El triunfo de Almudena. 50 Céntimos 1904 (*1 *0).

50 Céntimos 1904 (*1 *0). El triunfo de Almudena.

Aquella niña que creció cuidando de sus hermanos pequeños y ayudando a su madre en todo lo que podía, jamás ni por un segundo imagino lo que la vida le depararía. Almudena aquella niña con una fuerte mirada producida por sus bellísimos ojos verdes, su cara angelical y su voluminosa y también descuidada melena de color negro, siempre había sacado fuerzas para seguir leyendo y haciendo los ejercicios que don Manuel, su profesor de la escuela, le mandaba.

No era una vida fácil, desde luego que no. Su barrio era de los más empobrecidos de la ciudad de Madrid, sus calles sin adoquines y el barro que dejaba tras de sí las lluvias de los meses de otoño hacían de él uno de tantos lugares donde muchos emigrantes a la gran ciudad establecían su primera vivienda. 
La comunicación con el centro era el carro del tío Simón, un agradable extremeño que siempre hablaba maravillas de su pueblo mientras conducía a los trabajadores y a los niños a sus respectivos lugares. Ese era uno de los mejores momentos de aquellos días, oír al tío Simón hablar de lo bien que se come en su tierra, de lo bonito de su iglesia y de las buenas gentes que allí habitaban, siempre siempre, el tío Simón acababa con una lágrima en su rostro.

Era un mundo difícil para Almudena, ella misma era conocedora que su condición de mujer y más pobre, jamás podría tener oportunidades de progresar en una sociedad marcada por unas reglas que empezaban a quedarse viejas y obsoletas. 
Pero ella, siguiendo los consejos de sus padres decidió que aunque las noches fuesen duras estudiando cerca de la cama de sus hermanos con aquella vela de cera que apenas alumbraba, intentando vencer el cansancio de unas jornadas de no parar en casa, venciendo todo eso, ella tenía que estudiar.

Los años fueron pasando, sus antiguas amigas del colegio fueron desapareciendo de las aulas, todas y cada una de ellas ya estaban ayudando a sus madres en las tareas domésticas, igual pasaba con la mayoría de sus compañeros pero ellos no estaban en casa, estaban trabajando en aquellas fábricas de mala muerte o labrando las tierras de otros. Don Manuel había hablado con centros de enseñanza superiores avalando con su palabra de caballero que un par de sus alumnos estaban en condiciones de cumplir con las expectativas de aquellos centros y de su buena reputación. 
Finalmente tras muchos intentos fallidos y muchas decepciones con el sistema implantado en la sociedad de la época, don Manuel consiguió que un centro de buen nombre aceptase a Almudena. Tras hablar con uno de sus docentes, este acepto de buen grado que Almudena cursase los estudios en aquel centro tras una conversación en un baile celebrado en el Palacio Real con una gran novelista de la época, su nombre, jamás lo olvidaría don Manuel, Emilia Pardo Bazán. 

Almudena corrió a coger el primer viaje del tío Simón al centro, iba con sus zapatos de los domingos y un traje nuevo que con mucho orgullo le habían confeccionado las mujeres del barrio, abrumadas por el hecho que la niña había conseguido. La sonrisa de Almudena iba de oreja a oreja, nerviosa por ir a ese centro elitista de estudios donde todos los alumnos eran de clases pudientes.

Tampoco fue fácil esta época, los alumnos, todos muchachos, la hacían de lado, sus profesores aunque no la trataban de manera diferente, si la miraban como ese bicho raro que habitaba las aulas.
En fin, Almudena tenía permiso del centro para quedarse por las tardes en la inmensa y muy completa biblioteca del centro, muchos días apenas comía, solo estudiaba a pesar de las insinuaciones, reproches y comentarios inapropiados de sus compañeros.
El tío Simón, orgulloso de que aquella niña de ojos verdes estudiase en uno de los mejores centros de la ciudad, la recogía por las tardes en las oscurecidas calles adoquinadas donde se situaba el centro y la llevaba a casa, donde Almudena seguía estudiando después de cenar.
Sus buenas notas consiguieron que fuese aprobando cursos y su poca actividad política, no como sus compañeros, hicieron que sus profesores la mirasen con los ojos de un trabajo bien hecho, un trabajo conseguido con esfuerzo, salvando las distancias sociales y económicas, salvando sobre todo la hipocresía y rompiendo las estúpidas y obsoletas reglas de la época.

