Estoy ya en otros subforos, por lo que no quiero molestar en demasía en los otros restantes. Si me lo permitís, me asomaré por aquí, quizá, de vez en cuando. La numismática griega clásica (junto a la de sus aliados y otros no tan amigos) creo que supone un elemento no menos crucial de aquello que anglo-sajones llamaron "milagro griego"... Es casi inexcusable empezar debidamente, instalarnos en los albores...
Resumo brevemente la información, pues de sobra sabéis:
Para Heródoto, los lidios fueron los primeros en acuñar monedas y practicar el comercio minorista (binomio singular)... En efecto, las primeras monedas fueron producidas en Lidia (Sardes era su capital, como sabéis), aproximadamente durante la segunda mitad del s.VII a.C. Fueron acuñadas exclusivamente a partir del electrón, aleación natural de oro y plata, en variable proporción, tal y como se hallaba en abundancia en el monte Tmolo y, en particular, en los depósitos aluviales del río Pactolo, (en turco, Sart Çayı), cuya riqueza aurífera era explicada mitológicamente, al haberse lavado allí las manos, el rey Midas. Algunas póleis de la costa jonia, controladas o bajo influencia lidia, comenzaron al poco tiempo a acuñar sus propias monedas de electrón. Sin embargo, la moneda seguirá durante esta época siendo un hecho regional, limitado a Asia Menor.La unidad de denominación utilizada fue el estater (στατήρ), pero diferentes ciudades le fijaban un peso diferente. En el sistema lidio-milesio, equivalía a 14.5 gramos. También se acuñaban diversas piezas fraccionarias, incluso algunas muy pequeñas como la que os presento abajo, lo que demuestra que las monedas no sólo eran utilizadas para realizar grandes pagos sino también para los intercambios cotidianos.
Una característica general de las emisiones tempranas en electrón es la gran diversidad de motivos. Eran de forma globular y sin diseño, como pepitas que eran, mientras que en otras aparecen, sobre todo, diversas representaciones de animales. La evidencia arqueológica indica que ambos tipos de motivos son contemporáneos y no el resultado de una evolución gradual. El león es la figura más popular pero también aparecen toros, perros, pájaros, focas e, incluso, seres fantásticos. Las piezas tienen formas muy irregulares pero los estándares de peso son respetados rigurosamente. Hasta mediados del siglo VI a.C., sólo se acuñaron monedas de electrón. Se trata de un hecho sumamente llamativo, pues el valor de esta aleación varía de acuerdo a los porcentajes de oro y plata en su composición, que es diferente en cada pieza y tiene que ser determinado a través del uso de una piedra de toque o de otros métodos más complejos. De acuerdo con la teoría metalista, la introducción de la moneda es un medio de evitar el engorroso pesado de los trozos de metal en las operaciones comerciales. El Estado garantiza el valor intrínseco produciendo pequeños lingotes marcados con una estampa que certifica su calidad y peso y hace, de esta forma, innecesario tener que determinar el valor de cada pieza. Sin embargo, esta teoría no se corresponde con las características de las primeras piezas acuñadas de electrón. El Estado no podía certificar un valor intrínseco uniforme a piezas que tenían, en cada caso, un valor diferente correspondiente al porcentaje de oro presente.
Esta paradoja intrigó por mucho tiempo a los investigadores pero fue resuelta de manera muy convincente por R. Wallace en un artículo del año 1987. En su tesis, el origen de la moneda es, precisamente, un resultado de las dificultades para el uso del electrón en las operaciones comerciales. En el siglo VII a.C., no se conocía todavía la forma de separar el oro y la plata de esta aleación, por lo que la gran riqueza proporcionada por ríos como el Pactolo o el Hermo no podía ser aprovechada adecuadamente para el comercio. La respuesta a este problema fue que el Estado lidio produjo piezas de peso uniforme y sus fracciones estandarizadas y garantizó su valor marcándolas con una estampa. La moneda fue inventada, en síntesis, para resolver el problema del valor intrínseco variable de las piezas de electrón que no podían circular de forma efectiva sin una garantía.
Os presento algunas pruebas de aquel prodigio primigenio...
JONIA. Ceca incierta. Circa 650-600 a.C. 1/48 estátera (Electro, 4 mm, 0.29 g), Estándar lido-milesio. Anv.:superficie globular plana. Rev. Cuadrado incuso. SNG Kayhan -. SNG von Aulock 7764. Weidauer -. MBC.
EL Hemihekte más llamativo, claro:
REYES DE LYDIA (incierto, desde .Alyattes II hasta Creso), Sardes. 620/610-550/539 a.C. EL Hemihekte - 1/12 estátera (1,19 g). Anv.: cabeza de león rugiente a derecha, sol en la frente . Rev.: punzón incuso. Hemihekte (1/12 Stater) (1,18 g). SNG von Aulock 2871-2872, SNG Kayhan 1015. Weidauer 90; Rosen 654. MBC+
Por último, la comparativa con una de mis tetras áticas:
Hasta otra. Un saludo!