Es simplemente, escalofriante.
Pensar que a una persona por su ideología, su condición sexual, su raza, su religión o sus capacidades diferentes, tuvieran "derecho de facto" a pasar por esos lugares, te hace replantearte muchas cosas.
Lastima que aún hoy en día sigan quedando negacionistas (y no pocos) y gente que en sus círculos más privados se regocijan de aquello... Simplemente, escolofriante.
La discapacidad no es más que la dificultad de algunas personas de ver, que todos tenemos capacidades diferentes.