PERSEO, Rey de Macedonia (c. 212 – 165 a. C.).
Último rey de la antigua Macedonia, y también el último monarca de la dinastía Antigónida, una de las sucesoras de Alejandro Magno (179 – 168 a. C.). Comenzó su reinado en el año 179 a. C., a la muerte de su padre Filipo V de Macedonia.
Perseo pretendió desde un principio reavivar el enfrentamiento con Roma, acabar con su poder y dominio sobre Macedonia y que el reino volviera a ser independiente y soberano también de toda Grecia. Para conseguir sus objetivos organizó un complot contra Eumenes II de Pérgamo, que era un fiel aliado de los romanos. Pero sus planes fueron descubiertos y Roma declaró la guerra a Perseo, derrotando las legiones romanas a la falange macedonia en la decisiva batalla de Pidna (167 a. C.). La victoria romana supuso la ocupación y la posterior división de Macedonia en cuatro regiones (con la prohibición tener relaciones entre sí), que dependían directamente de Roma. Un tiempo después, fue constituida la provincia romana, y para facilitar las relaciones con esta nueva provincia se construyó en el 148 a. C. una nueva vía, llamada Egnatia, que empezaba en Dirraquio (Durrës), pasaba después por las ciudades de Pella y Tesalónica hasta llegar al límite oriental.
Tras su derrota, Perseo se retiró al santuario de los Cabiros, en Samotracia; finalmente se entregó a los romanos. Fue exhibido en el triunfo que Emilio Paulo celebró en Roma, encadenado y vestido de negro junto a su familia y amigos, todos ellos encadenados. Después fue arrojado a una mazmorra y condenado a morir de hambre. Solicitó Paulo una mejora en las condiciones del prisionero, que le fue concedida. Sobrevivió dos años más hasta que sus guardas, bien sea por crueldad o por haber recibido órdenes, le hicieron morir privándole del sueño.
En el año 178 a. C. se había casado con la hija de Seleuco IV de Siria, llamada Laodicea, y hermana de Demetrio I Sóter. De ella tuvo tres hijos y una hija.
Andrisco (apodado Pseudo-Filipo), haciéndose pasar por Filipo, hijo mayor de Perseo, se alzó en Macedonia con el propósito de recobrar la independencia. Q.Cecilio Metelo lo derrotó en el 148 a. C.
Otro hijo del rey Perseo, Alejandro, era todavía muy joven cuando su padre fue derrotado; exhibido en el triunfo de Lucio Emilio Paulo (167 a. C.), fue mantenido bajo custodia en la ciudad de Alba Fucens. Este príncipe macedonio se convirtió en un hábil orfebre y tornero, aprendió el latín y llegó a ejercer como notario en Alba.
Paulo Emilio atando un trofeo a un árbol ante el cual se ve a Perseo con las manos atadas a la espalda y sus dos hijos. Conmemora la derrota de Perseo, último rey de Macedonia, en el 167 a.C.; Pablo Emilio lo llevó, junto con sus dos hijos, en el cortejo de su carro triunfal. Denario de Paulus Emilio Lepidus (Familia Aemilia). Roma 62 a.C.