan en el sector privado era de 1.957 euros. Es una diferencia de 45 puntos porcentuales.

Si el número de trabajadores públicos sigue creciendo a este ritmo, la plantilla se puede llegar a sobredimensionar. Algo que pone en riesgo la productividad de la economía española y el bienestar de las generaciones futuras, porque «cuantos más funcionarios públicos haya, más van a tener que soportar el resto de los trabajadores para así poder pagar esa factura», explica Jesús Vega.

A esto se le añade una consecuencia más, que para el experto en Recursos Humanos es aún «peor». Y es que «se está incentivando a que nuestros jóvenes, los estudiantes, quienes en un futuro van a tener que soportar esta sobredimensión, sean funcionarios. ¿Quién va a pagar, entonces, esta factura?».

«El crecimiento de España depende de la riqueza que seamos capaces de crear. Y este país cada vez es menos competitivo. Los jóvenes ven que su futuro está hipotecado y se van fuera de España. Importamos camareros y exportamos médicos, ingenieros, matemáticos», añade Jesús Vega.