Hablan en idioma catalán, en su variedad valenciana de la Marina Baixa con la particularidad de usar el artículo "salat" (es, sa, ses en lugar de el, la, els, les, propio del dialecto balear), pero ningun mallorquín diria que hablan mallorquín, quizás se asemeja bastante al ibicenco.
El salat también se usa en algunas localidades marítimas del Ampurdán y antiguamente estaba muy extendido en el àrea dialectal del catalán oriental continental, ello se puede rastrear en la toponimia (por ejemplo TV3 tiene su sede en Sant Joan D
espí,
del pino), esta antigua àrea de distribución en Catalunya explica su presencia mayoritaria en Balears (excepción del pueblo de Pollença), donde se usa de forma mayoritaria aunque sin renunciar completamente al lalat ante determinadas palabras (por ejemplo "la mar", la R no suena, y "sa ma" distinguen el mar y la mano gracias al artículo).
También en toda la zona de la Marina se conserva mucho rastro toponímico salat, a causa de la repoblación mallorquina de 1610 que afectó a toda la comarca, aunque actualmente solo se refleje en el habla de la Vall de la Gallinera.
https://db.gsstatic.es/sfAttachPlugin/4369.jpgSeguramente por influencia de la literatura trobadoresca, hacia el siglo XII/XIII, el artículo lalat (derivado del latín ille) adquirió mas prestigio que el salat (derivado del ipse) cosa que lo hace difícilmente rastreable por escrito en textos anteriores al siglo XIX, incluso en Balears donde el romanticismo folclórico lo puso en valor al reproducir por escrito cuentos populares o canciones procedentes de la tradición oral.
Además de las áreas del catalán en donde se usa, el salat también es propio del sardo (Cerdeña) y ha estado en uso en varias regiones en donde se ha extinguido como la mayor àrea de Cataluña y Valencia, zonas de Gascuña o Provenza; incluso en castellano aparece en un verso del poema del mío Cid (“
ES día es salido e la noch entrada es”), todo ello da a entender que fue una de las opciones que de manera amplia se barajaron en las nuevas lenguas romances en la creación de los artículos para substituir las clásicas declinaciones.
Es un rasgo muy chulo para conservar.