Hola a tod@s, hoy traigo una nueva incorporación de numeral extranjero a mi colección y, aunque de este país en concreto tengo muy pocas cosas, esta pieza me pareció realmente bella y con trascendencia histórica, por lo que me decidí a comprarla. Se trata de
1 Thaler de
plata,
reacuñado en el siglo XIX, en la ceca de
Viena y con fecha genérica de
1780 para poder
comerciar con Oriente Próximo, África y Asia.
Datos de la pieza:País: Austria
Nominal: 1 Thaler/1 Tálero
Año: 1780X. Gracias a la “X” que acompaña a la fecha, podemos saber que se trata de una reacuñación posterior, pero manteniendo la citada fecha en los cuños. Este símbolo se incluiría en tales monedas tras la “Convención Monetaria” celebrada entre Austria y Baviera, ya en 1753 y con el objetivo de fijar la ley de las monedas de plata que circularían entre ambos territorios. Para esta variante en concreto, se estima que se acuñó entre 1860 y 1890, repitiendo el patrón en el año 1900.
Ceca: Viena. Desde sus orígenes, entre 1740 y 1780, se acuñarían en esta ceca y, posteriormente, otras cecas (Praga, Milán, Venecia, Londres, París, Bruselas, Bombay, Florencia, Kremnitz…), con el permiso de Austria, también acuñaron estas monedas para poder comerciar con ciertos territorios y con diferencias sutiles en el diseño que facilitan su correcta identificación.
Diámetro: 41 milímetros
Peso: 28,2 gr (aprox.)
Grosor: 2,5 milímetros
Canto: Leyenda que dice “IUSTITIA ET CLEMENTIA” (“Justicia y Clemencia”) entre filigranas y adornos florales.
Alineación: Medalla (0°)
Metal: Plata de 833 milésimas (167 partes de cobre).
Estado de conservación: SC-. En cuanto al anverso, se aprecia el busto con mucho detalle, destacando la expresión facial y el pelo de la emperatriz. Las leyendas perfectamente marcadas y legibles. Se evidencian marquitas y algunos arañazos repartidos por toda la superficie, muy normales en estas acuñaciones. Sin desgaste y sin golpes. En lo relativo al reverso, vemos el escudo y los motivos en general con muchísimo detalle. Las leyendas perfectamente visibles y con relieve. Leves marquitas y algunos arañazos repartidos por toda la superficie, sin desgaste ni golpes. A nivel general, vemos ciertas manchas oscurecidas en torno a algunas zonas de los bordes y una leve pátina oscura en torno a las leyendas en ambas caras. Conserva casi todo su brillo original. Muy buen ejemplar.
Variante: “Hafner 49ª” (H49a), Leypold
#T4. El broche del anverso cuenta con 8 perlas. En cuanto al reverso, tiene varios detalles significativos. Primeramente, hay una “sub variante” en el que las pequeñas plumas cercanas a la leyenda “CO.TYR” que hay en medio de las plumas grandes, tienen la pequeña pluma central más larga que las otras 2 que la acompañan a cada lado. En la misma cara y, aludiendo a la corona imperial, pueden verse adornos de 5 perlas entre cada una de las piedras centrales de mayor tamaño, así como las plumas de la cola, que siguen un patrón de “1-3-1” empezando desde arriba hasta abajo.
Nº de piezas acuñadas: El único dato que tenemos al respecto es que, entre los años 1751 y el 2000 se acuñarían en torno a los 389 millones entre todas las cecas y cuños disponibles.
Referencias bibliográficas: “KM
#T1”
Ensayadores: Tobias Schöbl y Joseph Faby (siglas “F.M.”), por aquel entonces maestros oficiales de la ceca de Günsburg, integrada en Austria, hoy ubicada en Baviera (Alemania).
Periodo: Sacro Imperio Romano (1741-1805)
Simbología:Anv.: “
M.THERESIA.D.G. R.IMP.HU.BO.REG.” alrededor del busto de la emperatriz con tocado y túnica, esta última sostenida con un broche perlado sobre el hombro derecho. Bajo ella, las siglas de los ensayadores “S.F.”.
