Hola a tod@s, hoy voy a presentar
otra moneda de un pecio contemporáneo y que es un fiel reflejo de la convulsa historia del Viejo Continente durante las primeras décadas del siglo XIX. Se trata de
5 Francos acuñados en
1811 en la ceca francesa de
Burdeos (“K”) a nombre del primer emperador de
Francia, el célebre
Napoleón Bonaparte. Curiosamente,
no son el tipo de monedas que esperamos encontrar en un pecio del que, por el momento, no han trascendido datos, pero que trataremos de sacar a la luz aquello que sí podemos saber.
Datos de la pieza:País: Imperio Francés (1803-1815)
Nominal: 5 Francos/5 Francs
Año: 1811. Esta emisión en concreto procede del “Decreto Imperial del 22 de octubre de 1808”, empezando las acuñaciones con este modelo al año siguiente, desde 1809 hasta la caída del propio Napoleón, en el año 1814.
Ceca: Burdeos/Bordeaux (Letra “K” a la derecha de la fecha; en el reverso)
Metal: Plata de 900 milésimas
Peso: 22,31 gramos (aprox.) frente a los teóricos 25 gramos.
Diámetro: 36,7 milímetros (aprox.)
Grosor: Irregular por el desgaste marino, aunque teóricamente estaría en los 2,3 mm.
Canto: Con las leyendas en francés “'* DIEU PROTÈGE LA FRANCE'”, que significa “DIOS PROTEGE FRANCIA”.
Forma: Redonda
Alineación: Moneda (180°)
Estado de conservación: “Shipwreck effect Grade 2/B”. La pieza presente un buen estado en general, a pesar de los desperfectos ocasionados por la corrosión marina. En el anverso vemos las leyendas completas y legibles, así como el busto del emperador con muy buena calidad de detalle. Sobre él se aprecian corrosiones marinas, homogéneas también en el campo y sobre las leyendas. Cierta deformación en la mitad derecha de la pieza, desde las 12 a las 18 horas. En cuanto al reverso, se aprecian perfectamente todos los datos relevantes como leyendas, fecha, ceca y valor nominal. Oxidaciones en el campo exterior y ciertos indicios de limpieza en la zona central. Cierta deformación también en el borde derecho, entre las 14 y las 17 horas. La pieza ha sido restaurada tras el rescate.
Tirada: 1.081.000 Uds acuñadas en la ceca para este año, pero se desconoce cuántas iban en el barco.
Referencias bibliográficas: “KM# 694”
Rareza: Rara. Ya no sólo por proceder de un rescate marino, sino por tratarse de piezas acuñadas durante un periodo histórico muy convulso en Europa, donde además no se suelen ver este tipo de monedas napoleónicas en pecios.
Variantes: Las acuñaciones napoleónicas se caracterizan por mostrar varios bustos del propio Napoleón, además del uso del año real de acuñación o el uso de los años de acuerdo al “Calendario Revolucionario”. Además, se acuñó con el busto de Napoleón, primeramente bajo el título de “República Francesa” y la designación como “Primer Cónsul”, así como del “Imperio Francés” y ya con el título de “Emperador”. Esta última es la variante que se muestra en esta ficha, con el título de “emperador” y el busto laureado como tal.
Pecio: Desconocido. Se trataba de piezas rescatadas en aguas del Mar Mediterráneo, donde el pecio, muy posiblemente no ha sido estudiado con el rigor adecuado. De acuerdo a las piezas rescatadas, sabemos que portaba monedas con valor nominal de “8 Reales” de distintas cecas peninsulares y americanas, bajo el reinado de los monarcas Carlos IV y Fernando VII, así como monedas de “5 Francos” franceses, tanto del tipo “Hércules” propio de la Francia revolucionaria y a nombre de Napoleón, con distintos años, cecas y tipologías de busto, como “Primer Cónsul” de la República y, posteriormente, como “Emperador”. De acuerdo al lote estudiado, se estima la fecha del hundimiento en torno a 1815, sin tener datos sobre el pabellón del pecio, donde estimo, sea un barco mercante.
Grabadores: Nicolas-Antoine Brenet (firma parcialmente visible en el corte del cuello) y Pierre-Joseph Tiolier (en calidad de “grabador general”, con las siglas “Tr” en letra cursiva y estilizada debajo el busto)
Reinado: Napoleón I (1804-1814)
Dinastía: Bonaparte
Leyendas:Anv.: “
NAPOLEON EMPEREUR” alrededor del busto laureado de Napoleón mirando hacia la derecha. Bajo él, firma en el corte del busto de Nicolas-Antoine Brenet e iniciales en cursiva “
Tr” de Pierre-Joseph Tiolier. Marcas y corrosión marina homogéneas por toda la superficie y elementos. Cierta deformación en la mitad derecha de la pieza, desde las 12 a las 18 horas.
