La Peseta del metal al papel y vuelta

Blas de Lezo escribió:

Es un post con mucho curro que demuestra el amor/pasión  por el papel moneda, que decir? Pues que es para quitarse el sombrero ante semejante esfuerzo ,pasión y dedicación        pido disculpas a su autor si no se valorar/apreciar en la misma medida que su autor  por desconocimiento mío de esta parte del coleccionismo del papel moneda .

Pues si compañera una las dos cosas como muy bien indicas trabajo y pasión/amor por este mundo de la notafilia y numismática que cada día me gusta mas y me sigue enseñando muchísimas cosas con todo lo que la rodea.

Y de disculpas nada, no hay que pedir, precisamente este hilo es para crear conexión entre estos dos mundos nuestros que se pueden complementar y puede ser una colección hacer sin gran dificultad ni un gran desembolso.

Gobierno Provisional escribió:

Estoy impresionado por este trabajo. Las metálicas las conozco todas, estoy acostumbrado por afición a ellas, no así las pesetas de cartón o papel de la Guerra Civil. De las pesetas de papel del franquismo llegué a conocer y manejar por edad, aunque no eran muy frecuentes, las dos últimas.
Visión resumida y panorámica de una parte de nuestra historia, de nuestro siglo XX.
Me ha encantado el post, y solo me queda felicitarte por él.

Muchísimas gracias viniendo de uno de los maestros del foro, me alegra mucho te guste y te traiga recuerdos de esos tiempos en los que el papel en valor pequeño pasaba por los bolsillos de las personas en su día a día.

Y si, es una visión resumida pero como ya comente pretende que nuestros dos mundos se encuentren y conozcan que estamos tan cerca pero hay momentos que parece que muy lejos.

Antonio Valero escribió:

Me alegra que te guste Antonio, muchas gracias compañero.

armintza79 escribió:

Excelente trabajo Natxos7

Muchísimas gracias armintza79, me alegra mucho que te guste.

Joseju escribió:

Buenas tardes,

Ahora entiendo @Natxos7, lo que comentabas que te faltaba y buscabas la peseta del Consejo de Asturias y León, estabas rumiando este post tan cojonudo.
Magnífica historia de nuestra peseta y como comentaba un compañero, nos puede servir de guía para un futuro.
Un cordial saludo

muy observador, la verdad que hacia tiempo que lo estaba preparando pero al final me di cuenta que me faltaban 2 piezas que consideraba imprescindibles.

Me alegra te guste y lo aprecies Joseju.

Ajuntachapas escribió:

Qué chulada de expo', compi Natxos7!!!  
Posiblemente ya lo sepas, pero en relación a los "Belarminos", el papel empleado era el mismo (su característica marca de agua de los biplanos) que el utilizado para los "Eliodoros" del Banco de España en Bilbao, así que posiblemente poco antes de la caída de Bilbao no sólo los cuños y cospeles de la Peseta asturiana se fueron para allí, sino también el papel.
Y en cuanto a las iniciales D. S. de la Peseta cántabra (porque de Palencia y Burgos apenas tuvo presencia geográficamente hablando), tengo mi teoría ya que nadie da razón de su origen, y sean las iniciales del Consejero de Hacienda del Consejo Interprovincial por Unión Republicana, "D"omingo José "S"amperio Jaúregui, pero vamos, eso lo pienso sólo yo  

https://centrodeestudiosmontaneses.com/wp-content/uploads/DOC_CEM/BIBLIOTECA/EDICION_CEM/una_efimera_autonomia_2011.pdf

  Buscando las Pesetas...Qué callado te lo tenías!!!

Un saludo.

Me alegra que te guste compañero Ajuntachapas, y si, si lo se lo del papel de los Belarminos con los avioncitos que le dan un toque de misterio y belleza.

Lo de DS lo desconocía aun que creo que si lei algo en algún hilo tuyo por el foro.

Y si bribón buscaba la peseta

ManoloSordo escribió:

Que grandes que sois, cojones, vaya exposición trabajada, se siente orgullo de pertenecer a este grupo!!!!
Enhorabuena!!!!!!

Mucha gracias Manolo, me alegra mucho te guste.

Maqroll escribió:

En fin @Natxos7, mi más sincera enhorabuena por esta exposición tan interesante y didáctica. Un gusto leerte y aprender además de ti, de otros compañeros como @Ajuntachapas que complementan tu gran trabajo.

