Las vías eran el equivalente a las carreteras actuales. Se trataba de unas carreteras pavimentadas que comunicaban Roma con todos sus territorios, de manera que permitían el rápido traslado de tropas y de mensajeros.
Para su construcción se hacían dos surcos paralelos que delimitaban la anchura de la vía – de 5 a 7 metros-, después se excavaba el interior hasta encontrar suelo firme y a partir de aquí se llenaba el hueco con piedras y grava de diferentes medidas, hasta que encima de todo se colocaban losas o piedras planas unidas con mortero que constituían el pavimento de la vía o carretera.
A distancias regulares se colocaban miliarios que indicaban las distancias y direcciones. También había mansiones o posadas para el servicio de los viajeros, cambios de caballos, descansos y el relevo de los correos. Los puentes servían para superar la diferencia de niveles.
Representada en las monedas la VIA TRAIANA, que era una calzada romana construida por el emperador Trajano, como una extensión de la Vía Apia desde Beneventum, alcanzando Brundisium (Brindisi) por una ruta más corta (esto es, a través de Canusium, Butuntum y Barium más que por Tarentum).
Se presenta como una matrona reclinada portando rueda y rama
VIA TRAIANA SPQR OPTIMO PRINCIPI (El Senado y el pueblo de Roma al mejor de los Príncipes, por la Via Traiana. La Vía Traiana tumbada portando rueda y rama. Aureo de Trajano. 112-117 d.C.