Hola a tod@s, para esta sección voy a realizar otra presentación de una reciente adquisición que da un poco de vidilla a una sección dentro de mi colección que, por el momento, no es la que más integrantes tiene. Se trata de un
As acuñado en “
Luco Augvsti” actual
Lugo, dentro del contexto bélico que enfrentó a las tropas romanas en el
norte de Hispania con los pueblos locales, conocido como las “
Guerras Cántabras”.
Datos de la pieza:Territorio: Hispania
Nominal: As
Año: Sin un año de acuñación explícito, pero se estima que se emitieron entre el 27 y el 14 a.C.
Ceca: Luco Augvsti (Actual Lugo, Galicia). Realmente se trataba de una ceca móvil al tener un claro carácter bélico o militar cuya ubicación iba variando al ritmo del conflicto, en el noroeste de la península ibérica. Por lo tanto, la englobaremos dentro del territorio “Convento Lucense”, en la provincia romana Tarraconense.
Peso: 13,24 gr (aprox.)
Diámetro: 29 milímetros (aprox.)
Canto: Liso e irregular
Acuñación: Manual
Metal: Bronce
Estado de conservación: MBC-/BC+. La moneda presenta una acuñación simple, pero muy bien conservada a nivel general, que ha conseguido mantenerse hasta nuestros días y con una bella mezcla de tonos verdoso, oscuro y terroso en ambas caras. Indicios de corrosión tanto en el anverso como en el reverso. Acuñación desplazada, pero con buenos relieves.
Variantes: Existen distintos tipos de busto, algunos de mayor tamaño que otros, pero destacando fundamentalmente dos tipologías principales, uno con mayor calidad de acuñación y diseño más estilizado, mientras que el otro, como el que se muestra, con el busto más ancho o “grande” y menos estilizado. No obstante, al tratarse de monedas acuñadas manualmente, podemos afirmar, sin duda alguna, que no existen dos piezas iguales.
Tirada: N.D.
Referencias bibliográficas: "AB-1705" y "FAB
#1703"
Simbología:Anv.: “
IMP. AVG. DIVI. F” alrededor de la representación, con “arte bárbaro”, del busto desnudo de Octavio Augusto mirando hacia la izquierda. Delante del mismo, una hoja de palma larga y, detrás, un caduceo. Gráfila de puntos en el exterior de la leyenda.
Rev.: Representación de un escudo redondo o rodela (también conocida como “Caetra”) de estilo céltico con umbo central, visto desde el frente y con decoraciones geométricas, dividido en cuatro cuarteles simétricos. Gráfila de puntos en el exterior. Sin leyendas.
Otras observaciones: La pieza muestra ciertas imperfecciones propias de un sistema de acuñación bastante tosco, cuya función principal no fue otro que el de surtir de circulante a una región inmersa en un conflicto bélico. No obstante, sus relieves y su simple diseño la hacen una pieza muy bella a los ojos del coleccionista y que ve en ella la oportunidad de viajar a otra época, aprender de sus gentes y las grandes gestas.
Guerras cántabras: Denominadas como “Bellum Cantabricum” fueron unos enfrentamientos de carácter bélico que transcurrieron entre los años 29 y 19 a.C. entre la administración romana en el noroeste peninsular y los pueblos nativos de la zona, concretamente, los cántabros y los astures en lo que los romanos conocían como Cantabria y Asturias. Es importante señalar que su extensión difiere de las regiones que hoy mantienen el mismo nombre pues, por aquel entonces, incluían algunas zonas de lo que hoy es León, Palencia y Burgos.
La trascendencia de este conflicto se estima que fue mayor que otros de idéntica tipología que el Imperio romano mantuvo con otros pueblos en el pasado, pues con la caída de estos nativos, se podría así culminar con la conquista de lo que llamaban Hispania. La trascendencia de esta empresa fue tal que se sabe que sería la única dirigida personalmente por el propio emperador romano Octavio Augusto.
La mayoría de las batallas libradas entre las dos facciones transcurrieron entre los años 26 y el 22 a.C., destacando las de Peña Amaya y el Monte Bernorio con el propio Augusto a la cabeza, en el 26 a.C. También tenemos las batallas de Bergidum, de Bergida o Vellica, la gran batalla en Monte Cildá o la de Mave, todas ellas transcurridas a lo largo del mismo año.
Las batallas de Lancia, el sitio del Monte Vidio y de Aracillum, trascurrieron durante el año siguiente, en el 25 a.C. donde destacamos la batalla de Aracillum como la más importante de todo el conflicto.
Finalmente, señalar el cerco de Monte Medulio, en el 22 a.C. y con un triste desenlace para los cántabros. Durante esta campaña en particular, los romanos adoptarían la política de no tomar prisioneros, unido a las costumbres de los propios guerreros cántabros, prefiriendo el suicidio a ser capturados, supusieron la eliminación, casi por completo, de la población en edad de tomar las armas.
El conflicto se daría así por finalizado en el 19 a.C. aunque no por ello cesaron las pequeñas revueltas posteriores que alteraron el orden en la zona. Igualmente, la huella dejada por los años de conflicto supuso la devastación del territorio y la deportación de sus gentes por parte de las huestes romanas, que trataron de organizar aquellas tierras de acuerdo a los esquemas aplicados en otros lugares que ya habían conquistado. Sin embargo, el orgullo y el propio carácter del pueblo cántabro no permitieron su total aplicación, obligando a Roma a mantener dos legiones completas en el territorio durante, según se tiene constancia, sesenta años más.
Con el paso de los años, los legionarios que allí se mantuvieron adoptarían algunos de los símbolos cántabros, manteniéndose intactos dentro de su esquema militar hasta varios siglos después. Finalmente señalar que de este conflicto, Roma aprendería algunas lecciones, como las tácticas de caballería que los cántabros habían utilizado contra ellos y que no dudarían en perfeccionar y utilizar en otros lugares del Imperio.
Fotos:Espero que os guste!
Saludos.