El templo de Janus, el dios de las dos caras, que una mira hacia el pasado y la otra hacia el futuro, se abría solamente en tiempos de guerra y permanecía cerrado en tiempos de paz.
En la Antigua Roma se le dedicaron templos, siendo el principal el situado en el Foro romano. Las puertas del templo miraban al este y al oeste, por donde empieza y termina el día, situándose en su interior su estatua, de tal forma que con cada cara podía mirar hacia ambas puertas.
Augusto había cerrado el templo de Jano en Roma tres veces, la tercera vez en el 3 a.C., y durante los 42 años de su reinado, la paz quedó establecida en el Imperio Romano. La leyenda nos dice: "después de tener restablecida la paz en la tierra y en el mar, hizo cerrar las puertas del templo de Jano".
Templo de Jano con las puertas cerradas. Áureo de Nerón. Roma 65 d.C. Roma 65 d.C.
Templo de Jano con ventana enrejada a izq., guirnalda colgando en puertas dobles cerradas a la dcha. Sestercio de Nerón. Roma 54-55 d.C.
Templo de dos columnas con Jano estante a izq. portando cetro. Áureo de Cómodo. Roma 187 d.C.