As de Calígula, M AGRIPPA L F COS III, Roma, 37 - 41 dC.

Feliz año nuevo compañeros!!! Os dejo aquí otro clásico bien conocido para empezar el año con ganas. Ya que en la última moneda que traje presenté los dos primeros años del principado de Calígula, aprovecho esta para terminar una historia que no tiene desperdicio, aunque tal vez una buena parte sea inventada. Pero eso nunca lo vamos a saber.

Este as se estuvo acuñando durante todo el principado de Calígula. Se trata de una de las varias emisiones que se dedicaron a miembros de la familia del emperador, como a sus padres, sus hermanas y el mismo Augusto. Al fin y al cabo, Agripa era su abuelo, aunque al nieto no le hacía mucha ilusión por su procedencia plebeya y no le dedicó la atención que a los demás. Aún más, renegó de él abiertamente al anteponer su parentesco con Marco Antonio, bisabuelo por la parte de su padre, y prohibió la celebración de la victoria de Actium. Incluso llegó a inventarse la historia de que Agripina era fruto de un incesto de Augusto con su hija Julia. Shutherland sugiere en el RIC que probablemente se tratase de emisiones a cargo de algún magistrado al efecto, como las de los triunviros monetales de Augusto. No se trata de un denario, ni siquiera un sestercio, sino un simple as. No parece que mereciese la pena acaparar la atención de un emperador con responsabilidades divinas y sería suficiente para Agripa. De hecho, no hay en la moneda nada que la vincule con el emperador, ni inscripción con el nombre, ni figura representándolo, como sí ocurre en las otras piezas de sus familiares. La inscripción del anverso usa el mismo nombre de Agripa que está en el frontón del Panteón en Roma, “Marco Agripa, hijo de Lucio, tercer consulado”. Ninguna mención a su ni a su hija ni a su nieto, como si solo fuese uno que pasara por ahí. De esta forma, habría escapado al control directo del emperador para acabar siendo, pese a la aversión por su abuelo materno, uno de los ases más comunes de esta época, en circulación durante todo su principado y los primeros años de Claudio.

En el año 39, Cayo asume su segundo consulado junto a Lucio Cesiano, uno de los antiguos legados de su padre en Germania, dos cónsules, una sola voz. A los treinta días dejó el puesto y permitió a Cesiano cumplir el semestre que le correspondía. Este comportamiento fue habitual en todos los demás consulados que asumió anualmente. Asumía el cargo unos días y después ponía y quitaba cónsules a su capricho. Aquí cabe decir que, si nos atenemos a Suetonio y Dión, nunca nombró cónsul a su caballo Incitato, campeón del equipo verde, aunque mostró su intención de hacerlo en más de una ocasión, tal vez como muestra de desprecio a un Senado aterrorizado que se había convertido en una corte de aduladores que aceptaban y aplaudían cualquiera de sus ocurrencias por ridícula o criminal que resultase. La crueldad del emperador ya estaba desbocada. Disfrutaba con gran placer haciendo a sus enemigos luchar como gladiadores. Los motivos por los que a uno se le podía declarar enemigo del emperador eran muy variopintos, poco claros y siempre sometidos a su muy variable criterio. El caso era mandar matar a alguien. De este tiempo es la cita que se le atribuye deseando que toda Roma tuviese un solo cuello para poder cortarlo de un golpe. Las acusaciones eran siempre las mismas y recordaban a los peores tiempos de Tiberio, impiedad y traición. De hecho, volvió a acusar por los mismos delitos y ajustició a algunos de los prisioneros que liberó al anular las condenas de Tiberio.