Saludos y gracias

Muchísimas gracias Maqroll me alegra te guste esta exposición.

Aja77 escribió:

Gran exposición     educativa a la par que amena y muy bien ilustrada  dejándonos observar parte de tu colección. Me ha encantado. Felicidades!!!

Me alegro que te guste Aja77, muchas gracias.

billcom escribió:

Hola:
Muy buen post, me trae recuerdos, pues me afición a los billetes viene de las pesetas en papel.

 

Me gusta oír eso, que la afición te viene de la peseta y en papel. Muchas gracias compañero.

Madremiadelamorhermoso que pedazo de post.

A exposiciones... pero con chicheta.

Gracias natxos por el currazo que te has pegado... Y gracias 10 pfennig por avisar, que si no se me hubiese pasado

Jacky escribió:

Preciosa presentación

De verdad ...

Un abrazo

txabs escribió:

Madremiadelamorhermoso que pedazo de post.

A exposiciones... pero con chicheta.

Gracias natxos por el currazo que te has pegado... Y gracias 10 pfennig por avisar, que si no se me hubiese pasado

Gracias a ti por pasarte y me alegra que te guste y aprecies el esfuerzo y animate a bajar por la zona d los billetes de vez en cuando que son muy interesantes.

mail escribió:

Un abrazo

Gracias mail, me alegra te guste.

Me acabo de enterar de que los billetes de 1 Peseta de la Cibeles están impresos en Valencia por la FNMT, no te nía ni idea de que se hubiera trasladado por la guerra pero bien pensado era de imaginar. Mi pregunta es: Si los billetes de 50 céntimos (1937) y de 2 pesetas (1938) también están impresos en Valencia o en otro lugar. He encontrado esta información interesante en un portal:

1936: En la guerra civil, el Gobierno de la República, el Banco de España y la FNMT se trasladan a Valencia.

1937: El Gobierno de la Republica, en enero se traslada a Castellón (Factoría C). En el mes de octubre, al igual que el gobierno, la FNMT se traslada a Barcelona.

1938: Las tropas sublevadas toman la ciudad de Castellón, el Gobierno de la República inaugura en Aspe (Alicante) la factoría D de la FNMT.

Gracias de antemano.

Te dejo un poco de información Jose1998 sobre la fabricación por parte de la FNMT en la guerra civil.




Tanto el consejo del Banco de España como la dirección de la FNMT siguieron al gobierno a Valencia en noviembre de 1936. Allí, el ministro de Hacienda Juan Negrín nombró una Comisión Interministerial para la Fabricación de Moneda Divisionaria, que reorganizó la FNMT en zona republicana. La Comisión decidió instalar en Valencia la dirección y parte de la gestión administrativa, si bien en Madrid permanecieron dependencias como la tesorería y la intervención general. En adelante, Madrid pasó a denominarse Factoría A, y Valencia Factoría B. La Factoría A siguió fabricando papel del Estado y efectos timbrados y la Factoría B se destinó en exclusiva a la fabricación de billetes. Respecto a la moneda metálica, la Comisión Interministerial sopesó la posibilidad de encargarla en el extranjero, pero al final optó por instalar una ceca en Levante y eligió la ciudad de Castellón de la Plana, que albergó la Factoría C: allí se fabricaron monedas, billetes y material de guerra. Cada factoría estaba gestionada por un administrador delegado dependiente de la dirección de la FNMT. Un informe sobre medidas de seguridad, elaborado en julio de 1938 por un interventor, aseguraba que la factoría más rentable era la de Valencia, debido que sólo se dedicaba a la fabricación de billetes, “en series de tirada regular y relativamente numerosa”, lo que proporcionaba “un producto elaborado” que simplificaba “el precio de coste”, mientras que las otras factorías, al elaborar “diversos tipos y clases de productos” encarecían la fabricación.

