Hola a todos
Lo de los paquillos falsos son como las brujas gallegas, no existen pero, haberlos, haylos. Yo mismo me quedé perplejo hace un par de días cuando, tras trincar una remesa de estas monedas y proceder al pesaje de rigor, me topé con el primero de mi vida. La verdad es que me causó una grata sorpresa ya que me ha permitido examinarla a fondo y conocer de primera mano los puntos flacos por los que podremos identificar a algunas de ellas, y digo algunas porque, supongo, habrá falsificaciones mejores y peores. No obstante, lo que hemos asacado de esta puede ser una referencia de interés, y más para los que no tengamos el ojo diestro de algunos veteranos en metaleo que casi las identifican por el olor. Bueno, sin más preámbulos, procedo no sin antes señalar que la moneda auténtica que sirve de referencia en las fotos siguientes es la de la izquierda.
Tras comprobar que está fabricada con un material no ferroso, el peso, como sabemos, es lo que delata ante todo la falsedad de la pieza. En este caso, daba en la báscula 16'67 gramos contra los 19 de las auténticas. Véase:
El anverso. Creo que casi todos sabemos que la marra más frecuente es la ausencia de virgulilla en la Ñ de España. El mínimo espacio libre entre las letras y el listel permite pasar desapercibido este detalle. Al cabo, cuando estas monedas circulaban, nadie iba con una lupa a cuestas para comprobarlo y, además, dudo que el personal tuviera noticia de esto. Sin embargo, para los metaleros es un indicio que, ya de entrada, nos facilita una identificación fiable aún sin recurrir a la balanza. Véase:
Sin embargo, y de esto doy fe, hay ocasiones en las que la falta de presión al acuñarla o el desgaste del cuño hacen que la dichosa virgulilla apenas sea visible, por lo que podemos recurrir a identificar los errores en el reverso. Imagino que los grabadores de los monederos falsos tampoco se preocupaban de hilar excesivamente fino, digo yo... Véase:
Letras y números. En las auténticas están más definidos y son planos. En esta falsa, aparecen redondeados. Obsérvese además la significativa diferencia entre el pie del 1 de ambas monedas.
El castillo. El mazonado está peor definido en la falsa, con los perfiles más difusos.
Las cruces paté. La falsa muestra unas cruces más grandes, burdas y desiguales en su trazado
La cadena de Navarra. La falsa carece de la joya central, una hipotética esmeralda de forma hexagonal que sí se aprecia claramente en la auténtica. Además, los eslabones que unen la cadena con la joya son diferentes.
La granada. La diferencia es tan escandalosa que no creo que haya que especificarla.
Los palos de Aragón. Sí, palos, no barras. Todo el mundo dice barras, pero la barra es una figura heráldica colocada de forma diagonal de izquierda a derecha. Cuando son horizontales son fajas, y cuando son verticales, como en este caso, palos. Bueno, pues los palos falsos son más redondeados y un poco más anchos que en la moneda auténtica.
En cuanto a las posibles diferencias entre el yugo, las flechas, la corona y el león, pueden achacarse en un momento dado al desgaste y no valernos como referencias, pero creo que con las enumeradas nos sobra.
Finalmente, tenemos la leyenda del canto, UNA GRANDE LIBRE . Muchos la miran para ver si han tenido la suerte de encontrar una moneda con dicha leyenda con el orden alterado o que comienza en otra posición respecto al reverso, lo que revaloriza una pieza auténtica, pero en esta ocasión nos sirve para delatar la falsa con más rotundidad. En todo caso, la referencia es que el comienzo de la leyenda coincide con la abreviatura de "pesetas" que aparece en el reverso. Si miramos las "PTAS" del reverso y giramos un poco la moneda veremos el "UNA" de la leyenda del canto. Sin embargo, aquí aparece otra cosa. Véase:
Da un cante tremendo, ¿qué no? Por cierto que, en este caso, la leyenda está alterada, o sea, pone UNA LIBRE GRANDE, lo que no deja de ser una putada porque, si fuese auténtica, podría venderla por una pasta. Mala suerte...
Bueno, pues ya está. Con esto creo que podemos afirmar que la puñetera moneda es más falsa que las promesas de un político en plena campaña electoral. Espero que este breve análisis les sirva de ayuda para que no les den panchillos por paquillos.
Hale, que la semana les sea leve