Hola a tod@s, hoy voy a presentar otra de esas monedas que tanto me gustan y que proceden de otro
pecio contemporáneo y poco conocido, precisamente además, con bandera española. Se trata de
8 Reales acuñados en la ceca de
México durante la México a nombre del Rey
Fernando VII en el año
1811 presentando una acuñación que escenifica la perfección técnica imperante bajo la dinastía de los Borbones en comparación con siglos anteriores. Esta moneda presenta un tipo de busto conocido entre los coleccionistas como “imaginario”, pues el nuevo retrato real aún no había llegado a la ceca, pero sin embargo y a mi juicio, realizaron de forma muy acertada.
Datos de la pieza:Nominal: 8 Reales
Año: 1811
Ceca: México (“Mo”; en el reverso)
Metal: Plata de 903 milésimas
Peso: 21,7 gr (aprox.)
Diámetro: 39 milímetros (aprox.).
Canto: Cordoncillo (Patrón de rectángulos y círculos)
Forma: Redonda
Tipo de acuñación: Prensa a volante
Ensayadores: Siglas “HJ”. Correspondientes a D. Henrique Buenaventura Azorín y Joaquín Dávila Madrid.
Tipología: Busto imaginario. Ceca de México (1808-1811) y ceca de Chihuahua (1812)
Estado de conservación: “Shipwreck effect (G3/C)”/ NN “G6”. Aunque, realmente, no lleva tantos años sumergida, la pieza presenta un deterioro significativo por la acción del agua salada. El anverso muestra la silueta del monarca con algunos elementos del busto visibles, tales como detalles de la vestimenta. Las leyendas están visibles de forma muy parcial. La fecha sólo muestra el “1” final, utilizando una lupa de mucho aumento. El reverso muestra el escudo parcialmente visible, al igual que la leyenda, con el valor nominal y ensayador identificables, pero con evidente dificultad para su lectura. Los lemas “PLUS” y “ULTRA” no están disponibles. Superficie irregular por la acción marina y más o menos homogénea en ambas caras. Detalles en general que permite la correcta identificación. Ligera pigmentación rojiza en la columna izquierda del escudo relativo a los sedimentos marinos que sobrevivieron a la limpieza tras el rescate. La moneda cuenta con el correspondiente “COA” que garantiza su procedencia. Señalar finalmente que fue graduada por “NN Coins” como “G6” (“Good”) y “6” sobre “70” de acuerdo a la escala Sheldon.
Referencias bibliográficas: “KM
#110”
Rareza: Rara. Ya no tanto por el numeral en sí o por el estado de conservación, este último afectado significativamente por las circunstancias del naufragio. Si no por lo poco frecuente que resulta ver monedas procedentes de este pecio en concreto y, sobre todo, por tratarse de una pieza acuñada en México con el denominado “busto imaginario”, poco frecuentes de encontrar en naufragios.
Pecio: “SV San Andrés/SV Santo André”. Un barco mercante con bandera española que naufragó frente a la “isla de Boavista” (Cabo Verde) en 1856.
Pedigree: Ex Daniel Sedwick Auction (06/11/2019)
Reinado: Fernando VII “El Deseado” (1814-1833)/ Isabel II “La de los Tristes Destinos” (1833-1868)
Dinastía: Casa de Borbón
Leyendas:Anv.: “
.FERDIN. VII. DEI. GRATIA. 1811.” [LEYENDAS PARCIALMENTE VISIBLES] alrededor del busto armado y con corona de laureles del monarca mirando hacia la derecha. Corrosión marina.
Rev.: “
.HISPAN. ET. IND. REX. Mo. 8R. H.J.” [LEYENDAS PARCIALMENTE VISIBLES] alrededor del escudo coronado con las armas de Castilla y León, el escusón que guarda las 3 flores de Lis en el centro y, en la base del escudo, una granada en referencia a tal reino. A ambos lados, las columnas de Hércules con las leyendas “
PLUS” y “
ULTRA”. Corrosión marina.
Observaciones: La pieza en cuestión presenta las oxidaciones propias de una moneda que ha permanecido casi 130 años bajo el mar, pero que a pesar de esto, no ha perdido los detalles que permiten su correcta identificación, por lo que esta moneda en cuestión es un fiel testigo de la historia tanto española durante el siglo XIX y después de la pérdida de sus territorios americanos, quedando en una posición desventajosa frente a otras potencias europeas. Con todo ello y, dado que aún permanecen visibles los elementos significativos de esta moneda (escudo, fecha, ceca o ensayador), con las leyendas dañadas debido al daño por oxidaciones marinas, estimo que presenta un “grado 3 o C” en lo referente al estado de conservación.
