"las duchas frecuentes y largas, además de no ayudar al medio ambiente, deterioran el manto lipídico de nuestra piel, favoreciendo la sequedad de la misma, el picor y las dermatitis"
Pierdo más tiempo en secarme la piel y darme una crema hidratante por casi todo el cuerpo que el hecho de ducharme. Si no lo hago así, la piel me tira y molesta.