El poder de Calígula para presionar al Senado procedía del apoyo incondicional que el emperador tenía tanto de la plebe como de los pretorianos. Apoyo en gran parte comprado a base de donativos en metálico y otros beneficios económicos y políticos. Hacía regalos con gran liberalidad y ostentación, siempre dejando claro de quién era la mano que los hacía. En una ocasión se subió a lo alto de la basílica Julia, en el foro y desde allí lanzó áureos y denarios a la plebe como si fuese un rey mago tirando caramelos. En el tumulto que se formó con la gente intentando coger la mayor cantidad de monedas hubo varios heridos y algún muerto, para mayor regocijo del maestro de ceremonia, que se divertía viendo los forcejeos y peleas. Entre los gastos de estos regalos, los juegos continuos y sus propios vicios, las cuentas dejaron de cuadrar y la situación financiera se le complicó. Cayo tuvo que tirar de ingenio para recuperar liquidez y evitar la bancarrota del estado. Pero, a estas, alturas ya no cabía esperar de su ingenio ningún tipo de reparo ante el abuso o la injusticia. Sus primeras ocurrencias consistieron en reclamar las herencias en favor de Tiberio, que él mismo había anulado, y apoyó a Corbulón padre en sus quejas por el estado de la red viaria para poder multar a los responsables de su mantenimiento. Pero la idea que le reportó más beneficios y que siguió practicando hasta el final de sus días fueron las subastas en las que vendía objetos de palacio, recursos sobrantes de los juegos y bienes sustraídos a las víctimas de sus acusaciones arbitrarias. Entre los saqueados no faltaron las hermanas que le quedaban y su cuñado, el esposo de Drusila. A todos los acusó de conspiración, a él le dio muerte y a ellas las mandó al exilio. En esas subastas había toda clase de trampas, sobrepujas, presiones y todo lo que os podáis imaginar para que los precios de adjudicación resultasen desorbitados. Suetonio nos cuenta el caso del expretor Aponio Saturnino, que se quedó dormido en la silla durante la subasta y Calígula ordenó que se anotase como puja cada vez que daba una cabezada. Cuando despertó descubrió que había arruinado al adquirir una partida de trece gladiadores por nueve millones de sestercios.

Con el dinero que recaudó en ese año llevó a cabo la que fue su única obra pública, ya que en lo demás se limitó a continuar las pocas que había iniciado Tiberio, algunas de las cuales, como el nuevo acueducto, tuvo que concluirla su tío Claudio. La obra en cuestión fue un puente de barcazas cubiertas de tierra que tendió, al modo de Jerjes, entre Puetoli y Baiae, la villa de veraneo de los aristócratas de Roma desde finales de la República. Construyó ese puente solo para cruzarlo una vez en los dos sentidos, acompañado de los pretorianos y una procesión de amigos y seguidores en una fiesta que duró dos días, uno para llegar a Baiae y otro para regresar a Puetoli. Por cierto, un siglo antes de esta hazaña tenía en Puetoli sus viveros de ostra un tal Cayo Sergio Orata, que se enriqueció vendiéndolas a aquellos aristócratas en Roma para sus banquetes y orgías.  Pero esa es otra historia que ya contaré con algún denario republicano que le corresponda.

Entre el puente y la fiesta que se montó volvió a dejar las arcas temblando, y tuvo que idear nuevas formas de exprimir al imperio. Esta situación fue un continuo en su gobierno, pues no paraba de inventar nuevos espectáculos y gastar en ello, especialmente en los privados, como si no hubiese un mañana. Construyó dos inmensos barcos a todo lujo, con termas a bordo, solo para su disfrute con los que no podía ir a ninguna parte, ya que estaban fondeados en un lago cerca de Roma. A estos lujos excéntricos hay que sumarle los regalos y sobornos con los que compraba las voluntades del pueblo y el ejército. Persiguió a todo personaje rico del que tuviese conocimiento con el objeto de asesinarlo e incluir los bienes incautados en sus subastas. Restituyó la centésima e ideo nuevos impuestos, pero hizo que resultase imposible saber en que consistían publicándolos en una inscripción de difícil acceso. De esa forma podía imponer multas por impago mucho más lucrativas.