Rev.: “
ARCHID.AUST.DUX. BURG.CO.TYR.1780.X.” alrededor de una representación del águila bicéfala con corona imperial sobre ambas cabezas y un sol detrás de cada una. Una cinta emana de la gran corona imperial y, en el centro del conjunto, las armas del Sacro Imperio guardadas en un escudo y con dos coronas reales que representan los tronos de Hungría y Bohemia.
Contexto histórico: Durante el reinado de Francisco José I se fomentó el comercio con las regiones árabes de Oriente Próximo y África, donde las monedas de la emperatriz María Teresa no sólo seguían circulando, sino que eran muy apreciadas. La emperatriz había fallecido en 1780, pero dejó un gran legado a sus espaldas que Francisco quiso poner en valor y mantener así su influencia en las zonas donde Austria tenía intereses comerciales. De esta forma, comienzan las acuñaciones de monedas de un Tálero, como la que se muestra en este hilo, el 19 de septiembre de 1857, manteniendo la fecha de acuñación coincidente con la muerte de María Teresa y declarándola como la “moneda comercial oficial” del Imperio. Sin embargo, dentro de Austria, la cosa cambiaría, perdiendo su condición de “moneda” en el territorio, pero acuñándose en grandes cantidades para regiones como Arabia, Yemen, Mascate, Omán, Etiopía e India, entre otros enclaves, llegando incluso a Asia, donde el “dólar español” seguía siendo la unidad comercial de referencia.
Dada su importancia y la aceptación en regiones donde las principales potencias europeas tenían muchos intereses, algunos países trataron de boicotear, sin mucho éxito, el comercio con estas monedas hasta que, finalmente, algunas cecas europeas como Birmingham , Bombay , Bruselas , Londres , París , Roma, Utrecht , Habsburgo (Günzburg) , Hall , Karlsburg , Kremnica , Milán o Praga terminarían acuñando Táleros que emularan a los emitidos por Austria, favoreciendo la aparición de un buen número de variantes que hacen muy ameno el coleccionismo de estas históricas monedas.
Hasta después de la II Guerra Mundial, estas emisiones aún circulaban especialmente en África, desde la zona norte del continente hasta lo que hoy es Somalia, Etiopía o Kenia, además de Tanzania hasta lo que hoy sería Mozambique. A modo de ejemplo y, en las regiones que rodean al Mar Rojo, la confianza en esta moneda y su popularidad fue tal que los comerciantes no aceptaban ninguna otra.
En base a este último punto, se sabe que las autoridades de Italia trataron de producir una moneda alternativa, con la esperanza de que ésta sustituyera a los Táleros a nombre de María Teresa en las operaciones comerciales en las que Italia estuviera involucrada, pero no obtuvo el éxito deseado. Dada esta situación, Benito Mussolini solicitó a las autoridades austriacas un permiso en 1935 para emitir en Italia estas monedas, el cual fue correspondido durante un periodo de 25 años desde la aprobación de la solicitud. Con este triunfo, Italia se aseguró que comerciantes y bancos extranjeros tuvieran dificultades para obtener estas monedas, forzando a Francia, Bélgica y Reino Unido, con intereses muy fuertes en las zonas de influencia de estas monedas, a acuñar también estos Táleros.
En 1946, tras el fin de la contienda, las autoridades austriacas rescindieron las licencias que permitían acuñar estas piezas en el extranjero hasta que, en 1961 finalizaría la concesión otorgada a Italia. Ante las dificultades para detener las emisiones fuera de sus fronteras, Austria realizó importantes esfuerzos diplomáticos para que tales países cesaran las acuñaciones de Táleros de María Teresa, siendo Reino Unido el último en acceder, ya un año después, en 1962.
A modo de curiosidad final, cuando las fuerzas del Imperio japonés ocuparon Indonesia en el contexto de la II Guerra Mundial, la población local seguiría utilizando estas monedas frente al numeral introducido por los ocupantes nipones, éste último quedando desplazado paulatinamente, según la Oficina de Asuntos Estratégicos de los EEUU iba introduciendo Táleros sin licencia para el uso de la población local y la resistencia.
A día de hoy, los Táleros de María Teresa parece que se siguen acuñando en Viena, bajo demanda.
Fotos:Espero que os guste!
Saludos.