La Factoría C ya fabricaba municiones el 7 de marzo de 1937. No obstante, la primera moneda que acuñó fue la pieza de 1 peseta creada por un decreto del 19 de marzo de 1937. El texto también preveía la fabricación de monedas de 2 pesetas, que nunca llegaron a batirse. La nueva moneda de 1 peseta debía mostrar en su anverso “una cabeza de mujer” y la inscripción “República Española”, y en el reverso “un ramo de vid” y su valor. Como no podía ser de otra manera, el gobierno renunció a fabricar la moneda en plata, metal habitual hasta la fecha. En su lugar recurrió a una aleación de cobre y aluminio que daba a la pieza un tono dorado, debido a la cual la peseta fue bautizada popularmente como rubia. A pesar de la devaluación del material, el gobierno quiso mantener cierta continuidad con el pasado y conservó el mismo tamaño y peso que el decreto del 19 de octubre de 1868 atribuyó a las piezas de 1 peseta. Aunque las rubias se fabricaban desde marzo, tardaron en ser distribuidas: en mayo de 1937 aun no habían llegado a la capital, completamente desabastecida de monedas: “¿cuándo circulará en Madrid la nueva moneda de una peseta?”, clamaba ese mes el diario Mundo Obrero.

Los problemas de distribución eran sólo una parte de los obstáculos que la combinación de una caótica economía de guerra y una administración fracturada imponían a la fabricación de monedas. Las tres factorías, por ejemplo, tuvieron problemas de abastecimiento. Es frecuente hallar en la documentación de la FNMT escritos de protesta delos administradores de las fábricas, reclamando material que a veces tardaba meses en llegar. La fábrica de Valencia, por ejemplo, solicitó en marzo de 1938 1.500 cajas de envases 10.000 efectos y otras 300 de 50.000, necesarias para la distribución de los billetes. En agosto de dicho año el administrador reiteraba “la urgencia de disponer de estos envases... necesarios para la labro de 2 pesetas que actualmente se está realizando”. Lo mismo podía ocurrir con los sulfatos, con la tinta y, por supuesto, con el metal necesario para acuñar monedas, lo que retrasó en más de una ocasión la fabricación. Los proveedores cobraban la mayor parte de los suministros de material de consumo cotidiano, lo cual no significa que el Estado no se incautara de bienes equipo y maquinaria necesaria para la fabricación o, al menos, aplazara su pago a tiempos mejores. Así, varios fabricantes reclamaron tras la guerra la devolución de material requisado: se trataba de grandes máquinas para trabajar la madera, “combinadas de sierra circular y taladro”, o de “grupos completos formados por motor y dinamo”. El Estado franquista devolvió a los reclamantes la maquinaria que pudo ser inventariada siempre que se demostrara que no hubo retribución alguna por parte del Estado republicano.

La distribución de las primeras rubias sólo resolvió en parte el problema de la escasez de moneda estatal, pues los pequeños intercambios cotidianos requerían piezas más menudas que también habían desaparecido de la circulación. Algo cambiaron las cosas cuando Juan Negrín, el 17 de mayo de 1937 asumió la presidencia del gobierno republicano y conservó la cartera de Hacienda. En la medida de sus posibilidades, el nuevo gobierno vigorizó el orden público, fortaleció las garantías procesales, consolidó un Ejército regular, protegió la actividad comercial, y tranquilizó a los pequeños y medianos propietarios. Parecía que un remedo de orden retornaba a todos los ámbitos de la vida cotidiana... excepto al monetario, pues hasta finales de 1937 el gobierno no afrontó la quiebra de la moneda nacional, ni la usurpación de su espacio por la moneda local. A finales de 1937 el gobierno dio los primeros pasos hacia el retorno a una cierta normalidad: excepción hecha de la pieza de 1 peseta que comenzó a fabricarse en marzo, había transcurrido más de un año sin que el Estado suministrara nuevas monedas. La primera medida fue la acuñación de piezas fraccionarias. Un decreto del 24 de diciembre de 1937 ordenó la fabricación de monedas de 10, 25 y 50 céntimos, cuyos diseños y aleaciones estudiaba la ceca de Castellón desde hacía tiempo. En febrero de 1938 -así consta en el preámbulo de un decreto del día 24 de dicho mes- ya circulaba la nueva moneda de 50 céntimos. Fabricada en cobre, la Factoría de Castellón empleó en su anverso el troquel de la peseta republicana de plata, de 1933, con la matrona Hispania sentada en un pedestal. El mismo decreto de febrero de 1938 indica que ninguna otra moneda había salido entonces de la ceca, de modo que hubo de ser bien mediado el año 1938 cuando la FNMT pudo fabricar otras dos monedas, de 5 y 25 céntimos. Discrepan los numismáticos sobre la naturaleza de una moneda de 10 céntimos que pudo circular, si bien José María Aledón considera que los ejemplares conocidos son pruebas, y que no se acuñó en serie.

