A pesar de los intentos de griegos y romanos (que fueron incapaces de atravesar el Sudd) el curso alto del Nilo permaneció inexplorado en su mayor parte. Varias expediciones habían fracasado en sus intentos por determinar la fuente del Nilo, lo que motivó las representaciones helenística y romana del río como un dios masculino con la cabeza y la cara ocultas por telas.
Se le representa como un hombre recostado portando cornucopia o rodeado de cañaverales con niños, hipopótamos y cocodrilos.
Nilo reclinado con cornucopia, a sus pies cocodrilo e hipopótamo. Denario de Adriano. Roma 134-138 d.C.
Nilo reclinado sobre esfinge a dcha.; detrás cocodrilo entre cañas; a sus pies tres niños, uno subido en cornucopia y otro portando serpiente y otro sobre hipopótamo. Sestercio de Adriano. Roma 136 d.C.