Rev.: “
EMPIRE FRANÇAIS” sobre una orla de laureles que guardan el valor nominal, “
5 FRANCS”. Bajo la misma, la fecha “
1811” siniestrada por un lirio y adiestrada por una letra “
K”, ambas en alusión a la ceca de Burdeos. Corrosión marina sobre los bordes y leyendas, a excepción de la parte central, que parece haber sido limpiada mejor durante la restauración. Cierta deformación también en el borde derecho, entre las 14 y las 17 horas.
Observaciones: La pieza en cuestión presenta las oxidaciones propias de una moneda que ha permanecido en torno a los 200 años bajo el mar, pero que a pesar de esto, no ha perdido los detalles que permiten su correcta identificación, por lo que esta moneda en cuestión es un fiel testigo de la convulsa historia europea durante el siglo XIX, de la “Guerra de Independencia” de España y del comercio en el Mar Mediterráneo. Con todo ello, aún permanecen visibles todos los elementos propios de esta moneda (busto, leyendas, fecha, valor o la marca de la ceca) a pesar del daño causado por las oxidaciones marinas, pero que no han afectado a la belleza de este ejemplar tan particular.
El personaje: Napoleón nacería el 15 de agosto del año 1769 en Ajaccio (Córcega), justo un año después de haber pasado a manos francesas mediante un acuerdo de compra con la, por entonces, República genovesa. Formaba parte de un núcleo familiar integrado en la aristocracia del territorio insular, junto con 12 hermanos. Con tan sólo 10 años ingresó en la academia militar de Brienne, para luego partir a su homóloga en la capital de Francia y obteniendo grandes conocimientos en tácticas militares. En 1784 se graduaría como Teniente, destacando en varias campañas militares francesas que le permitieron un rápido y prometedor ascenso hasta convertirse en General de Brigada y liderar la artillería gala.
Con este palmarés, el 5 de octubre de 1795 Napoleón logra sofocar la rebelión de los monárquicos en París contra el Directorio, órgano que nacería tras la Revolución. Su mando firme le valdría para alcanzar el rango de General de División, así como el de Comandante del Ejército.
Durante el mes de marzo de 1796, Napoleón contraería matrimonio con Josefina de Beauharnais, por entonces ya viuda de un general ajusticiado en la famosa guillotina y, además, también era una conocida amante de Paul Barras. Tras esto, pronto ostentaría el cargo de Comandante en lo que hoy es Italia y vencería al ejército austriaco en 1797, con la firma del tratado de “Campo-Fornio”.
El ascenso de nuestro personaje era tal que los cargos del propio Directorio en la capital francesa empiezan a considerarlo como una amenaza para el nuevo régimen y consideran seriamente enviarlo lo más lejos posible de Francia. Así, en el año 1798 se le envía a Egipto donde sus éxitos no son tan notables como en campañas militares previas, pero la experiencia le aporta un gran valor personal. Mientras tanto, los detractores del nuevo sistema político francés, conocedores del temor de los cargos del Directorio hacia el propio Bonaparte, ven en su figura una buena oportunidad para acabar con el sistema establecido y potenciar un régimen alternativo que le devolviera a Francia la gloria que tanto anhelaban.
De esta forma, el 10 de noviembre de 1799, el propio Napoleón regresa a Francia y participa activamente en un golpe de estado que demolería el sistema existente, basado en el Directorio y sería sustituido por un “sistema consular”, de forma que se designaría a tres Cónsules que gobernarían alternándose en el cargo por un periodo de 10 años. Con el éxito del golpe y la simpatía popular, Napoleón sería elegido en un mes “Primer Cónsul” de Francia, modificándose la Constitución en 1802 para ostentar este cargo de forma vitalicia y, posteriormente, con la aceptación de todos los estamentos sociales y basándose en sus grandes éxitos militares en Europa, así como estrategia de alianzas para controlar distintos territorios, además de grandes reformas estatales y legislativas en Francia, sería coronado Emperador en 1804 por el Papa Pío VII tras un plebiscito.
Contexto histórico: Con una buena parte de Europa sumida en la Guerra y los Reinos de España y Holanda controlados por Napoleón tras colocar a sus hermanos José y Luis respectivamente parecía que las fuerzas del Emperador eran imparables. En el caso de nuestro país, las clases más acomodadas darían respaldo a la dinastía Bonaparte, llegando a ser tachados de “afrancesados” por el resto de la sociedad, que no tardó en levantarse en armas contra el ejército francés, apoyados por el Reino Unido y el ejército portugués que también luchaba contra Napoleón, lograron asestar la primera gran derrota militar de las fuerzas del Imperio Francés, sin duda un punto de inflexión que marcaría el inicio del fin del propio Imperio y de Napoleón.