Una parte de las monedas de 5 y 25 céntimos fue acuñada en la Factoría C, de Castellón. Pero el avance de las tropas franquistas hacia el Mediterráneo a principios de 1938, y la toma de Vinaroz, en las proximidades de Castellón, aconsejaron el traslado de la ceca a un lugar más seguro. Una comisión de funcionarios visitó la retaguardia republicana y escogió la localidad alicantina de Aspe donde se instaló la Factoría D. La decisión fue adoptada en mayo de 1938. Ese mismo mes el administrador de la nueva fábrica solicitó la compra de 20 toneladas decemento y de una “grúa pórtico de 5 Tm. y 4 m. de luz” para acondicionar un viejo edificio que había de albergar a la factoría. El 2 de julio aún no había llegado ni el cemento ni la grúa y el administrador protestaba, pues ambos eran necesarios para el “rápido desmontaje de la factoría de Castellón de la Plana... y su instalación en Aspe”. A pesar de todo, la Factoría D ya estaba funcionando el día 15. Allí se fabricaron monedas de 25 céntimos, material de guerra, efectos timbrados y billetes. Amén una cantidad indeterminada de monedas de 5 y 25 céntimos, la Factoría de Castellón había acuñado a su cierre 18.665.000 piezas de 1 peseta y 3.417.340 de pesetas en monedas de 50 céntimos.

Magnífico compañero. Se centra también en la acuñación de Moneda, así que más o menos sirve para hacernos una idea. Que pena que en los billetes que menciono no aparezcan señaladas las Factorías (B,C,D) y solo venga lo de FNMT.

Un abrazo y gracias

Natxos7 escribió:

Te dejo un poco de información Jose1998 sobre la fabricación por parte de la FNMT en la guerra civil.




Tanto el consejo del Banco de España como la dirección de la FNMT siguieron al gobierno a Valencia en noviembre de 1936. Allí, el ministro de Hacienda Juan Negrín nombró una Comisión Interministerial para la Fabricación de Moneda Divisionaria, que reorganizó la FNMT en zona republicana. La Comisión decidió instalar en Valencia la dirección y parte de la gestión administrativa, si bien en Madrid permanecieron dependencias como la tesorería y la intervención general. En adelante, Madrid pasó a denominarse Factoría A, y Valencia Factoría B. La Factoría A siguió fabricando papel del Estado y efectos timbrados y la Factoría B se destinó en exclusiva a la fabricación de billetes. Respecto a la moneda metálica, la Comisión Interministerial sopesó la posibilidad de encargarla en el extranjero, pero al final optó por instalar una ceca en Levante y eligió la ciudad de Castellón de la Plana, que albergó la Factoría C: allí se fabricaron monedas, billetes y material de guerra. Cada factoría estaba gestionada por un administrador delegado dependiente de la dirección de la FNMT. Un informe sobre medidas de seguridad, elaborado en julio de 1938 por un interventor, aseguraba que la factoría más rentable era la de Valencia, debido que sólo se dedicaba a la fabricación de billetes, “en series de tirada regular y relativamente numerosa”, lo que proporcionaba “un producto elaborado” que simplificaba “el precio de coste”, mientras que las otras factorías, al elaborar “diversos tipos y clases de productos” encarecían la fabricación.

La Factoría C ya fabricaba municiones el 7 de marzo de 1937. No obstante, la primera moneda que acuñó fue la pieza de 1 peseta creada por un decreto del 19 de marzo de 1937. El texto también preveía la fabricación de monedas de 2 pesetas, que nunca llegaron a batirse. La nueva moneda de 1 peseta debía mostrar en su anverso “una cabeza de mujer” y la inscripción “República Española”, y en el reverso “un ramo de vid” y su valor. Como no podía ser de otra manera, el gobierno renunció a fabricar la moneda en plata, metal habitual hasta la fecha. En su lugar recurrió a una aleación de cobre y aluminio que daba a la pieza un tono dorado, debido a la cual la peseta fue bautizada popularmente como rubia. A pesar de la devaluación del material, el gobierno quiso mantener cierta continuidad con el pasado y conservó el mismo tamaño y peso que el decreto del 19 de octubre de 1868 atribuyó a las piezas de 1 peseta. Aunque las rubias se fabricaban desde marzo, tardaron en ser distribuidas: en mayo de 1937 aun no habían llegado a la capital, completamente desabastecida de monedas: “¿cuándo circulará en Madrid la nueva moneda de una peseta?”, clamaba ese mes el diario Mundo Obrero.

