Aparte de lo noticiable, sin desperdicio, la ley andaluza que supuestamente protege el medio natural, y se que alguien pensará que no tiene relación, no persigue el uso de venenos en esas zonas, del tipo glifosato, que han dejado nuestro medio sin aves, en especial las insectívoras. Han tenido tiempo de actualizar la norma, pero debe ser muy difícil. Y ya con la justicia recortando el credito a quien denuncia estos casos, se permiten el lujo de pedir créditos internacionales, sin protestar por lo anterior. Y se venden aceites muy caros, supuestamente naturales, de esta zona, que rezuman glifosato y otros venenos. Coherencia para politicos, y para fiscales y para jueces y...
Porque entre todos la matamos.