Llegó el día, 8 de marzo de 1910, Almudena ya no cogió el carro del tío Simón, muy a su pesar pues le quería muchísimo, iba a coger el coche tirado por caballos que hacía poco había llegado al barrio por orden del mismísimo rey. Todos los vecinos emocionados madrugaron para despedir entre aplausos a la niña de melena negra voluminosa, lo había conseguido, había conseguido llegar a la universidad el mismo día que se aprobó el decreto promovido por Emilia Pardo Bazán para que las mujeres pudiesen estudiar en los centros universitarios.

Almudena, aquella niña que apenas dormía estudiando con aquella paupérrima vela en la habitación mientras sus hermanos dormían, aquella niña que superó insultos y desprecios en el elitista centro de estudios ubicado en la zona noble de la ciudad, aquella niña que siguió los consejos de sus padres... Lo consiguió.

Almudena montó en el coche a caballo y sacó una moneda para pagar, pero le dijo al revisor si esa moneda de 50 Céntimos podía dársela en lugar de a él, al tío Simón que con lágrimas en los ojos veía como la muchacha a la que había cuidado cumplía un hito. El revisor viendo el espectáculo emocionante y alegre que se había montado en la calle, acepto de buen grado y Almudena corriendo se dirigió al carro del tío Simón y le dio la moneda fundiéndose en un emotivo abrazo inmediatamente después.

La moneda que Almudena le dió al tío Simón...











Peso de este ejemplar, 2,47 gramos.
Diámetro 18 milímetros


Espero que os guste, correcciones, comentarios y aclaraciones siempre son bien recibidas.
Un saludo!!

Me pasa como a Almudena cuando escuchaba las historias del tío Simón, el mejor momento del día, muy agradecido por la narración en estos días,Felicidades

Muy bonita pieza y el relato muy emotivo, compi!!!

Qué oportuno hubiera sido poner este tema el dia 8 de Marzo, puesto que fué el dia en que se aprobó el acceso.

https://www.20minutos.es/noticia/3319227/0/mujer-universidad-espanola-cifras-historia/


Sinceramente

Muchas gracias amigos!!
Me alegra enormemente que os guste este nuevo relato

Recibid un fuerte abrazo!!

Una tía abuela mía me contaba que de pequeña le daban una moneda como esa y le decían "dos realillos de plata".. Muy bonito relato y pieza 

Bien por la moneda, bien por el relato, bien por el narrador y bien por Almudena.

Muchas gracias amigos Benyusuf y Fredericus.
Me alegra que os guste este nuevo relato!!

Muy chula la moneda. Enhorabuena por añadirla a tu colección 10 pfennig y gracias por el relato.

Muchas gracias Pablo87!!
Un saludo

Sin despreciar a la moneda que es más que bonita, de las que gusta ver en el álbum, el relato vale muchísimo más, muy bonito y emotivo.

Muchas gracias Jorgegb90!!!
Me alegra que te guste este relato.
Tendré que subirlo a "Los Cuentos Numismáticos de 10 pfennig" y actualizar el hilo.

Un saludo

Qué preciosidad, tanto la moneda como el relato! Emotivo y conmovedor, enhorabuena por hacerlo una vez más

Muchas gracias amigo por tu buena opinión!!
Un abrazo y a ver si nos podemos tomar esa cerveza... (Con ucranianos por medio o no)  

REVERSO12 escribió:

Muchas 

Joder que bonito relato, y la pequeña también

Muchas gracias @Kalandraka, celebro que te guste!!
Un abrazo!!

Preciosa moneda y emotiva historia, digna de una heroina y que debemos recordar si o si para aprender de estas historias, que son nuestra historia.

Muchas gracias @Natxos7
Me alegra que te guste la moneda y el relato

Un abrazo!!

Muy agradecido por el relato y moneda preciosa¡¡¡

Muchas gracias amigo.
Celebro que te gusten ambos, relato y moneda!!

Un abrazo!!

Enternecedor y emotivo relato. Almudena se había ganado el derecho a unos estudios superiores y el tío Simón su preciosa moneda. Si doña Emilia levantara la cabeza también te agradecería el recordatorio a su labor modernizadora. Es una delicia leerte y ver tus monedas, amigo.

Bonito relato y moneda muy chula Te veo inspirado, veo que el encierro te está sentando bien

Muchas gracias amigos @Gobierno Provisional y @Armintza79 me alegra mucho que os guste 
Y si, si Emilia levantase la cabeza seguramente se sentiría orgullosa de nuestra sociedad
Y si, demasiado tiempo libre (aunque con la niña nunca es demasiado tiempo jeje)

Un abrazo!!

Excelente estado de conservación, el anverso perfecto y el reverso con todos los detalles de león, castillo y corona.
Es SC?
En lo relativo al relato, Almudena muestra como la constancia y el esfuerzo al final dan sus frutos, siempre hay que caer 100 veces y levantarse 101.