Los problemas de distribución eran sólo una parte de los obstáculos que la combinación de una caótica economía de guerra y una administración fracturada imponían a la fabricación de monedas. Las tres factorías, por ejemplo, tuvieron problemas de abastecimiento. Es frecuente hallar en la documentación de la FNMT escritos de protesta delos administradores de las fábricas, reclamando material que a veces tardaba meses en llegar. La fábrica de Valencia, por ejemplo, solicitó en marzo de 1938 1.500 cajas de envases 10.000 efectos y otras 300 de 50.000, necesarias para la distribución de los billetes. En agosto de dicho año el administrador reiteraba “la urgencia de disponer de estos envases... necesarios para la labro de 2 pesetas que actualmente se está realizando”. Lo mismo podía ocurrir con los sulfatos, con la tinta y, por supuesto, con el metal necesario para acuñar monedas, lo que retrasó en más de una ocasión la fabricación. Los proveedores cobraban la mayor parte de los suministros de material de consumo cotidiano, lo cual no significa que el Estado no se incautara de bienes equipo y maquinaria necesaria para la fabricación o, al menos, aplazara su pago a tiempos mejores. Así, varios fabricantes reclamaron tras la guerra la devolución de material requisado: se trataba de grandes máquinas para trabajar la madera, “combinadas de sierra circular y taladro”, o de “grupos completos formados por motor y dinamo”. El Estado franquista devolvió a los reclamantes la maquinaria que pudo ser inventariada siempre que se demostrara que no hubo retribución alguna por parte del Estado republicano.

La distribución de las primeras rubias sólo resolvió en parte el problema de la escasez de moneda estatal, pues los pequeños intercambios cotidianos requerían piezas más menudas que también habían desaparecido de la circulación. Algo cambiaron las cosas cuando Juan Negrín, el 17 de mayo de 1937 asumió la presidencia del gobierno republicano y conservó la cartera de Hacienda. En la medida de sus posibilidades, el nuevo gobierno vigorizó el orden público, fortaleció las garantías procesales, consolidó un Ejército regular, protegió la actividad comercial, y tranquilizó a los pequeños y medianos propietarios. Parecía que un remedo de orden retornaba a todos los ámbitos de la vida cotidiana... excepto al monetario, pues hasta finales de 1937 el gobierno no afrontó la quiebra de la moneda nacional, ni la usurpación de su espacio por la moneda local. A finales de 1937 el gobierno dio los primeros pasos hacia el retorno a una cierta normalidad: excepción hecha de la pieza de 1 peseta que comenzó a fabricarse en marzo, había transcurrido más de un año sin que el Estado suministrara nuevas monedas. La primera medida fue la acuñación de piezas fraccionarias. Un decreto del 24 de diciembre de 1937 ordenó la fabricación de monedas de 10, 25 y 50 céntimos, cuyos diseños y aleaciones estudiaba la ceca de Castellón desde hacía tiempo. En febrero de 1938 -así consta en el preámbulo de un decreto del día 24 de dicho mes- ya circulaba la nueva moneda de 50 céntimos. Fabricada en cobre, la Factoría de Castellón empleó en su anverso el troquel de la peseta republicana de plata, de 1933, con la matrona Hispania sentada en un pedestal. El mismo decreto de febrero de 1938 indica que ninguna otra moneda había salido entonces de la ceca, de modo que hubo de ser bien mediado el año 1938 cuando la FNMT pudo fabricar otras dos monedas, de 5 y 25 céntimos. Discrepan los numismáticos sobre la naturaleza de una moneda de 10 céntimos que pudo circular, si bien José María Aledón considera que los ejemplares conocidos son pruebas, y que no se acuñó en serie.

