Buenos días,
Os traigo hoy una pieza curiosa, tanto por su antigüedad como por el escándalo que se produjo a su alrededor.
DESCRIPCIÓN FÍSICASe trata de una nota promisoria de 1 dólar fechada el 4 de marzo de 1829 emitida por la Salem &
Philadelphia Manufacturing Company, de Salem, Nueva Jersey. Está firmada a mano por M.W. Miller y R. Craven y endosada a un tal A. Jackson o al portador. ¿Sería el propio Andrew Jackson?
El billete está hecho de un papel ultrafino, típico de la época. Os puse hace tiempo otro ejemplar de la misma época y son deliciosos en cuanto al papel, más fino que el papel de fumar. La tinta ferrogálica de las firmas atravesó fácilmente la estructura, en un fenómeno conocido como transaminación. La numeración, a mano también, como era costumbre, es la 496.
La impresión corrió a cargo de Rawdon, Wright and Co. de Nueva York. Se trata de una de las imprentas primigenias que años más tarde conformaría la American Bank Note Company (ABNC).
Distinguimos varias zonas en el diseño. Dos columnas a los lados, con diseños complejos sobre los que aparece el valor del billete (fijaos en cómo es en la derecha, muy curioso) y dos viñetas, supuestamente de estos personajes firmantes. En la parte central superior destaca una imagen de Mercurio con su pétaso y caduceo repartiendo monedas, como símbolo de la abundancia del comercio. En la parte central inferior aparece un edificio y un barco, probablemente una goleta; el edificio sería, supongo, el de la empresa. Tanto Salem como Filadelfia tienen puerto.
Hasta aquí, una delicia de casi dos siglos de historia. Ahora, precisamente la historia.
LA INTRAHISTORIASalem, Nueva Jersey (no confundir con la de las brujas) se encuentra 67 km al sur de Filadelfia, casi al final del largo estuario del río Delaware y es un pueblecito de poco más de 5.000 almas. Los primeros habitantes fueron los indios Lenape. Aquí llegaron inmigrantes holandeses, fineses y suecos que convivieron en paz con los Lenape. Salem fue el primer asentamiento europeo en Nueva Jersey. Salem data de 1675.
Los primeros inmigrantes construyeron molinos y serrerías en la zona, algunos movidos por las mareas, otros por el viento, haciendo florecer el comercio y la economía. Se abren tiendas y mercados, crece la población y se convierte en un puerto de entrada oficial (una frontera con personal de inmigración y aduanas) en 1682. Como es natural, Salem ofrecía también madera, pieles, utensilios, etc. Se construyó un astillero para pequeños barcos e incluso se crearon fábricas de vidrio. Tras la Revolución Americana, la economía se desplomó y poco más se hacía que cultivar.
La ciudad estaba poblada principalmente por cuáqueros (Quakers), existiendo, como consecuencia de su filosofía religiosa, apenas 1 esclavo en 1830 en la zona; mientras que había 1.400 negros libres en una población entonces de más de 14.000 personas.
¿Y la
Salem and Philadelphia Manufacturing Company?
Existió una empresa denominada Salem Steam Mill and Manufacturing Company que, aparentemente, en 1828 cambió su nombre por Salem and
Philadelphia Manufacturing Company. Ninguna otra pista o información lleva a nada, ni los nombres de los firmantes.
Pero hay un informe del Fiscal General de Nueva Jersey de 1828.
El 11 de noviembre de 1828, el Fiscal General emitió un informe sobre esta empresa donde se dice que su propósito era la fabricación (no dice de qué) y no tenía privilegios bancarios y así aparecía en sus actas fundacionales. Se instó a tomar medidas legales e investigar la empresa y revocar su licencia.
En 1829, el Fiscal General hizo más consultas en la zona pero no pudo encontrar que la empresa estuviese realizando operaciones bancarias. Textualmente: "No había evidencia de que las notas de esta empresa, en la forma común de billetes, estuvieran en circulación y que hubieran sido pagadas por los agentes de la empresa a cambio de deudas o para comprar maquinaria o de otros modos. No hay prueba de que la empresa hubiera realizado descuento de esas notas o realizado actuaciones propias de un banco". De hecho, el informe detalla que el dueño de la empresa había muerto y el cajero de la misma se había ido del estado, por lo que no había ni actividad manufacturera ni bancaria. El molino y su propiedad se habían vendido. No existía la empresa.
En 1832, en el Nile's Reporter publicado en Baltimore se mencionan estos billetes como sin valor alguno: "Parece que los billetes de la infamemente famosa casa de estafas llamada "Salem and
Philadelphia Manufacturing Company" se siguen ofreciendo a veces como dinero. El 11 de febrero este periódico de Baltimore recibió un billete de estos de 5 dólares como pago por una suscripción. El 8 de septiembre mencionaron que un señor de St Louis tenía 2.750 dólares en estos billetes. Fue arrestado y llevado a la cárcel para ser juzgado.
En la zona cursaban billetes el Bank of New York y el Bank of
Philadelphia, entre otros y, aunque no eran de curso legal forzoso, sino de aceptación voluntaria, tenían cierta aceptación en grandes transacciones. Algunos estados incluso prohibieron los billetes pequeños, para forzar al uso de plata y oro. Atractivo como era poder producir tu propio dinero, los bancos tenían que obtener primero una licencia estatal (state charter). Pero siempre había algún político de pocas luces o suficientemente corrompible para autorizar la operación de bancos sin demasiado sustento. Cuando los billetes emitidos volvían al banco para su redención, el banco se declaraba en quiebra y sus dueños huían. Por eso, a veces se ponían en circulación los billetes lejos del origen del banco, para que tardaran en volver.
En el caso del billete en cuestión, llama la atención el tipo de letra empleado en las palabras Salem,
Philadelphia y Manufg (abreviatura de Manufacturing, fabricación). Mientras que
Philadelphia se hace en letra clara y grande las otras se escriben con una letra gótica y enrevesada. La idea era que Manufg pudiera confundirse con Bank y así que la gente pensara inmediatamente en el Bank of
Philadelphia.
Así que este billete es sencillamente un caso más de estafa, quizá agravada más aún por el hecho de no tener privilegios bancarios la supuesta empresa emisora, aunque no he podido dilucidar si el que se dedicó a esta se trataría de alguno de los antiguos dueños de la empresa o de un avispado que empleó su nombre para firmar un contrato de fabricación con Rawdon y luego se dedicó a ir pagando con ellos como medio de vida, estafando a Dios sabe cuánta gente. Tampoco sé si el detenido era responsable de esto (como uno puede suponer) o simplemente uno que se los encontró o al que estafaron previamente.
Bueno, espero que os haya gustado la historia.