Vuelvo a mostraros esta bonita, moneda que ya en su día subí con motivo de enseñaros el error en las iniciales del grabador Bartolomé Maura.
https://www.imperio-numismatico.com/t139592-5-pesetas-de-alfonso-xiii-1898-error-m-de-maura-al-reves?highlight=1898Anverso: imagen del rey al centro. ALFONSO XIII POR LA G. DE DIOS
Reverso: escudo real al centro. REY CONSTL. DE ESPAÑA (SG) 5 PESETAS (.V.)
Canto: con 27 flores de lis, en tres grupos de nueve diferenciados por tres marcas de virola.
Aleación: plata 900 ml
Alineación: moneda
Peso: 25,7 gr
Diámetro: 37 m.m.
Ensayador: Bartolomé Maura (B.W. por error)
Con esta presentación me hago eco del aniversario del fallecimiento el tres de octubre de 1898 de
Marcos Jiménez de la Espada EvangelistaEste geógrafo, naturalista, explorador e historiador, desconocido para muchos de nosotros, fue integrante de la útima gran expedición científica llevada a cabo por España en el siglo XIX, que intentó ser tan importante como las de José Celestino Mutis o la de Alejandro Malaspina.
La
Comisión Científica del Pacífico, que así se llamaba, estaba presidida por
Patricio María Paz y Membiela, y la componían tres zoólogos, un geólogo, un botánico, un antropólogo y un fotógrafo.
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Fernando Amor y Mayor, vicepresidente, catedrático del Instituto de Valladolid, a cargo de la mineralogía, geología, paleontología y entomología.
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Marcos Jiménez de la Espada, ayudante del Museo de Ciencias Naturales, encargado de las aves, mamíferos y reptiles terrestres.
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Francisco de Paula Martínez, ayudante de la Facultad de Ciencias de la Universidad Central, a cargo sobre los estudios sobre mamíferos, reptiles acuáticos, peces, crustáceos, moluscos.
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Bartolomé Puig y Galup, médico y ayudante disecador del gabinete de Historia Natural de la Universidad de Barcelona, a cargo de la zoología.
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Manuel Almagro y Vega, oriundo de Cuba, médico, versado en antropología física, encargado de la antropología.
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Juan Isern Batlló y Carrera, botánico.
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Rafael Castro y Ordóñez, ilustrador y fotógrafo.
Así mismo habían incorporado al equipo dos ayudantes y un taxidermista.
Formaban parte de la aventura las fragatas
Triunfo y
Resolución , la corbeta
Vencedora y la goleta
Virgen de Covadonga . Desgraciadamente esta importante iniciativa científica se vio truncada de forma abrupta por una visión militarista de la diplomacia de la época.
Los objetivos eran la exploración y estudio de la naturaleza y las culturas de ese mundo, aún desconocido.
La expedición se hizo a la mar en
agosto de 1862 Los hechos acaecidos el 4 de agosto de 1863, con el
Incidente de Talambo entre colonos españoles y agricultores peruanos, determinó el fracaso de la expedición.
En octubre de 1863 murió en San Francisco, por causas naturales,
Fernando Amor. Esto llevó a un reajuste de la carga de trabajo investigador, aunque para entonces el comandante general de la escuadra del Pacífico
Luis Hernández-Pinzón y Álvarez de Vides ya tenía en mente la ocupación
de las islas Chincha .
El
3 de abril de 1864 la Comisión Científica del Pacífico dejó de pertenecer a la escuadra, y el
14 de abril de 1864 las islas Chinchas fueron ocupadas por los españoles.
A partir de este momento la expedición se disgregó.
Puig se quedó en Chile.
Castro regresó a España.
Paula Martínez,
Jiménez de la Espada, el antropólogo
Almagro y el botánico
Isern, continuaron su viaje desde Guayaquil, a través del Amazonas hasta Belén.
Aquel intento de revitalizar la ciencia en España quedo frustrado. Aún así se recogieron más de 80.000 muestras de fauna y flora.
Durante la expedición a Marcos Jiménez de la Espada se le encomendó supervisar la colecta de aves, mamíferos y reptiles terrestres. El número total de vertebrados recolectados sin contar los peces ascendió a 5.200.
Tras su vuelta publicó seis trabajos científicos sobre anfíbios, uno de ellos muy importante: Vertebrados del Viaje al Pacífico: Batracios. Se trata de una obra clásica de la literatura herpetológica que en 1978 fue reeditada por la Society for the Study of Amphibians and Reptiles dádole un valor extraordinario y en las que aparecen descritas e ilustradas especies de las que no existe información.
La colección de anfibios de la Comisión Científica del Pacífico tiene un valor extraordinario, tanto histórico como científico.
Además de los ejemplares tipo descritos por Jimenez de la Espada, como la rana marsupial, hay especímenes muy valiosos como el holotipo del sapo Bufo iserni, descrito por Jimenez de la Espada en 1875 y que no se ha vuelto a encontrar.
En la colección reunida por Jiménez de la Espada se conserva el anfibio más antiguo con quitridios registrado hasta la fecha: una rana gigante del lago Titicaca recogida en 1863 (la quitridiomicosis la provoca un hongo y es una enfermedad infecciosa que se está expandiendo por todo el mundo de manera exponencial y que amenaza con la desaparición de los anfibios. Afecta a la piel provocandoles la muerte).
Sostenía la tesis según la cual los anfibios eran un grupo independiente, al igual que las aves y los mamíferos. Esto iba en contra de la opinión generalizada de los zoólogos de la época que sostenían que anfibios y reptiles formaban parte del mismo grupo.
Otros lances de su viaje son sus ascensiones a varios volcanes como el Izalco en la república de El Salvador, considerado “el faro del Pacífico”, y ecuatorianos, como el Chimborazo y el Sumaco. Al descender al Pichincha, que domina la ciudad de Quito, anduvo perdido tres días y estuvo a punto de fallecer, siendo rescatado in extremis. Parte de sus observaciones geológicas sobre el vulcanismo andino las publicó en 1872 en su estudio sobre “El volcán de Ansango” (crater del Antisana).
Concibió su obra historio-etnográfica como un instrumento que reforzase los lazos culturales entre España y los países andinos. Y el reconocimiento obtuvo del Gobierno peruano en 1892 por sus importantes trabajos históricos y geográficos relativos al Perú
Jiménez de la Espada ocupó generalmente puestos subordinados en los 43 años que permaneció vinculado al Museo de Ciencias Naturales con la mala fortuna de que falleció una semana antes de tomar posesión de la cátedra de Anatomía Comparada de la Facultad de Ciencias de la Universidad Central.
El ilustre marino
Cesáreo Fernández Duro, con la excusa de promover una campaña de solidaridad económica con su familia, lo convirtió en un símbolo del regeneracionismo científico.
Fue miembro de las siguientes entidades:
Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona
Royal Geographical Society Comisión científica del Pacífico (1862-1865)
Real Sociedad Española de Historia Natural (desde 1871)
Real Sociedad Geográfica (desde 1876)
Real Academia de la Historia (desde 1883)
Sociedad berlinesa de Antropología, Etnografía y Prehistoria
Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Natural
Que este humilde comentario sirva para reconocer el trabajo de este insigne científico.