Una parte de las monedas de 5 y 25 céntimos fue acuñada en la Factoría C, de Castellón. Pero el avance de las tropas franquistas hacia el Mediterráneo a principios de 1938, y la toma de Vinaroz, en las proximidades de Castellón, aconsejaron el traslado de la ceca a un lugar más seguro. Una comisión de funcionarios visitó la retaguardia republicana y escogió la localidad alicantina de Aspe donde se instaló la Factoría D. La decisión fue adoptada en mayo de 1938. Ese mismo mes el administrador de la nueva fábrica solicitó la compra de 20 toneladas decemento y de una “grúa pórtico de 5 Tm. y 4 m. de luz” para acondicionar un viejo edificio que había de albergar a la factoría. El 2 de julio aún no había llegado ni el cemento ni la grúa y el administrador protestaba, pues ambos eran necesarios para el “rápido desmontaje de la factoría de Castellón de la Plana... y su instalación en Aspe”. A pesar de todo, la Factoría D ya estaba funcionando el día 15. Allí se fabricaron monedas de 25 céntimos, material de guerra, efectos timbrados y billetes. Amén una cantidad indeterminada de monedas de 5 y 25 céntimos, la Factoría de Castellón había acuñado a su cierre 18.665.000 piezas de 1 peseta y 3.417.340 de pesetas en monedas de 50 céntimos.

Muy interesante y bien escrito y documentado @Natxos7. Como de costumbre, un placer leerte y aprender.

Saludos

Increíble las cosas que aprendo de vosotros .
Aquí en Castellón algunos ni sabemos dónde estaba la Fábrica C ni creo q existan fotos .
Yo sabía que se había impreso un sello Carlista y había leído algo de la moneda de 5 céntimos . Pero ni idea de que se había instalado aquí la Fábrica de moneda .
Ahora la peseta de las uvas para mí adquiere más importancia.
Creo que el 99% de los habitantes de Castellón no tiene ni idea de esto y debería ser parte de la historia de la ciudad .
Muchas gracias

Te pongo una foto de la fabrica C de Castellón.

Menuda currada te has pegado!! Excelente, tanto como exposición como por el repaso histórico a esa época

Natxos7 escribió:

Te pongo una foto de la fabrica C de Castellón.

GRACIAS . Me faltara localizar donde estaba . Aunque por unos escritos que he visto puedo mas o menos ubicarla

Yo esa foto la habia visto , pero decia que estaba en ASPE ( Alicante) .

josebill escribió:

Yo esa foto la habia visto , pero decia que estaba en ASPE ( Alicante) .

https://www.imperio-numismatico.com/t129992-25-centimos-de-1-938-ii-guerra-civil-las-penurias-de-aspe?highlight=aspe


Sí esa es la de Aspe.

Gracias @Ajuntachapas, ahora al ver tu hilo me he acordado perfectamente que lo leí en su día, y no se por que le asigne Castellon, si es que nos hacemos mayores


Gracias por el aporte.

Dímelo a mí, que cada vez que hago un hilo o un comentario lo tengo que editar un montón de veces y aún así seguro que hay gazapos o faltas.
Pues si por lo visto, esa entrada daba servicio también a una fábrica de alpargatas, todo ese solar lo ocupa el complejo de bungalows de la imagen del "Earth", la placa de la calle que se ve en el edificio rojo de la esquina(donde la floristería) y que transcurre por la trasera pone Calle La Moneda.

Pero creo que hubo un hilo donde comentaban la ubicación de la factoría C, junto al Centro Comercial de La Salera.

Un saludo.

Ajuntachapas escribió:

Dímelo a mí, que cada vez que hago un hilo o un comentario lo tengo que editar un montón de veces y aún así seguro que hay gazapos o faltas.
Pues si por lo visto, esa entrada daba servicio también a una fábrica de alpargatas, todo ese solar lo ocupa el complejo de bungalows de la imagen del "Earth", la placa de la calle que se ve en el edificio rojo de la esquina(donde la floristería) y que transcurre por la trasera pone Calle La Moneda.

Pero creo que hubo un hilo donde comentaban la ubicación de la factoría C, junto al Centro Comercial de La Salera.

Un saludo.

Sí, existía ese hilo pero no consigo encontrarlo.

Pues mira . Eso me confirma la ubicación . Yo sabía q estaba en la partida Estepar cerca de la vía del ferrocarril junto a Villa Rosita . Y eso efectivamente coincide enfrente del actual centro comercial la Salera . Gracias