Tuvo su obligada campaña militar o, a juzgar por los historiadores clásicos, pantomima militar. No está claro cuál era el objetivo real de la campaña, si salió de Roma con la intención de conquistar Britania o si esto fue una ocurrencia sobre la marcha. En principio se dirigió al Rin, a asegurar la frontera. Allí no encontró enemigo alguno que le presentase batalla y simuló algunos encuentros por los que se declaró victorioso en Germania. Poco después de asumir el tercer consulado (40 dC.) marchó hacia Britania y tuvo lugar el extraño incidente en la playa. Al llegar a la costa mandó a sus tropas ponerse en orden de batalla contra el Océano y después les ordenó recoger conchas como si fuesen los despojos y el botín de una batalla. Cuando las noticias de esta “batalla” llegaron a Roma, el Senado no sabía que hacer. No querían mandarle las felicitaciones o concederle honores por si pensaba que se estaban riendo de él, ni dejar de hacerlo por si lo interpretaba como una falta de respeto. En realidad, nadie sabía nunca como actuar con el emperador. Uno se jugaba la vida hiciera lo que hiciera.  

El Senado, como dije más arriba, estaba aterrorizado, con la plebe, crecida en poder, metiendo presión por un lado y un emperador inestable dispuesto a ordenar asesinatos a su incondicional guardia por lo primero que le viniese a la cabeza. Calígula declaró la guerra abierta al Senado y los sometió el día que se presentó con las cartas de Tiberio, que supuestamente había quemado, y los hizo cómplices de todos sus crímenes, incluidos los de su familia. La partida estaba ganada, podía hacer con ellos lo que quisiera, incluso tomar a sus esposas e hijos y obligarlos a prestar servicio en el burdel que organizó en palacio, con Claudio de portero, y que supuso una más de las fuentes de ingresos para continuar con sus infinitos derroches. Fueron los propios senadores, por medio de manifestaciones particulares, los que lo elevaron a la categoría de un Dios. Calígula había asegurado en varias ocasiones tratar directamente con los dioses y dejó caer la idea de que él era un Dios. Solo hizo falta que varios aduladores defendieran la misma idea en el Senado para que así fuese considerado, o al menos tratado.  

La etapa del Calígula Dios fue la culminación de su locura. Solía presentarse en público disfrazado como los diferentes dioses, tanto masculinos como femeninos. Se apropió en Mileto de un imponente templo de Apolo en construcción para dedicarlo a su persona. Como las obras no estaban lo suficientemente avanzadas ordenó, por medio de un decreto del Senado, construir uno en Roma. Fundó una congregación al estilo de las Augustales, escogiendo a dedo a los sacerdotes a los que cobró grandes sumas por el privilegio. Mandó construir otro templo en el Palatino, al que quiso traer la estatua de Zeus Olímpico para remplazar su cabeza por un busto suyo, pero no fueron capaces de sacarla de su emplazamiento. Conectó el palacio con el templo de Castor y Polux, en el foro. Construyó una entrada entre las estatuas de los dioscuros y presumía con frecuencia de tenerlos como porteros. Cuando Cesonia tuvo a su hija, después de un mes de matrimonio, aseguró que su propia intervención divina, había acelerado la gestación. Incluso anunció su intención de meter una estatua suya en el templo de Jerusalén, que hubiese llevado a cabo de no haber sido asesinado al año siguiente. Los gastos de un dios superaban a los de un emperador autócrata y la rapiña se disparó a su máxima expresión. No hubo negocio en Roma en el que no se metiese mano.

Cayo controlaba a los pretorianos a golpe de denarios, pero en su soberbia humillaba a su tribuno, Casio Querea, siempre que tenía oportunidad. Lo trataba de afeminado, cuando, según Dión, era un hombre a la antigua y bastante viril. Solía escogerle algún santo y seña obsceno para hacerlo quedar en ridículo ante la tropa. Pero, sobretodo, lo consideraba inofensivo, ya que de lo contrario lo hubiese asesinado. Ese fue su error, no pensar que una persona humillada hasta el límite se pudiese volver contra él. Y así fue, junto con el otro tribuno y la complicidad de algún senador harto del emperador hasta el extremo, organizaron una conjura. Decidieron llevar a cabo el golpe durante una de las fiestas que organizaba en el palacio, que se alargó durante varios días. Aguardaron con calma hasta que al quinto día de orgía abandonó el salón para ver en privado a unos niños que habían llegado a bailar. Lo emboscaron en un pasadizo estrecho y le dieron cuchilladas hasta que se cansaron. Mejor dicho, hasta que dejó de gritar que era un dios y que no podían matarlo. Seguidamente mataron a Cesonia y a la niña. Los senadores se reunieron en el Capitolio para deliberar sobre el futuro modelo de estado. Dión es muy contundente aquí, el Senado tenía un plan, pero entonces un guardia encontró a Claudio detrás de una cortina.

