Hola, compañeros: hacemos un pequeño descanso en la serie de monedas francesas que a lo largo de estos días estoy subiendo y nos vamos a una moneda de hondo sentido religioso y que a mí me gusta especialmente: son 500 liras de la Ciudad del Vaticano, acuñadas a nombre de Pablo VI, papa de 1963 a 1978, un año antes de su muerte, en el año XV de su papado.
En su anverso está representado el Tetramorfos –ese es la razón fundamental por la que me gusta– uno de los motivos más comunes del arte cristiano que se formaliza en el arte bizantino, prerrománico y románico, y que consiste en la representación simbólica de los cuatro evangelistas. La palabra proviene del griego tetra (cuatro) y morphe (forma).
Sin duda, tal representación tiene una base bíblica; la primera de ellas corresponde a la visión de los “cuatro vivientes” de Ezequiel, en la que el profeta describe cuatro seres cuyos rostros son de hombre, de león, de buey, y “los cuatro tenían cara de águila”. Ezequiel fue uno de los profetas que vivió el exilio en Babilonia alrededor del siglo VI a.C., de modo que su visión podría haber estado influida por las figuras de los toros alados babilónicos, típicos del arte mesopotámico (ver foto).
A ello hay que añadir que estos signos corresponden a los cuatro signos fijos del zodíaco babilónico: el buey representa a Tauro, el león a Leo, el águila a Escorpio y el hombre o ángel a la constelación de Acuario; las cuatro constelaciones anunciadoras de las cuatro estaciones.
La otra base bíblica está recogida en el Apocalipsis de San Juan, cap. 4, vers. 7 “y la primera bestia era como un león, la segunda bestia como un becerro, la tercera bestia tenía rostro de hombre, y la cuarta bestia era como un águila”.
Así, los cristianos primitivos habrían adoptado estos cuatro signos como símbolos de los cuatro evangelistas a partir del siglo V (ver foto del Libro de Kells, códice miniado del siglo VIII). San Jerónimo ya a finales del siglo IV lo explica de esta manera: San Mateo se asociaría al hombre alado o al ángel porque su evangelio se centra en la humanidad de Cristo y en su genealogía; el león a San Marcos, porque en su evangelio hace énfasis en la majestad de Cristo y en su dignidad real, así como el león es el rey de los animales; El buey se asocia a San Lucas, el más culto de los cuatro, porque su evangelio se centra en el carácter sacrificial de la muerte de Cristo, y el buey ha sido siempre un animal sacrificial por excelencia; y finalmente a Juan se le asocia al águila por dos razones: porque su evangelio describe la encarnación del Logos o Verbo divino y es el más simbólico de los cuatro, y el águila vuela en las alturas y se caracteriza por su vista precisa y afilada.
Esta representación de los evangelistas no es la única propia del cristianismo primitivo, visible en el arte medieval: el Pantocrátor (ver foto), que se acompaña en muchas ocasiones del Tetramorfos, representación de Dios creador y justiciero (el pulgar separado, y el índice y corazón levantados, así lo indican). El Alfa y Omega (“yo soy el principio y el fin”, también recogido en el Apocalipsis), recogido por ejemplo en la cruz que preside la bandera asturiana y que se localiza en iglesias prerrománicas de Asturias (ver foto); el cordero con siete ojos, símbolo de la omnisciencia de Dios; o los ángeles y arcángeles tocando diversos instrumentos musicales, entre otras imágenes, sacadas todas ellas del Apocalipsis.
La moneda obedece a una acuñación conmemorativa del Libro de los Evangelios, los cuatro propios de los evangelistas ya descritos más los “Hechos de los Apóstoles”, de San Lucas, centrado en San Pedro y San Pablo. En total se acuñaron diez monedas de 500 liras a lo largo del papado de Pablo VI, nueve de ellas conmemorativas; la que os presento es la octava.
500 LIRAS – CIUDAD DEL VATICANO / PABLO VI – 1977
Plata de .835 – Diámetro de 29,3 mm. y peso de 11,06 gramos
ANVERSO: el Tetramorfos del Libro de Kells, ya aludido, con los cuatro símbolos evangelistas. Alrededor y separados por dos estrellas de ocho puntas, CITTÀ / DEL / VATICANO / L. 500
Reverso: Escudo del Vaticano “coronado” con la tiara papal, sobre dos llaves cruzadas, símbolo de la Iglesia. Alrededor, *PAVLVS*VI*P. M.*A. XV*MCMLXXVII* (Pontífice Máximo, año 15). Abajo, los nombres del diseñador y del grabador.
Canto: de seguridad , con leyenda en débil relieve ***IN•NOMINE•DOMINI.
Diseño: obra de Tommaso Gismondi, grabador habitual del monetario del Vaticano de la época.
Grabado: obra de Guerrino Monassi, “incisore” o grabador de la ceca de Roma.
Ceca: Istituto Poligrafico e Zecca dello Stato, Roma.
Tirada: Colnect cita 200.000 piezas, 124.000 de ellas en Set. Ennumista rebaja la tirada a 160.000
Referencia: Km # 132.
Un saludo a todos.