Información histórica: Después de la pérdida de los territorios americanos, España quedó relegada a un segundo plano frente a otras potencias europeas, manteniendo algunas enclaves estratégicos en el Caribe, como Cuba y Puerto Rico, además de una cierta presencia en Asia, con Filipinas, Guam o Las Marianas, Carolinas y Palaos. Con la situación en la que se encontraba España, la comunicación con sus territorios de ultramar no era tan sencilla ni fluida como antaño, con algunos buques de menor envergadura que cubrían estos trayectos según las necesidades del momento, además de apoyarse en una variopinta flota mercante con navegantes particulares que viajaban con fines comerciales y lucrativos. Es por ello que barcos como el “San Andrés” eran clave para mantener el contacto con las Indias Orientales y alimentar el limitado comercio con la metrópoli, además del envío de tropas, pertrechos y víveres. Las informaciones procedentes de los rescatadores y los americanos, hacen referencia a este barco, en todo momento, como “galera”, sin embargo, un recorte de prensa de “La Iberia” del mismo año del naufragio la define como “fragata”. En todo caso, sabemos que se trataba de un barco de vela. Se tiene constancia que estos barcos realizaban un buen número de viajes a Manila durante su vida útil, muchos más que los buques de otras potencias del momento para sacarles el máximo partido. A modo de ejemplo, sabemos que un barco de la “VOC” y la “EIC” sólo realizaban cuatro viajes largos con cada uno de sus buques, después ya no se les confiaba una tarea de semejante envergadura al considerarlos demasiado “viejos” y aumentar el riesgo de una posible pérdida. Esto último es importante para determinar la situación de España y las comunicaciones con sus territorios de ultramar en aquella época.
El “San Andrés”: Poco se sabe sobre la misión de este barco y los detalles relacionados con su hundimiento. Posiblemente, al no ser una historia de los galeones de antaño, no se haya indagado lo suficiente, así que vamos a tratar de recomponer lo que sabemos. El “San Andrés” o “Santo André”, este último respondiendo a su nombre en portugués, idioma predominante en el territorio en el que trascurrieron los hechos y comercializado así por los descubridores y, posteriormente, por las Casas de Subastas americanas, parte de la península ibérica en 1856 con una tripulación compuesta por 124 españoles (incluyendo los 6 oficiales) y un número no determinado de otras nacionalidades, claramente minoritarios. El objetivo principal del mismo, era suministrar armamento a los soldados y tripulantes de los buques de guerra destinados en Manila. Poco después de su partida y cuando se encontraba a la altura de la isla de “Boa Vista”, en Cabo Verde, el 25 de julio de 1856 el barco se pierde frente a “Rifona Reef” con un buen tiempo para la navegación, de acuerdo a los partes de la época, aunque algunas fuentes aluden a las corrientes de la zona unidas a los vientos que les jugaron una mala pasada a los oficiales y la tripulación. Así, el 12 de septiembre de ese mismo año “El Diario Liberal de La Tarde- La Iberia” hace alusión a que dicha tripulación, haciendo hincapié en los pasajeros y tripulantes de nacionalidad española han podido sobrevivir a las circunstancias del naufragio, sin mencionar cuáles han sido o si los supervivientes han relatado lo sucedido. Se tiene constancia que el “San Andrés”, en el momento del hundimiento transportaba una importante carga de botellas (sin especificar el contenido), muchos enseres personales de los tripulantes, entre ellos monedas de distintas denominaciones pertenecientes al patrimonio personal de todos ellos y, según una nota de prensa, unas 500 carabinas “Minié”, destinadas al fin mencionado unas líneas más arriba. El mismo diario “La Iberia” señala que la población local saqueó toda la carga del barco, por lo que se entiende que debió encallar muy cerca de la costa y dejó abierta la posibilidad de que el “Ministerio de Estado” haga las reclamaciones pertinentes al Gobierno portugués, potencia a la que pertenecen administrativamente estas islas. No sabemos si finalmente se realizó alguna reclamación a este respecto. Los restos del barco fueron descubiertos y rescatados en una primera fase por las empresas “Afrimar” y “Sealite” con permiso de las autoridades en el año 1996 para, en una segunda fase, incorporarse la lusa “Arqueonautas Worldwide” (Referencia del pecio: “BOA-006”), que además se encargaron de las restauraciones de las monedas. La empresa no aporta casi ninguna información sobre este pecio y la propia web de Sedwick hace referencia a la existencia de un informe sobre los restos del “San Andrés” en una obra publicada en el año 1909 que enumera los distintos naufragios acontecidos en las inmediaciones de Cabo Verde entre 1842 y 1908. Este documento sería escrito por D. Sevéro António Fortes para la “Liga Naval Portuguesa”, “Boletim Maritimo publicado pelo Conselho Geral, Série VIII, nº 3”.
En el plano numismático, el cargamento de monedas es de lo más variopinto al tratarse de pasajeros de varias nacionalidades y de caudales atesorados de forma privada. Por la parte española, se han encontrado monedas acuñadas bajo el reinado de Fernando VII, tanto piezas de 8 Reales de cecas americanas, sobre todo de México (como la que se muestra) y monedas de 10 Reales del tipo comúnmente conocido como “resellados”. También destacar la presencia de monedas de 10 y 20 Reales a nombre de Isabel II, de distintas cecas y años, destacando 1851 y 1852. Además, se han rescatado caudales extranjeros, como monedas de 5 Francos franceses (algunos datados en el mismo año del naufragio) o 5 Liras de algunos de los territorios que componían la península itálica.
Fotos:Espero que os guste!
Saludos.