Esto es lo que las fuentes antiguas nos cuentan del reinado de Calígula. Pero, como en muchos otros casos, puede que las cosas hayan sido de otra manera. La versión moderna, sin llegar a exculpar a Calígula, arroja muchas dudas sobre la veracidad de estos hechos. Calígula era un enemigo abierto del Senado y quienes escribieron su historia, incluidos Suetonio y Dión, eran senadores. Es una lástima que los libros de Tácito que narran su reinado se nos hayan perdido. Dentro de lo que cabe, pues tampoco es imparcial, con los otros emperadores parece ser el más objetivo. Siempre nos va a quedar la duda de hasta donde fue capáz de llegar el muchacho. Aunque ya lo puse en otra ocasión, dejo aquí el enlace a este documental de Mary Beard, esta vez  con subtítulos en español, que resume la visión actual de este emperador y a quien no lo haya visto tampoco le sobra: https://www.youtube.com/watch?v=0qWj8PPugf4&list=PL04fnJwQNvRKmsivLTjNyVJMJUjVaFmvT&index=16.

Y aquí os dejo la moneda. Como siempre, espero que os haya gustado,

As de Calígula, Roma, 37 – 41 dC.

Anv: M AGRIPPA L F COS III, Busto de Agripa desnudo a izquierda.
Rev: S C, Neptuno estante mirando a izquierda sosteniendo delfín y tridente.
RIC I 58.

Peso: 10,8g.
Diámetro: 28mm.

Feliz Año nuevo

muy bonito As, bastante bien centrado y con patina de monetario antiguo, con una buena presentacion
en subastas se ven algunas y alcanzan buenos precios  
que cara de mala leche tiene el Agrippa
enhorabuena por la pieza

magnifica presentación Sergio_Orata la he decorado toda con mucho interés, pero al llegar a a los viveros de Ostras ya me me puesto todo curiosisimo y ya empezamos a entender tantas monedas y más en estas fechas !!!

Que nos tenias bien engañados y eres el proveedor Imperial !!!! bueno después de estas fechas complicadas de trabajo ya tardas en mandarnos unas cajitas a todos los de la sección

lepido escribió:

Feliz Año nuevo

muy bonito As, bastante bien centrado y con patina de monetario antiguo, con una buena presentacion
en subastas se ven algunas y alcanzan buenos precios  
que cara de mala leche tiene el Agrippa
enhorabuena por la pieza

@lepido. Fue lo mejor que pude encontrar dentro de lo que me quería gastar. Le pasa lo que a otras comunes de esta época, que se pueden poner muy caras para lo que realmente son. Hay que ser paciente .

Espectacular!! De acuerdo con lo de cara de mala leche!

Natxos7 escribió:

 magnifica presentación Sergio_Orata la he decorado toda con mucho interés, pero al llegar a a los viveros de Ostras  ya me me puesto todo curiosisimo y ya empezamos a entender tantas monedas y más en estas fechas !!!

Que nos tenias bien engañados y eres el proveedor Imperial  !!!! bueno después de estas fechas complicadas de trabajo ya tardas en mandarnos unas cajitas a todos los de la sección  

Ya lo siento pero yo no tengo viveros . Pero tengo muchos contactos si algún día piensas darte una hartada .