Una vez finalizada la Guerra y restaurada la monarquía encarnada en la figura de Fernando VII, paradójicamente apodado hasta ese momento como “El Deseado”, España se encontraba en ruinas, siendo necesaria una reconstrucción en el sentido amplio de la palabra. Así muchas obras de arte y bienes de lo que hoy es el Patrimonio Histórico común fueron saqueados por el ejército francés y algunas de ellas pueden verse aún en la actualidad en instituciones del país vecino. Además de todo esto, la moneda española empezaba a escasear, por una parte por la disminución de las remesas enviadas desde las provincias de ultramar durante estos convulsos años y, por otra parte, por la aceptación local del numerario francés que traían los propios soldados de Napoleón y que empezarían a circular ampliamente por toda la península hasta el punto de superar al numerario español. Un claro ejemplo lo encontramos en la “reconversión” de medios escudos franceses en las cecas de Madrid, Barcelona y la creación de la ceca de Bilbao en numerario “local” con valor de “10 Reales” de vellón y con la leyenda central de “Resellado”. En algunas de estas piezas aún pueden verse restos de las monedas originales sobre las que éstas fueron reacuñadas.
Todo esto es importante para
poder comprender el por qué de la composición monetaria del pecio del que procede esta moneda y su variopinta carga en términos numismáticos.
Un pecio singular y desconocido: A día de hoy, pocos datos se pueden ofrecer de este pecio ante la falta de trabajos arqueológicos de rigor en la zona del naufragio, ubicada de acuerdo a los datos de referencia, en algún punto entre España y Francia. Gracias a la recuperación de parte de la carga, se ha podido estudiar un pequeño
lote compuesto por 27 monedas rescatadas del pecio y que está compuesto de la siguiente forma:
+ Las primeras
10 monedas corresponden a piezas de “8 Reales” acuñadas en distintas cecas hispánicas, tanto peninsulares como americanas y repartidas de la siguiente manera:
-
Tres piezas de la ceca Cádiz, con fechas de 1813, 1814 y 1815 respectivamente.
-
Cuatro ejemplares de la ceca México. Uno con fecha de 1810 y con el denominado “busto imaginario” de Fernando VII. Las otras tres, presentan el busto de su predecesor, Carlos IV, pero con las fechas parcialmente visibles o no identificables por la corrosión marina.
-
Dos piezas de la ceca de Lima. Una de ellas sin fecha visible y el busto de Carlos IV y la otra se acuña en 1811 a nombre de su hijo, Fernando VII y con el denominado “busto indígena”.
-
Un ejemplar acuñado en la ceca de Santiago, con fecha de 1794 y a nombre de Carlos IV.
- Las
17 monedas restantes corresponden a piezas francesas, 1
5 a nombre de Napoleón con dos bustos diferentes (como Cónsul de Francia y como Emperador) y
dos ejemplares de la “Revolución” francesa, una de ellas acuñada en 1795 (“AN 5”) y la otra sin la fecha visible, ambas del tipo “Hércules” en el centro. Todas con valor de 5 Francos franceses y de gran variedad de cecas, todas ellas en Francia.
De acuerdo a esta
muestra, se puede establecer aproximadamente la fecha del hundimiento que, de acuerdo al año más reciente reflejado en las monedas, estaría en torno a 1815. La variedad de numeral nos corrobora la diversidad monetaria existente en España tras la derrota de Napoleón, donde probablemente, este barco atracaría en alguno de los concurridos puertos mediterráneos españoles surtiéndose de este variado numeral y, muy probablemente, se trataría de un barco mercante que realizaría intercambios comerciales en dichos puertos. No obstante, al no disponer de más datos, no podemos determinar la “nacionalidad” del mismo, donde muy probablemente perteneciera a un comerciante o grupo de comerciantes españoles y/o franceses. El estado en el que estas monedas han llegado hasta nuestros días es ciertamente dispar, afectando en mayor medida al numerario hispánico frente al francés, donde se aprecian prácticamente todos los elementos de cada ejemplar, con la excepción de no más de 3 ejemplares en peores condiciones que el resto. Esperemos que en el futuro, puedan salir a la luz más datos que permitan esclarecer la identidad de este pecio con tan curiosa y variopinta carga monetaria, así como los rigurosos procedimientos propios de unos trabajos arqueológicos modernos que ayudarían a contextualizar una época muy turbulenta de nuestra historia, además de la de nuestro continente.
Fotos:Espero que os guste!
Saludos.