Para vista aguda un viejo de mi pueblo.
Con otro de su quinta sentados en una piedra en la plaza,
a unos quinientos metros de la iglesia.
Se ve la torre asomar por encima de los tejados.
Y el de la vista aguda le dice al otro:
Vaya pelea que se traen aquellos dos gurriatos al lado de las campanas.
Y el otro pa no ser menos y presumir de algo también, le contesta:
Mira, te voy a decir la verdad, yo verlos no los veo, lo que sí oigo son los puñetazos.