La aparición de este centavo se enmarca en las restricciones propias de la Segunda Guerra Mundial. En efecto, en 1943 Estados Unidos estaba plenamente inmerso en dos frentes, el del Pacífico y el europeo, sin un final todavía claro a la vista. La economía se había puesto al servicio del esfuerzo bélico y la industria militar, lo cual incluía necesariamente a los metales. El cobre, hasta entonces elemento mayoritario en la composición de los centavos, se destinaría a la fabricación de armamento de forma exclusiva, por lo que se imponía la búsqueda de otras alternativas para la calderilla del dólar, en 1943 la US Mint (Casa de la Moneda de Estados Unidos) decidió sustituir la aleación de bronce utilizada para los centavos de dólar por otra basada en un núcleo de acero recubierto de una capa de zinc. Esto daba a los nuevos centavos una apariencia plateada en lugar de rojiza y un peso menor, pasando de los 3,10 a los 2,70 g así como propiedades magnéticas, algo fácilmente comprobable cuando se acerca un imán. El diseño escogido fue el de Victor D. Brenner de 1909, con el busto de Lincoln en el anverso y las dos espigas de trigo en el reverso. Se emitió en tres cecas, la de Filadelfia (sin marca), la de San Francisco (marca S) y la de Denver (marca D).
Podría suponerse que, en un caso como este, el principio conocido como Ley de Gresham se cumpliría a rajatabla. Esta regla no escrita, enunciada por vez primera por el comerciante y financiero Thomas Gresham en el siglo XVI, vendría a decir que cuando dos monedas están en circulación, el público preferirá atesorar aquella que tiene un valor igual al valor de mercado del metal en que está hecha, dejando para las transacciones aquellas que tengan un valor facial superior al del valor del metal. Resumiendo mucho, el “dinero malo” expulsa de la circulación al “dinero bueno”, que se almacena bien como valor seguro o bien para fundirlo y venderlo como metal.
Sin embargo, con el steel penny esta norma no llegó a cumplirse. Al poco tiempo de salir a la circulación, los particulares comenzaron a mostrar un creciente descontento con la nueva pieza. Por un lado, el aspecto plateado de estos centavos los hacía a primera vista muy parecidos a los dimes, las monedas de diez centavos, lo cual llevaba a molestas e irritantes confusiones (algo que no deja de ser chocante en un país que lleva a gala poner billetes en circulación con los mismos colores y parecidos diseños, en los que hay bastante más dinero en juego).
Por si la apariencia no fuera suficiente, la composición metálica del steelie no dio más que problemas. Los centavos quedaban atrapados en las máquinas expendedoras, que contaban con imanes para detectar las monedas falsas. Además, se oxidaban fácilmente con el sudor humano. El descontento del público era tan notorio que, aun en pleno contexto bélico, las autoridades optaron por buscar otras opciones. La US Mint decidió reciclar casquillos de latón para convertirlos en centavos entre 1944 y 1946, de tal manera que se pudiera poner en circulación una moneda similar a la anterior a 1943. Solo después de la guerra, una vez levantadas las restricciones en el uso del metal, se pudo utilizar de nuevo la misma aleación de cobre y zinc anterior al steel penny.
Los centavos de acero, producidos durante solo un año, estaban condenados a desaparecer, pero lo hicieron de forma progresiva, pues su circulación continuó hasta la década de 1960. Existe cierta predisposición a pensar que estas monedas pueden alcanzar un alto valor, pero nada más lejos de la realidad. Sí es cierto que existe un centavo de 1943 muy cotizado hoy en día, pero no sería un steelie sino uno de cobre producido por error por la US Mint. Se calcula que se emitieron unas cuarenta piezas de centavo de cobre en 1943, que hoy en día se cotizan en las decenas o cientos de miles de dólares. Si por casualidad nos encontramos un antiguo centavo de cobre del año 1943, lo más seguro es que se trate de una falsificación, consistente en un steel penny recubierto de una fina capa de cobre. Afortunadamente no hay que ser un experto numismático para identificar la falsificación: con acercar un imán será suficiente.
País: Estados Unidos
Denominación: 1 centavo
Año: 1943
Período: Estados Unidos de América (1909 - 1950)
Tipo de monedas: Monedas en circulación
Peso: 2.07 Gramos
Diámetro: 19.05 Milímetros
Grosor: 1.55 Milímetros
Aleación: Acero bañado en zinc
Anverso: IN GOD WE TRUST / LIBERTY
Reverso: E PLURIBUS UNUM / ONE CENT / UNITED STATES OF AMERICA
Canto Liso
Ceca: Denver
Tirada: 217.660.000