Los estudio, de ostras, peces..., principalmente los mercados, la captura también. Los romanos, como en muchas otras cosas, estaban avanzadísismos tanto en lo que se refiere a producción como a mercado. El caso de Orata es uno de los de mayor éxito que se conoce en la historia de la acuicultura comercial, y gracias a que Cicerón lo hizo blanco de sus críticas contra el lujo y la ostentación de la sociedad de la época, es también el mejor documentado de ese tiempo. Pero ahora no viene muy a cuento, solo que no pude dejar de pasar por Puetoli, hoy Pozzuoli, sin mencionarlo.

Sergio Orata se hizo muy rico y sus ostras muy populares entre los senadores y las clases pudientes de Roma después de las guerras sociales. Ando buscando un denario de esa época, entre el 87 y el 80 aC. Pero más atrás de la época imperatorial me pierdo, así que voy a ciegas. Cualquier recomendación de alguna emisión de esa época por la que merezca la pena meterle a una pieza de calidad lo agradeceré con una interesante historia.

numismatico2013 escribió:

Espectacular!! De acuerdo con lo de cara de mala leche!

Pues sí, debía tenerla, porque ya en el dupondio de Nimes no se le ve con buenas pulgas .

https://www.acsearch.info/search.html?id=3247709

Bonito as @Sergio_Orata, y un post de lujo, enhorabuena¡

Sergio_Orata escribió:

Natxos7 escribió:

 magnifica presentación Sergio_Orata la he decorado toda con mucho interés, pero al llegar a a los viveros de Ostras  ya me me puesto todo curiosisimo y ya empezamos a entender tantas monedas y más en estas fechas !!!

Que nos tenias bien engañados y eres el proveedor Imperial  !!!! bueno después de estas fechas complicadas de trabajo ya tardas en mandarnos unas cajitas a todos los de la sección  

 Ya lo siento pero yo no tengo viveros . Pero tengo muchos contactos si algún día piensas darte una hartada .

Los estudio, de ostras, peces..., principalmente los mercados, la captura también.  Los romanos, como en muchas otras cosas, estaban avanzadísismos tanto en lo que se refiere a producción como a mercado. El caso de Orata es uno de los de mayor éxito que se conoce en la historia de la acuicultura comercial, y gracias a que Cicerón lo hizo blanco de sus críticas contra el lujo y la ostentación de la sociedad de la época, es también el mejor documentado de ese tiempo. Pero ahora no viene muy a cuento, solo que no pude dejar de pasar por Puetoli, hoy Pozzuoli, sin mencionarlo.

Sergio Orata se hizo muy rico y sus ostras muy populares entre los senadores y las clases pudientes de Roma después de las guerras sociales. Ando buscando un denario de esa época, entre el 87 y el 80 aC. Pero más atrás de la época imperatorial me pierdo, así que voy a ciegas. Cualquier recomendación de alguna emisión de esa época por la que merezca la pena meterle a una pieza de calidad lo agradeceré con una interesante historia.

Tendrás que buscar una de la Gens Sergia que es la que le corresponde de familia, creo que solo se acuñaron de 2 tipos.

@Legio.

Natxos7 escribió:

Tendrás que buscar una de la Gens Sergia que es la que le corresponde de familia, creo que solo se acuñaron de 2 tipos.

El de Sergio Silio es el que yo conozco, y no es muy caro. Pero cuando estuvo en circulación mi Sergio era muy joven, no tenía ni idea de ostras y no está claro que parentesco pudo tener, si lo tuvo con el magistrado. No se dedicó a la política, ni tuvo ningún mérito militar, pero estaba muy bien relacionado y era muy rico e influyente. De ahí las críticas morales de Cicerón. EL período es 88 a 85 aC., estudiaré

Muy bonita moneda. Un saludo

Enhorabuena por la pieza, me encanta

Bonito As y magnífica presentación. Se trata de una pieza muy atractiva, que siempre que se me ha puesto a tiro (en una relación calidad-precio razonable), ha sido en una conservación más modesta. Tu moneda me gusta mucho y la presentación excelente.

Excelente presentación y como no, precioso As!!